sábado, 30 de septiembre de 2017

LA REVOLUCIÓN VELASQUISTA




Escribe: Milcíades Ruiz

El próximo 3 de octubre se estará a un año del cincuentenario de la histórica sublevación del Gral. Juan Velasco Alvarado que derrocó al gobierno de Belaunde y puso en marcha un proceso de cambios estructurales en el Perú, empezando por la reforma agraria. Es de esperar que los sectores sociales beneficiados por su gobierno y muchos personajes que se encumbraron con ese proceso hagan un programa celebratorio reivindicando su valía histórica.

Para el materialismo dialéctico, toda acción genera reacción y por la ley de relatividad la trascendencia de estas, es proporcional a su fuerza y efectos. Viene al caso, la trascendencia que pudo tener en el ánimo del Gral. Velasco, la gesta del Che en Bolivia y su muerte heroica. No cabe duda de que este acontecimiento histórico tuvo gran repercusión mundial y su impacto en la sensibilidad humana aún lo sentimos a pesar de haber transcurrido ya medio siglo.

Los militares que lucharon contra el Che han quedado conmocionados por la experiencia que les tocó vivir. Gracias a las investigaciones in situ y, entrevistas a los oficiales con mando de tropa, realizadas tiempo después por Froilán Gonzáles García (1), podemos conocer por propia confesión voluntaria de militares en retiro, sobre el impacto de la generosidad del Che con la tropa rendida. No solamente reconocen la validez de la lucha en defensa de los pobres sino que repudian los métodos de la superioridad por mandato de la CIA pues dichos oficiales sufrieron castigos e intentos de asesinato por el solo hecho de decir la verdad.

Es que los militares eran enviados a combatir a los rebeldes, solo por órdenes superiores y contra su voluntad. Al no poderse negar, muchos murieron por defender intereses que no eran suyos. Esta sin razón, es lo que afectó la consciencia de algunos oficiales peruanos que combatieron a las guerrillas en 1965. Al menos los guerrilleros morían por sus ideales de una noble causa, pero no los soldados del ejército que lo hacían por mandato político de un gobierno putrefacto.

Decía el general Velasco, que no se explicaba cómo los jóvenes guerrilleros se atrevían a desafiar la fuerza militar del gobierno con armamento precario. Buscó las razones de esa inmolación y encontró que tenían razón pues los partidos políticos estaba comprados por los poderosos del dinero, y no promulgaban la reforma agraria que todo el mundo reclamaba. La corruptela política entregaba nuestro petróleo y minerales a las empresas extranjeras. Como Jefe del Comando Conjunto pudo ver toda la asquerosidad de las altas esferas del gobierno.

En estas circunstancias, afectado por este drama nacional, lo impactó también la muerte heroica del Che en cuyo diario de campaña se revelaba la participación de peruanos y la organización de un nuevo foco guerrillero en Puno como parte del plan estratégico. Quizá por ello, Velasco consideró necesario evitar más muertes de peruanos contra peruanos y se propuso cambiar la situación. No solamente asumió como suyas las banderas guerrilleras de reforma agraria y nacionalización de nuestros recursos naturales sino también la misión de hacer una revolución cambiando las estructuras de dominación.

Una de sus primeras medidas fue dar amnistía a los guerrilleros presos y perseguidos. La reforma agraria que puso en marcha era más radical que la nuestra porque no hacía excepciones ni con los medianos hacendados ni con los chicos. No cumplir con la legislación laboral era causal de afectación y claro, hasta los pequeños propietarios tenían faltas por no dar seguro social, ni vacaciones ni beneficios sociales. Esta reforma dejó sin piso a nuestra organización guerrillera pues estaba beneficiando a lo que era nuestra base social para la lucha armada. 

Es más, nos invitó a participar en el proceso. No fue nada fácil aun teniendo el gobierno a nuestro favor, algunos propietarios nos esperaban con armas de fuego cuando llegábamos con el juez de tierras. Teníamos que trabajar con los sindicatos y comités sindicales reuniéndonos clandestinamente para logar que un fundo sea afectado por reforma agraria. Muchos hacendados tenían parentela militar. Había que movilizarse con la solidaridad campesina de otras haciendas adjudicadas a los trabajadores, la concurrencia masiva de campesinos de comunidades y cooperativas y así y todo, abusivamente me metieron preso.

