martes, 9 de octubre de 2012

LAS EMPRESAS-PAÍS Y LA GRAN TRANSFORMACIÓN IV: UN MODERNO SISTEMA FINANCIERO





Dr. Hugo SALINAS




Es indudable que la puesta en marcha del nuevo modelo económico que estamos proponiendo reposa en un buen tratamiento del sistema financiero. Y los avances en dinero, para el inicio o desarrollo de proyectos de inversión, a ser ejecutados por las empresas-país, deben realizarse prácticamente en tiempo real. No es suficiente que exista un financiamiento gratuito e ilimitado.

Cualquier demora innecesaria en la emisión de dinero ocasiona pérdidas ante la competencia de otras empresas. Esto nos está indicando que el sistema financiero del sector a Repartición Igualitaria debe ser óptimo, el más moderno, el más ágil, el más cercano al cliente, tanto en su aspecto administrativo como en su aspecto gerencial.

Para cumplir con ese cometido, es todo el sistema financiero del sector a Repartición Igualitaria que debe desplegar un nuevo comportamiento, una nueva organización y un solo nivel de decisión. El reto de facilitar a las empresas-país cumplir con su tarea de ser el instrumento de la gran Transformación, lo exige. Y para conformarse a estos requerimientos no hay otra alternativa que la Descentralización del sistema financiero.

Descentralización del sistema financiero

La experiencia actual nos indica que el sistema financiero ligado al Gobierno Central es pasivo, sin capacidad de iniciativa y sumiso a las decisiones políticas de orden amical, partidario o de clan. La respuesta ante esta situación es optar por un sistema financiero Descentralizado que tenga tres características fundamentales. La primera debe ser la Autonomía de cada una de sus agencias locales. La segunda característica de un moderno sistema financiero debe ser la toma de decisión a un solo nivel. En base a estas dos características se puede lograr una tercera en condiciones óptimas: confundirse con el cliente.

La Autonomía de una Agencia Local del sistema financiero debe abarcar todos los campos, tanto administrativo como financiero. Es necesario que cada Agencia Local del sistema financiero decida, bajo su responsabilidad, los avances en dinero que demanden los proyectos de inversión a ejecutarse o en curso de ejecución por las empresas-país. Para ello debe contar con personal suficientemente capacitado para tomar decisiones en condiciones de riesgo. Un personal con autonomía y conocimiento para impedir acciones centralistas que distorsionan una acción eficaz del financiamiento de las empresas-país.

De igual modo, cada Agencia Local del sistema financiero debe tomar decisiones a un solo nivel. Es decir, la decisión tomada por la Agencia Local con relación al financiamiento de un proyecto de inversión debe ser definitiva y en última instancia. Debe ser una decisión sin opción a una apelación o a otra decisión a un nivel superior. Una vez más, esto exige capacidad y autonomía de su personal administrativo y técnico.  Pero que quede claro, la decisión a un solo nivel no elimina los otros niveles superiores de coordinación y supervisión.

Sobre la base de Autonomía y de toma de decisiones a un solo nivel se puede realmente lograr el objetivo de contar con agencias locales comprometidas con sus clientes. Es de suma importancia que los funcionarios de las agencias locales vivan y sufran la problemática local, regional y nacional. Esto les permitirá proponer, a nivel local, regional o nacional, soluciones a las grandes desigualdades socio-económicas, así como al atraso en las formas de trabajar.

En el proceso de la gran Transformación, los clientes no son aquellos que cuentan con recursos, como sucede actualmente. Los “clientes” son aquellos que precisamente no cuentan con recursos, motivo por el cual siempre han carecido hasta de los Bienes de Necesidad Básica. La gran Transformación exige que los clientes “más favorecidos” sean precisamente los sectores de la población con poco o ningún poder adquisitivo. Aquellos precisamente que no cuentan con los Bienes de Necesidad Básica.

La Agencia Local debe ser proactiva, ir en la búsqueda del cliente, y proponer la ejecución de proyectos de inversión que son necesarios para lograr un cuadro de vida acorde con los tiempos modernos. Existen fuentes de financiamiento. Lo que se requiere es que la Agencia Local, poseedora de estas fuentes financiamiento, se convierta en “mil caños de financiamiento para mil proyectos de inversión al mismo tiempo”.

Mil caños de financiamiento para mil proyectos de inversión al mismo tiempo

Un sistema financiero descentralizado, con plena autonomía y en condiciones de administrar avances de dinero en condiciones de riesgo, es indispensable para un crecimiento acelerado del sector empresarial a Repartición Igualitaria. El estado socio-económico deplorable de la mayoría de la población exige que cada Agencia Local sea proactiva en el suministro de Bienes de Necesidad Básica de las personas con menores recursos. Y su actuar cotidiano debe ser en consecuencia.

La descentralización del sistema financiero facilita, además, la apertura de agencias en todas las localidades susceptibles de iniciarse un proyecto de inversión. El sistema financiero debe ser dinámico, ir en la búsqueda del problema y proponer su solución. Siendo el avance de dinero el facilitador del crecimiento acelerado de la actividad económica, el sistema financiero se convierte en una pieza clave del cumplimiento de tal objetivo. De ahí que, su dinamismo, agilidad y presencia, es una exigencia a nivel de las agencias locales del sistema financiero.

La proactividad de las agencias locales al inicio o desarrollo de las empresas-país y de los proyectos de inversión es un requerimiento para el crecimiento acelerado del sector a Repartición Igualitaria. De esta forma se podrán contar con “mil caños de financiamiento para desarrollar mil proyectos de inversión al mismo tiempo”. La eliminación del desempleo y de la pobreza, al más breve plazo, lo exige. Es posible y realizable.

Participación vertical y horizontal de la población en cada proyecto de inversión

La descentralización del sistema financiero, la autonomía de cada Agencia Local, así como el financiamiento de la mayor cantidad de proyectos de inversión al mismo tiempo, exige, igualmente, la participación vertical y horizontal de la población. Se supone que la gran Transformación es un proyecto de sociedad, que el gobierno en plaza tiene el mandato para llevarlo a cabo. Pero, en verdad, quienes deberán ejecutarlo en términos reales, en sus detalles más mínimos, es la población que está dispuesta a concretizar un proyecto de gran Transformación.

La adopción de este comportamiento incumbe, sobre todo, a las organizaciones y sus líderes. El comportamiento del poblador debe necesariamente cambiar. El agente de cambio tiene que ser cada una de las personas conformantes de la sociedad. Es el dinamismo de ellos que hará la diferencia. Mientras los pobladores se encuentren implicados, con toda fuerza, en la tarea de la gran Transformación, sus objetivos serán alcanzados al más breve plazo. Fuentes de financiamiento existen, un sistema financiero descentralizado es posible de rápidamente implementarlo. Lo que debe ser permanente es el entusiasmo de la población, en todos sus niveles y sectores, en el logro de sus objetivos.

En consecuencia, cada proyecto de inversión debe estar básicamente acompañado del personal proveniente de cinco instituciones: la primera, provendrá de la Agencia Local de financiamiento; la segunda, de los demandantes del avance de dinero; la tercera, de la sociedad civil inmersa dentro de los alcances del proyecto de inversión; la cuarta, de los colegios profesionales; y la quinta, de las instituciones de educación, universitaria fundamentalmente. Nadie, que tenga interés en participar en el acompañamiento de un proyecto de inversión debe ser marginado. Es importante, en cada proyecto de inversión, el concurso de todas las voces, de todos los sentimientos, para asegurar su real cumplimiento, y en las mejores condiciones.

Con ello se asegura una participación horizontal, polivalente, de ciudadanos y profesionales, desde la germinación de la idea hasta el cierre del proyecto de inversión. Un acompañamiento con plena responsabilidad de los resultados y de lo que pudiera ocurrir en el recorrido del proyecto de inversión. La participación de la sociedad civil, en los diferentes estadios de avance de los proyectos de inversión, será siempre una garantía del éxito.

