martes, 16 de agosto de 2022

GOBIERNO DEMOCRÁTICO BURGUÉS

  


(16 de agosto de 2022)

 

Por Miguel Aragón

 

Desde un comienzo se sabía, y ahora se está comprobando, que el gobierno presidido por Pedro Castillo era un “gobierno democrático burgués”. ¿Alguien lo dudó?

 

I

 

Que algunos ingenuos se hayan imaginado, que con él actual gobierno comenzaba un “gobierno socialista”, ese es un problema de ellos, no es problema del gobierno, ni tampoco es problema del pueblo peruano. Las necesidades y preocupaciones del pueblo son otras. 

Los hechos están demostrando que, por la vía electoral si se puede conquistar “el gobierno”, pero no se puede conquistar “el poder del estado”.

Si alguien se imaginó lo contrario, tiene que volver a revisar la teoría del estado, y no continuar hablando tonterías.

Actualmente tenemos un “gobierno democrático burgués”, que está intentando gobernar pero dentro de los estrechos límites de un “estado feudal burgués”. 

Actualmente, el poder del estado continúa en manos de la antigua clase dominante, cuya cúpula, en las últimas décadas, está formada por “los propietarios de la gran minería, los propietarios del comercio mayorista importador, y los propietarios de la banca”.  Ellos son los que han tenido y continúan teniendo el poder económico, que es la base de todo poder.

Ellos, la vieja clase dominante, son los que dirigen y controlan a las fuerzas armadas y a las fuerzas policiales, ellos son los que controlan al poder judicial, al poder legislativo y a la gran prensa. ¿Alguien lo duda?

 

II

¿Cuál es la diferencia con el pasado?

La muy pequeña diferencia con el pasado, es que, “por jugar a la democracia”, a la clase dominante, temporalmente “se les ha escapado de las manos el gobierno”, como cuando a un niño se le cae un juguete, y le da pataleta.

Nada más, esta es una diferencia muy pequeña con el pasado, diferencia muy pequeña, pero muy importante, si es que estamos dispuestos a aprovecharla a favor del pueblo peruano.

Todo el alboroto superficial de estos días (denuncias mil, por aquí y por allá) radica en esta pequeña contradicción.

La ultraderecha feudal burguesa pretende rescatar el gobierno (que se les ha escapado de las manos temporalmente). Y para esta labor de rescate cuentan con el valioso apoyo de unos pocos “doctrinarios de izquierda”, que le reclaman al gobierno que se comporte “como si fuera un Gobierno socialista”. Esta pretensión “izquierdista” es una reverenda estupidez.

Estos “doctrinarios de izquierda”, y ahora encima con sotana de “puritanos” (sueñan con un capitalismo “sin corrupción”), en estos momentos son los mejores aliados de la ultraderecha feudal burguesa. 

¿Está claro?

O tengo que explicarlo con figuritas.

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