viernes, 26 de octubre de 2018

SITUACIÓN POLÍTICA DEL PERÚ


Foto: ALAI

25/10/2018


Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) presenta un estudio cuantitativo de opinión sobre la situación política de Perú, basado en 2.000 entrevistas presenciales. El estudio, realizado desde el Área de Opinión Pública de CELAG y dirigido por Leandro Caruso, tiene como objetivo indagar las percepciones de la ciudadanía sobre la actual coyuntura política. El trabajo de campo se llevó a cabo entre los días 2 y 21 de septiembre de 2018 en 16 de los 24 departamentos del país, con una cobertura poblacional del 92%. El margen de error es del +/-1,3% al +/-2,2%, con un intervalo de confianza del 95%.

Estos son los principales datos contenidos en la encuesta:

La situación política:

§  En cuanto a la evaluación de la situación política actual, el 43,6% de los encuestados considera que Perú atraviesa una crisis política. Un 43,8% se refiere al contexto político como “lo mismo de siempre”.

§  Ocho de cada diez peruanos manifiestan tener sentimientos negativos sobre la situación política. Los principales sentimientos que imperan son de caos (39,7%), enojo (39,6%), incertidumbre (34,1%) y miedo (22,7%).

§  A estos sentimientos de marcado carácter negativo les siguen otros relacionados con la pasividad: indiferencia (17,3%) y resignación (16,3%). Aquellos de connotaciones positivas se sitúan en último lugar: esperanza (14,2%), confianza (9,3%) y tranquilidad (5,5%).

§  En este contexto, todos los dirigentes políticos tienen un saldo de imagen negativo. Es decir, en ninguno de los casos evaluados la imagen positiva supera a la negativa. El mayor grado de rechazo lo obtienen Kenji Fujimori (84,1%) y Keiko Fujimori (80,8%). Por su parte, el actual presidente, Martín Vizcarra, es quien obtiene mejor valoración positiva (39%), si bien las percepciones negativas, como ocurre con todos los dirigentes, son mayores (51,8%).

§  De acuerdo a la situación política, una amplia mayoría (82,9%) está de acuerdo en realizar cambios a la Constitución. Dichos cambios oscilan entre los que optan por llevar a cabo algunas reformas a la actual Constitución (43,3%) y aquellos que abogan por una nueva Carta Magna (39,6%). Hasta un 66% cree que esos cambios deberían ser realizados por una Asamblea Constituyente.

§  Con respecto a la convocatoria de referéndums sobre reformas en los sistemas político y judicial, una mayoría abrumadora se mostró a favor de las medidas planteadas. Así, un 83% está de acuerdo con cambiar el mecanismo de elección de jueces. El 81,9% prohibiría la reelección de congresistas. Un 73,1% limitaría la financiación de los partidos políticos. Por último, un 44,6% regresaría al sistema bicameral (si bien en esta última pregunta el porcentaje de apoyo es sensiblemente inferior al del resto de iniciativas, continúa ocupando el primer lugar, seguido por un 21,6% sin una opinión formada y un 20,6% en contra).

§  Al ser consultados por su interés en la política, ocho de cada diez encuestados muestran un desapego en mayor o menor medida, desde aquellos que aseguran que le interesa poco (57,3%) hasta los que confiesan que no les interesa (25,7%). Solo un 15,1% eligió la opción “Me interesa mucho”.

§  A la hora de ser interrogados por su posicionamiento ideológico en un eje de izquierda-derecha, fueron mayoría los que optaron por la opción de no sabe/no contesta, seguidos por quienes se encasillaron en el centro (36%).

§  El fujimorismo-antifujimorismo pierde fuerza como eje de ordenamiento del escenario político. La mayoría (50,9%) se declara ajena a este clivaje, mientras que solo un 11,2% se identifica como fujimorista y un 25,9% se identifica con el antifujimorismo. De hecho, de entre los entrevistados que votaron a Keiko Fujimori en 2016, hoy tan solo el 37,1% se considera fujimorista.