Pero valió la pena hacer realidad lo que anhelábamos en materia agraria. Desde la llegada de los españoles los dueños originarios fueron despojados de sus tierras y generación tras generación servían al hombre blanco sometidos a un sistema feudal. La república independiente llevaba siglo y medio de libertad pero los nativos seguían en condición de vasallos del señor feudal. Por eso, cuando los liberábamos entregándoles la tierra, los campesinos lloraban en grupo como nunca lo habían hecho antes.

Desde entonces, hemos ahorrado a los peruanos y peruanas ancestrales miles y miles de sufrimientos. Eliminado el gamonal, se acabaron las violaciones a las hijas y esposas de los vasallos, los castigos corporales a los nativos, prisiones, asesinatos impunes, contribuciones onerosas, trabajo sin pago, obligaciones de servicio en la casa hacienda, arrebatos de ganado, tierras y otras pertenencias. La lista es larga.

Naturalmente, si el gobierno se estaba haciendo reformas estructurales no había razón alguna para enarbolar la lucha armada, desapareciendo automáticamente toda violencia y enfrentamiento guerrillero. Pero rememoremos aquellos días iniciales de ese gobierno en las palabras de Velasco y comunicados oficiales:

(…) “Poderosas fuerzas económicas, nacionales y extranjeras, en complicidad con peruanos indignos, detentan el poder político y económico, inspiradas en lucrarse desenfrenadamente, frustrando el anhelo popular en orden a la realización de las básicas reformas estructurales, para continuar manteniendo el injusto orden social y económico existente que permite que el usufructo de las riquezas nacionales esté al alcance de sólo los privilegiados, en tanto que las mayorías sufren las consecuencias de su marginación, lesiva a la dignidad de la persona humana” .

(…) “La ambición incontrolada dentro del ejercicio de las actividades inherentes a los poderes ejecutivos y legislativo, en el desempeño de los cargos públicos de la administración, así como en otros campos de la actividad nacional, han generado actos de inmoralidad que el pueblo ha repudiado, lesionando la fe y la confianza ciudadana, y que es imperativo devolver a fin de que sea superado el sentimiento de frustración de nuestro pueblo, el falso concepto que de la acción gubernativa se ha formado ante la pasividad de los llamados a superar situaciones y a cambiar, en el orden internacional, la imagen que se tiene del Perú de la hora presente”.

(…) “.. dirigentes y malos políticos, en lugar de dedicar sus esfuerzos a la solución de los problemas nacionales desde el Ejecutivo y Legislativo, despreciando la voluntad popular, sólo orientaron su acción a la defensa de los intereses de los poderosos, con prescindencia de las aspiraciones del pueblo. Primó su ambición personal presente y futura sobre el bienestar de la colectividad. Lo evidencian: la indefinición, la componenda, la inmoralidad, el entreguismo, la claudicación, la improvisación, la ausencia de sensibilidad social, caracteres constitutivos de un mal gobierno, que en tales condiciones no debía seguir detentando el poder”.

(…) La culminación de los desaciertos ha tenido lugar en el uso incontrolado y doloso de inconstitucionales facultades extraordinarias concedidas al Ejecutivo, así como en la seudo solución, entreguista, dada al problema de La Brea y Pariñas, que evidencian que la descomposición moral en el país ha llegado a extremos tan graves que sus consecuencias son imprevisibles para el Perú. Es por eso que la Fuerza Armada, cumpliendo su misión constitucional, defiende una de sus fuentes naturales de riqueza, que al ser peruana debe ser para los peruanos”.

(…) “El objetivo es promover a superiores niveles de vida, compatibles con la dignidad de la persona humana, a los sectores menos favorecidos de la población, realizado la transformación de las estructuras económicas, sociales y culturales del país”, 

(…) "La Reforma Agraria como instrumento transformador formará parte de la política nacional de desarrollo y estará íntimamente relacionada con las acciones planificadas del Estado en otros campos esenciales para la promoción de las poblaciones rurales del país, tales como la organización de una Escuela Rural efectiva, la asistencia técnica generalizada, los mecanismos de crédito, las investigaciones agropecuarias, el desarrollo de recursos naturales, la política de urbanización, el desarrollo industrial, la expansión del sistema nacional de salud y los mecanismos estatales de comercialización, entre otros”.

