martes, 4 de enero de 2022

EL PARTIDO DE MARIÁTEGUI XIV: PRIMEROS PASOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO DE MASAS E IDEAS

 


 

UN DISCURSO POCO CONOCIDO DE MARIÁTEGUI

 

(04 de enero de 2022)

 

Por Miguel Ángel Aragón

José Carlos Mariátegui retornó de Europa en marzo de 1923. Aunque padecía de una ligera cojera, durante el primer año de su retorno tenía capacidad plena para   desplazarse por diferentes lugares de la ciudad. A partir del mes de mayo comenzó a asistir a las sesiones semanales que se realizaban en el local donde funcionaba la Universidad Popular Manuel González Prada, en el actual local del Museo de Arte de Lima (Paseo Colón). También hay registros de su participación en las sesiones nocturnas de la Universidad Popular en el barrio obrero de Vitarte, lugar en el cual tenía que quedarse a dormir hasta el día siguiente por la ausencia de transporte público nocturno. Otros lugares que frecuentaba eran algunos locales sindicales ubicados en el distrito del Rímac. También hay registro de haber expuesto conferencias en locales sociales ubicados en el distrito de Barranco, al sur de la ciudad de Lima. A partir del mes de setiembre empezó a colaborar con artículos semanales que se publicaban en la revista “Variedades”, motivo por el cual semanalmente tenía que asistir al local de la revista ubicado en el centro de la ciudad, para entregar sus colaboraciones. 

A fines del mes de agosto de 1923 Mariátegui asistió al “Tercer Congreso Indígena”, realizado en la sala de la Federación de Estudiantes. En el artículo “Vidas Paralelas: E.D. Merel - Pedro S. Zulen”, Mariátegui recordó lo siguiente:

“Recuerdo nuestro encuentro (con Pedro Zulen) en el Tercer Congreso Indígena, hace un año. El estrado y las primeras bancas de la sala de la Federación de Estudiantes estaban ocupadas por una polícroma multitud indígena . En las bancas de atrás, nos sentábamos los dos únicos espectadores de la Asamblea. Estos dos únicos espectadores éramos Zulen y yo. A nadie más había atraído este debate. Nuestro diálogo de esa noche aproximó definitivamente nuestros espíritus.  

“Y recuerdo otro encuentro más emocionante todavía: el encuentro de Pedro S. Zulen y de Ezequiel Urviola, organizador y delegado de las federaciones indígenas del Cuzco, en mi casa, hace tres meses. Zulen y Urviola se complacieron recíprocamente de conocerse. “El problema indígena –dijo Zulen-- es el único problema del Perú”. (ver libro Peruanicemos al Perú”)

 El Tercer Congreso Indígena se realizó entre el 29 de agosto y mediados de setiembre de 1923. Mariátegui preparó unas notas para su Discurso de saludo al congreso. Este texto permaneció inédito durante 74 años. Por primera vez, recién se publicó en la revista “Anuario Mariateguiano” N° 09, correspondiente al año 1997. En los apuntes dejados por Mariátegui aparece el título general “NOTAS DE TRES DISCURSOS O CHARLAS. 1.-Sobre el indio, 2.-La Universidad Popular y el dogma, 3.- Deber de la juventud contemporánea”.

Por el contenido del texto, yo he deducido que estas notas fueron para saludar personalmente el desarrollo del congreso. Mariátegui utilizó varios términos coloquiales, como “no pretendo definir en esta noche”, “El congreso indígena es un ejemplo”, “Cumplid vuestra misión, indígenas, despertando a vuestros hermanos”.

En el Congreso Indígena, Mariátegui se vinculó y conoció a varios dirigentes indígenas, entre ellos a Ezequiel Urviola, quien comenzó a visitar a Mariátegui y sostener largas conversaciones sobre la realidad de la población indígena. Urviola murió en enero de 1925, el mismo día que murió Pedro Zulen.

 

 

DISCURSO DE MARIÁTEGUI EN EL III CONGRESO INDÍGENA

 

(29 de agosto de 1923)

 

Por José Carlos Mariátegui

 

El instante es de transformación mundial. También la raza indígena se despereza. Hay que ayudarla a comprender su problema y encontrar su camino.

No pretendo definir en esta noche el problema indígena que es nuestro problema nacional. Es el problema de las cuatro quintas partes de los trabajadores de la tierra. No se concibe sin su liberación la de los trabajadores de la costa.

El indio no es siquiera un proletario; es un siervo. La independencia fue una revolución criolla, política, no social. El régimen republicano no ha sido sino un régimen de predominio del criollo capitalista sobre el indio.

La conquista despojó al indio de sus tierras, pero le dejó una parte de ellas. Le impuso servidumbres, que también la república le ha impuesto. La república, además, le ha privado poco a poco de sus tierras. Ha empobrecido, aniquilado poco a poco a los trabajadores. Los gamonales son señores feudales. Se ha llegado a concebir tesis feroces: la tesis de que es posible aniquilar la raza india. Se ha dicho que el indio es improductivo, siendo así que el indio no produce más porque lo cohíbe el temor de ser despojado. Análogo proceso fue el de México [revolución mexicana iniciada en 1910], ahí produjo finalmente la revolución indígena destinada a dar tierras a todos los que no las tenían. Del fondo del mal brota el bien. La civilización que une los centros poblados, que abrevia las distancias, aproxima al indio, lo pone en contacto, crea la posibilidad de su organización. El congreso indígena es un ejemplo [Mariátegui se refiere al III Congreso Indígena, que en ese momento se estaba desarrollando].

Maduran las circunstancias históricas necesarias para que esta raza se libere. Su liberación será obra de ella misma. Así como la voz de un hindú [Gandhi] alza y resucita a la raza india así será la voz de un quechua la que saque de su letargo a la raza quechua. Pero la cuestión [indígena] no es toda nuestra cuestión nacional. Queda fuera de ella una cuestión que importa a una quinta parte de la población peruana: la del proletariado de la costa. La unión entre unos y otros es necesaria.

Cumplid vuestra misión, indígenas, despertando a vuestros hermanos. Algunos creen que esta raza ha muerto. Una raza no muere jamás. Puede caer en colapso, en sopor, para despertarse después; pero no puede morir. Mientras haya cinco millones de indios, la raza estará viva.

No hay comentarios: