domingo, 24 de junio de 2012

CRISIS, DEUDA Y DESIGUALDAD



Por Francisco Umpiérrez Sánchez

Después de la crisis bancaria desatada en 2008 llegó la recesión. Y con la recesión ha llegado el mayor de los males de las crisis capitalistas: el paro. Y con el aumento del paro disminuyen las cotizaciones a la seguridad social y la recaudación fiscal. El Estado se empobrece y tiene que endeudarse con el capital privado. No obstante, la crisis no es crisis para todos de igual modo. Hay personas que se siguen enriqueciendo en época de crisis. Los salarios disminuyen, pero no el de los grandes ejecutivos. Hay empresas que cierran, pero otras ven aumentados sus beneficios. Y a pesar de la crisis, o mejor, gracias a la crisis, los capitalistas monetarios y todos los gestores de ahorros y fondos de pensiones cobran más intereses por el dinero prestado que en tiempo de bonanzas. Sigue habiendo mucho mercado y poco Estado. A nivel global es donde este hecho más se pone de manifiesto. La contradicción entre el interés común y el interés individual sigue dominando el mundo. Siguen siendo siempre los pocos y sus intereses los que se imponen sobre los intereses de los muchos. Pero los economistas reformistas, que son dentro las fuerzas progresistas quienes disponen de las mejores tribunas y a quienes más respeto se les dispensa, se quedan siempre cortos. Pero de eso hablaré en el último apartado de este trabajo.

Deuda

El sistema capitalista genera injusticias económicas grandes y pequeñas. Pero en relación con la crisis financiera todo el mundo centra sus ojos críticos en los bancos. Son presentados como los culpables principales de la crisis. Gestionaron mal los ahorros de la sociedad. Dieron dinero a quienes no debieron. No exigieron las garantías debidas. Pero si esto pasó, el problema no está solo en los bancos sino en quienes lo permitieron. Se habla ahora de la desregularización. Y de ahí se llega a los partidos conservadores y a su política económica neoliberal. Se buscan culpables. Pero no se hallarán en el modo en que sucede en el mundo judicial: después de declarar a alguien culpable va a dar con sus huesos en la cárcel. Sencillamente serán señalados y a lo sumo odiados y vilipendiados.

¿La deuda de los bancos es en verdad deuda de los bancos? Sí y no. Los bancos deben dinero a los ahorradores y a lo inversores. Pero las familias y las empresas deben dinero a los bancos. El problema está en que hay muchas familias y empresas que no pueden hacer frente a sus créditos. Todo el mundo gastó más de lo que podía. Así que la culpa también está en las familias y en las empresas. El sistema de crédito falsea la demanda. Por medio del crédito las empresas y las familias se presentan en el mercado con un poder de compra que no es el suyo propio sino el de los ahorradores. Este falseamiento de la demanda hizo que los precios del suelo y de las viviendas se dispararan. Se inflaron más de lo debido. Después la burbuja inmobiliaria estalló y los precios del sector inmobiliario cayeron en picado. Los nuevos dueños de las viviendas, los hipotecados, vieron como su riqueza perdía valor de manera vertiginosa. Muchos ya no podían hacer frente a la hipoteca. Los activos de los bancos, sobre todo la parte que tenía que ver con el sector inmobiliario, también vieron disminuido su valor.

Ha llegado la recesión. Ha aumentado el paro y se ha destruido capital. La morosidad está haciendo estrago. La deuda bancaria ha tenido que ser rescatada. Gran parte de esta locura del gasto lo ha tenido que pagar el Estado. Los funcionarios han perdido parte de sus sueldos y los ciudadanos han perdido parte de las prestaciones sociales. La deuda privada se ha transformado en deuda pública. Todos estamos pagando lo que se llevaron los promotores, los constructores, los dueños del suelo y los comisionistas bancarios durante el tiempo de la burbuja inmobiliaria. ¿En que consistiría impartir justicia en este caso? En reclamar a todos estos sectores, a los promotores, constructores, dueños del suelo y comisionistas, la devolución de todo el dinero que ganaron de más. Además es este mismo dinero, o una parte de él, el que aparece en el mercado reclamando grandes intereses para prestárselo al Estado.

Desigualdad

He estado este último mes leyendo el libro de Paul Krugman titulado “¡Acabad ya con esta crisis!”. También he leído con detenimiento el artículo de Joseph Stiglitz titulado “El precio de la desigualdad”. Los dos denuncian el siguiente hecho: “Durante la “recuperación” de 2009 y 2010 el 1 % de los estadounidenses con mayores ingresos se quedó con el 93 % del aumento de la renta”. La acumulación de riqueza en pocas manos ha sido tan exagerada en los últimos veinte años que a intelectuales relativamente honestos, como son los casos de Krugman y Stiglitz, no les cabe en la cabeza. Es una irracionalidad. Es imposible justificar estos ingresos en función del trabajo realizado. Y aceptan que la idea de un mercado eficiente y de actores económicos racionales es una falsedad, una mentira, una ilusión. El mercado capitalista es irracional. Genera enormes desigualdades. Pero no sólo en tiempos de crisis, sino siempre. Pero siendo admirable “la valentía” de Stiglitz y Krugman con la denuncia de estos hechos, se quedan cortos. Su espíritu reformista les puede más que las urgencias de cambios profundos que reclama la realidad. No se atreven nunca a cuestionar la propiedad privada. Y la causa de esa posibilidad, el hecho de que un 1 % de los ciudadanos estadounidenses puedan quedarse con el 93 % de las rentas generadas en el periodo 2009-2010, es la propiedad privada sobre los medios para producir la riqueza, más especialmente la propiedad privada sobre los recursos monetarios. Esta crisis con su fondo manifiesto, una continua generación de desigualdades económicas extremas, no se le pone freno sólo con políticas keynesianas, sino limitando seriamente el campo de acción de la propiedad privada. Ni los bancos, ni los fondos de inversión, ni las grandes corporaciones pueden estar en manos privadas. Son los modernos tiranos. Son los que socaban la soberanía nacional. Son los que tienen sometidos a los Estados. Son el mal. Quedarse a medias, quedarse en el reclamo de las políticas keynesianas, es quedarse en el umbral de la justicia.

No quisiera despedirme sin transcribirles unas palabras escritas por Engels y Marx en la Glosa marginal crítica núm. II del capítulo IV de La Sagrada Familia, y que viene muy a cuento de lo que hablamos: “La economía política anterior partía de la riqueza supuestamente engendrada para las naciones por el movimiento de la propiedad privada, para llegar a sus consideraciones apologéticas sobre este régimen de propiedad. Proudhon parte del lado inverso, que la economía política encubre sofísticamente, de la pobreza engendrada por el movimiento de la propiedad privada, para llegar a sus consideraciones que niegan este tipo de propiedad”. Esta radicalidad es la que les falta a Krugman y a Stiglitz. Llegan a las puertas de la crítica de la propiedad privada, pero no se atreven a dar pasos firmes en esa dirección. Denuncian que el 1 % de los estadounidenses se hayan quedado con el 93 % de las rentas generadas en el periodo 2009-2010, pero no lo vinculan con la propiedad privada. Creen que la propiedad privada puede seguir persistiendo y las desigualdades pueden ser resueltas. No ven oposición entre estos dos aspectos económicos. Creen que son conciliables la pobreza y la propiedad privada sobre los medios de producción. Son conscientes de la pobreza generada por esta crisis, pero no llegan a la idea que hace 170 años ya había llegado Proudhon: que la pobreza, y no sólo la riqueza, es generada por el movimiento de la propiedad privada. Y en consecuencia con este resultado, la continua y sistemática generación de pobreza, debería defenderse la negación de la propiedad privada. Pero a Stiglitz y a Krugman les sucede lo que le sucedió a Keynes: vivía tan preocupado porque los otros lo identificaran con el socialismo, que no dudó en ningún momento de dejar bien claro que era una firme defensor de la propiedad privada. Esta es la principal inconsecuencia del reformismo burgués: no querer reconocer la necesidad del socialismo por la defensa ciega de la propiedad privada.

Fuente: http://fcoumpierrezblogspotcom.blogspot.com/2012/06/crisis-deuda-y-desigualdad.html

¡CONGA NO VA! SE SIGUE PROTEGIENDO A LA MULTINACIONAL NEWMONT



Dr. Hugo SALINAS
salinas_hugo@yahoo.com

¿Es simplemente un asunto de contaminación ambiental o de depredación de las fuentes de agua? ¿Acaso es un asunto de campesinos y dirigentes ultra-izquierdistas? El problema va más allá. Y en esto, una vez más, la agudeza de la población es más sabia que la propuesta de sus dirigentes.

¡Conga No Va!, tiene que ver con el comportamiento de las multinacionales a Repartición Individualista que contamos ahora, las mismas que se benefician de la Configuración Mundial. El resultado es un comportamiento de desprecio al ser humano, a los recursos naturales, a la Nación, al Estado, al Gobierno en plaza, a la soberanía nacional, al sentido de Patria y a las organizaciones sociales en pro del bienestar general. El único amor que anima a las multinacionales de nuestros tiempos, es la maximización de las ganancias.

Veamos. La Repartición Individualista, segundo elemento de la actividad económica de los tiempos modernos, consiste en que la totalidad de las utilidades de una empresa pertenece única y exclusivamente al propietario o a sus accionistas. Es decir, de la totalidad del Resultado Neto de una actividad económica, generada por los trabajadores y sus familiares presentes y pasados, no les corresponde a esos trabajadores y familiares ni un solo centavo.

Este tipo de repartición se agrava cuando, en las interacciones de la economía actual se delinea la Configuración Mundial, mecanismo que favorece solamente a unas cuantas empresas, llamadas multinacionales, dentro de las miles y miles de empresas existentes a nivel mundial. Es el caso del principal accionista de Yanacocha, la empresa multinacional Newmont Mining Corporation (51.35%). Ella ha cerrado el año 2010 con utilidades cercanas a los 10 mil millones de dólares americanos, generadas por los trabajadores de Nevada (Estados Unidos), Indonesia, Australia, Nueva Zelandia, Ghana y, por supuesto, Perú. Y, siguiendo el principio de la Repartición Individualista, los trabajadores y sus familiares de esos países no han percibido ni un solo centavo del Resultado Neto de sus esfuerzos.

¿Cómo trabaja ese aspirador ascendente llamado Configuración Mundial? Este mecanismo utiliza todos los elementos de la actual economía basada en los intercambios a través de precios expresados en dinero. Tomemos, por ejemplo, el precio de sus trabajadores. Según datos de la Barrick Gold Corporation, producir una onza de oro en Perú le cuesta 105 dólares americanos mientras que en Canadá le cuesta 373 y en Australia 452. Y para que los cholos sigan siendo baratos se cierran las fronteras al libre tránsito de personas, ¡pero no a la circulación del oro y los capitales! Si agregamos que estas multinacionales venden el oro a más de 1768 dólares la onza, se puede entender la codicia por el oro peruano como en los tiempos de la invasión española.

Este mecanismo de succión ascendente se alimenta también de la compra de bienes y servicios de proximidad a precios de regalo. Las multinacionales nunca procesan el producto en el lugar de origen. Como en el caso del oro peruano, ellos prefieren “exportarlo” prácticamente en piedra, sin ningún valor agregado, a fin de que la multinacional tenga un máximo de utilidad. Y la “tecnología de punta” se utiliza sólo en sus países, sin ninguna transferencia hacia los países poseedores de las materias primas. De ahí que, los países más ricos en materias primas, son los más pobres a nivel mundial.

Estas multinacionales tienen el hábito igualmente de corromper jefes de gobierno, funcionarios, políticos y otros. Ahí está, en el caso actual, el controvertido Estudio de Impacto Ambiental para la ejecución del complejo minero Conga, aprobado por el Ministerio de Energía y Minas. O la intervención de Vladimiro Montesinos, previo pago de 4 millones de dólares, para que el Poder Judicial resolviera a favor de la Newmont Mining Corporation en el juicio seguido por accionistas franceses de la minera BRGM. Y por qué no interrogarse sobre la “vacilación” de un presidente que durante su campaña dice “No a Conga”, y una vez elegido dice “Conga va”.

Las multinacionales también financian la campaña electoral de candidatos al Congreso, como el caso de la ONG Reflexión Democrática presidida por Roque Benavides, propietario de la minera Buenaventura y accionista de la minera Yanacocha y del proyecto minero Conga. Una vez en el Congreso avalan contratos con las multinacionales, contrarios al interés nacional, sirviéndose de Decretos-Ley. O dictan medidas de criminalización de la protesta facilitando dispositivos, primero, para que la policía y los militares sofoquen a sangre y fuego las protestas populares; segundo, las autoridades políticas y funcionarios sean impedidos de participar en manifestaciones so pena de prisión y, tercero, los dirigentes populares sean encarcelados prácticamente a vida.

Es decir, a través de la Repartición Individualista y su mecanismo la Configuración Mundial, las grandes multinacionales, centros de poder y decisión a nivel mundial, concentran prácticamente la casi totalidad del valor agregado por la totalidad de la población a nivel mundial. El reverso de la medalla es extrema pobreza y un desempleo masivo a nivel mundial. Es urgente, entonces, proponer y viabilizar un nuevo modelo de economía y sociedad.

Lima, 2 de diciembre del 2011

sábado, 23 de junio de 2012

MINEROS ARTESANALES LE DICEN A OLLANTA HUMALA: “O EXPROPIAS, LAS CONCESIONES MINERAS ACAPARADAS POR LAS TRANSNACIONALES; O, ASÍ COMO TE PUSIMOS, TE SACAMOS DEL GOBIERNO: ESCOGE”



Por Tankar Rau-Rau Amaru (*)

-Ollanta Humala nos dice: “O mueres ahora si no entras al proceso de formalización, fulminado por el paquete de decretos legislativos publicados este año, o mueres después por contrato”. Es como si el cocinero dijera al pavo: “De todas maneras te haré estofado: por decreto o por contrato: escoge cómo quieres acabar”.

-Nosotros los mineros artesanales peruanos, que no somos pavos por ningún lado, le respondemos a Ollanta Humala: “O expropias, como buen patriota, las concesiones ociosas y acaparadas por las transnacionales para nuestra formalización y para las comunidades; o, así como te pusimos, te sacamos del gobierno: escoge”.

Según el Decreto Legislativo 1105, el acuerdo o contrato de explotación constituye uno de los requisitos para la formalización del 98% de los mineros artesanales (ahora en proceso de formalización) que trabajamos en concesiones de terceros. Pues bien: los “contratos o acuerdos” con los traficantes de concesiones o concesionarios (el nuevo nombre de los encomenderos) nos regresaría a la mita minera de la Colonia. Con esto, Humala ha legalizado el robo. Velasco decía: “El patrón no comerá más de tu pobreza”. Humala dice: “El concesionario debe enriquecerse con tu pobreza”.

LOS NUEVOS ENCOMENDEROS

En otro tiempo las mejores tierras se encontraban en manos de los hacendados, amos y señores de tierras, animales y personas. "Sus haciendas" nacieron del despojo y abarcaban desde las lejanas punas hasta las quebradas más profundas. Mucho antes, después de la caída del Tawantisuyu, los encomenderos españoles se repartieron regiones enteras, donde ellos mataban y robaban con la protección de reyes y virreyes.

Los tiempos han cambiado desde Velasco. Los dueños y señores de las tierras han desaparecido en la sierra (en la costa han reaparecido, como menciono en mi libro Allin kawsay y el poder en el Perú), pero con Fujimori surgió un nuevo tipo de hacendados: los dueños de las concesiones mineras, en su mayoría transnacionales. Si antes eran dueños del suelo, ahora se creen dueños del subsuelo, donde se encuentra la mayor parte de la riqueza de los pueblos. En este momento, de 23 millones de hectáreas concesionadas, sólo se encuentran en explotación un millón de hectáreas y en exploración 354 mil hectáreas (datos del Ministerio de Energía y Minas). Por consiguiente, hay un total de 22 millones de hectáreas acaparadas y ociosas por veinte o treinta años, por las que los concesionarios pagan tres dólares anuales por hectárea. Ya no queda espacios para que los mineros artesanales, en su mayoría comuneros, podamos concesionar. Si no se trabaja en esas concesiones, pierde el Estado porque no hay ingresos en tributos y perdemos los peruanos porque no podemos seguir generando trabajo (los mineros artesanales y pequeños productores mineros generamos medio millón de empleos directos y podemos crear otro medio millón si caminamos hacia la formalización permanente).

CONTRAPRESTACION

El modelo de “acuerdo o contrato de explotación”, que es parte del Decreto Legislativo 1105, señala que “el operador minero (o minero artesanal) dará en contraprestación por la autorización de explotación (puede ser un porcentaje de la producción u otro concepto conforme acuerden las partes) a favor del titular minero”. Dice "producción", no dice ganancia.

PROBLEMA 1: ¿Qué sucederá si el concesionario firma el contrato pero con la condición de que el minero le pague 10% o 20% de regalías (como generalmente se le llama) y, de paso, le obliga a venderle todo el mineral a precios irrisorios, como lo vienen haciendo algunos traficantes de concesiones?

Respuesta: El minero artesanal trabajará para el concesionario, reducido a condición de peón, vendiendo el mineral al precio que dicte el capricho del concesionario y dentro de algunos años regresará a la condición de informal. Además los concesionarios, al cabo de uno o dos años, expulsarán al minero y se quedarán con sus labores ya en producción. Porque la malhadada ley dice que “si no mediara acuerdo de prórroga del contrato, al vencimiento del plazo señalado el minero artesanal deberá entregar el área autorizada dada en explotación, sin necesidad de requirimiento alguno”. En este caso el concesionario se convierte en un nuevo gamonal.

Dice también dicho documento que la renovación de contrato será por acuerdo de partes. ¿Y si el concesionario no acepta? !Fuera minero¡

¿Y podremos invertir en “corridas” sin estar seguros de recuperar nuestras inversiones, sabiendo que nuestra formalización es temporal? ¿Podremos acceder a créditos cuando nuestra vida económica está limitada por el mismo Estado, paradójicamente la encargada de promover actividades económicas?

PROBLEMA 2: ¿Qué sucederá si el concesionario (principalmente una transnacional) pide para él, a cambio de un contrato, licencia social a los mineros comuneros?
Respuesta: Si es contrato de exploración, el minero comunero pierde la concesión porque ésta, ya con reservas probadas, es transferida a otra transnacional y, en algunos casos, entra a la bolsa de valores. Si el comunero-minero firma contrato de explotación a favor de la concesionaria, después de dos años el minero no sólo regresa a la condición de informal sino además pierde la actividad como minero artesanal. En la práctica, expulsión del minero-comunero de su territorio por propia firma.

Desde todo punto de vista, si firmamos los acuerdos o contratos de explotación, al cabo de uno o dos años, según sea el caso, volveremos a la condición de informales y, en muchos casos, dejaremos los cerros para siempre, porque, como ya hemos visto, el DL 1105 no dice que los contratos serán por tiempo indefinido, tampoco que los contratos serán automáticamente renovables.

LEGALIZANDO EL ROBO

Tenemos que hablar claro y alto: el suelo es propiedad de la comunidad (si existe comunidad campesina o nativa), del Estado (si es eriazo) o de un particular. El subsuelo es del Estado y los minerales del subsuelo son de la Nación, o sea de todos los peruanos. ¿Qué viene a ser el concesionario? Un inquilino, un transeúnte, pero no es propietario de nada. ¿Y de quién es el mineral que se encuentra en el subsuelo? Se ha dicho siempre que el mineral del subsuelo es de los concesionarios. Falso. Según el Art. 66° de la Constitución, los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación (de todos los peruanos). El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real respecto de los recursos minerales explotados, pero no propiedad de la tierra ni propiedad del mineral si éste todavía se encuentra en el subsuelo (por eso se llama concesión).

Según lo establecido por la Constitución Política, este derecho califica como real, pues otorga a su titular el poder de explorar y explotar los minerales dentro del área que le ha sido concedida, con el fin de aprovechar los recursos minerales. Esto último nos hace pensar en el disfrute o aprovechamiento económico del bien, que en este caso consistiría en el mineral que contiene el yacimiento. Sin embargo, se debe tener presente que los minerales en su fuente o yacimiento pertenecen a todos los peruanos, mientras que sólo una vez extraídos pasan a ser de propiedad del concesionario minero, su cesionario, o del minero artesanal. Cabe señalar que al separarse los minerales del yacimiento, conjuntamente con otros materiales no valiosos, adquieren la condición de bienes muebles de propiedad, pura y simple (del concesionario minero o del minero artesanal).

Con la Ley Humala, publicada a la mala, el concesionario (inquilino) adquiere más derechos que los verdaderos propietarios, nosotros los comuneros y los peruanos. Ahora el robo del concesionario ya es legal. En todo caso, nosotros no tenemos nada que hablar o negociar con un inquilino. Hablemos, dignamente, de propietario a propietario, de peruano a Estado. Hablemos con el gobierno.

NOS QUIEREN TOMAR DE PAVOS

Si aceptamos estos contratos, pagaremos regalías abusivas a los concesionarios, daremos tributos al Estado y aportaremos a nuestras comunidades, como lo venimos haciendo. La mayor parte de nuestra ganancia se irá a otro lado como por un tubo y nos convertirá en los nuevos esclavos en pleno Siglo XXI.

Podemos aceptar a algunos concesionarios peruanos como socios, a los de buena voluntad, ¿pero aceptar a las transnacionales como patrones? Ni que estaríamos en la Colonia. Ni que fuéramos unos pavos.

EXPROPIACIÓN DE LAS CONCESIONES

Si Humala quiere realmente formalizar a la minería artesanal y a la pequeña minería, entonces tiene que recuperar, mínimo, cinco millones de hectáreas de las concesiones ociosas y acaparadas por las transnacionales. El gobierno, como representante del Estado y la Nación, puede y debe tomar decisiones sobre su propiedad, en coordinación con los otros propietarios, los comuneros. ¿Por qué los verdaderos dueños de la casa, los peruanos, debemos ser expulsados del banquete y esperar, lejos, que los nuevos gamonales del Perú, las transnacionales, nos tiren por caridad algún huesito en nombre de canon y regalía?

Pedimos respeto e igualdad en el trato. ¿Por qué facilidades tributarias y estabilidad para las transnacionales y estrangulamiento lento para los mineros artesanales y pequeños productores mineros nacionales?

Nosotros los mineros artesanales peruanos, que no somos pavos por ningún lado, le decimos a Ollanta Humala: “O expropias, como buen patriota, las concesiones ociosas y acaparadas por las transnacionales para nuestra formalización y para las comunidades; o, así como te pusimos, te sacamos del gobierno: escoge”.

(*) Hernán de la Cruz Enciso. Escribe artículos y libros con el seudónimo de Tankar Rau-Rau Amaru. Presidente de la Confederación Nacional de Mineros Artesanales y Pequeños Productores Mineros del Peú (CONAMI PERU). (tankar2@hotmail.com)

SOLIDARIDAD CON REINHARD SEIFERT, EX-PDTE. DEL FRENTE DE DEFENSA AMBIENTAL DE CAJAMARCA



Lima 22 de Junio de 2012
M.Sc Ing. Reinhard Seifert
Cajamarca

Ante los hechos ocurridos contra su integridad física que son de público conocimiento el Colectivo Perú Integral le expresa su total solidaridad y adhesión con su línea ética de comportamiento.

Hacemos un llamado a las fuerzas democráticas a deslindar con las actitudes sectarias y contrarias al buen uso del debate de ideas.

Instamos a que los derechos constitucionales e integridad física de todo ciudadano sean respetados, así también los derechos del pueblo Cajamarquino a manifestarse libremente en defensa de sus recursos naturales.

Atentamente
Colectivo Perú Integral


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Servindi, 20 de junio, 2012.- Reinhard Seifert, expresidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, responsabilizó de los ataques físicos que sufrió a manos de cerca de 60 ronderos la mañana del lunes en la ciudad de Cajamarca al presidente regional Gregorio Santos, a Patria Roja y al secretario general de este último, Alberto Moreno.

El hecho se dio en el atrio de la Iglesia San Francisco, hasta donde llegó Seifert para dejar su “aporte voluntario para la lucha”. Calificó las agresiones de “flaco favor a la derecha, al gobierno, a Yanacocha / Newmont para reprimir más al pueblo”.

A través de una carta enviada a los medios de comunicación el experto alemán, que mantiene una postura crítica frente a los liderazgos conformados en torno a las protestas contra Conga, denunció haber recibido botellazos y patadas de parte de más de medio centenar de ronderos de El Tambo-Bambamarca.

Denunció asimismo que existe una consigna contra su persona por las ideas que ha difundido respecto a la conducción del movimiento social en la realidad de Cajamarca. Responsabilizó también de las agresiones sufridas a “los curas y monjas” de la iglesia de San Francisco.

“Yo soy un hombre pacífico. Lo he demostrado siempre y durante la heroica defensa del cerro Quilish en el año 2004 y rechazo la violencia venga de donde venga”, sostuvo en su misiva el también ingeniero ambientalista que encabezó el Frente de Defensa Ambiental del 2002 al 2007.

Finalmente reafirmó su postura frente a las protestas en Cajamarca. “Solo defienden intereses personales y políticos de algunos `líderes´. Para estos grupos, principalmente Patria Roja no existe la defensa del agua ni la discrepancia u otra idea”, sentenció.

Ayer el paro contra el proyecto Conga cumplió 20 días. En medio de este ambiente se ha conocido que Newmont Mining Corporation, cuya filial en el Perú es Yanacocha, estaría dispuesto a aceptar las condiciones que el Gobierno le impuso en base al peritaje internacional.

Autoridades de Cajamarca han pedido audiencias con el presidente Ollanta Humala. Pero la respuesta del Ejecutivo al parecer se dará cuando las medidas de protesta se suspendan.

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Carta de Reinhard Seifert
Amig(a)os,

Saludos. En la mañana de hoy, eran aproximadamente las 9 a.m. fui agredido física y verbalmente por unos 50 a 60 ronderos, proveniente del sitio El Tambo -Bambamarca- en su mayoría de Patria Roja ligado a Gregorio Santos Guerrero, en el atrio de la Iglesia San Franciso. Algunos dirigentes lanzaron arengas contra mi persona y uno que lideró la violencia no se identificó, sino dijo solo que era el responsable de defensa /organización de la ronda campesina del Tambo. Yo quise apoyarles y dejar mi aporte voluntario para la lucha.

Me fui a colaborar con la lucha -esta fue mi sana intención- me pidieron mi DNI y me presenté como Reinhard Seifert, ex-Presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca. No me escucharon.

Hay una consigna contra mí de castigarme por mis ideas y críticas en la pésima conducción del movimiento social en la realidad en Cajamarca. Por eso es que me han querido pegar. Recibí tres botellazos en la cabeza, muchos insultos verbales y varias patadas en el trasero, finalmente me botaron del atrio de la iglesia de San Francisco.

Yo hago responsable de esta situación a Patria Roja, Alberto Moreno, Gregorio Santos Guerrero y a los curas y monjas de esta iglesia.

Yo soy un hombre pacífico. Lo he demostrado siempre y durante la heroica defensa del cerro Quilish en el año 2004 y rechazo la violencia venga de donde venga.

El movimiento social en la actualidad está muy mal conducido: es anárquico, sectario y dogmatico. No tiene norte alguno. Solo defiende los intereses personales y políticos de algunos “lideres”. Para estos grupos, principalmente Patria Roja no existe la defensa del agua ni la discrepancia u otra idea. Sólo quieren imponer el pensamiento único. Lo que están haciendo es un flaco favor a la derecha, al gobierno, a Yanacocha /Newmont para reprimir más al pueblo.
Cajamarca espera soluciones, no más gritos ni agresiones, ni difamaciones y calumnias, vengan de donde vengan.

Atentamente
M.Sc. Ing. Reinhard Seifert
Cajamarca-Perú
18-06-2012

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¿Cómo explicar la división actual del movimiento social-político en Cajamarca?

Por Reinhard Seifert*

03 de abril, 2012.- El 6 de diciembre de 2011 personalmente escribí al respecto, lo percibí nítidamente y mi artículo lo puse en Internet y que fue publicado en una revista de Lima. No es que yo quiera tener la razón, pero mi experiencia y olfato político no me engañaron.

Siempre en ciencias políticas se analiza las tendencias en base de actitudes y decisiones tomadas de los actores en disputa. Las frases subrayadas en negro/oblicua corresponden a citas de mi correo y de otros informes, además están entre comillas.

“Visto que el dialogo se ha estancado es necesario desentrampar o derrumbar al invisible “muro de Berlín”, dado que en el seno del pueblo hay tres grupos políticos que se disputan el liderazgo político partidario (Patria Roja, los radicales y Tierra y Libertad), es hora que los dirigentes del “segundo plano” o nivel, o sea los técnicos honestos y transparentes, que forman parte del movimiento social asuman su responsabilidad. Hay que facilitar el camino parafraseando a Antonio Machado: “Caminante, el camino se hace al andar”.

¿Cómo hacer viable la propuesta? Simple, por ahora poner en la congeladora a los políticos, a los figurettis, a los oportunistas de siempre y centrar la discusión en la parte técnica, que de ninguna manera está separada de la parte política. Esta es una buena política. Obviamente más adelante los políticos tienen que tomar las decisiones políticas más sensatas, acerca de las propuestas técnicas, no de las de corifeos vendidos”.

Lamentable el “muro de Berlín”, su pensamiento único anacrónico, sus jinetes apocalípticos que lo propalan, todavía cabalgan en los fértiles terrenos de Cajamarca. Y al caballo famélico no le cortaron la pezuña larga y mal oliente. Y la valla por sortear es esquivada con alevosía.

Toda esta situación se está cumpliendo fielmente al pie de la letra, a pie juntillas. Los de Patria Roja con la ayuda de Arana en el evento de Celendín echaron más leña al fuego. Este oportunismo puro, ciego ya no tiene nombre. El año pasado defendí desinteresadamente a capa y espada a Sergio Sánchez (ONG-GRUFIDES-Arana) cuando lo botaron injustamente del Gobierno Regional de Cajamarca, denuncié a Jaime Melo Poblete (contratista de Yanacocha en la subgerencia ambiental del Gobierno Regional); y hoy Arana, su grupo político Tierra y Libertad con el afán de ganar erróneamente adeptos (que incluye a su ONG) han hecho las paces –hasta nuevo aviso- con Santos (que incluye a su mastín Ydelso Hernández, “dirigente” de un espurio Frente de Defensa Regional de Cajamarca , todos son de Patria Roja) y Patria Roja.

Acuérdense también que el año pasado (paro indefinido) en plena lucha contra Conga, el MAS (Patria Roja) y Tierra y Libertad repartieron un volante conjunto y suscrito por ambas agrupaciones. Observé que la gente lo rompía y lo botaba al suelo. Desde allí me parece viene esta alianza tácita entre Arana y Santos. Arana lo ha conversado en Lima con Alberto Moreno. O sea, ellos se han repartido “la torta” y ven en esta noble lucha a sus negocios (ARANA-marcha del agua) y futuro político (SANTOS); además ambos quieren ser presidentes nacionales en el año 2016. Lo he comprobado en Arequipa.

Lamentablemente Saavedra tiene muchas limitaciones intelectuales y de dirigente y es el gran perdedor -entre otros- en este “maldito juego” político, por lo tanto el otro perdedor es el Frente de Defensa Ambiental de la provincia de Cajamarca. Asimismo Saavedra posee una accidentada historia personal que impide avanzar más en la cohesión del movimiento social. También se quiere proyectar en la escena nacional con este grupo convocado para la insignificante I. Asamblea Nacional de los Pueblos (30 y 31 de marzo). Felizmente las bases provinciales de la región de Cajamarca no asistieron, los que forman parte de la Coordinadora de los Frentes de Defensa a nivel de la región de Cajamarca.

En mi época (defensa Cerro Quilish), cuando estuve de presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, las discrepancias se resolvieron con firmeza en el seno del organismo, jamás públicamente. Los acuerdos esenciales se tomaron en la asamblea, sin la necesidad de recurrir a la arbitrariedad, intolerancia o prepotencia, en la mayoría de las decisiones alcanzaron la base del consenso.

Existe una regla de oro. Un dirigente, peor cuando es el presidente, jamás debe mentir descaradamente y acusar públicamente a otro dirigente de la misma organización, sin prueba alguna. Lo descalifica sólo y para el cargo. Así -de manera acelerada- se pierde la confianza depositada.

No estuve de acuerdo nunca con la realización de esta I Asamblea Nacional de los Pueblos, porque detrás está la formación de un partido político. Principal Acuerdo: “Wilfredo Saavedra Marreros, resaltó que el organismo que acaba de nacer en Cajamarca el día 31 de marzo (la ANPPT) se constituirá en el germen para llevar adelante las aspiraciones de nuestros pueblos”. Más claro ni el agua.

Mejor hubiera sido haberla llamado la 5 Asamblea de los Frentes de Defensa a nivel de Cajamarca e invitar las mismas personas que participaron en el evento del 30/31 de marzo. En Cajamarca necesitábamos urgente fortalecer y no dividir más al movimiento social.

El trabajo de un Frente de Defensa no es pedir la vacancia de un Presidente Nacional, elegido democrática y legítimamente, tampoco es plantear la revocatoria del alcalde provincial, menos aún es exigir una asamblea constituyente o elaborar una nueva Carta Magna. Todos estos planteamientos son parte de la lucha democrática-social de un partido político, que respeta las reglas democráticas. Esto es otro asunto que no tiene nada que ver con el funcionamiento inherente de un Frente de Defensa Ambiental.

El trabajo de un Frente de Defensa se debe a sus estatutos, su desenvolvimiento correcto y su estricto cumplimiento. Más allá de esto es puro aprovechamiento político para otros fines no contemplados en ninguna parte. Y un Frente de Defensa se debe a sus dirigentes democráticos, honestos y a sus bases.

Por otro lado, ahora que en Celendín aprobaron los puntos 11 y 12 en su plataforma política (ver a continuación) son acuerdos totalmente antidemocráticos y reflejan fielmente el nivel político sectario, dogmatico e irrelevante de sus autores. Como creen que están con la ayuda de Dios todo es posible. Son falsos fariseos.

“11. No respaldamos la convocatoria a la Asamblea Nacional de los Pueblos por haberse hecho de manera inconsulta ignorando los mecanismos de consulta y decisión democrática de nuestras organizaciones de defensa ambiental de Cajamarca.

12. Se fortaleció el Comité de Comando de Lucha de la Región Cajamarca con un representante de cada provincia, siendo sus voceros principales: Eddy Benavidez Ruiz del Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Hualgayoc-Bambamarca, Milton Sánchez Cubas Secretario General de la Plataforma Interinstitucional Celendina – Celendín, Ydelso Hernández Llamo Presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la Región Cajamarca. Además son parte de éste los dirigentes, provinciales y regionales de rondas campesinas. Celendín 29 de marzo del 2012”.

Lo que me puso más triste y me indignó más es que no se respeta a los dirigentes antiguos (más del 90% no pertenecen a ningún partido político, muchos denunciados injustamente por Yanacocha) en las provincias, no se respeta a su trabajo, que año tras año están trabajando silenciosamente y que no son de última hora como lo son Edy Benavides (Partido Nacionalista) o Milton Sánchez (Tierra y Libertad), mozalbetes sin experiencia política y que actúan por consignas políticas. Yo los señalo directamente como los ejecutores (operadores), entre otros, de esta división.

Muchos de estos dirigentes emblemáticos están económicamente quebrados, profesionalmente desplazados, familiarmente cuestionados. Sin embargo, y gracias a la generosidad del pueblo un íntegro leal luchador social generalmente en el Perú es socialmente reconocido, pero de esto último no se puede ni se debe vivir. Y muchos de ellos sufren en silencio, dado que algunos están enfermos y olvidados.

En este “encuentro de una fraudulenta unidad de los Frentes de Defensa” lo que se divisa es que la división del movimiento social es aún más profunda. Es igual que el supuesto futuro enorme tajo por abrirse al cielo azul precioso de Celendín, donde no hay remedio que lo pueda impedir que avanza sin obstáculos más profundamente. Cuando no existe la voluntad política de enmendar errores, de aprender (en política hay que tener la capacidad y paciencia de ilustrarse a diario), saber escuchar, saber de tender puentes, muchas puentes; sino, todo lo demás se desvanece en el aire contaminado. Además los errores en la política del Frente Único se pagan bien caros y es el pueblo y son las bases que pagan el “pato”.

Saavedra (los extremistas) con su actitud de haber llamado inconsultamente a la I. Asamblea Nacional de los Pueblos, Santos (Patria Roja) con su accionar de haber llamado a un “encuentro de unidad” de los Frentes de Defensa y Arana (Tierra y Libertad) de haber participado en ambos eventos coinciden en una cosa fundamental: los tres han creado el germen y han contribuido a acelerar la destrucción de la Coordinadora de los Frentes de Defensa a nivel de la región y a la división irreversible del movimiento popular. Toda esta realidad corresponde a un retroceso en la acumulación de las fuerzas sociales, y más adelante en el futuro cercano el pueblo y la historia señalarán los verdaderos responsables de este debacle político.