(…) “Nosotros no asumimos el poder político para hacer de él botín y negociado, ni instrumento perpetuador de la injusticia. Todo lo contrario. Nosotros asumimos el poder político para hacer de él herramienta fecunda de la transformación de nuestra patria. No nos movió otro propósito. Quisimos darle al Perú un gobierno capaz de emprender con resolución y con coraje la tarea salvadora de su auténtico desarrollo nacional”.

(…) “Hoy el Perú tiene un Gobierno decidido a conquistar el desarrollo del país, mediante la cancelación definitiva de viejas estructuras económicas y sociales que no pueden ya tener validez en nuestra época. Las reformas profundas por las que tantos compatriotas han luchado, están ya en marcha.

Queda mucho por decir sobre el Plan Inca y los logros de ese proceso frustrado por la traición y el entreguismo. Muchos logros han quedado enterrados por venganza de los afectados. Nunca he sido velasquista porque tengo clara mi doctrina pero eso no quita reconocer las bondades del gobierno de Velasco. Nadie se atreve a sacar la cara por él pero lo dicho quizá sirva de estímulo para abrir el debate a la luz de las actuales circunstancias. Hay todo un año para debatir hasta el cincuentenario y estoy seguro que será de mucha utilidad para todos.

Septiembre 2017

LOS ADOLESCENTES MODERNOS NO BEBEN NI TIENEN CITAS: ¿QUÉ LES ESTÁ PASANDO?



Publicado: 30 sep 2017 11:42 GMT

Actualmente los jóvenes y adolescentes posponen las actividades que marcan la entrada a la edad adulta, como el matrimonio o la consecución de un trabajo estable. Y esto tiene sus razones evolutivas, afirman los científicos.

Quattro Musser es un adolescente estadounidense de 17 años. Nunca ha probado alcohol, no ha aprendido a conducir y no sale con chicas. Tampoco ha tenido nunca un trabajo de verano. "Parece un tanto gracioso salir con chicas en la secundaria. O sea, ¿cuál es el plan? ¿Continuar saliendo durante la universidad para al final casarse? Parece poco realista", afirma convencido el muchacho. 

Dice que no conoce a nadie que quede con sus amigos únicamente con el objetivo de emborracharse: él y sus amigos dedican su tiempo libre a actividades como la escalada o las discusiones de libros.

Y este adolescente, que podría parecer una excepción, no es el único que lleva ese estilo de vida. De acuerdo con los resultados de un reciente estudio de científicos estadounidenses, cada vez más adolescentes se mantienen alejados de los 'ritos de iniciación' que tradicionalmente marcan la entrada a la edad adulta.  

El aplazamiento de la edad adulta, en cifras



Los expertos analizaron las encuestas de 8,4 millones de jóvenes estadounidenses de entre 13 y 19 años llevadas a cabo entre 1976 y 2016. Este análisis a gran escala demostró que el número de estudiantes de secundaria que han probado alcohol, han tenido alguna cita romántica o han desempeñado algún trabajo ha disminuido significativamente en los últimos 40 años, y el cambio más radical se observó en la última década. El diario 'Chicago Tribune' analizó los resultados e intentó encontrar explicaciones a este fenómeno.


Pixabay / natureaddict

Es cierto que cerca de la mitad de los jóvenes todavía se comportan según el viejo patrón, pero el número de los que retrasan el paso a la edad adulta va en aumento. Entre 1976 y 1979, por ejemplo, el 86% de los estudiantes de secundaria habían tenido alguna cita romántica, una cifra que en el período de 2010 a 2015 era del 63%. Durante los mismos márgenes temporales, el porcentaje de adolescentes que alguna vez habían realizado algún trabajado remunerado cayó del 76% al 55%, mientras que el número de aquellos que había probado el alcohol disminuyó del 93% al 67%.

Esta disminución ocurrió independientemente de los factores raciales, geográficos y socioeconómicos, lo que podría indicar una tendencia mundial.

