jueves, 4 de septiembre de 2014

CASTAÑEDA LOSSIO: OTRO BACANCITO QUE PRETENDE REPETIR Y REPETIR EL PLATO


Lo más fácil es lo mejor

Estimados amigos:

Esta semana pareciera que está tomado calor la competencia municipal, pero antes nos queda comentar, por qué recién se ha entrado a enfrentar este proceso. Podemos encontrar algunas respuestas al atraso, tal vez sea que las encuestas dieron por ganador a Oscar Luís Castañeda Lossio por el porcentaje muy alto que alcanzó a más del 50%.

Por qué de este alto porcentaje, también hay respuestas, pues los otros candidatos - excluyendo a  la Señora Villarán -,  no muestran condiciones como para disputar y llegar a ser Alcaldes de Lima. Estos últimos temen enfrentar a tamaño candidato, se han empequeñecido desde el inicio, pareciera que no podrán pasar de su pequeño porcentaje, números presentados por las encuestadoras. 

El señor Castañeda tiene de todo, desde haber sido 8 años alcalde de Lima; de  contar con un aparato publicitario, que carecen el resto de candidatos; ser poseedor de perlas brillantes, no recomendables de su anterior gestión. Caso de  Comunicore, que sale más a la luz persiguiéndole y que no podrá desaparecer por el exceso contaminante para el candidato que, por más artificios legales (leguleyadas) que quisiera hacer, no puede desligarse y será lo que lo lleve a descubrir más que lo pinta de oportunista mentiroso. 

También está el caso de que no le importar nada, como sería en menospreciar al JNE, que en el 2011 le aconsejó con claridad y certeza donde estudió, para ser abogado y donde obtuvo el grado de abogado, pero él no hizo caso por sentirse él más más.

Castañeda Lossio padece de una enfermedad inherente a su personalidad, de creer que él puede hacer y deshacer, meciendo y engañando a todo el mundo, en una palabra, sentirse poderoso y que nada le importa, bajo signos de parecer astuto y audaz, lo que lleva a sentirse el iluminado y predestinado.

Aunque estos signos psicológicos que lo favorecerían para darle fuerza, él  mismo cuando habla y gritonea para arremeter, queda al descubierto, refleja  que no es una persona de diálogo, no confiable, ni tampoco tiene los mínimos requisitos de poder ser autoridad. Y si ejerce poder tiene que ser autoritario y mandón, en donde se mezcla la fuerza y la torpeza, a lo que se le ha sumado su pasado, que lo condena actuando al borde de la ley.

Estamos ante el tipo de autoridades que en estás últimas décadas destacan por su condición de caudillos, mostrando lo engañoso que sería llamarlos líderes, pues esa calidad nunca alcanzarán. Están condenados a ser mandones, y para sentirse tales, se rodean de ayayeros y declaman su populismo. Su falta de coherencia y rigor les impide hacer planes de gobierno y menos cumplir con sus ofertas. Son autoritarios, y como tal no guardan respeto por la persona humana, son peligrosos por ser auténticos militantes de los regimenes antidemocráticos en el orden central, regional y municipal.

Los habitantes de Lima como los del Perú, se han formado y se forman bajo un constructo conservador del anticambio; fuertemente influenciado por los medios de comunicación televisivo, escrito y radial, donde las formas de pensar se distorsionan, con comportamientos carentes de  certeza, no despierta en ellos la curiosidad por las verdades de nuestra historia, que el pasado no es nada y nada enseña. No son solidarios y son cercanos al racismo agresivo en variadas posiciones y que piensan en los gobiernos fuertes, que hagan obras de fierro y cemento, aun cuando sean evidentes que en ellas se roba.

Sobre el racismo, se observa que los “blanquitos” ignoran a los indios y serranos y éstos a los “blanquitos” de Lima, ciudad poblada por todas las sangres, donde ya no hay limeños ni criollos, donde impera el nuevo peruano que va siendo el cholo. Estas expresiones no sólo son llamadas a confundir, sino también presentan comportamientos inesperados y paradójicos.  

Qué podemos esperar de los electores cuando muestran simpatías y antipatías por los candidatos, en especial en la mega ciudad de Lima dónde no nos conocemos, pues somos el 30% de la población; esto no ocurre en la gran mayoría de ciudades y distritos del Perú, en esos ámbitos se sabe quien es quien.

Preguntar si saben las trayectorias de los candidatos por Lima ciudad es harto difícil que el elector lo sepa, por ejemplo quién es Luís Castañeda Lossio y, como aparece tan odiada la señora Villarán. Y no se sabe de donde salieron los otros candidatos, pues lo más fácil es optar por el único conocido. Es algo parecido a lo que ha hecho Castañeda Lossio, graduarse en la Católica es imposible por sus exigencias, él hace lo fácil, graduarse en la San Martín.

Pero lo inesperado es que no pensó que alguna vez tenía que escalar y tenía que poner que se graduó de abogado en la Universidad San Martín, entonces trata de sorprender que, no sólo estudió en la Universidad Católica, sino también se graduó en ella, para parecer un profesional de mayor prestigio, frente a lo pequeño que resultaba para él la universidad San Martín de Porres.

Ser bacancito le cuesta ahora caro al señor Castañeda Lossio. Lo fácil, le resulta contrario, porque se descubre al oportunista, con lo que esto trae de negativo; saltan sus defectos lo que ahora es de conocimiento general. Su actuar por tanto es sinuoso y ha quedado al descubierto. No fue aconsejable que Lima lo tuviera de Alcalde dos veces, ni merece que esta persona sea su Alcalde por tercera vez.

Esperamos comentarios.

Atentamente,

Fernando Anibal Arce Meza
fernandoarcemeza@gmail.com

1 comentario:

Unknown dijo...

No me explico Ricardo porque permites que alguien ponga estupideces en tu muro. Es inaceptable que alguien exprese tanto odio, a menos que exista algún interés monetario de por medio, en tratar de desprestigiar al único Alcalde que ha modernizado Lima en los últimos tiempos.
Como bien sabes yo vivo en extranjero y cuando regresé de visita quede gratamente impresionado al ver un metropolitano eficiente, autopistas modernas como Grau, Javier Prado,.Universitaria, Manco Capac, etc., Hospitales económicos y de servicio rápido y eficiente cómo los de Solidaridad, parques hermosos cómo el de La Muralla y el parque de aguas y una Lima libre de ambulantes. Todo esto que menciono se ha echado a perder con la actual gestión, volvieron los ambulantes, no hay nuevas pistas, ni puentes, ni túneles, todos se cayeron o se los llevo el río.
El asunto Comunícore ya lo expliqué claramente antes y no vale repetir sobre esta patraña de enemigos políticos para ensuciar la gestión del señor Castañeda.
Para mi sería un honor que este eficiente profesional y mejor ejecutor vuelvas a ser Alcalde de Lima.