Los dirigentes antes mencionados son los autores intelectuales de esta división, no exhibieron madurez política alguna, ninguna decencia en este trabajo; todo lo contrario, ellos apoyaron decididamente la desunión. Yanacocha está feliz, porque le ahorraron el trabajo. Esta empresa transnacional se está frotando sus manos ya ensuciadas y ensangrentadas. Y se emborrachan en los bares con las mujeres y hombres del mal vivir.

“Muchas gracias” por este “excelente” trabajo. Váyanse todos ¿adónde? a su casa y a otros sitios no tan agradables………..

Pero, estos “dirigentes” (Saavedra, Arana y Santos) no escarmienten ni con “palos” electorales. Saavedra ya fue candidato en el año 2002 a la alcaldía provincial de Cajamarca con la camiseta de la UPP. No sacó ni 800 votos, ni para el té. Arana y su movimiento virtualmente fueron barridos del mapa electoral en el año 2010 (elecciones municipales y regionales).El único alcalde provincial que ganaron, el de Chota, hoy éste es procesado judicialmente por un desbalance patrimonial. Además sé por la rama de mi familia chotana que este alcalde en el pasado amasó una fortuna proveniente del lavado de dinero. Provecho.

El pueblo es sabio y sabrá votar en el año 2014 o 2016 en contra de estos mini-partidos. No merecen el respaldo popular.

Por último, lean los dos esclarecedores libros del autor James Lockhart, titulado: Los de Cajamarca (1986 y 1987), que narran las historias de los 168 conquistadores; los que tuvieron caballos se aliaron con los de a pie, armaron o tejieron alianzas políticas y fundaron las conocidas argollas, según su parecer y conveniencia. Luego se iniciaron una lucha fratricida de nunca acabar. Algo de esto ha sobrevivido en la región de Cajamarca con los actores mencionados. Frente al Proyecto Minas Conga y el rechazo que exclama el pueblo mayoritario y que dicen los mini-grupos de izquierda:
1) Pueblo de Cajamarca: Conga no va

2) Patria Roja: Conga no va

3) Tierra y Libertad: Conga no va

4) Los extremistas: Conga no va

Entonces, la pregunta cae de perilla: ¿por qué no se juntan los izquierdistas?

No se unen por marcados intereses personales, en la actualidad destripándose mutuamente o esperan negocios turbios u otros intereses subalternos, difícil de descifrar. Luego echan la culpa al imperialismo yankee y al suscrito por ser el mensajero de la mala noticia o como me sucede ahora amenazan con castigarme con las rondas urbanas de Cajamarca. Los que producen los hechos políticos a veces buscan los “chivos expiatorios” y no son capaces de asumir su propia responsabilidad. Siempre con “mala leche” echan la culpa a otros. Ven a veces “la paja” en el ojo ajeno y no la viga puesta en sus propios ojos. En este escenario todos pierden, unos más que otros. Si Conga se impone es por los errores estúpidos de estos politiqueros, porque de políticos lo que tienen es el lado oscuro, el del aprovechamiento personal e indebido, sin ética y sin moral.


*Reinhard Seifert, egresado de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt del Meno/Alemania y de la Sorbona, Universidad de París I-Francia. Ex Presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca (2002-2007). Actualmente es asesor del mismo organismo. C.E. 278095, Cél.: 954 189 418, Correo electrónico: rseiferts@gmail.com.

NUESTRA EPOCA



EXPOSICIÓN

Este no es un periódico más que viene a servir intereses determinados. No nos lo consentiría nuestro orgullo de escritores nuevos no contaminados con ninguna vergüenza ni con ninguna responsabilidad. Este es un periódico totalmente nuestro. No lo sacamos por cuenta de ninguna facción política.

Nos parece indispensable decirlo para que no se nos achaque ni se nos busque vinculación o afinidad con alguno de los ramplones y estólidos partidos que, alternándose en el poder, se alternan también en el desprecio popular.

Sale “Nuestra Época” en una hora de órganos electorales y de abigarrados pasquines, grotescos y mercenarios todos, para encender una luz limpia y firme en medio de tanta tenebrosidad y de tanta sordidez. Nos proponemos quemar, acaso inútilmente, el organismo político del país, tan corrompido, ya que tan solo la acción material del fuego puede purificarla.

No vamos a hacer un periódico de procacidad y grosería. Nuestras plumas, que tan buena y cariñosa hospitalidad reciben en los hogares de la prensa metropolitana, no son capaces de encanallarse ni de renunciar a los atributos de su dignidad y de su decencia.

Sacamos este periódico y le ponemos “Nuestra Época” porque creemos que comienza con nosotros una época de renovación que exige que las energías de la juventud se pongan al servicio del interés público. Y, en plena juventud, comprendemos nuestro deber de concurrir a esta reacción nacional con toda nuestra honradez y con toda nuestra sinceridad ardorosas y robustas.

Aportamos a esta obra el conocimiento de la realidad nacional que hemos adquirido durante nuestra labor en la prensa. Situados en el diarismo, casi desde la niñez, han sido los periódicos para nosotros magníficos puntos de apreciación del siniestro panorama peruano. Nuestros hombres figurativos suelen inspirarnos, por haberlos mirado de cerca, un poco de desdén y un poco de asco. Y esta repulsa continua nos ha hecho sentir la necesidad de buscarnos un camino propio para afirmarla y para salvarnos de toda apariencia de solidaridad con el pecado, el delito y la ineptitud contemporáneos.

No crea el lector que NUESTRA ÉPOCA aparece para perfilar dogmas. Es un periódico doctrinario. Pero no es un periódico que aspira a actuar presuntuosamente como maestro ni como catedrático. Se equivocará muchas veces seguramente. Sólo que cuando se equivoque no le habrá pagano* nadie su error.

El programa político de NUESTRA ÉPOCA es bien sencillo. Dos palabras podrían definirlo: decir la verdad. Esto nos parece que sobra para exhibirnos emancipados de la tutela de los intereses creados y de las gentes incapaces que, amparados por esos apellidos sociales y esas reputaciones falsas que decoran este teatro criollo y estúpido de la política nacional, medrarán a su gusto hasta que la patria deje de ser una especie de casa de tolerancia con beneficios prácticos para unos cuantos a costa de la prostitución de los demás.

NUESTRA ÉPOCA es también un periódico literario. Representará no sólo la capacidad estudiosa y el esfuerzo reformador de la juventud intelectual a que pertenecemos. Representará asimismo la aptitud artística. Y la representará con la misma pureza. Aparecerán en estas páginas prosas y versos selectos de los jóvenes consagrados ya por el aplauso público.

Queda así apuntada rápidamente, lo más rápidamente posible, la significación de NUESTRA ÉPOCA. Únicamente nos resta una advertencia final y tranquilizadora. La de que, aunque somos literatos, no haremos literatura en la política, ni haremos política en la literatura.


NUESTRA ÉPOCA
Lima, 22 de junio de 1918
Año 1 Nº 1
8 páginas
Página 1
23.5 x 34 cms
* Podría ser: “no le habrá pagado nadie su error” o
“no le hará pagano a nadie su error”


Con esta serie se inicia el trabajo de preparación del

CENTENARIO DEL SOCIALISMO PERUANO
1918 - 22 DE JUNIO - 2018


Primeramente son presentados los artículos de José Carlos Mariátegui:

1- EXPOSICIÓN, donde apunta rápidamente la significación del periódico.

2- EL DEBER DEL EJÉRCITO Y EL DEBER DEL ESTADO, donde analiza el aparato militar.

3- LA REORGANIZACIÓN DE LOS GRUPOS POLÍTICOS, donde analiza el aparato burocrático.

Luego se comentará la Exposición y vicisitudes del periódico. Y los dos artículos que son el primer análisis del aparato burocrático-militar en nuestro país. Como el Estado actual sigue siendo el que analizara y enfrentara JCM, los tres artículos conservan actualidad y vigencia.

Seguidamente se expondrá el concepto de época, la comprensión de épocas anteriores y la época actual. Y la importancia del Centenario como motivador de la preparación de la organización del Socialismo Peruano.

Ya es evidente que el modo de producción capitalista está en su etapa terminal. Ya es evidente que estamos en el inicio de una nueva época del devenir social Y al cambiar de propiedad será cierto que “la máquina es la redentora de la humanidad”

Ragarro
22.06.12

viernes, 22 de junio de 2012

CUARTA GENERACIÓN Y EL CENTENARIO DEL SOCIALISMO PERUANO


José Carlos Mariátegui con dirigentes obreros


CUARTA GENERACIÓN Y EL CENTENARIO
DEL SOCIALISMO PERUANO
1918 - 22 de junio – 2018



La Cuarta Generación del Socialismo Peruano, para ser consecuente con su tarea generacional, de reiniciar la preparación de la organización, requiere reivindicar su posición ante el hecho histórico suscitado el 22 de junio de 1918 en que nace el primer periódico del Socialismo Peruano, Nuestra Época. Y ante la verdad histórica de las ideas expuestas en dicha prensa proletaria.

A seis años del centenario, transcurren ya 94 años de perseverante labor de cuatro generaciones políticas. Cada una con sus respectivas tareas concretas. Pero, en el debate político actual todavía se discuten temas como la cuestión nacional, el comunismo incaico, el nombre del Partido Socialista del Perú, carácter de la Revolución Peruana, elecciones y el sufragio universal, izquierda democrática y otros. Todo por haber ignorado, menospreciado y hasta despreciado la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui.

Es necesario partir de la verdad histórica del legado del Amauta. Verdad histórica que se inicia en 1918, cuando José Carlos Mariátegui junto a César Falcón, fundó la revista “Nuestra época”. Publicados los días 22 de junio y 6 de julio. Teniendo como colaboradores a Abraham Valdelomar, Félix del Valle, Percy Gibson, Carlos del Barzo y César Vallejo. Donde expresa las siguientes palabras:

Sale “Nuestra Época” en una hora de órganos electorales y de abigarrados pasquines, grotescos y mercenarios todos, para encender una luz limpia y firme en medio de tanta tenebrosidad y de tanta sordidez. Nos proponemos quemar, acaso inútilmente, el organismo político del país, tan corrompido, ya que tan sólo la acción material del fuego puede purificarlo.

Sacamos este periódico y le ponemos de nombre “Nuestra Época” porque creemos que comienza con nosotros una época de renovación que exige que las energías de la juventud se pongan al servicio del interés público. Y, en plena juventud, comprendemos nuestro deber de concurrir a esta reacción nacional con toda nuestra honradez y con toda nuestra sinceridad ardorosas y robustas.

Aportamos a esta obra el conocimiento de la realidad nacional que hemos adquirido durante nuestra labor en la prensa. Situados en el diarismo, casi desde la niñez, han sido los periódicos para nosotros magníficos puntos de apreciación del siniestro panorama peruano. Nuestros hombres figurativos suelen inspirarnos, por haberlos mirado de cerca, un poco de desdén y otro poco de asco. Y esta repulsa continua nos ha hecho sentir la necesidad de buscarnos un camino propio para afirmarla y para salvarnos de toda apariencia de solidaridad con el pecado, el delito y la ineptitud contemporáneos.

No crea el lector que NUESTRA ÉPOCA aparece para perfilar dogmas. Es un periódico doctrinario. Pero no es un periódico que aspira a actuar presuntuosamente como maestro ni como catedrático. Se equivocará muchas veces seguramente. Sólo que cuando se equivoque por lo menos no le habrá pagado nadie su error.

Y termina, con la siguiente diferenciación: Queda así apuntada rápidamente, la significación de NUESTRA ÉPOCA. Únicamente nos resta una advertencia final y tranquilizante. La de que, aunque somos literatos, no haremos literatura en la política, ni haremos política en la literatura.

José Carlos Mariátegui
Nuestra Época, Año 1 Nº 1, 22 de junio de 1918



El legado de Mariátegui, nos demuestra que el Socialismo Peruano ha tenido un inicio muy definido sin parangón en otras latitudes. Inicio definido que no han tenido las siguientes generaciones al inicio de su gestión. Pero, con la perseverante lucha generación tras generación, sea favorable o desfavorable la situación en que le toque actuar, los activistas del Socialismo Peruano siempre han contribuido y vienen contribuyendo en la toma de conciencia del pueblo trabajador.

Finalmente, todo debe tener un propósito definido. Y el motivo central del Centenario del Socialismo Peruano, es hacer realidad el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana. Cuya meta tiene relación con el Centenario del Socialismo Peruano. Cuyo punto inicial es el 22 de junio de 1918.