§  En relación al tipo de liderazgo que prefiere la sociedad peruana, las opiniones se muestran divididas. Un tercio de los encuestados (33,1%) considera que en la situación actual se necesita un liderazgo firme para resolver los problemas, mientras que 37,3% preferiría un liderazgo con un perfil más dialogante y conciliador. 23,6% de los encuestados se decanta por dejar las decisiones políticas en manos de expertos.

§  Ante la pregunta “¿Qué es más importante a la hora de elegir un político?”,   la población peruana polariza al tener que decidir entre líderes honestos (50,1%) o con capacidad de gestión (45,2%).

Situación económica y social:

§  Un 58% considera que la situación económica es “ni buena ni mala”, mientras que un 37,3% asegura que es negativa.

§  Inseguridad (73%) y corrupción (61,8%) son los principales problemas que afectan de forma personal a los entrevistados. En el caso de la inseguridad, hasta un 36,8% la mencionó como el primer problema (posibilidad de mencionar tres problemas), mientras que la corrupción fue situada en un primer lugar por el 25,3%.

§  Las condiciones laborales (35,9%) y el nivel de ingresos (28,1%) se colocan en tercer y cuarto lugar, respectivamente, en la clasificación de principales problemas.

§  Un 95,4% cree que es “muy urgente” resolver el problema de la violencia contra la mujer.

§  Para un 87,6%, el país debería tener mayor soberanía sobre sus recursos naturales.

§  El 84,6% cree que la alta informalidad del empleo debería ser una prioridad para el Gobierno.

A continuación, el estudio completo:


Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG)
@CELAGeopolitica


LA POBREZA EN EL PERÚ, LOS ÚLTIMOS RESULTADOS DEL ESTADO


Foto: andina.com.pe


Información
25/10/2018

Según el último Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) el año 2017 cuyos datos recién vienen siendo publicados, tenemos datos muy interesantes sobre la medicación de la pobreza, pobreza monetaria, que es la que resalta.

Según el INEI, en el Perú, las personas que no son pobres, son aquellas que tienen ingresos individuales por encima de los 338 soles, es decir, sobre algo más de 150 dólares al mes. Los pobres extremos, serían aquellos que ganan menos de 183 soles al mes, es decir, menos de 80 dólares.

El salario mínimo vital se encuentra en los 930 soles, es decir, en más de 415 dólares. Por lógica, un individuo con estos ingresos, según esta lógica, solamente con un sueldo mínimo vital normado por el Estado, ya no es pobre, es clase media y además, logra un ingreso con el que supuestamente podría cubrir las necesidades de una persona adicional. ¿Esto será cierto?

Según esta lógica, hemos pasado de tener 42,4% de población en situación de pobreza el 2007, a tener, 21,7% de población en situación de pobreza (más de 6 millones de habitantes) el 2017. Según esta estimación, además, mientras la pobreza en la zona urbana se encuentra alrededor del 15%, en la zona rural se encontraría alrededor del 44%. La desigualdad es enorme.

En la misma estimación, a la fecha, el departamento más pobre del Perú sería Cajamarca (52%), el mismo lugar donde opera el tercer yacimiento minero más grande del mundo (Yanacocha) operado por Newmont Mining, Buenaventura y World Bank.

Por otra parte, según estos mismos cálculos, la pobreza extrema, habría pasado de 11,2% el 2007, a 3,8 el 2017. Como en el caso anterior, la desigualdad de la misma entre lo rural y urbano, es abismal. 1,2% en la zona urbana y 12,8% en la zona rural. Y como en el caso anterior, la pobreza extrema nuevamente se situaría en Cajamarca con más de 20% de la población en esta situación.

Ahora, el peso poblacional de los pobres urbanos y rurales, estaría equiparado, es decir, existen casi tantos pobres urbanos (3 millones 752 mil) como rurales (3 millones 154 mil) sin embargo, la diferencia está en las cantidades absolutas, es decir, aparentemente hay más población, pero, menos pobres en la zona urbana pues, hay mayores oportunidades de ganar más de 150 dólares por mes en estas que en las zonas rurales. De estos pobres, el 33% habla un idioma indígena y más del 40% del total, indígena y no indígena, es población de 0 a 14 años de edad.

De todos, casi el 70% no cuenta con títulos de propiedad, el 42% vive en casas de adobe y el 58% bajo pisos de tierra. El 73% de estos pobres no tiene acceso a agua pública. Y el 50% de ellos y ellas, solamente ha estudiado el nivel primario. Más del 80% no cuenta con ningún seguro de salud. El 53% se dedica a la agricultura (ya no cruzamos esto con la capacidad de asistencia técnica y crédito de estos y el conjunto de agricultores que está por debajo del 10%).

En el año 2014, un diario local decía: “El Perú tendría la oportunidad de convertirse en un país de primer mundo en los próximos 13 años, es decir en el 2027, si logra un crecimiento sostenido anual del 6%, así lo estimó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL)”1 La pregunta sería, ¿con estos indicadores, será cierto que seríamos un país del primer mundo aquí a 10 años?

Jorge Arboccó
Antropólogo peruano



AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE EN LA ESTRATEGIA “MADE IN CHINA 2025”




Oscar Ugarteche y Larry Vargas

ALAI AMLATINA, 25/10/2018.-  Made in China 2025” es un plan maestro industrial, anunciado por el Consejo de Estado chino en 2015[1], cuyo propósito es consolidar a la economía asiática como una superpotencia mundial, a través de la innovación tecnológica en las actividades manufactureras como eje central. Esta política industrial no sólo tiene objetivos específicos para el 2025, sino hasta el 2049[2], en el centenario de la fundación de la República Popular de China y del maoísmo, como contexto.

Esta estrategia lleva implícito el proyecto político-económico “Belt and Road”[3], también conocido como “Nueva Ruta de la Seda”, debido a que reconstruye las antiguas rutas comerciales que unían a las civilizaciones de Asia, en particular, vinculaba a China con África y Europa en el siglo XIX, incorporando una ruta marítima paralela. Belt and Road tiene el propósito de generar el 55% del PIB mundial[4], con implicaciones económicas sobre el 75% de las reservas energéticas y el 70% de la población mundial, para el año 2049.

De esta forma, el presidente chino Xi Ping, considerado el líder político chino más influyente después de Mao Zendong, con su credo del resurgimiento de La Gran Nación China, une a las diversas economías del globo, bajo los cinco pilares de Coexistencia Pacífica[5]: respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial; acuerdo mutuo de no agresión; acuerdo mutuo de no intervención en los asuntos internos; igualdad y el beneficio mutuo; coexistencia pacífica. Es casi la inversa perfecta de EEUU para América Latina. Aunque este discurso suena seductor para las economías emergentes, habrá que conocer cuál será el costo de oportunidad social y económico de subirse al tren Made In china 2025.

En este sentido, las inversiones económicas y en infraestructura que realiza China, en diversos países del globo, como parte de sus estrategias industriales, pone a prueba la supremacía de las principales economías y corporaciones mundiales actuales, además de colocar a China como líder en innovación, con la capacidad de influir en los estándares globales y las cadenas de suministro. Ante este panorama, ¿cuáles son las implicaciones de América Latina y el Caribe (ALC) en el alcance de los objetivos de Made in China 2025?



En los últimos años, China ha manifestado interés económico y geopolítico en los diversos países de ALC. Muestra de ello es la fuerza comercial que,  a través del crecimiento de las exportaciones e importaciones,  ha tenido el bucle ALC-China. Sin embargo, China mira a los países sudamericanos como proveedores para materias primas y, en algunos casos, como una fuente de financiamiento para inversiones en infraestructura,[6] mientras los países de la Cuenca del Caribe considera a China un dragón benéfico[7], al recibir paquetes económicos para el desarrollo social. Para China el comercio con el Caribe es minúsculo en comparación con el resto del mundo, empero, su interés en esta región es principalmente geopolítico, al desplazar a Taiwán de las fuentes de materia prima en el largo plazo e instalarse en la Cuenca, incomodando a Cuba, mientras EEUU se limita a militarizar la relación con la región.