Supervisión popular de los proyectos de inversión

Desde el inicio del bosquejo de un proyecto de inversión es necesario diferenciar entre las personas que están implicadas con dicho proyecto (participación horizontal) y las personas que optan por la función de supervisión (participación vertical). La claridad en los dos roles, y su cumplimiento, permitirá la mejor coordinación y el mejor logro de los objetivos del proyecto de inversión.

La participación de la sociedad civil, tanto en la demanda del avance de dinero como en la ejecución del proyecto de inversión, no exime la existencia de una Comisión de Supervisión de cada proyecto de inversión. La supervisión no significa, tampoco, entrabar la marcha del proyecto de inversión. Es simplemente valerse de la Transparencia del proyecto de inversión para cuidar que todo se realice según lo previsto por el Comité de gestión del avance de dinero, como por la administración del proyecto de inversión.

Tanto los unos como los otros tienen responsabilidad penal ante los resultados. Es decir, tanto la Comisión de Supervisión, la Agencia Local, la empresa-país, como las personas implicadas en la concepción y ejecución del proyecto de inversión, tienen la misma responsabilidad. Y como lo detallamos líneas abajo, la máxima responsabilidad penal está destinada a aquellas personas que, directa o indirectamente, han cometido delito contra los bienes del pueblo. Tienen igual responsabilidad penal tanto los que han cometido el delito como aquellos que permitieron cometerlo.

La micro-empresa y su financiamiento

Dentro de una economía a dos sectores que tiene por objetivo la búsqueda permanente del bienestar general, la Repartición Igualitaria será el tipo de repartición hegemónico. Por lo tanto, su sector financiero es el dominante en dicha economía de mercado y, por ende, es el que deberá alimentar financieramente a la micro-empresa. De donde se puede concluir que el sistema financiero del sector a Repartición Igualitaria es el puente con el sector a Repartición Individualista.

La micro-empresa es, en esencia, una economía a Repartición Individualista. Las utilidades de una micro-empresa pertenecen a su propietario. Además, el nivel de sus activos y el volumen de sus transacciones hace que sea considerado como una micro-empresa. En la mayoría de ellas es prácticamente imposible diferenciar entre las utilidades de la micro-empresa y la remuneración del trabajador-propietario.Esta una de las razones por las cuales es imposible que en una micro-empresa se instale una Repartición Igualitaria.

No obstante, es bien conocido que la micro-empresa es un sector importante en una economía de mercado. En dicho sector se fermentan grandes empresas, se incuban grandes innovaciones y descubrimientos. Es un sector, igualmente, que ocupa un alto porcentaje de la población económicamente activa. En definitiva, la micro-empresa juega un rol sumamente importante en el desarrollo de una actividad económica dentro de una economía de mercado.

Por estas consideraciones, la micro-empresa debe merecer una atención especial del sistema financiero del sector a Repartición Igualitaria. Para tal efecto, se debe implementar una línea especial de micro-crédito, en concordancia con la naturaleza de dicha actividad económica.

Línea de financiamiento especial para la micro-empresa

Los profesionales de la micro-empresa provienen de orígenes diferentes, tienen un alto sentido del riesgo empresarial, conservan permanentemente un elevado espíritu de éxito, son dinámicos y flexibles en su actividad y, honran su palabra empeñada.

Sin embargo, la casi totalidad de dichos profesionales, a pesar de que los requerimientos financieros son mínimos para iniciar y desarrollar sus actividades,  no cuentan con dicho financiamiento. Y, por lo general, la gran banca no les presta la atención debida. El micro-crédito no es su especialidad. Probablemente porque no les reditúa los márgenes de utilidad a los cuales están habituados.

