jueves, 21 de diciembre de 2017

PKK: NI HISTÓRICA, NI TEOLÓGICAMENTE PODRÍA SER ABSUELTO




21/12/2017
Opinión

La república del Perú se encuentra ad portas de un dramático parte aguas remarcadas por la posible vacancia presidencial de su actual mandatario Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Este jueves 21 de diciembre el presidente peruano PPK, en compañía de su representante legal, ejercerá el derecho a la defensa, frente a la solicitud de vacancia por “incapacidad moral”, según el artículo 113 (2) de la Constitución Política del Perú. 

El presidente PPK y defensores arguyen el origen a tan compleja situación a estados de animadversión del partido político mayoritario fujimorista, Fuerza Popular. Siendo aquellos que solicitaron su vacancia los mismos que lo llevaron a Palacio de Gobierno, el Frente Amplio. “Atentado contra el Estado de Derecho”, “Golpe de Estado”, “Golpe Suave”, “Revanchismo”, “Vacancia exprés”, “Asalto al orden constitucional”, son solo una minúscula muestra de las adjetivaciones que la denuncia parlamentaria ha ocasionado en las filas del partido de oficial.

La demanda es de índole política y moral, aunque en el fondo es penal. Las estancias judiciales se encargaran se dilucidar la dimensión penal de la compleja situación del mandatario peruano. Como es de conocimiento público el congresista de la vertiente de izquierda del Congreso peruano, Manuel Dammert, presentó, el pasado mes de noviembre, a la congresista Rosa Bartra de la Comisión Lava Jato y al Fiscal de la Nación Pablo Sánchez, una serie de documentos que demostrarían la relación del mandatario peruano PPK con la controversial compañía brasilera Odebrecht por intermedio de una de sus empresas con sede en Miami, encontrándose el acusado en pleno ejercicio de funciones públicas.

En el periodo en que PPK se desempeñó como ministro de Economía (febrero 2004-agosto 2005) y como presidente del Consejo de Ministros (agosto 2005- julio 2006), la compañía unipersonal de propiedad de PPK, Westfield Capital y First Capital recibieron por “asistencia financiera” US$ 4 millones contratados por First Capital y ni corto ni perezoso el mandatario reconoció en mensaje a la nación su participación directa en negociaciones con Odebrecht por medio de su empresa: “Lo que sí es cierto, absolutamente cierto, es que yo he sido asesor financiero de varias empresas cuando tenían que levantar dineros importantes en el mercado (...). Yo he sido uno de los fundadores de lo que se llama financiamiento de proyectos, entonces, a veces, me han contratado para H2Olmos, que es el proyecto de riego de Lambayeque”.

Según la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), H2Olmos cuenta con la representación legal Odebrecht Perú Inversiones en Infraestructura S.A. y se encuentra registrada como Odebrecht Latininvest Peru Ductos S.A.[1]

El señor presidente PPK mintió. Los medios de información clasifican tres diferentes versiones del señor presidente PPK: 1. Por medio del oficio 005-2017 (23/10/17), enviado a la Comisión Lava Jato, del Congreso de la Republica sostuvo, “Puedo afirmar que no he tenido relación profesional ni comercial con las constructoras brasileñas ni con sus consorciadas peruanas, que públicamente vienen siendo vinculadas al caso Lava Jato”; 2. Por mensaje vía Twitter (14/11/17) señaló: “Yo nunca he recibido aporte alguno de Odebrecht para mis campanas electorales del 2011 y 2016. Tampoco he tenido vinculo profesional con Odebrecht”; y 3. En entrevista a la radioemisora RPP (09/12/17), “Lo que sí es cierto, absolutamente cierto, es que yo he sido asesor financiero de varias empresas (...) Yo he sido uno de los fundadores de lo que se llama financiamiento de proyectos, entonces, a veces, me han contratado para H2Olmos...”

Ante las pruebas, queda en evidencia que el señor presidente es un eslabón más de una larga cadena de altos funcionarios implicados en caso de corrupción.

Y, esto es signo de la naturaleza amoral del Capitalismo históricamente demostrado. El señor presidente no tiene juicio de conciencia por qué de jure y de facto la corrupción de los grupos de poder económico y grupos económicos subalternos delinquen impunemente e históricamente los poderes del Estado (dentro y fuera del Perú) han construido, defendido y amparado la cultura de la corrupción como distingo de gobernabilidad.

El prófugo Alejandro Toledo, denunciado por haber aceptado US$ 20 millones de Odebrecht por la construcción de la carretera Inter Oceánica no lo pudo haber realizado sin el aval y la complicidad de su ministro de Economía y Primer Ministro, como lo fue en la fecha el actual señor presidente PPK.  ¿Algo nuevo? Nada. Todo esto es más de lo mismo.

El señor presidente mintió e infringió leyes del Estado peruano. La ley de Incompatibilidades y Responsabilidades del personal del empleo público, que el señor presidente PPK debe conocer al dedillo, prohíbe realizar actividades como realizó y que todo el mundo político lo sabía transando complicemente hasta nuestros días. Estas son verdades ocultas, que esperan en la sombra del archivo hasta que la lucha de intereses se hacen evidentes.

Pero igual que a la jurisprudencia legislativa, el señor presidente infringió leyes morales que subyacen, por lo menos, en el decálogo del monte Sinaí, redactadas según la tradición antiguo testamentaria, de puño y letra del mismo Dios que él, supuestamente, dice creer: “Creo en dios en la fe y en la unidad, recemos para que haya una verdadera reflexión antes de dar un paso tan destructivo como el que se propone” (Mensaje, 20/12/17).