Actualmente, aunque son muchos los países de ALC considerados en el proyecto Belt and Road, Panamá es el único que ha firmado un memorándum de participación dentro de este marco. Al respecto, en el segundo Foro de China con los Estados Latinoamericanos y caribeños (ECLAC), celebrada en enero de este año[8], los funcionarios chinos se refirieron a ALC, como una “extensión natural” de Belt and Road, añadiendo que la región es un “participante indispensable” en su construcción.



Con lo anterior, es evidente que la región de ALC tiene vínculos comerciales estrechos con el mecanismo central de la economía mundial del siglo XXI. No obstante, lo está haciendo de la manera errónea, ya que no existe una diversificación en los bienes y servicios que se comercializan. Como se observa en el Gráfico 2, la mayor parte de las importaciones de China desde ALC son commodities, manteniéndose una relación centro-periferia.

Es también evidente que el déficit comercial de México con China representa el grueso del déficit comercial de toda América latina con el gigante asiático. Los países de la Cuenca del Caribe, incluyendo Mesoamérica, tienen un déficit explicado esencialmente por el tamaño del déficit mexicano.

Es inminente la incorporación de la región ALC como el engrane en la máquina Made in China 2025, al representar el papel de proveedor de materias primas importante, así como un consumidor potencial de manufacturas. Es esencial que los gobiernos de los dos subbloques de ALC, próximos a incorporarse al proyecto industrial chino, consideren la integridad y diversificación comercial, sus alcances.



La situación a 2017 es que el promedio del déficit comercial con China de los países de la Cuenca del Caribe suma 93.4% del total de los flujos comerciales con ellos. El más grave es San Vicente que no le exporta nada a China y el menos grave es Trinidad y Tobago que tiene un déficit de 54% del total comerciado. Ellos le exportan petróleo. Esto indica que la Cuenca del caribe y Centro América no ofrecen bienes y servicios hacia China, sino  se limitan a comprar. México, en ese escenario, compra insumos para la industria ensambladora para fabricar para el mercado estadounidense. Su déficit con China suma el 84% de lo que comercia con ellos.



En Sudamérica la situación es distinta. China invierte en minas, sobre todo, y compra grandes producciones agrícolas. De este modo el déficit sudamericano  promedio es de 20.7% del total comerciado, habiendo países superavitarios como los mineros del Pacifico y Brasil y deficitarios como Paraguay. Bolivia, Ecuador, Argentina y Uruguay.

El tamaño del déficit comercial mexicano con China equivale al 88% del déficit latinoamericano con China, por su inmenso tamaño. Es 71,881 millones de dólares de un déficit total agregado de los 22 países de 81,028 millones de dólares. Por el tamaño del déficit, México compra Made In China en forma abrumadora sin vender casi nada a cambio. Aparentemente, China compra materias primas y vende productos industriales, siguiendo el viejo patrón del dependentismo latinoamericano del siglo XIX.

- Oscar Ugarteche es Investigador titular IIEc-UNAM, SNI / Conacyt, Coordinador del obela.org
- Larry Vargas es miembro del obela.org





[3]                  Para mayor información consultar la página oficial de Bel and Road del gobierno de China en: https://www.yidaiyilu.gov.cn/
[4]                  https://www.alainet.org/es/articulo/192143
[5]                  http://cr.chineseembassy.org/esp/xwdt/t1173044.htm





jueves, 25 de octubre de 2018

BRASIL: ELECCIONES EN LA GUERRA HIBRIDA



Emir Sader

ALAI AMLATINA, 24/10/2018.- Para impedir que el deseo de la mayoría de los brasileños de tener a Lula de nuevo como presidente de Brasil se concretara, la derecha ha optado por destruir al país. No le importan las consecuencias. Ya había abrazado a Michel Temer, a sabiendas de que es la cabeza de una banda de corruptos, con tal de sacar al PT del gobierno, retomando el ya fracasado modelo neoliberal. No le importan las consecuencias: la profunda y prolongada recesión, los 27 millones de personas, entre desempleados y gente que ya ni siguiera busca empleo.