Domingo Suárez
22 de Junio 2012

CÓMO ALEMANIA LLEGA A SER DOMINANTE Y LA CRISIS EUROPEA


Alemania en la “Gran Desigualdad”

Rafael Poch
La Vanguardia
21-06-2012

Contribución a la conferencia sobre Los derechos sociales en tiempos de crisis, organizada por el Gobierno Vasco. Bilbao, mayo 2012


Sobre el momento alemán en la crisis mundial

El gran reto al hablar de la eurocrisis consiste en insertar apropiadamente a Alemania en la gran crisis de civilización a la que asistimos y en el entramado de lo que se ha venido a llamar laGran Divergencia. Ese concepto, que aquí rebautizamos como Gran Desigualdad, fue acuñado por el economista y premio Nóbel Paul Krugman en un libro de 2007 que lleva por título, The conscience of a liberal. El concepto ofrece la ventaja de que permite al historiador insertar en él la evolución del capitalismo del último medio siglo -como hace nuestro ilustre historiador Josep Fontana en su último libro- que ha llevado al mundo a una desigualdad extrema en la que a una quinta parte de la población del planeta le corresponde sólo el 2% del ingreso global, mientras el 20% más rico concentra el 74% de los ingresos. [1]

Resumiendo, la tesis de Krugman que Fontana ha explotado es la de que a partir de los años setenta el Capital perdió el miedo a los factores que perturbaban, y moderaban, su sueño histórico de dominio y beneficio sin concesiones ni fisuras. Es entonces cuando, aprovechando la primera crisis del petróleo de 1973, se comienza a desmontar el pacto social de posguerra en los países del capitalismo central, pacto que incluía una cierta socialización de la prosperidad, lo que a su vez contribuía a ampliar el consumo y a alimentar el crecimiento. A partir de políticos como Carter, Reagan y Thatcher, eso se sustituye por un enfoque dirigido al enriquecimiento exacerbado de una minoría oligárquica: el enriquecimiento de los más ricos a expensas de trabajadores y clases medias.

Los salarios empezaron a contraerse (un 7% en EE.UU desde 1975 hasta 2007), la imposición fiscal a ricos y empresas se redujo, la desigualdad social se disparó, arrancó una ofensiva antisindical y se promocionaron toda una serie de consensos de liberalización comercial. La prevención de la inflación y del déficit fueron colocados en el centro de la agenda económica, lo que apartó definitivamente el keynesianismo de posguerra.

Todo eso pudo realizarse gracias a una agresiva campaña ideológica financiada por nuevas instituciones vinculadas a las grandes empresas que colonizaron el poder político e impusieron, en la academia, en los “think tanks” y en los medios de comunicación, el discurso del desmonte paulatino del Estado social, y del papel del Estado en general, en beneficio de la empresa privada (privatización). El resultado fue un asalto general a la regulación y un enorme incremento de la influencia empresarial en la política.

Liberada de sus límites políticos, y desregulada, la nueva economía dio a su vez lugar a una orgía de especulación y corrupción. El volumen de todas las transacciones financieras ha llegado a ser 75 veces mayor que el de la producción mundial total. Sólo los capitales administrados por los llamados hedge fonds pasaron de ser casi el doble que la producción mundial, en 1999, a ser treinta veces en 2010. Esa libertad invitó al público a un general endeudamiento en lugares como EE.UU o España y desembocó en la explosión de la burbuja de 2007-2008. [2]

Nación retrasada

Alemania llegó por buenas razones bastante tarde al proceso conocido como Gran Divergencia (Desigualdad). Si sus compañeros anglosajones de bloque habían perdido el miedo mucho antes y derribaban las restricciones con decisión, ella iba con mucho más tiento. Estaba en la primera línea de la guerra fría, tenía incluso enfrente a una pequeña república alemana, la RDA, “alternativa” y guardada por las divisiones soviéticas. Desde su fundación competía con aquella “alternativa” cuya base era la plena estatalización de los medios de producción y el sistema social de educación y sanidad. Por todo ello después de la guerra la RFA había elaborado uno de los consensos más sociales del bloque occidental, el llamado “Modell Deutschland” con su Economía Social de Mercado, el llamado “ordoliberalismo”, que incluía un inusitado derecho de cogestión sindical que daba a los sindicatos una notable participación en las decisiones empresariales. Sólo la tardía desaparición de la RDA desató las manos al establishment alemán occidental.

La reunificación alemana fue una anexión de la RDA, la Alemania del Este, por las fuerzas político-empresariales de la RFA, la Alemania del Oeste. En la RDA la popular rebeldía civil inicial del “Wir sind das Volk” (“el pueblo somos nosotros”) del otoño de 1989 se transformó, rápidamente, en un mucho más moldeable “Wir sind ein Volk” (“somos un sólo pueblo”) que subrayaba la unidad nacional por delante de cualquier otra consideración. Ese cambio fue muy rápido y resulta incomprensible sin tener en cuenta la frenética espiral de sucesos, súbitas experiencias y cambiantes expectativas que aquella etapa conoció. El canciller Helmuth Kohl y los veteranos políticos de la derecha empresarial de Bonn actuaron con gran maestría en aquel río revuelto y lograron en pocos meses reconducir el potencial de tercera vía que afirmaba la oposición de la RDA hacia una mera anexión restauradora sin el más mínimo cambio constitucional o de modelo. La pariedad entre el Deutsche Mark y el marco del Este que Kohl estableció fue crucial para apuntalar el cambio de la conciencia social.

En mayo de 1990, Kohl estableció la paridad 1-1 para ahorros de 6000 marcos (una fortuna en la RDA, y dos meses de sueldo de un periodista de la RFA de entonces) y de 1-2 para patrimonios más altos. Los alemanes del Este sintieron como si les hubiera tocado la lotería. En julio, Kohl les prometió convertir sus regiones en “paisajes floridos” (“blühenden Landschaften”) y lo realizó en un primer momento, por lo menos en la imaginación, con la mencionada paridad que confirmó a corto plazo la promesa de prosperidad material. En aquella euforia cargada de promesas de abundancia, los discursos y voluntades mayoritariamente verdes y socialistoides de escritores, intelectuales y disidentes del Este, se disolvieron como un bloque de hielo al Sol.

La gran reunificación

La reunificación nacional alemana (1990) coincidió con una reunificación superior: la gran reunificación mundial del triple ingreso, de la URSS y el bloque del Este, de China y de India (en total 1470 millones más de trabajadores) en la economía mundial. El ingreso de esa masa laboral duplicó el número global de trabajadores y alteró la correlación de fuerzas mundial entre Capital y Trabajo en beneficio del primero. Ese cambio supuso un reto muy importante para la economía, eminentemente exportadora de Alemania y dio lugar a una estrategia exportadora particular para ponerse a tono con la maximización de beneficios, con la Gran Desigualdad, y con las nuevas condiciones internacionales de competitividad. Bajo la batuta de suestablishment político-empresarial, la “sociedad organizada” que es Alemania demostró su capacidad de adaptación.

El gobierno de transición de la RDA había creado una institución fiduciaria, el Treuhandanstalt, en cuyas manos se puso la administración de toda la propiedad del país con la misión de, “mantenerla para el pueblo de la RDA”.Ya en junio de 1990 el primer gobierno electo de la RDA, dominado por los satélites de la CDU de Helmut Kohl, convirtió el Treuhandanstalt en un aparato para la privatización, vía restitución (a antiguos propietarios) o venta, de la propiedad pública. Una posibilidad de tercera vía socializante fue convertida, sin la menor consulta social expresa, en mera restauración del orden anterior a la existencia de la RDA mediante la privatización del patrimonio nacional. El proceso fue menos cleptocrático que en otros países del Este, por no hablar de la URSS, pero en esa restauración los alemanes del Este, antiguos teóricos copropietarios del pastel, fueron excluidos y desposeídos, lo que el posteriormente ministro del interior, Otto Schily calificó de “gigantesca expropiación”.

Para 1994, 8000 empresas del Este ya estaban en manos de “inversores privados” del Oeste, habían sido cerradas o adquiridas a precio de ganga, y 2,5 millones de los 17 millones de habitantes de la RDA se habían quedado sin trabajo, porque el tejido industrial de su antiguo país había desaparecido, en gran parte como consecuencia de la catastrófica asfixia que la paridad monetaria entre el Deutsche Mark y el marco de la RDA, el recurso de Kohl para voltear la conciencia social y ganar las elecciones, había tenido para las empresas del Este.

El objetivo político cortoplacista de Kohl de la reunificación, lograr que los conservadores alemanes se mantuvieran en el poder gracias al voto de los 17 nuevos millones de electores del Este, se logró: Kohl y su CDU se mantuvieron ocho años más en el gobierno. Pero el coste económico fue astronómico.

El desarrollo de Alemania del Este costó “dos billones de euros” y ha sido descrito como, “el mayor programa keynesiano de la historia”. Exigió nuevos impuestos, grandes desembolsos sociales para cubrir a millones de nuevos parados y jubilados, enormes inversiones ambientales y en infraestructuras que se restaron a la innovación productiva y generaron grandes deudas públicas. La política de Kohl en la reunificación fue una victoria política que desencadenó una crisis económica de diez años: diez años de endeudamiento y grandes gastos tras la reunificación es lo que explica el actual apego alemán por la austeridad, mucho más que el tópicamente citado recuerdo de la gran inflación de la República de Weimar sobre la que ya no hay memoria generacional viva. Un importante observador financiero evoca así aquella época:

“La reunificación fue exitosa sólo parcialmente. Con ella no sólo tuvimos unos costes laborales por unidad mayores que nuestros vecinos, sino que nuestra cuenta corriente estuvo en profundos números rojos durante toda una década. No digo que la reunificación se hiciera bien, sino que hace sólo unos años Alemania sufrió un déficit continuado y elevados costes salariales, por lo que fue descrita por nuestros queridos amigos anglosajones como “el enfermo de Europa”. [3]

“Drang nach Osten”

Ese contexto de endeudamiento y grandes gastos fue el medio ambiente en el que la mayor economía europea se amplió hacia el Este, en un doble sentido, tanto su Este, la ex RDA, como el Este de Europa, convertido en patio trasero alemán. En ambos casos contó con una vasta reserva de mano de obra barata, lo que tuvo profundas consecuencias, primero para el conjunto de los trabajadores alemanes y luego, como veremos, para los europeos en general y los meridionales en particular. En Alemania del Este la desindustrialización y el desmoronamiento impidieron que los sindicatos arraigaran en lo que era un tejido social laboralmente derrotado, con ciudades industriales vaciadas por la emigración provocada por la quiebra de empresas y sectores industriales enteros. En el conjunto de Alemania, la afiliación sindical a la DGB cayó de 11 millones en1991 a7,7 millones en 2003. La capacidad sindical de negociación y cogestión empresarial aún cayó más.

En esa situación de debilidad sindical la respuesta empresarial fue un recorte salarial sin precedentes que se presentó a los sindicatos, entre grandes presiones y bajo la amenaza de deslocalizar las empresas hacia países como Eslovaquia, Polonia, o Hungría con salarios mucho más bajos. Entre 1998 y 2006 los costes laborales cayeron en Alemania y los salarios reales retrocedieron durante siete años consecutivos

En la estrategia alemana de rearme económico, la bajada salarial combinada con la adopción del euro, que eliminaba trabas de cambio, y con una estricta política monetaria del Bundesbank, desembocó en una explosión exportadora y de competitividad de los productos alemanes que ganaron mayor cuota de mercado a costa de sus competidores europeos.

Un éxito desestabilizador para el euro

Desde la introducción del euro, virtual en 1999, efectiva desde 2002, la industria alemana más que dobló sus exportaciones (que a comienzos de los noventa representaban el 20% de su PNB y en 2010 el 46%). Mientras tanto los salarios subían en el resto del continente, un 15% en Francia y entre el 25% y el 35% en España, Portugal, Grecia e Italia. [4]

En una unión monetaria, el auge del superávit exportador alemán significaba déficit para otros. Entre 2004 y 2011, la producción de automóviles francesa e italiana cayó un 30% mientras la alemana aumentaba un 22%. [5] En 2007 Alemania obtuvo un superávit comercial de casi 200.000 millones de euros. Mientras, 19 de los 27 países de la UE registraron déficit en su comercio exterior. Los bajos salarios alemanes contribuyeron también a ese déficit de los otros porque debilitaron el consumo de Alemania, es decir las importaciones de la nación más poblada de la eurozona. Sin embargo no había sensación de crisis en el sur de Europa: los países meridionales de la eurozona comenzaron a recibir enormes flujos de capital alemán, resultado de los beneficios exportadores, que anestesiaron la pérdida de competitividad con dinero prestado a tasas de interés muy bajo establecidas a la medida de Alemania.