La memoria no nos falla señor presidente, usted es un gran lobista, no es secreto para nadie, y representa aquella contra cultura hegemónica de la especulación despiadada, el pragmatismo cínico, matemático e insensible de personalidades formadas bajo el juramento a una bandera llamada Capital. Personalidades como usted, señor presidente, no le interesa de donde proviene el dinero. A personalidades como usted solo le importa un valor: La acumulación.

Esta línea editorial cree que usted cree en Dios, y no solo, creemos que usted cree en la democracia con todas sus fuerzas. Eso no lo ponemos en duda. Ahora, quizá sea oportuno señalar que en el universo de divinidades existentes en el imaginario de los pueblos existen cientos de cientos de expresiones divinas. Nosotros creemos que usted cree en Dios, ¡sí, claro! Pero póngale nombre, su dios es Mammon. La divinidad de la riqueza por el cual el pueblo del Dios liberador de Moisés y los pueblos sojuzgados bajo el imperio de Faraón, se perdieron por cuarenta años en el desierto obnubilados en medio de espejismos sin poder ver cristalizadas sus esperanzas.

Su dios y su fe señor presidente, con todo el respeto que su embestidura nos exige, representa al universo de dioses con pies de barros. Aquellos que se nutren del holocausto desencarnado del pueblo. Para usted señor presidente lo importante, sea en el Banco Mundial, el FMI, alguna de sus compañías, cualquier ministerio o en la presidencia de la Republica, es sacar el máximo provecho financiero-económico. ¿Es esto mentira? ¿Es esto ignorado por la ciudadanía pensante y critica del Perú? ¿A esto usted le llama “Asalto al orden constitucional”?

Su democracia tienen apellido: Liberal. Y, esta representa todo lo que a usted lo ha hecho rico y a millones – en el mundo entero – lo hacen a cada segundo pobres entre los más pobres. Hablemos claro, a usted, como a su amigo Almagro, quien ahora corre a defenderlo, le interesa portarse bien frente al patrón del circo y que el mismo los apruebe como “buenos amigos”. Como si la aprobación proviniese del mismísimo Cristo.  

De igual forma, su relectura de la historia así como su perceptiva teológica, señor presidente, provienen de la misma escuela donde personajes como Fulgencio Batista (Cuba); Augusto Pinochet (Chile); Jorge Videla (Argentina); Alfredo Stroessner (Paraguay); Hugo Banzer (Bolivia); Anastasio Somoza (Nicaragua); François Duvalier (Haití); Alberto Fujimori (Perú)…bebieron y se alimentaron sin pudor alguno. Amparados y protegidos por gobiernos y organizaciones sostenedores del Establishment al cual usted representa. ¿Es esto mentira? ¿Es esto ignorado por la ciudadanía pensante y critica del Perú? ¿A esto usted le llama “Asalto al orden constitucional”?

Por otro lado, nosotros tenemos una visión de la historia y un acercamiento a la teología diferente a usted señor presidente. El dios en el cual usted cree téngalo, por seguro, no es el Dios que ampara millones de personas que viven la cotidianidad con pocos soles de ganancia. Pregúntele a las señoras que venden agua de quinua a un solo el vaso, o alfalfa para cuyes en las calles andinas, si algún día llegaran a tener lo que usted ha llegado a acumular con el “favor” de su “dios” y “democracia” en los cuales cree.

El dios en el cual usted cree téngalo por seguro, señor presidente, no es el Dios de las personas que mueren en los pasillos de indecentes centros hospitalarios a los cuales usted y los suyos no se aproximan pero ni a kilómetros de distancia. Usted y todas sus generaciones tienen la vida asegurada mientras que millones de sus compatriotas a los cuales TODA su vida ha mentido se encuentran en medio de luchas sociales, desempleos, pobreza y miseria extrema.

Usted miente señor presidente y por si no lo sabe, la ancestralidad andina, a la cual usted dice pertenecer, lo tenía claro: Ama Sua (No seas ladrón), Ama Llulla (No seas mentiroso) y Ama Quella (No seas flojo). Y, estos no son principios teológicos. No se necesita creer en Dios o tener fe para respetarlos. Se necesita tener decencia, compasión y honestidad para alcanzar altos estándares de dignidad la cual usted cree tener, opuesto a lo que el pueblo decente siente y cree. Usted, traicionó el decálogo base de la religiosidad judeo-cristiana, traicionó las base de los principios de nuestra ancestralidad andina, traicionó una y muchas veces al pueblo que creyó en usted. Y, como si todo esto fuera poco, se traicionó a usted.  

Usted señaló, entre otras confesiones, esto: "Sepúlveda dio un servicio financiero, que le generó ingresos sobre todo a él. Y a Westfield, que era el vehículo, le generó dividendos mucho después. Yo gané algo de dinero".[2]

Hoy en su último mensaje a la nación, usted y sus viceministros realmente dieron lástima. Es un estilo propio de personalidades como usted, gritar a los cielos: “Soy inocente”, “Soy honrado”, “No soy corrupto”. Personalidades como usted aman hacerse de jueces y parte de la historia. Ustedes se auto santifican y crean milagros como inventar fabulas.  

Atrévase a leer la historia con nuevos ojos señor presidente y allí encontrará dignas personalidades que no compatibilizan ni en el cielo ni en el infierno. Estas personalidades no se auto declararon, como usted, “honrados”, “inocentes”, “honestos”, etc., adjetivarse no fue menester de ellos y ellas sino del pueblo.

Para muestra un botón: “En cuanto a mí,  sé que la cárcel será dura como no lo ha sido nunca para nadie,  preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento,  pero no la temo,  como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, la Historia me absolverá.” (Fidel Castro Ruz, 1953). [3]

¿A usted, señor presidente, quien espera que lo absuelva?

21/12/17

José Toledo Alcalde
Lic. Teología y Mg. Terapias Físicas.





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