No importa que se desmonte la estructura productiva del país, que se subaste el pre sal para empresas extranjeras a precios viles, no importa que el Estado deje abandonada a la masa de la población antes atendida con programas sociales. Es una derecha, un gran empresariado, que no tiene ningún compromiso con el país. Que niega lo que algunos sectores de izquierda decían: que el gran empresariado estaba contento con los gobiernos del PT. Todo lo contrario: hacen de todo, legal e ilegal, para impedir que ese gobierno vuelva.

No importa que tengan que abrazar ahora a un capitán del ejército, expulsado y degradado por mal comportamiento, que añora la dictadura militar, que pregona la tortura, que ofende a mujeres, a los negros, a los LGBT, a todos los explotados y excluidos. Han tenido que hacer esa opción, por la fuerza del PT y de Lula, que han reconstruido a la izquierda, con un proyecto democrático y popular amplio, que ha incorporado a las más amplias capas del pueblo.

Para enfrentar a esa alternativa, la guerra hibrida puso en práctica su forma de accionar. Una fábrica monstruosa de noticias falsas, multiplicadas por robots en millones de copias, ha inundado a las casillas de millones de personas y difundida por las iglesias evangélicas, ha revertido una ventaja conquistada en base a la movilización y a la conciencia popular. El director del institutito de encuestas de Folha de Sao Paulo ha afirmado que esos mecanismos han falseado profundamente los resultados de las elecciones en primera vuelta. Solo así fue posible esa reversión, que ha criminalizado al inmenso movimiento de mujeres que había copado las calles de todos el país con el movimiento #ElNo, que ha propagado estúpidas mentiras en contra de Fernando Haddad y en contra de las fuerzas de izquierda.

Esos mecanismos diabólicos han puesto a la izquierda en la defensiva, teniendo que pasar a desmentir las mentiras difundidas diariamente – entre ellas fotos de lo que serían biberones en forma de órgano sexual masculino que Haddad habría distribuido en las escuelas cuando era ministro de Educación, para que tengan idea de lo que se difunde por intermedio de esos robots -, con la agenda desplazada de las alternativas para el país hacia esas mentiras. Así se construye una campaña electoral en la guerra híbrida.

Después de darse cuenta de los mecanismos que la extrema derecha puso en práctica, la izquierda readaptó sus formas de acción y su discurso, pero Bolsonaro ya había copado el centro del escenario electoral, incluso con sus amenazas cotidianas, de que los opositores irían presos o tendrían que irse del país, entre otros, para esconder su plan económico de gobierno, de continuidad con el neoliberalismo de Temer.

La contraofensiva de la izquierda, con Haddad recorriendo todo Brasil de nuevo, tuvo que remontar una diferencia grande en las encuestas y el clima anticipado de victoria que la extrema derecha ha empezado a entonar. Nada de esos mecanismos han borrado la voluntad mayoritaria de los brasileños de que Lula fuera el próximo presidente de Brasil, como lo reafirman las encuestas en que el nombre del ex-presidente es mencionado como alternativa. Pero jugando en contra del tiempo, la izquierda está logrando disminuir la distancia, corriendo en contra del tiempo, a la vez que las declaraciones amenazantes del candidato de la extrema derecha, junto a sus hijos, su candidato a vicepresidente, su asesor económico, asustan cada vez a sectores más amplios, incluso a los medios, mencionados expresamente por Bolsonaro como sus blancos de ataques muy duros.