La política económica alemana, resultado directo del shock de la doble reunificación de 1990, no sólo disparó los desequilibrios internos entre países de la eurozona, sino que, en el contexto general de una desatada y frenética búsqueda del beneficio, alimentó su falsa economía y crecimiento. El aparente “España va bien”, con su orgía de ladrillo, dinero fácil y destrucción facinerosa del entorno, así como el festival inmobiliario irlandés o las fantasías contables griegas en el contexto de los juegos olímpicos de Atenas, son así inseparables, y guardan una relación directa con el resurgir económico-exportador alemán, que se presenta inocentemente como su antítesis.

El nacimiento de una leyenda

Desentenderse de eso y hacer ver que la situación es resultado del maniqueísmo entre países virtuosos y manirrotos, denota una gran desvergüenza, porque el problema no es nacional. La crisis fue desencadenada por el sector privado, especialmente por los bancos que financiaron la pirámide inmobiliaria que se desmoronó. Los bancos alemanes que gestionaron especulativamente el enorme capital del superávit exportador alemán también fueron protagonistas de la pirámide. [6] Para atajarla, los países europeos dieron a los bancos 4,6 billones de euros desde 2008, la cifra facilitada a principios de 2012 por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Además, hubo otro enorme desembolso de dinero público en los programas de estímulo keynesianos del 2008. Todo ello incrementó, evidentemente, la actual deuda pública.

Entre 2008 y 2009, Alemania rescató a sus bancos con 480.000 millones de euros. Uno de ellos el HypoReal Estate tuvo que recibir 100.000 millones, porque estaba hundido hasta el cuello en créditos hipotecarios de Estados Unidos. El Deutsche Bank se deshizo a tiempo de gran parte de su basura financiera americana, por lo que tiene una docena de pleitos judiciales por estafa en aquel país. Los documentos de esos casos demuestran que los ejecutivos del banco conocían perfectamente el carácter estafador de sus ventas y ofertas. En 2007 los documentos del Deutsche Bank presentaban como dinámico y prometedor el mercado inversor español. En el caso de los Landesbanken, las cajas de ahorro regionales, por lo menos tres de ellas (Bayern LB, HSH Nordbank y WestLB) tuvieron que ser rescatadas con dinero del contribuyente.

Que hoy el debate esté centrado en la crisis de la deuda pública, o sobre la deuda privada concebida exclusivamente como desmadre meridional, omitiendo de la narración al casino que la ocasionó, se debe, fundamentalmente, al fuerte control que el poder financiero ejerce sobre gobiernos y medios de comunicación, lo que le permite imponer la leyenda que más le conviene.

El gobierno alemán ha sido particularmente activo en ese frente. Su nacional-populismo acerca de que el problema son unos países del sur gastadores que no ”hicieron sus deberes” y en los que la gente común vivió “por encima de sus posibilidades”, le ha permitido canalizar el descontento de los contribuyentes alemanes por los centenares de millones transferidos a los bancos como consecuencia de la irresponsabilidad de estos invirtiendo en el casino global. Reconocer la realidad significaría revisar los últimos veinte años de política económica y social alemana que se han vendido como exitosos y modélicos para el resto de Europa. En realidad sólo fueron exitosos para los empresarios y para los más ricos.

Veinte años nos contemplan

Desde la reunificación, la economía alemana ha crecido alrededor de un 30%, pero el resultado no ha sido una prosperidad general, sino un enorme incremento de la desigualdad. Desde 1990 los impuestos a los más ricos bajaron un 10% y la imposición fiscal a la clase media subió un 13%, los salarios reales se redujeron un 0,9% y los ingresos por beneficio y patrimonio aumentaron un 36%. Desde el punto de vista de la (des) nivelación social, Alemania es hoy un país europeo normal: el 1% más rico de su población concentra el 23% de la riqueza (una relación similar a la existente en Estados Unidos) y el 10% más favorecido el 60% de ella, mientras la mitad de la población sólo dispone del 2%.

Hito de la estrategia post reunificación que puso a la rezagada Alemania en línea con la Gran Desigualdad fue la llamada Agenda 2010, el programa de recortes socio-laborales aprobado en 2003 por el gobierno de socialdemócratas y verdes del canciller Gerhard Schröder y que se presenta como modelo continental. Siguiendo la pauta de la Gran Desigualdad en Estados Unidos años atrás, la Agenda 2010 vino precedida de una intensa campaña propagandística a cargo de instituciones empresariales que bombardearon a la opinión pública con diversos mensajes fraudulentos como la “insostenible explosión de costes sociales”, el imperativo de las tendencias demográficas por envejecimiento de la población y otros.

Se afirma, por ejemplo que los costes de la sanidad crecieron un 71% desde 1991. La realidad es que Alemania ha seguido gastando más o menos lo mismo, alrededor del 10% de su PIB en sanidad. Igualmente la campaña afirma que la demografía determina una jubilación más tardía, lo que no resiste un somero análisis: en el siglo pasado la parte joven de la población alemana cayó de un 44% a un 20% y el bloque de los jubilados pasó de representar el 5% de la población al 17%, mientras la esperanza de vida aumentaba por encima de treinta años. Todo eso no dañó los sistemas sociales, sino al contrario: fue en ese contexto que el Estado del bienestar alemán se desarrolló en su máxima expresión.[7] Instituciones como la “Fundación Bertelsmann”, la más rica del país, vinculada a Bertelsmann Ag, el mayor consorcio mediático de Europa (100.000 empleados en 60 países) tuvieron un papel central en convencer a los alemanes de la necesidad de reducir el papel y el tamaño del Estado, recortar prestaciones sociales, bajar los salarios y flexibilizar el mercado de trabajo. [8] Como consecuencia de la Agenda 2010 Alemania se despidió de buena parte de lo que había caracterizado a su modelo de posguerra.

Un nuevo “milagro alemán” (pero con trucos)

La Agenda 2010 abrió la puerta a la privatización de las pensiones (su creador, Walter Riester, ministro socialdemócrata de trabajo, fue invitado por la UGT a un seminario español sobre la materia), redujo subsidios, aumentó la edad de jubilación y flexibilizó el trabajo institucionalizando un segundo mercado laboral de empleos precarios y mal pagados al lado del tradicional. Aunque su contribución al crecimiento ha sido estimada en un 0,2% [9] el gran reajuste de socialdemócratas y verdes de 2003 fue presentado como un gran creador de empleo, cuando la simple realidad es que se ha repartido el mismo trabajo entre más personas al convertir empleos a tiempo completo en empleos a tiempo parcial, como demuestra el hecho de que el número de horas totales trabajadas apenas haya cambiado desde 1991 pese a la reducción del paro. [10]

El aumento del empleo registrado en los últimos años, que se vende como un “milagro”, se registra sobre todo en el sector precario. El sector de salarios bajos que en 1995 implicaba al 15% de los trabajadores emplea hoy al 25%, a uno de cada cinco trabajadores, y se ha expandido tres veces más rápido que el sector tradicional. El 42% de ex empleados del sector tradicional que han perdido su empleo encuentran trabajo en el sector de salarios bajos. Sólo un 15% de los parados de larga duración fueron contratados en 2011 en el sector tradicional. La estadística oficial, que ha barrido debajo de la alfombra a por lo menos un millón de parados (no inscritos en la Agencia de Empleo, mayores de 57 años, etc.) informa que el 71% de los nuevos empleos son “atípicos”, es decir precarios, parciales, temporales, “autónomos”, etc. Hay 8 millones de empleados a tiempo parcial, con contrato limitado, minijobs, autónomos, etc. [11]

La legendaria y nacional-populista mentalidad que se ha impuesto en Alemania afirma la fábula de la cigarra y la hormiga. Dice que “las duras reformas que nosotros hicimos, ahora las deben hacer quienes han vivido del cuento”. Este nuevo y negativo aleccionamiento alemán, está en el centro del discurso político nacional y se ha impuesto a otros países. Tiene claros elementos de fraude.

Entre 2002 y 2007, en cinco años, Alemania redujo su déficit estructural desde el 3,5% del PIB en 2002, al 0,6% en 2007, lo que arroja una reducción total del 2,9%, es decir 0,6 puntos porcentuales anuales. Según la OCDE, entre 2009 y 2011 Grecia ha reducido su déficit estructural desde el 12,8% hasta el 1,8%, es decir 6 puntos anuales. “En otras palabras”, explica Sebastian Dullan, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, “en un año Grecia ha reducido su déficit el doble de lo que Alemania hizo en cinco años”. La situación de España y Portugal no es muy diferente. El déficit estructural español se ha reducido del 9,5% en 2009 al 1,9% en 2012. El de Portugal del 9,5 en 2010, al 2,2 en 2012. Entre 2010 y 2011 ambos países han consolidado más de lo que Alemania hizo en cinco años. Y lo mismo pasa con salarios: entre 2003 y 2007 los salarios reales cayeron un 3,3% en Alemania. En Grecia han caído un 13% entre 2009 y 2011, de nuevo el doble en un año que Alemania en cinco, y en Portugal y España, un 10% y un 7% respectivamente en tres años. “El problema no ha sido la falta de voluntad de griegos, españoles y portugueses para corregir sus problemas de déficit”, dice Dullan.

El descubrimiento del Mediterráneo

Que la situación económica alemana se presente como modelo en el contexto de la eurocrisis ignora, además, algo tan básico como las vivas diferencias entre sistemas capitalistas existentes en el seno de la eurozona. Tras siglos de convivencia en Europa, Alemania parece no haber descubierto aún el Mediterráneo, en el sentido más literal de la expresión.

Los sistemas denominados de “capitalismo mediterráneo” de países como Portugal, España, Italia o Grecia, no pueden compararse con las “economías coordinadas” del norte de Europa, como Alemania, mucho más organizadas, con un sistema de salarios integrado en el sector privado y una educación y formación profesional organizadas hacia aquél. A ello se suma una mayor capacidad de acuerdos sindicales en materia de salarios y jornadas. Esa mayor organización general interna permite formular estrategias impensables en el Sur y es lo que define la ventaja comparativa de Alemania en la manufactura en su contexto europeo. Alemania tiene una estructura económica particular; industrial, exportadora, con fuertes empresas medianas y pequeñas que son líderes mundiales y también con grandes consorcios multinacionales. Transplantar sus recetas a otros países europeos sin atender a las diferencias estructurales, es tan absurdo como pretender convertir en España a Andalucía en un País Vasco. Ignorar la diferencia interna de capitalismos y pregonar un modelo del Norte para todos con reformas estructurales ortodoxas, es no comprender lo más básico: la propia realidad y diversidad de Europa. [12]

La actual euro-receta alemana contra la crisis, centrada en la política de austeridad y en la disciplina para imponerla, tampoco parece entender la diferencia existente entre países de una unión monetaria y empresas. Como dice Heiner Flassbeck, ex secretario de Estado alemán de finanzas y actual economista de la UNCTAD, “Alemania no ha entendido que la competición entre naciones en una unión monetaria como la eurozona, es ir contra tus clientes”. De momento el superávit comercial alemán aguanta gracias al incierto crecimiento de la demanda en China y otros lugares, pero la ruina de los socios europeos podría volverse a medio plazo contra ella, pues Alemania exporta la mitad de su producto nacional y el 40% de esa mitad se vende en Europa. [13] Mientras tanto, su aplicación está siendo desastrosa para los países del sur de Europa y lo será también para la cohesión europea. El caso del “rescate de Grecia” es paradigmático.