Son estas consideraciones que exigen al sector económico a Repartición Igualitaria prestar el máximo apoyo a la micro-empresa. Aquí algunas de las decisiones a tomar: primero, en cada Agencia Local del sistema de financiamiento del sector económico a Repartición Igualitaria, se debe abrir una Sección especial para tratar con responsabilidad y agilidad el financiamiento de la micro-empresa. Segundo, la tasa de interés debe ser la mínima, y cuyo monto tenga por objeto cubrir solamente los gastos administrativos del financiamiento. Tercero, la Agencia Local, a través de su Sección especial de micro-crédito, debe estar presente permanentemente en dicha actividad empresarial. Cuarto. Según la importancia de la población y de su actividad económica, debe crearse agencias locales especializadas en el micro-crédito. Quinto. La presencia de la Agencia Local o de la Sección especializada en el micro-crédito, se debe manifestar mediante un contacto personalizado y permanente, consejería de negocios, formación profesional de los activistas de la micro-empresa y, cuando se de el caso, ayudar a los micro-empresarios devenir empresarios del sector a Repartición Igualitaria.

Formación intensiva de todas las personas implicadas en los proyectos de inversión

El nuevo estilo de gestión del sistema financiero, así como el desarrollo de proyectos de inversión del sector económico a Repartición Igualitaria, exige de cada uno de sus funcionarios una formación de alto nivel. Las especialidades son numerosas, las mismas que rebasan la tradicional formación del financista o del administrador del sistema financiero.

El sistema financiero es una pieza clave en el éxito del sector económico a Repartición Igualitaria. Los volúmenes de financiamiento, la complejidad de los proyectos de inversión, la inexperiencia de los agentes del nuevo sector a Repartición Igualitaria, la necesidad de una presencia constante y proactiva para enfrentar la producción de los Bienes de Necesidad Básica y la creación y desarrollo del proceso de trabajo de concepción, exigen calidad y experiencia de los agentes del sistema financiero a Repartición Igualitaria.

Esto explica la urgente necesidad de formar, lo más rápido e intensamente, a todas las personas implicadas en los proyectos de inversión a ser desarrollados por las empresas-país. En este sentido, los centros de formación, secundario e universitario, deben abrir sus puertas y confundirse con las tareas de la gran Transformación.

La formación debe ser horizontal y vertical. Se debe instaurar una práctica permanente de pasar del centro de formación al centro de trabajo, y viceversa, en sus diferentes modalidades. Formaciones a tiempo completo o a tiempo parcial, según la naturaleza de la formación y del proyecto de inversión a desarrollar. De igual modo, deben abrirse las puertas de los centros de formación a toda la población y, en especial, a todos aquellos que tienen relación con un proyecto de inversión a desarrollarse por una empresa-país.

La formación vertical es una de las más importantes. Ello requiere que personal altamente especializado, con gran experiencia y ocupando un tiempo prudencial puestos de alta dirección, vuelva al llano, al más bajo nivel de la administración o gestión. Esta inyección de grandes conocimientos y experiencias en el manejo del sistema financiero permitirá a la Agencia Local obrar con mejores resultados. Su autonomía se verá reforzada por la calidad de su personal.

La formación vertical exige una abertura al ascenso del personal. Y se estima que el corrido profesional ascendente óptimo es de diez años. Luego de los cuales, el funcionario debe retornar al lugar de partida, y ser el “padrino” de los profesionales que inician su actividad en el mundo de las finanzas. Al mismo tiempo, dicha formación vertical permite no perder contacto con la realidad que enfrenta la Agencia Local, día a día, en su relación directa con sus clientes. Es una manera práctica de contar permanentemente con una Agencia Local que siempre guarda frescura, adaptabilidad a los cambios y claridad en los objetivos.

El prestigio de las agencias locales estará medido por la calidad de sus profesionales. Y el avance acelerado de los proyectos de inversión y de las empresas-país se verá grandemente favorecido por la formación horizontal-vertical de sus funcionarios. Un gran apoyo para el cumplimiento de la gran Transformación.

Ferreñafe, el pueblo de las dos Fe, 8 de octubre del 2012

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