Se acerca el desenlace de la más profunda y prolongada crisis de la historia brasileña, que tendrá una continuidad bajo forma distinta, la represiva, o una salida democrática. De todas maneras, nunca la lucha de clases ha ganado una forma tan abierta, dura, violenta, como en esta campaña electoral en Brasil. Los sectores organizados del pueblo, que siguen teniendo a Lula como su líder indiscutible, dan una batalla durísima en contra de las fuerzas gigantescas que la extrema derecha ha movilizado, contando con el gran empresariado y su inmenso podría económico, con los mecanismos elaborados por el hombre del marketing de Trump, por los mecanismos ficticios que han puesto en marcha, con las iglesias evangélicas y con los grados de falta de conciencia de sectores populares, pero sobretodo de capas medias. 

La candidatura de Haddad cuenta con todos los movimientos populares organizados, con toda la intelectualidad y los artistas, con todo el mundo de los juristas –con la participación de Chico Buarque, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Sonia Braga, entre tantos otros-,   con todas las personalidades importantes en Brasil, una fuerza democrática que será protagonista del futuro del país. Momentos de decisión para Brasil, con consecuencias para todo el continente.

Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).


miércoles, 24 de octubre de 2018

EL PERIODISTA Y "JACK EL DESTRIPADOR"


 
Caso Khashoggi (I)

24-10-2018

El 7 de diciembre del 1977, el escritor secular y progresista de Arabia Saudí, Nasir As-Said, es secuestrado en plena calle de Beirut y trasladado a la embajada de este país, desde donde desaparece para siempre. Había huido de Arabia en 1956 por defender el nacionalismo árabe y colocar el lema de “ un parlamento libre y democrático para Arabia Saudí ” en el centro de sus demandas. Su asesinato fue organizado por la Casa Saud y la CIA. Jamal Khashoggi ni de lejos se parecía a As-Saíd, aunque su trágico final se parece más al guion de una película hollywoodiense de gánsteres, con morbo, intriga e incluso una historia de amor.

En el asesinato del periodista árabe existen tres niveles de “intereses”: nacionales, regionales e internacionales, y justamente la presencia de demasiados actores en el escenario está dificultando la ocultación de lo sucedido y poder zanjarlo con un “Pacto entre los varones de la Mafia” involucrados, impidiendo que ruede la propia cabeza del principal autor intelectual del crimen el Príncipe heredero Mohammad Bin Salman (MBS).

Según The Washington Post , la inteligencia estadounidense había interceptado la conversación de los funcionarios saudíes que discutían el plan para atrapar al periodista, y aunque el diario no revela los detalles, levanta la sospecha sobre la inacción de la CIA y el hecho de que no le avisaran a la víctima, ni mucho menos prestarle protección.

Al contrario de Bin Laden, el agente de la CIA, cuya supuesta muerte peliculera fue anunciada por Barak Obama sin presentar pruebas de su asesinato (¡no hubo ni cuerpo!), en la muerte de Jamal Khashoggi, Donald Trump -que hace de portavoz de la Casa Saud-, se ha visto obligado a confirmar la muerte trágica del hombre, bajo las presiones de Turquía, aun sin tener su cadáver.

Se trata de un asesinato premeditado: en septiembre el periodista, residente en EEUU, acudía a la embajada de su país en Washington para arreglar sus papeles y poder contraer matrimonio con la estudiante universitaria turca Hatice Cengizel. Pero, los funcionarios le recomiendan, “incomprensiblemente”, que fuera a Turquía a gestionarlo, lo cual muestra la complicidad de la embajada, que es bajo el mando de nadie menos que el príncipe Khaled el hermano de MBS. Y es lo que hace el novio. El 31 de septiembre, acude al consulado de Arabia en Estambul y aquí le citan para que regrese el día 2 de octubre a recoger sus documentos, tiempo suficiente para la llegada del Escuadrón de la Muerte desde Arabia Saudí.

¿Quién le traicionó?