La influencia del entorno

Jean Twenge, autora principal del estudio, afirma: "La gente dice 'eso es porque los adolescentes son más responsables, o más perezosos, o más aburridos', pero están pasando por alto una tendencia más general". Según ella, los jóvenes están menos interesados en las actividades asociadas con la edad adulta, como tener citas, conducir o encontrar trabajos, porque en la sociedad moderna no tienen necesidad de hacerlo.

Según una teoría evolutiva, la "estrategia de vida" de una persona se desacelera o se acelera dependiendo de su entorno, de tal manera que, mientras que la exposición a un entorno "duro e impredecible" fomenta un desarrollo más rápido, un entorno seguro y rico en recursos tiene el efecto opuesto.


Pixabay / natureaddict

Hace un siglo, cuando la esperanza de vida era más baja y menos personas tenían estudios universitarios, el objetivo era sobrevivir y no, por ejemplo, aprender a tocar el violín. Si viviéramos en aquella época, empezaríamos a tener hijos más jóvenes y tendríamos muchos hijos, que a su vez también empezarían a procrear a una edad más temprana, ya que "habría más enfermedades y menos recursos".

"Criados con atención"

Según el antiguo modelo, llamado en el estudio 'modelo acelerado', un adolescente se plantearía más seriamente casarse y encontrar un trabajo estable porque ser capaz de proveer recursos sería una cualidad crucial a ojos de las potenciales parejas. Pero EE.UU. está avanzando hacia un modelo más lento, y el cambio es evidente en todo el espectro socioeconómico, señala Twenge. "Incluso en las familias en la que los padres no tienen educación universitaria (…) ha arraigado la idea de que los hijos deben ser criados con atención", afirmó la investigadora. 

Según el estudio, el aplazamiento de la entrada a la vida adulta no puede atribuirse a un aumento de los deberes y las actividades extraescolares, puesto que los adolescentes de hoy en día dedican menos horas a estas tareas que los jóvenes de los años 90. Tampoco se puede culpar a Internet o a los teléfonos inteligentes, ya que el declive comenzó antes de que estuvieran ampliamente disponibles.

Aunque el estudio no analizó a los niños menores de 13 años, Twenge dice que sospecha que el desarrollo de este 'modelo lento' tiene sus raíces en la primera etapa de la infancia. En las últimas décadas los padres se han vuelto más restrictivos respecto a las actividades independientes de sus hijos menores. La tendencia incluso está codificada en las leyes de algunos estados de EE.UU., que, por ejemplo, prohíben a los niños salir en público o quedarse en casa sin la compañía de un adulto.


viernes, 29 de septiembre de 2017

RESISTIR PARA EXISTIR, ORGANIZAR PARA CAMBIAR





29-09-2017

Cada ser humano alberga en su interior un demonio y un ángel. La misma persona, en ciertas condiciones, es capaz de matar y en otras de dar su vida para rescatar de la muerte a un desconocido. Nos apoyamos sobre cientos de milenios durante los cuales otro ser humano que no fuese miembro de nuestra familia ampliada era potencialmente un enemigo perteneciente a una especie diferente y podía ser muerto y devorado pero también sobre unos miles de años de vida en comunidades organizadas y de civilización. 

La solidaridad, la defensa de la comunidad, el altruísmo, están anclados en la minga, el tequio, el mano vuelta, el yo por ti y tú por mí de los pueblos con una vieja cultura comunitaria que reaflora en las circunstancias trágicas. Esta característica distingue a esos pueblos de los de aquellos países que nacieron capitalistas y que se formaron con la suma de individuos provenientes de todo el planeta que dejaban atrás sus raíces para afirmar una individualidad prepotente sin la cual no hubieran podido sobrevivir en medio de gente de otras culturas y otras lenguas.

El terremoto de 1985 y éste de 2017 sacaron a luz un México semejante al de la Revolución mexicana por su aparente espontaneidad y su carácter de “bola” pero ahora es un México mucho más maduro porque 1917 y el cardenismo en los 1930 le dieron dignidad a los explotados y dominados. El protagonismo popular y juvenil en 1985, la victoria de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, el levantamiento del EZLN en 1944, la victoria electoral de 2006 de López Obrador, posteriormente, fueron hitos sobresalientes de la construcción de la seguridad generalizada de que se puede enfrentar y vencer al poder estatal.

