lunes, 27 de noviembre de 2017

CÓMO TOMAR MEJORES DECISIONES ESTRATÉGICAS CON UN MÉTODO SIMPLE




Tanto el triunfo como la derrota política se basan en las decisiones que tomamos.

Un candidato, un dirigente, un gobernante, un jefe de campaña o un consultor serán tanto mejores cuanto mayor calidad tengan sus decisiones.

En pocas palabras: así como la buena estrategia conduce a buenos resultados electorales, de la misma manera las buenas decisiones conducen a la buena estrategia.

En la clase anterior ya compartí contigo numerosos consejos para tomar mejores decisiones estratégicas.

Ahora, en la segunda clase, te voy a enseñar un método simple para tomar decisiones estratégicas efectivas.

Método.

Esa es la palabra clave.

Un método para tomar decisiones.

Te garantizo que si aplicas lo que explico en esta nueva clase tus decisiones políticas serán más rápidas, más claras y de mayor impacto.


Y espera unos pocos días para recibir la tercera y última de este Curso.

Abrazo,
Daniel Eskibel

Clase 2: Decide cómo vas a decidir

Una estrategia política no es más que un conjunto de decisiones duras, de esas que no te dejan mucho margen de maniobra. Un set de decisiones claras y firmes que llevarán tus acciones políticas por un rumbo previamente definido.

Tomar buenas decisiones, entonces, es una habilidad esencial a la hora de crear una estrategia.

Es más: sin esa habilidad tu estrategia no va a funcionar.

Para mejorar esa capacidad tuya para la toma de decisiones es fundamental que te entrenes. Para ello voy a brindarte en esta clase algunas explicaciones centrales, un método y varios ejercicios.

El contexto de tus decisiones

Para comprender mejor el método con el cual vas a poder perfeccionar tu toma de decisiones voy a explicarte algunos asuntos centrales de los cuales debes apropiarte:
  • Decidir es descartar, es decir que NO a todo excepto a las pocas directrices que decidas que luego te orientarán. Aprende por favor a decir que NO. Pero no solamente NO a lo que no te gusta, sino también NO a muchas cosas que te gustan. Imagina que estás por cenar en un restaurante y lees la carta y descubres cantidad de platos que te gustaría comer. Pero no puedes ordenarlos todos. Tienes que elegir. Tienes que decidir. Tienes que descartarlos todos menos uno. Así es la estrategia política. Hay una carta abundante de estrategias posibles. Y en cada estrategia hay una multitud de opciones y miles de combinaciones. Pero tienes que descartar casi todo. Y quedarte solo con lo esencial.
  • Decidir es ponerte límites tú mismo. Límites, sí. Fronteras. Porque cada uno de nosotros tiende a ser la principal amenaza para su propia estrategia. Se nos ocurren ideas brillantes, cambios de rumbo, revelaciones súbitas…y casi sin darnos cuenta rompemos la estrategia. Entonces tenemos que tomar decisiones que luego limiten deliberadamente nuestro campo de acción.
  • Decidir es ser coherente. Tus decisiones deben ser consistentes las unas con las otras, formando parte de un plan general al que te vas a atener. Dentro del plan todo, fuera del plan nada.
  • Decidir es cerrar temas. No deberías tomar decisiones que te dejen sistemáticamente asuntos abiertos, sin resolver. La decisión es un proceso de cierre, de clausura de deliberaciones internas y externas para poder así actuar.
  • Decidir es avanzar, caminar hacia adelante. Lo que avances, poco o mucho, te va a situar en un nuevo lugar donde tendrás nuevas variables a considerar y nuevas decisiones a tomar. Decidir y actuar ya son hechos que por sí mismos modifican el tablero.
  • Decidir es inscribir tu acción en una hoja de ruta, un camino, un rumbo claro y predefinido.
Tu hoja de ruta para crecer

Para todas tus decisiones de estrategia política tienes que tener un marco general, lo que llamo una hoja de ruta para crecer. De hecho el primer seminario que aconsejo estudiar dentro del Laboratorio de Estrategia Política se llama, justamente, Tu Hoja de Ruta para Crecer como Político y como Profesional.