Ya temía por su vida, cuando en 2017 Khashoggi rechazó la invitación de los Saud para volver al país y trabajar como asesor de los medios de comunicación de la corte real. Sin embargo, bajó la guardia, posiblemente porque, tanto sus contactos en Riad como (un sector de) los servicios de inteligencia estadounidenses y turco le habían asegurado que estaría a salvo en Turquía. Y los tres le traicionaron o le fallaron. Cabe recordar que años atrás, concretamente en 1968, la misma CIA iba a secuestrar al periodista griego Elias Demetracopoulos, refugiado en EEUU, por órdenes de Richard Nixon y Henry Kissinger ya que había descubierto unos documentos que revelaban la ayuda de 549.000 dólares de la dictadura militar griega a la campaña electoral de Nixon. El plan era conducirle hasta la embajada griega en Washington para matarlo.

¿Quién era Khashoggi?

Empezó su carrera periodística sobre 1980, cooperando con la CIA y la Casa Saud en promocionar en la prensa la “Yihad” anticomunista dirigido por su compatriota Bin Laden en Afganistán y la región, para después resaltar los crímenes de Al Qaeda con dos objetivos: justificar la farsa de EEUU en su “Guerra contra el terror” , y quitar la etiqueta de “fundamentalista y bárbaro” al régimen saudí presentándole “moderado”. Así, se convirtió en el asesor de prensa del jefe de Mukhabarat, Servicios de Inteligencia de Arabia, el príncipe Turki al Faisal, primo de MBS, e hijo de Faisal quien fue rey de Arabia hasta su asesinato en 1975 por un sobrino (¡lo cual muestra las amenazas que acechan al propio MBS, desde dentro!).

Su colaboración fue premiada por el Príncipe Kalid Al Faisal, el dueño del diario de Al-Watan (La Patria), y hermano de Turki Al-Faysal. Pero, quienes le dieron el puesto del director en el rotativo. Su paso por los medios de propaganda del régimen era breve, y eso a pesar de que seguía encubriendo los crímenes de la mafia gobernante. Los Saud que siguen el lema de “ O estás conmigo o contra mí ”, son incapaces de soportar ni consejos amistosos de los periodistas de estas publicaciones. Khashoggi nunca dejó de ser leal a Washington y a las dictaduras de la región apoyando las agresiones militares de EEUU y sus socios europeos, turco y árabes a las repúblicas semiseculares de Irak, Libia y Siria, que han causado la muerte y dolor a decenas de millones de personas.

Khashoggi nunca escribió sobre la situación de los trabajadores, mujeres o de los presos políticos que reciben decenas de latigazos en su cuerpo hasta que su piel sea arrancada (como ha sucedido al joven Ali al-Nimr, condenado a muerte en 2014 por su participación en las protestas de la Primavera Árabe de 2012), ni mencionó nunca los gravísimos abusos, incluidos físicos y sexuales, que sufren muchos de los 9 millones de personas migrantes en el país. En 2017, al menos 146 personas fueron ejecutadas en Arabia Saudí, y la mayoría decapitadas, al puro estilo del “Estado Islámico”, por acusaciones como el ateísmo, blasfemia, homosexualidad, brujería o criticar al poder.

¿Por qué MBS va a por él?

Khashoggi se hace “desertor” (que nunca opositor, si siquiera crítico) cuando el rey Salman bin Abdulaziz organiza un golpe de Estado para nombrar heredero a su hijo, al joven Mohammad, destituyendo al verdadero heredero, Mohamed bin Nayefel de 59 años. A pesar de que el periodista no deja de respaldar al que iba ser el futuro rey ilegitimo de Arabia y sus falsos intentos de reforma,MBS planea eliminarlo, por :

1. Cuestionar, aunque nunca de forma directa, la legitimidad del Príncipe Heredero.

2. Simpatizar con la poderosa organización rival del wahabismo la Hermandad Musulmana (HM) que gobierna en Qatar y Turquía. Lo que agrava este “pecado” es que la HM no es la enemigaapóstata chii, sino una alternativa sunnita viable a la versión más intransigente del Islam impuesta en Arabia. El periódico saudí de Okaz (nombre de un zoco en la antigua Arabia), semanas antes del asesinato, desveló su encuentro con el Emir de Qatar Tamim Bin Hamad en el Hotel Four Seasons en Nueva York

3. Poseer información privilegiada de lo que sucedía en el hermético seno del poder, además de conocer al detalle los trapos sucios de la monarquía.