Una ética solidaria y humanitaria se impuso en esta tragedia por sobre la competencia de todos los días con nuestros iguales y por sobre la desconfianza diaria frente al desconocido, el temor al Otro y el egoísmo que intenta inculcarnos la cultura capitalista.

Esa ética solidaria, como plantea Víctor Toledo en nuestro periódico, barrió de golpe como un aluvión el individualismo y los venenos de los grandes medios de información que deforman nuestros cerebros desde la infancia hasta la vejez.

Las comunidades chiapanecas, poblanas, oaxaqueñas, guerrerenses, morelenses y centenares de miles de jóvenes de la capital mexicana que ni siquiera habían nacido en 1985 y no tenían, por lo tanto, memoria individual sobre lo que habían hecho otros jóvenes en una contingencia similar, respondieron a la memoria histórica profunda de la comunidad y al instinto de clase de los trabajadores. Uno de los ejemplos más conmovedores en unos días llenos de heroísmo anónimo lo dieron los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que formaron una brigada de rescate.

Llevados por su heroísmo y su altruísmo miles olvidaron los prejuicios de clase, de género étnicos, culturales -en un país donde el racismo y la xenofobia están a flor de piel y donde desgraciadamente se baten los récords mundiales de asesinatos de mujeres- y se esforzaron abnegadamente por salvar indígenas, mujeres y extranjeros explotados. Así, en la acción solidaria, levantando escombros y rescatando seres humanos y animales junto a miles de mujeres, indígenas y cientos de extranjeros de todas las condiciones sociales, se reconocieron en los Otros. El Estado nuevamente quedó al desnudo y la camarilla oligárquica que gobierna México volvió a demostrar su incapacidad y su imprevisión. 

Ahora intentará desactivar la bomba de tiempo de la solidaridad y del nuevo nivel de conciencia de millones de personas porque lo aprendido en el terremoto podría expresarse en 2018 en un aumento muy importante del apoyo a Marichuy Patricio, en una fuerte abstención o en un reforzamiento de la candidatura de AMLO. 

Resistir es existir. Pero para cambiar la relación de fuerzas sociales hay que organizar y transformar en fuerza lo que se expresó en la ayuda solidaria. 

Los alumnos de Arquitectura, como propone Ximena Bedregal, deberían diseñar casas baratas y seguras que puedan ser edificadas colectivamente por las comunidades. Ingenieros, arquitectos y médicos junto a obreros de la construcción deberían presentar planes urbanísticos que combatan la contaminación, agilicen el tránsito, creen áreas con parques y jardines y proyectos para una recolección racional y el aprovechamiento de los residuos domésticos.

Habría que crear Comités de Barrio o colonia, con delegados por cuadra, elegidos directamente por los vecinos, que se reúnan públicamente cada semana para discutir la reconstrucción, controlar a las empresas constructoras y a las autoridades y evitar robos y despilfarros. 

Esos mismos Comités podrían nombrar subcomités que funcionen como policía comunitaria elegida en asamblea, combatan y reduzcan la delincuencia y, sobre todo, den seguridad a las mujeres. Sería posible la federación de dichos Comités de Barrio e incluso de manzana a escala de cada delegación o municipio y habría que vigilar cuidadosamente que no sean dominados por los partidos burgueses, todos cuales, por acción u omisión, son responsables de las tragedias en 1985 y en 2017.

Porque, si bien los terremotos y otras calamidades como las inundaciones pueden ser imprevisibles, los muertos y los daños no tienen una causa natural y son simplemente el resultado de la especulación inmobiliaria y de la inconsciencia, imprevisión, dolo o corrupción de las autoridades. 

Si queremos salvar a México, hay que desembarazarse de un gobierno incapaz, dañino y represivo y sacar la vida de la gente de la lógica del capitalismo que sólo se preocupa por las ganancias de los parásitos. 

La conclusión de la experiencia vivida debe ser discutir en asambleas cómo hacer para no dejar en manos de los causantes de los desastres la reorganización de la vida en los centros poblados. De esas asambleas debería surgir una organización masiva e independiente de los trabajadores que incluya a los estudiantes y a los artesanos y pequeños comerciantes que dieron su ayuda solidaria.