Escribe: Milciades Ruiz
Abandonada Lima por las tropas realistas que,
determinaron defender la monarquía española desde la sierra sur, frente a las
tropas extranjeras independentistas comandadas por José de San Martín, cuyo
objetivo era establecer una monarquía propia, trayendo un rey europeo, pudo
entonces ingresar este general argentino y proclamar la independencia del Perú,
el 28 d julio de 1821. Lo apoyaban todos los colonialistas descontentos por la
segregación de la “Madre Patria”. En esta conmemoración histórica de la dominación,
me ocuparé de los héroes populares segregados en estos homenajes.
No es lo mismo, luchar por la
independencia territorial que, luchar por la liberación y emancipación del
Perú. Nuestro país se encontraba cautivo, desde que la conquista de Tahuantinsuyo
le quitó su autonomía. No era que, los intrusos se retiraban y devolvían su
patria a la población nativa. No. Era solo separar a Perú de España,
manteniendo toda la estructura de dominación vigente. Las pruebas de esta
afirmación, son abundantes y documentadas. La emancipación todavía está
pendiente.
Fue el movimiento nativo liderado por
Túpac Amaru II, el que se propuso liberar al Tahuantinsuyo del cautiverio en
que se encontraba, liberando también de la esclavitud a los africanos cazados
como animales para servir a la nobleza colonial, pasando a ser propiedad
privada de estos. (En su sentencia se lee: “Considerando, pues a todo
esto, y las libertades con que convidó este vil insurgente a los indios y demás
castas para que se le viniesen, hasta ofrecer a los esclavos la de su
esclavitud” …).
Como sabemos, aquel día, José de San
Martín, exclamó: El Perú, es desde este momento, libre e independiente por la
voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios
defiende." Decía una falsedad, ya que, ningún pueblo fue consultado ni fueron
liberados. Lo mismo hacen hasta ahora, los políticos de la dominación actual
para estafar la fe popular. El engaño manipulador, es parte de la dominación.
Los profesores “clasistas” seguirán enseñando la historia oficial.
Muchos peruanos lucharon y murieron creyendo
que Perú, sería liberado de la opresión colonial. Los documentos de la
“Colección documental de la independencia del Perú guerrillas y montoneras
durante la independencia”, edición auspiciada por el Congreso de la República,
certifica que, en 1922, “los indios de Jauja reunieron su consejo de guerra y
se ofrecieron a pelear a nombre de su padre el Inca” y que, había muchos grupos
populares luchando por la independencia. Entre estos, las guerrillas de Carreño
agrupaban hasta 720 negros africanos que huyeron de la esclavitud. En ninguno
de estos casos, luchaban por mantener el mismo sistema colonial que mantuvo la
independencia.
Pensando en estos héroes olvidados,
este julio del 2025, me viene a la memoria las luchas de las mujeres peruanas
creyendo en la independencia, liberación y emancipación del Perú. Una de ellas, fue Matiaza Rimachi, chachapoyana de
52 años, que con valentía, coraje y fuerza indesmayable lideró a las mujeres
para colaborar en la preparación de municiones y toda arma de combate. Es una
heroína desconocida.
Bajo el liderazgo de
Matiaza, un grupo de mujeres se unieron al frente de batalla en Higos Urco,
librada el 6 de junio de 1821, en apoyo a la causa patriota frente a las tropas
realistas. Armadas con cuchillos, palos y hondas, estas mujeres desafiaron las órdenes
de los oficiales para que se pusieran a salvo, insistiendo en su resolución de
combatir. Según registros históricos, ante la duda de algunos soldados, las
mujeres exclamaron: "Si se acobardan, entréguennos los fusiles y
reciban nuestras polleras". Así, se logró la victoria e independencia
de Chachapoyas.
Este julio, tampoco
se hablará de la montonera huamanguina María Parado de Bellido, hija natural de
la “indía” Jacinta Jayo con el criollo Fernando Parado, quechua hablante,
analfabeta, que, colaboraba con los guerrilleros y morochucos independentistas,
entre los que se encontraban su esposo e hijos. Ella era
enlace con las huestes guerrilleras, en concordancia con Lima. Avanzaban las
huestes represivas, comandadas por brutal el coronel realista José Carratalá.
Fue entonces que, encargó hacer una
carta a su esposo Mariano Bellido: “Idolatrado Mariano: Mañana marcha
la fuerza que de esta ciudad a tomar la que existe allí, y a otras personas,
que defienden la causa de la libertad. Avísale al Jefe de esa fuerza, señor
Quirós (Jefe Guerrillero), y trata tu, de huir inmediatamente a
Huancavelica, donde nuestras primas las Negretes; porque si te sucediese una
desgracia (que Dios no lo permita) sería un dolor para tu familia, y en
especial para tu esposa”.