4. Ser Khashoggi un saudí “patriota”: no le podían acusar de ser “agente del occidente”.

5. Perjudicar a la Casa Real desde EEUU, el centro del imperio, y donde MBS había invertido miles de millones de dólares para comprarse prestigio.

6. Distanciarse de la postura proisraelí de la Casa Real sobre palestina en general y su renuncia a Jerusalén Oriental como el futuro capital de estado palestino, en particular. El asesinato del periodista también hace feliz a Israel.

Pedagogía del terror

Los detalles de su terrible muerte (filtrados en capítulo por el régimen de Erdogan, para su propio beneficio), ha sido un aleccionamiento: podrían haberle puesto una bomba en su coche y pegarle un tiro (cosas que la prensa “amiga” podría tachar de “ajuste de cuentas” por droga, amor o lo que fuese, y los gobiernos amigos se lo hubieran agradecido). Nadie se ha escandalizado con el asesinato de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia, o al esloveno Jan Kuciak. Pero, descuartizar viva a una persona encima en un consulado, y para más inri en un país no amigo como Turquía, ha sido la obra de un carnicero estúpido, imposible de soportar para el mundo incluso con los acostumbrados con los estándares saudíes.
MBS, así echa a perder la ingente inversión en los medios de comunicación occidentales que hizo para que le presentaran como reformador y el hombre que iba a currar la incurable esclerosis de una teocracia que siempre es medieval: consiguió que la prensa en vez de hablar de sus crímenes en Yemen hablara del levantamiento de la prohibición de conducir a las mujeres, mientras que por la puerta atrás seguía deteniendo a las activistas feministas.

Ahora, no sólo ha asestado un duro golpe a sus aliados que pusieron la alfombra roja al “reformador MBS”, sino que acaba con el espejismo de la capacidad de reformar una teocracia sanguinaria.

Matar al periodista ha sido el suicidio de un arrogante y desesperado heredero, y la consecuencia de la impunidad que le han regalado las potencias mundiales a este país y a Israel: ¡Arabia sigue siendo miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y del Comité para el Empoderamiento de las Mujeres y la Igualdad de Género! El año pasado los Saud organizaron su particular “noche de cristales rotos” , cuando el rey Salman citó a 11 príncipes y 38 ex ministros en el Hotel Ritz-Carlton de Riad, para allí encerrarlos, torturarlos, y no soltarlos antes de desvalijar sus cuentas billonarias. ElPríncipe de las Tinieblas Saudí, t ambién secuestró al primer ministro libanés, Saad Hariri, y ni la ONU le reprochó. Nadie ha querido a los saudíes lo suficiente para salvarlos de sí mismos.

Sin apoyo en el interior de la Casa real, y ahora tampoco en exterior, MBS puede marcharse, sumiendo en una mayor incertidumbre a su país y a la región. Lo único seguro es que esta crisis no terminará en una república ni siquiera en una “república islámica para Arabia.

Entre las pocas alternativas que le quedan a la Casa Saud están:
  • Apartar al heredero, y cerrar la crisis. Salman ha confundido la importancia estratégica de Arabia para EEUU con la importancia de un MBS que es absolutamente prescindible. La soga ya está en el cuello del “Trump Saudí”. Es más, si no se va por las buenas, la CIA tiene medios y suficiente experiencia para hacerlo por las malas.
  • Provocar algún incidente grave a nivel internacional para que los titulares de la prensa se desviasen del “caso de MBS” .
Empieza, de todas formas, una nueva ronda de juego árabe de tronos.

Y por último, a pesar de las afirmaciones de los dieres occidentales, Arabia Saudí carece del poder real para chantajear al mundo: es una simple y llana colonia de EEUU.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=248119