La sociedad de ese país se siente, “como en un laberinto con todas las salidas bloqueadas”. Con la aplicación de la receta alemana, los salarios se han recortado entre un 20% y un 25%, la producción ha caído un 11%, la recaudación fiscal un 18% desde el año pasado, 60.000 empresas han cerrado desde verano, los funcionarios sufren impagos durante meses, en los hospitales, que acusan el recorte del 40% del presupuesto de sanidad en 2010, falta material, y en las escuelas libros. Más del 70% del dinero ahorrado se destina al pago de la deuda, sin embargo la deuda no disminuye, sino que aumenta: era del 120% del PIB en 2010, y es del 170% del PIB en 2012, después de dos años de ajuste. [14]

El “rescate de Grecia” es el seudónimo del gran capítulo europeo del rescate público del sector financiero en el que la austeridad de los pobres, no responsables de la crisis, paga los platos rotos. El grueso de los 199.000 millones del segundo fondo de “rescate a Grecia” (130.000 millones del propio fondo, más 69.000 millones de restos no utilizados del primero e importe de cambio de bonos), se destina a los bancos: 93.000 millones para la quita de los creditores privados, 35.000 millones en garantías de bonos depositados en el BCE, 23.000 millones para recapitalizar a los bancos griegos, 30.000 millones para incentivar el canje de bonos viejos por nuevos y 5500 millones para pagar viejos intereses de deuda. [15]

La degradación griega, que ahora comienza en España y otros países del Sur, genera a la vez un encarecimiento especulativo del pago de la deuda y un flujo de dinero de dirección inversa al que se produjo en Europa durante los años de la burbuja inmobiliaria. Si entonces el dinero del superávit exportador alimentaba la especulación inmobiliaria con un río de capital de dirección Norte a Sur, ahora es el dinero asustado del sector privado del Sur el que busca refugio en la deuda pública alemana, que se refinancia a intereses de risa gracias a la miseria de sus socios del euro. [16]

Desintegrando la Unión

En los últimos dos años, el discurso alemán sobre esta situación ha consistido en una mezcla de aleccionamiento, la prédica de una Europa virtuosa del Norte a una Europa manirrota del Sur, y de “bravuconería” autoritaria, por utilizar el término empleado por el ex canciller Helmut Schmidt. Políticos y publicistas se han dedicado a sostener una retórica nacionalista muy disolvente, enfocada a la “pereza” e ineficacia del capitalismo mediterráneo y combinada con un lloriqueo constante por la cuantía del desembolso de dinero alemán.

En el primer fondo de “rescate griego”, Alemania aportó 36.000 millones sobre un total de los 130.000 millones aportados por todos los socios del euro. En términos absolutos fue el Estado que más aportó, por la sencilla razón de que Alemania tiene la mayor economía y la mayor población de Europa, pero seis países aportan más que Alemania en una cuenta per cápita y otros diez, incluida España, la superan en la parte del PIB dedicada a ello. El dinero no se regala sino que es un crédito a un interés considerable: en 2010 el rescate griego le reportó a Alemania 198 millones de euros. Pero sólo en Alemania hay una verdadera queja nacional de una opinión pública desinformada sobre esta situación. La clase política alimenta esa queja con su populismo y a la vez es esclava de ella.

Con ese discurso Alemania ha abierto una caja de Pándora muy peligrosa porque divide a Europa y ofende a sus pueblos. Lo hemos visto en Grecia donde se demoniza a Alemania, y se empieza a ver en España. Alemania no es consciente de lo que está sembrando.[17]

En este contexto, es importante enfatizar, contra cualquier nuevo antieuropeismo reactivo, la bondad y conveniencia de la Unión Europea.

Vista con perspectiva histórica, la Unión Europea es una buena solución a lo que había antes: naciones que guerreaban constantemente entre sí. Por eso hay que conservarla, reformándola y sin pedir peras al olmo, es decir sin pretender hacer un superestado europeo asentado sobre el narcisismo de la imagen idealizada de Europa cultivada por el establishment de Bruselas. En la proyección exterior de la Unión Europea, hay que conformarse con una ambigua y paquidérmica estructura común que no le complique la vida al resto del mundo. Lograr que esa estructura no sea imperialista en el siglo XXI, ya sería un enorme avance histórico. [18]

Desde el inicio de la crisis la aportación alemana al funcionamiento de la Unión Europea está siendo nefasta: si desde su origen elestablishment de funcionarios no electos de Bruselas fue muy poco democrático, la intervención del poder alemán lo ha hecho aun más autocrático en lo que en esencia es una defensa de los desmanes del poder financiero y un rechazo de políticas solidarias. El resultado es doblemente disolvente: un creciente resentimiento contra Alemania en el Sur por una política que conduce a la catástrofe, y un desencanto europeísta en sociedades, como la española, que fueron profundamente europeístas.

Ofrecer a Europa el “ama de casa suaba”, estereotipo pequeñoburgués del alemán ahorrador y tacaño hasta la mezquindad, como ideal de actitud económica a los europeos meridionales, denota una falta de mundo y un espíritu provinciano notable, pero otros conceptos manejados por la canciller, como el de una “democracia adecuada a los mercados” (“Marktkonforme Demokratie”) sugieren un inequívoco propósito antidemocrático.

Merkel evocó por primera vez al ama de casa suaba como modelo en el congreso de la CDU de 2008. La “democracia adecuada a los mercados” se estrenó en una entrevista con la emisoraDeutschlandfunk, el uno de septiembre de 2011. Merkel dijo entonces, “vivimos en una democracia parlamentaria y, por tanto la confección del presupuesto es un derecho básico del parlamento, pese a ello vamos a encontrar vías para transformarla de tal manera que pueda concordar con el mercado”. Teniendo en cuenta que el “pacto fiscal” y la “regla de oro”, el tope de gasto elevado a precepto constitucional, ya ilegaliza cualquier política de gasto keynesiana que aspire a dar al Estado un papel financiero activo, el concepto suena a receta para el cambio de régimen, lo que en países intervenidos o con gobernantes no electos de Goldman Sachs impuestos por Berlín y Bruselas, suena bastante real.

Cuando todo eso se hunde, Merkel propone “más Europa”, pero siempre bajo la rigidez de la austeridad y de la disciplina requerida para hacerla cumplir. La aportación de los conservadores alemanes a una Europa empresarial en la que ya quedaba poco del espíritu de la tradición política francesa (Libertad, Igualdad, Fraternidad), está siendo algo parecido a un intento de afirmar una Europa bismarckiana cuyo lema podría ser “Autoridad, Desigualdad, Austeridad”. Así, los problemas que rodean al despropósito del pacto fiscal alemán se intentan resolver con otro despropósito aún mayor: más Europa en clave alemana. La pregunta es quién quiere vivir en la “democracia acorde con el mercado” (Marktkonforme Demokratie) sugerida por Merkel.

Una ambición errática

Pero, ¿qué quiere Alemania? ¿Cómo se ve Alemania a sí misma en su actual papel? Entre 2010 y 2012 se ha pasado de cierto hartazgo por no poder seguir siendo una especie de “gran Suiza” sin responsabilidades exteriores, incluso con tentaciones euroescépticas y sueños de restablecimiento del Deutsche Mark, socialmente añorado como símbolo de unos tiempos menos injustos y complicados en los que el protagonismo alemán en Europa era principal pero al mismo tiempo discreto y colegiado con Francia, a cierta jactancia, expresada en aquel “Europa habla alemán” pronunciado por el jefe del grupo parlamentario de la CDU, el partido de la canciller Merkel, Volker Kauder, en el congreso de noviembre en Karlsruhe. De las dos actitudes, la primera carece de futuro, pues el euro es parte central de la estrategia alemana y sin él Alemania perdería gran parte de su actual peso específico. Hay, entonces, que concentrarse en la segunda, ¿busca Alemania una hegemonía europea e incluso superior: volver a afirmarse como Cuarto Reich económico? Deseos y señales en ese sentido no faltan, pero el propósito es tan ilusorio y miope como el malhumorado “nosotros solos” euroescéptico.

Veinte años después de la reunificación ya es hora de iniciar una política exterior propia que supere los “complejos de inferioridad” que dejó la historia, dice el editor de Die Welt, Thomas Schmid, un intelectual conservador que marca línea. Con Helmut Kohl la línea era, “empaquetar los intereses alemanes de forma consecuente en intereses transatlánticos y sobre todo intereses europeos, de tal forma que el interés nacional resultaba al final irreconocible”, dice. Ahora es el momento de que “la nación más fuerte de Europa” rellene ese vacío. “No queremos hacer sombra a nadie, pero exigimos nuestro lugar al sol”. Como, “principal accionista de la Unión Europea”, como “su mayor beneficiaria” y sobre todo como “gran centro de poder económico”, Alemania tiene, “la misión de ir al liderazgo”, señala la directora de “Internationale Politik”, revista del principal think tank alemán en materia de política exterior y seguridad, la DGAP, cuyo último número se titula “Yendo al liderazgo” (In führung gehen). Ulrich Speck, uno de los autores de este centro patrocinado por el ministerio de exteriores y los grandes consorcios, propugna un nuevo papel alemán en el “renacimiento de Occidente” cuyo fundamento sería una Unión Europea que Berlín debe, “utilizar como palanca de estrategias alemanas de política exterior”. [19]

“Europa necesita el sentido de estado alemán (Deutscher Staatskunst) para mantener estable el orden europeo en el revuelto siglo XXI”, escribe en un artículo sobre el papel de Alemania en la Unión Europea publicado por la principal revista intelectual alemana, el jurista Christoph Schönberger. [20] Hegemonía, dice, ya no es un concepto imperialista sino constitucional. El papel alemán en la UE debería ser como el de Atenas en la liga naval ática, como el de Holanda en las provincias unidas, o como el de Prusia en Alemania. Estados Unidos, continúa, está “debilitado por sus guerras” y mira hacia otras partes del mundo. En ese contexto hay que dejarse de complejos; “Alemania es más fuerte que cada uno de sus vecinos, aunque no lo suficiente como para dominarlos a todos”. En esa hegemonía alemana, a Francia le correspondería un papel “como el que caracterizó a la relación de Prusia con Baviera en la Alemania de Bismarck”, en la que el canciller de hierro atraía al campo prusiano a los bávaros, “con determinadas distinciones y acuerdos”. El autor ni siquiera se pregunta si Francia estaría dispuesta a asumir tal papel, ni por las sospechas y tensiones que despertaría un resurgir de la tradicional “desmesurada voluntad de poder” alemana apuntada por Heleno Saña. [21]

Otros autores son menos ambiciosos y se conforman con primeros pasos: “que Merkel se candidate para presidir el Consejo Europeo”.[22] Otros, en fin, ya parecen dar por supuesto el ejercicio de la hegemonía por parte de Alemania y reflexionan sobre sus contornos. En una significativa declaración que ilustra esos sueños el embajador Wolfgang Ischinger, organizador de la Conferencia de Seguridad de Munich y “responsable para las relaciones con el gobierno” del consorcio Allianz, un poder fáctico alemán, respondía así a una pregunta acerca de, “ ¿Qué debe aprender de Estados Unidos la Alemania de hoy?”: “el papel de Hegemon buenazo cuya seña de identidad es la solidaridad y la generosidad, y que en ese papel no debe esperar gratitud, sino críticas de los pequeños”.[23] Ischinger organizó, en la mencionada conferencia, un cónclave militarista con gran representación de la Otan y el complejo militar-industrial transatlántico, un panel de discusión bajo el título “el papel de Alemania en Europa y el papel de Alemania en el Mundo”. Cuando un observador objetó que el titulo correcto debía haber sido, “el papel de Alemania en Europa, y de Europa en el mundo”, el embajador no supo qué contestar.

El “Cuarto Reich” es imposible porque las cuentas no salen. En la posguerra mundial, Estados Unidos representaba la mitad de la riqueza mundial y una incomparable fuerza militar global. Su economía ascendía a 1,3 billones en 1949, cuando las de Francia y Alemania eran de unos 200 millardos la del Reino Unido de 250 millardos y la de Italia de 152. Es decir, Estados Unidos era económicamente mayor que la suma de todos los demás. Hoy la economía alemana asciende a 3,3 billones, un 25% más que Francia, un tercio más que el Reino Unido y sólo representa entre el 20% y el 25% del PNB de la Unión Europea. Su comercio depende de la UE en un 60%. Todo eso alcanza, como máximo, para ser el “mayor accionista” de la UE, papel para el que Alemania necesita a los demás accionistas. Practicar una política que va en contra de los intereses de sus socios es completamente inviable. Lo que las sugerencias y veleidades hegemónicas de Alemania en Europa evocan es miopía: los titubeos y dudas de un país demasiado potente para ser uno más en Europa, pero demasiado débil para pretender repetir un nuevo intento de dominio continental. [24]

El factor ciudadano

Si el Cuarto Reich es imposible, la necesidad de rectificar la actual línea alemana en Europa es imperiosa. Todo indica que es un camino directo al imperio de la Gran Desigualdad en Europa. En la UE ya hay 115 millones de personas en riesgo de pobreza, 23% de la población, según la estadística oficial de los 27. A ellos hay que sumarles otros 100 o 150 millones al borde de esa situación. Mientras tanto en los últimos 15 años los activos de los tres millones de millonarios europeos han crecido más que la suma total de las deudas de los países europeos. Esos capitales podrían resolver de golpe la deuda, “pero la actual aristocracia financiera tiene tan poca intención de ceder sus privilegios como la aristocracia francesa de antes de la revolución de 1789”. [25]

A favor de un cambio de línea actúan las crecientes protestas sociales y sindicales en el sur de Europa, así como los resultados de las elecciones francesas y griegas con sus programas de revisión y puesta en cuestión del “pacto fiscal” alemán. En contra, el estado de la opinión pública en Alemania y otros países del Norte, recelosa ante soluciones mancomunadas que son vistas como mera socialización de la mala gestión ajena, así como la inflexibilidad y dogmatismo de los tecnócratas. Con honrosas excepciones entre algunos de sus miembros más veteranos, la clase política alemana ha olvidado su propia historia de posguerra, el acuerdo de Londres de 1953 que recortó la deuda alemana un 50% e introdujo una moratoria de cinco años en el pago de intereses para que el país pudiera respirar. Un problema mayor es que la situación socioeconómica alemana (aún) no compromete a sus gobernantes. Merkel confía en ganar las elecciones generales de septiembre de 2013, aunque sea al precio de un gobierno en coalición con los socialdemócratas liderado por ella, como en el periodo 2005-2009, lo que no invita a un cambio de línea. Su oposición, el SPD y los verdes, apenas cuestionan los ejes de su política europea, en parte porque fueron sus mismos líderes (Steinbruck, Steinmeier, Trittin) quienes dieron en 2003 el gran impulso al programa neoliberal en el país con la Agenda 2010 que no tienen la menor intención de revisar.

