miércoles, 21 de septiembre de 2011

TRES REFLEXIONES EN EL ANIVERSARIO 85 DE AMAUTA


(21 de setiembre de 2011)
Por Miguel Aragón

Este mes de setiembre se conmemora el Aniversario 85 de la publicación de la revista Amauta, como bien lo hacen recordar Manuel Velásquez, Jaime Lastra, y el editor de la Revista Mariátegui, aniversario que será recordado por César Lévano en un evento. Esta recordación nos motiva a tres reflexiones.

I
Desde comienzos del año 1926, Mariátegui publicó varios avisos en el Boletín Libros y Revistas y en otras publicaciones, anunciando "la próxima publicación de la revista Amauta".

Por una serie de vicisitudes, superando múltiples problemas humanos y materiales, el primer número de la revista Amauta anunciado varias veces recién salió al público a comienzos del mes de setiembre de 1926, tal como consta en un artículo de esos días publicado en El Comercio, y citado varios años después en uno de los números de la revista Anuario Mariateguiano.

Algo similar ocurrió en 1928. Mariátegui terminó de escribir todo el contenido del libro 7 Ensayos ...en diciembre de 1927, y en enero de 1928 ya estaba en los talleres iniciando la impresión del libro, incluida la Advertencia que sirvió de Presentación. Mariátegui tenía programado que el libro circulara antes de la constitución del Comité Organizador del Partido Socialista, pero por las limitaciones del medio, no pudo cumplirse ese objetivo.

La próxima aparición del libro recién fue anunciada con toda certeza el 26 de octubre en la revista Mundial, y el primer volumen impreso y empastado fue entregado personalmente por Anita Chiappe al director de la revista Mundial en la noche del día 06 de noviembre de 1928. Al día siguiente, 07 de noviembre, desde tempranas horas los volúmenes del libro ya estaban siendo enviados a otras provincias y al extranjero. Ya habían transcurrido 30 días desde la histórica Reunión de Barranco del 7 de octubre.

II
Entre nosotros se ha vuelto un lugar común utilizar la siguiente cita de Mariátegui "La existencia de tendencias y grupos definidos y precisos no es un mal". Las minúsculas sectas político-partidarias que todavía subsisten en nuestro medio, sobre todo en la arrogante y soberbia Lima – capital, utilizan esa cita como respaldo y justificación a su accionar disperso, y de real oposición a la unidad del pueblo, y a la unidad del movimiento socialista peruano.

Ellos creen, o nos quieren hacer creer, que Mariátegui era un promotor de “grupos”. En este Aniversario 85 de la revista Amauta, repasemos brevemente la opinión de Mariátegui.

En su primer conversatorio en la Universidad Popular el 15 de junio de 1923, Mariátegui dirigiéndose a los elementos de vanguardia del proletariado y de los estudiantes de Lima allí reunidos les dijo: “En el Perú falta, por desgracia, una prensa docente (…); faltan, asimismo maestros universitarios del tipo de José Ingenieros (…); faltan grupos socialistas y sindicalistas (…). La única cátedra de educación popular, con espíritu revolucionario, es esta cátedra en formación de la Universidad Popular.”

Tres años después, en setiembre de 1926, en la presentación del primer número de Amauta, Mariátegui expresó: “Esta revista, en el campo intelectual, no representa un grupo. Representa, más bien, un movimiento, un espíritu. (…) Amauta ha tenido un proceso normal de gestación. No nace de súbito por determinación exclusivamente mía (…) Hace dos años, esta revista habría sido una voz un tanto personal. Ahora es la voz de un movimiento y de una generación.”

Resumiendo. En el año 1923 no habían grupos socialistas y sindicalistas en Lima ni en el Perú. Tres años después, en 1926, “Amauta no representaba a un grupo”, sino que era la voz de un movimiento y una generación.

Hoy, como en 1926, no se justifica la existencia de grupos, y mucho menos si solamente son minúsculas sectas político-partidarias, burdos remedos de partidos. Lo que se necesita con urgencia es fortalecer el movimiento socialista peruano, como parte sustancial del frente unido del pueblo peruano. Movimiento y frente, que en este periodo, necesariamente tienen que ser, voz y expresión de la actual generación, o simplemente no son nada.

III
Hay quienes suponen que Amauta “nació de la nada a la existencia”. Y con ese criterio idealista, que de la “nada puede salir algo” pretenden romper la continuidad de la acción de la actual generación, suponiendo que de “la nada” se puede saltar por ejemplo a un próximo Seminario, que vendría a ser según ellos “el primer seminario”; y suponiendo “que de la nada” se puede constituir o reivindicar “un partido de masas e ideas”.

Amauta no nació de la nada a la existencia, Amauta alcanzó a ser una revista histórica porque fue la culminación de todo un proceso previo de ensayo y preparación colectiva. Preparación que comenzó en la década de 1910 en los talleres del periódico burgués La Prensa, luego paso a los talleres del periódico El Tiempo, la revista Nuestra Epoca y el periódico La Razón, luego a la revista Claridad y al proyecto de revista Vanguardia, más adelante continuo la preparación colectiva en las revistas Variedades y Mundial y por último en el Boletín Libros y Revistas. Después de todo ese largo ensayo y preparación colectiva previa, recién se pudo publicar la revista Amauta. Amata no fue un inicio, Amauta fue la continuación y culminación de todo un proceso.

Por eso compartimos la acertada opinión de varios activistas que el próximo Seminario en preparación, es continuación y desarrollo de los Dos Seminarios anteriormente organizados por un sector de la actual generación en el lapso transcurrido entre los años 2003 y 2008, lapso que ya es reconocido como el primer quinquenio de la preparación de la organización, desarrollada por la actual generación.

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