Lamentablemente, la carta cayó
después en manos realistas. Capturada la valiente mujer, nada dijo, a pesar de
las amenazas y vejámenes de Carratalá. Se la interrogó también en torno a la
persona que había escrito la misiva, puesto que era ella iletrada. No confesó
tampoco quiénes estaban conjurados entre los huamanguinos. La ira realista la
fusiló. Este año, los medios de prensa tampoco hablarán de ella. Los héroes
solo son militares y no, los luchadores populares.
Pero tampoco se hablará de los héroes
guerrilleros patriotas de la independencia desde antes y después de la llegada
de la “Expedición libertadora” de San Martín, en todo el territorio nacional.
Han quedado segregados por la historia oficial, los movimientos guerrilleros
encabezados entre otros por Vidal, Acuña, Ninavilca, Huavique, Zárate, Quiroz,
Elguera, Ayulo, Villar y muchos otros comandantes guerrilleros que dieron su
vida por la emancipación del Perú
Nadie hablará del Comandante
guerrillero Velasco, fusilado por Carratalá, del Capitán Faustino Aliaga,
igualmente pasado por las armas, del «Cholo Fuerte», ajusticiado en Moya, ni
del Capitán Orrantia, decapitado en Tarma y, muchos otros omitidos por la
historia oficial. El bravo jefe montonero Cayetano Quiroz fue cogido y,
asesinado. Su esposa murió también luchando. Igual sucedió con otros grupos de
valientes luchadores, como el morochuco Basilio Auqui y sus hijos.
Basilio Auqui preparó un barrizal en
la pampa de Seqchapampa en forma de trampa para la caballería española, el 21
de noviembre de 1821. La caballería se precipitó sobre el barrizal y fue
atacada por las fuerzas rebeldes. Se dice que 400 soldados españoles fueron
abatidos. A modo de venganza por este hecho, Carratalá atacó Cangallo el 17 de
diciembre de 1821, incendiándolo completamente y su población fue masacrada,
incluyendo niños, mujeres y ancianos. Basilio Auqui fue fusilado.
Pero también mucho antes, el 1 de
julio de 1783, sucedió la sublevación de Felipe Velasco Túpac Inga Yupanqui,
primo de José Gabriel Túpac Amaru en el Pueblo de Carampoma (Huarochirí),
Capturado por el corregidor en el pueblo de Ascencion, fue juzgado, se le
ahorcó y descuartizó el 7 de Julio. Su cabeza dentro de una jaula de hierro fue
exhibida como escarmiento. Se confiscaron todos sus bienes declarando infames a
sus hijos y nietos. Luchó por la emancipación de la población nativa oprimida
por los colonialistas.
En Julio también, bajo promesa de
indulto, fue arrestado, ahorcado y descuartizado, Diego Cristóbal Túpac Amaru,
por continuar la gesta de Túpac Amaru II, su primo hermano. Su madre, y su
esposa también fueron ejecutadas horriblemente el 19 de julio de 1783, en la
plaza del Regocijo (Quispicanchis) Cusco. Había decretado la abolición de la
esclavitud y sus proezas se extendieron a todo el altiplano de Puno, Alto Perú
(Hoy Bolivia), llegando hasta Jujuy en lo que hoy es Argentina.
Bueno, pero que objeto tiene escarbar
lo oculto y rememorar la lucha de los héroes populares, en momentos ya pasados.
Los tiempos, las condiciones y circunstancias son ahora diferentes. El asunto
es que, a pesar del tiempo transcurrido, los peruanos ancestrales no estamos
conforme con el sistema de dominación imperante y vemos a la patria en
cautiverio todavía. No existe la emancipación en todos los aspectos y, mientras
eso subsista, persistiremos en nuestros ideales de liberación.
Al igual que la lucha entre el bien y
el mal, entre lo positivo y lo negativo, entre la verdad y la mentira, la lucha
social contra las injusticias seguirá, aunque pasen los tiempos, mientas no
haya equidad de justicia social. Van a ser quinientos años de lucha por salir
del cautiverio. La lucha política es parte de esta lucha. Llevamos en nuestro
ser, la rebeldía genética frente a las inequidades. Seguiremos luchando por
nuestra reivindicación, aunque muchos quedaremos en el camino. Disculpen la
impertinencia.
9 julio/ 2025
Mayor información en https://wordpress.com/view/republicaequitativa.wordpress.com
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