De la versión texto de ese seminario extraigo un pequeño párrafo que ilustra la naturaleza de esa hoja de ruta que debes construir como marco general de tu carrera política y/o profesional:

Tienes que poner en línea, trabajar e integrar estos seis elementos:

1.     Conocer bien a tu público, investigarlo y descubrir cómo es.
2.     Construir una estrategia de email que va a ser pilar sustancial.
3.     Publicar artículos en un blog.
4.     Elaborar productos, ya sea libros, cursos, seminarios, conferencias, actividades que ofrezcas a tu público.
5.     Correr la voz a través de las redes sociales, el ejército de tierra y la publicidad.
6.     Y alimentar el ciclo, estar permanentemente produciendo, produciendo contenidos que atraigan, contenidos que construyan relación contigo y contenidos que finalmente cierren la relación para abrir un nuevo ciclo.

Todos estos elementos los tienes que analizar, los tienes que desmenuzar, los tienes que elaborar con mucha, con mucha calma, con mucho detenimiento, con mucha pasión también.

Todo esto es la cartografía, todo esto es la hoja de ruta.

Estos son los elementos que tienes que tener alineados para crecer en política y para crecer profesionalmente.

El crecimiento político y profesional no es un acto, no es un momento, no es una explosión, es un proceso, es una construcción, es una elaboración, y tu herramienta principal, recuérdalo, van a ser siempre los contenidos que crees, que elabores y produzcas.”

Un método para tomar decisiones

En tu carrera política y profesional tendrás que tomar miles de decisiones. Las más importantes de las cuales serán de carácter estratégico.

Para tomar buenas decisiones te recomiendo seguir un método, una secuencia prolija y ordenada que permita capitalizar tus mayores virtudes.

El método es así, paso a paso:

1.     Acumula información sobre el asunto a resolver. Busca por todos los medios que no sea información tendenciosa sino muy diversa, que brinde las diferentes caras y los diferentes ángulos de un mismo problema.
2.     Elige 2 o 3 posibles acciones a emprender. Descarta todas las demás y repasa mientras tanto tu plan general, tu hoja de ruta para crecer.
3.     Duerme. Sí: duerme. Mientras estás por dormirte intenta recordar las 2 o 3 posibles acciones que elegiste. Luego te abandonas al sueño y dejas que tu cerebro siga trabajando inconscientemente mientras tú descansas.
4.     Decide a la mañana siguiente. Hazlo como primera actividad del día, antes que ninguna otra cosa. Es el mejor momento para la combinación de cuerpo descansado, cerebro fresco, mente sin ocupaciones, cero stress y procesamiento inconsciente de la información. La mejor decisión surgirá en esta etapa.
5.     Entra en acción. De nada vale decidir si no se hace. Actuar es decisivo. Hazlo.
6.     Evalúa. Después de un tiempo prudencial, evalúa lo hecho. Considéralo fríamente, en sus consecuencias positivas y negativas.
7.     Ajusta la decisión en base a lo evaluado.
8.     Vuelve a la acción. Que para eso estás decidiendo, por cierto.

El método es simple, como debe ser.

Pero poderoso.

Ejercicio

Anota en un papel o en un procesador de texto algo que debes decidir en estos días (ya sea de carácter político, profesional, laboral, familiar o personal).

Copia luego los 8 pasos que te señalé anteriormente.

Y de inmediato comienza a ejecutar cada uno de esos pasos. Uno por uno sin saltearte ninguno.

Verás que funciona.

Crear una estrategia es crear un set de decisiones

Ya sabes que tienes que hacer algunas cosas ANTES de diseñar la estrategia. A esas “cosas” les llamo PSICOESTRATEGIAS. Son estrategias mentales para llegar al momento del diseño de la estrategia política con todas las luces encendidas y con todos los recursos disponibles.

Primero te mencioné la habilidad de preguntar.

Ahora incursioné en la habilidad de tomar decisiones.

En la próxima clase iremos un paso más allá.

Estate atento.


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