La pregunta es si hay marcha atrás en Alemania. Reconocer el flagrante error de su línea significa desmontar la leyenda que hoy está en el centro del discurso político nacional. Significa el suicidio político de Merkel. Una marcha atrás sería deseable, pero enfrentaría a Europa con otro escenario inquietante: el de una Alemania humillada. Quien conozca este país sabe que tal escenario no es ninguna broma.

El factor ciudadano, una rebelión civil y sindical coordinada en Europa, o en algunos de sus países, es lo único que puede alterar la gran regresión en curso. Como dice Josep Fontana: “lo que tengamos dentro de cinco años será lo que habremos merecido”.[26]

El consenso acerca de la necesidad de fórmulas keynesianas a corto plazo es amplio, por desgracia no en Alemania, ni en la burocracia de Bruselas, ni, lo que aún es más grave, entre los gobiernos de los propios países en recesión que siguen suscribiendo la política de la soga que les asfixia. Quienes en los países más ricos creen que esa asfixia no les afecta, se equivocan, pues como dice James Galbraith, “la historia muestra que cuando la periferia de una unión económica sufre una caída de tal envergadura, eso tiene consecuencias sociales y económicas para la región central”. [27]

Crecimiento: solución y problema

Llegamos así al punto crucial, el de la salida de la crisis. Reconocer la bondad y necesidad del gasto para generar un crecimiento a corto plazo no significa que se pueda perder de vista el gran contexto de la actual crisis, que no es la situación del euro, ni la crisis financiera, sino algo claramente superior desde todos los puntos de vista.

La invocación al crecimiento para salir del agujero, proteger las conquistas sociales y ponerle coto a la contrarrevolución de la Gran Desigualdad, nos lleva directos al calentamiento global. Alimenta la caldera de la insostenibilidad ambiental, es decir agrava la crisis más genuina y principal, la del cambio global antropogénico.

Aunque la solución de la actual coyuntura de la eurocrisis sea lograr el crecimiento, el problema de nuestra verdadera crisis,también es el crecimiento.

Si el absurdo actual del neoliberalismo es pretender salir de la crisis con las mismas recetas y objetivos que la ocasionaron, la invocación acrítica al crecimiento sin matices participa de la misma contradicción.

La irresponsable y ciega persecución del crecimiento es, al mismo tiempo, la que ha creado las burbujas especulativas y la que ha hecho aumentar las emisiones globales un 40% desde 1990.

La salida estratégica de la crisis consiste en conjugar una doble e inseparable sostenibilidad, financiera y ecológica, en superar la irresponsabilidad desreguladora, de mercados y emisiones, de pagar las deudas económicas y ecológicas. El culto al crecimiento está en el origen de las dos falsas libertades: la especuladora y la emisora crematística.

La austeridad, no como medio para maximizar beneficios e incrementar la desigualdad, sino en un paradigma de cambio hacia energías renovables, con cambio de valores y, por lo menos en los países ricos, un modo de vida más modesto, no sólo es deseable, sino que es fundamental. Sin la austeridad, sin un relativo empobrecimiento de los más ricos globales que disminuya la demanda de recursos naturales y la generación de residuos, no hay salida de la crisis de civilización. Comprender eso determina que nuestro recurso al crecimiento sea muy táctico y muy dirigido al corto plazo, mientras que el objetivo estratégico debe ser más bien lo contrario: el decrecimiento, o como dice Herman E. Daly, una “economía de estado estacionario”.

El estado estacionario de una economía, “es un sistema que permite que se produzca un desarrollo cualitativo, pero no un crecimiento cuantitativo agregado”, explica Daly. “El crecimientoimplica introducir una mayor cantidad del mismo tipo de cosas, eldesarrollo supone introducir una cantidad igual de algo mejor”, dice. “La economía debe adaptarse a las reglas del estado estacionario: alcanzar un desarrollo cualitativo y frenar el crecimiento cuantitativo agregado”, porque, “el llamado crecimiento económico ya es antieconómico, está fracasando, nos convierte en más pobres y no en mas ricos”, añade.

Naturalmente, se debe distinguir entre Norte y Sur, países pobres y países ricos. En los países pobres el crecimiento del PIB aún sigue permitiendo que aumente el bienestar, siempre que haya una distribución razonable, sostiene Daly. Respecto a los países ricos, “deberían reducir el crecimiento del flujo metabólico para liberar recursos y espacio ecológico para uso de los pobres, a la vez que centrarse en los esfuerzos en el ámbito local para mejorar su desarrollo tecnológico y social, a compartir libremente con los países pobres”.

La transición energética exige enormes inversiones. Alemania el país europeo con más responsabilidad en la actual receta neoliberal de la eurocrisis es, al mismo tiempo, el más avanzado en sus planes para un cambio de modelo energético. Su sociedad es, seguramente, la más consciente y motivada de Europa hacia una transición energética. El apagón nuclear total en 2022, decidido el año pasado, va a disparar las inversiones eólicas con el objetivo de generar dentro de nueve años el 35% de la electricidad con fuentes renovables (hoy el 17%). Que ese cambio venga determinado por los intereses de los mismos oligopolios energéticos de siempre, con el beneficio en el centro y su tendencia hacia los grandes proyectos imperiales y centralizados, lanza un nuevo desafío ciudadano con miras a una “socialización”-no confundir con mera “estatalización”- del sistema energético, con creación de nuevas fórmulas e instituciones de gestión y control. [28]

No hay economía ecológica sin justicia social. El cambio energético es para vivir de otra manera. De una manera más simple, más tranquila y menos frenética. Como dice Tim Jackson, “la prosperidad tiene que ver con la calidad de nuestras vidas y relaciones, con la solidez de nuestras comunidades, y con un sentido de propósito individual y colectivo. La prosperidad tiene que ver con la esperanza. Esperanza para el futuro, esperanza para nuestros hijos, esperanza para nosotros mismos”. [29]

Alemania, como todos, está convocada a la tarea de esa reunificación superior que saque a la humanidad de la prehistoria. Puede aportar mucho. Aunque al día de hoy no haya más remedio que enfrentarse a su gobierno que lidera el programa de la GranDesigualdad, en Europa no podemos pasarnos sin Alemania, ni despreciar a esta nación para los complicados retos del siglo que nos esperan.

NOTAS
[1]
Datos del PNUD, 2005. El libro de Fontana, Por el bien del Imperio, 2012.
[2]
Rudolf Hickel. Schöpferische Zerstörung. Warum Deutsche Bank & Co. Zerschlagen werden müssen. En: Blätter für Deutsche und Internationale Politik.
[3]
Norbert Walter, ex economista jefe del Deutsche Bank, en “Is Mercantilism Doomed to Fail”. Intervención en la reunión anual del Institute for New Economic Thinking, INET, celebrada en Berlín el 13 de abril de 2012. La cifra de dos billones de euros como coste de la reunificación, es de Walter. Otras fuentes hablan de un billón de euros, es decir de un 4% del PIB alemán a lo largo de 25 años, desde 1995 hasta 2015.
[4]
OIT, datos entre 2000 y 2009.
[5]
Frankfurter Rundschau, 23/3/2012.
[6]
El Deutsche Bank, primer banco alemán, es objeto al día de hoy de pleitos del gobierno de EE.UU, de la Sociedad Loreley, de la autoridad financiera interior de Estados Unidos, del Fondo de pensiones de los profesores americanos (TIAA) y de la inspección bursátil de Estados Unidos (SEC) por manipulación y venta fraudulenta de CDO, estafa, estafa hipotecaria, etc. El banco alemán es propietario de más del 10% de las viviendas vacías de Baltimore y otras ciudades de EE.UU.
[7]
Entrevista del autor con el estadístico alemán Gerd Bosbach, en La Vanguardia Digital, 29/5/20111.
[8]
Para el papel de esa institución, así como de la manipulación mediática en Alemania, véase: Albrecht Müller, Meinungsmache. Wie Wirtschaft, Politik und Medien uns das Denken abgewöhnen wollen, 2009.
[9]
The Economist, 22/12/2007
[10]
Véase, entre otros, Die Tageszeitung, 22/2/2012. Die Hartz IV Bilanz.
[11]
Véase Frankfurter Rundschau 1/2/2012, Der Preis des deutschen “Jobwunders” NDR 26/1/2012. El tratamiento informativo de esta realidad en España da por buena la propaganda oficial; véase el informe de la agencia EFE del pasado marzo; “Alemania fue el país de la UE que mas nuevos puestos de trabajo creó en la primera mitad de 2011”, sin ni siquiera mencionar que el 75% son precarios o “atípicos”. En enero el ministro español de Economía Luis de Guindos mencionó a Alemania como “el país que no tuvo deterioro de su mercado laboral”.
[12]
Sobre la diversidad de capitalismos en la eurozona, véase Hall y Soskice, 2001, o Wendy Carlin, 2011. Understanding the Eurozone crisis. También la intervención de Carlin ante la reunión anual del INET en Berlín: The Future of Europe, North & South, Abril 2012.
[13]
Heiner Flassbeck, en Germany and Japan and the Exhaustion of Debtor Countries. INET, reunión de Berlín, 13/4/2012).
[14]
Ver, entre otros Maria Margaronis en The Nation 13/2/2012.
[15]
Financial Times Deutschland, en febrero 2012.
[16]
Alemania ganó 18.000 millones de euros entre principios de 2010 y mediados de 2011, gracias a los bajos intereses de su deuda que la crisis de los otros hace posible. Si la tendencia para los bonos a seis años se mantuviera baja hasta 2015, el país se ahorraría unos 44.000 millones en costes de interés. Estimación del Landesbank Bremen y de Die Welt, 8/11/2011. El Instituto de Economía Mundial de Kiel estima que si los actuales intereses se mantienen en su actual nivel hasta fin de año, Alemania se habrá ahorrado hasta 100.000 millones en los últimos cinco años. Financial Times Deutschland, 14/06/2012. El dato, dice el diario, “ofrece munición a quienes piden que Alemania se comprometa más en la solución de la crisis del euro”.
[17]
En 2010 le pregunté al Ministro de Exteriores Guido Westerwelle sobre el resentimiento que sembraba en Europa el discurso aleccionador de una Alemania virtuosa cuyos bancos estaban implicados hasta el cuello en las burbujas inmobiliarias. Me miró como si dijera una excentricidad. Ahora su ministerio organiza campañas de imagen invitando a Berlín a periodistas europeos para explicarles los motivos de su política.
[18]
Ver al respecto la crítica del narcisismo europeo que hace Perry Anderson en, The New Old World, 2009. También su crítica a la “alternativa” regada con salsa exclusivamente alemana que rodea al Zur Verfassung Europas, del principal filósofo alemán vivo, Jürgen Habermas, 2011.
[19]
Schmid en Internationale Politik, DGAP, Diciembre 2010. En 2008 y durante la campaña electoral de 2009, la canciller Merkel dijo en varias ocasiones que el objetivo era que Alemania saliera de la crisis “con su papel en el G-20 fortalecido”. Internationale Politik, “In führung gehen”, Mayo/Junio 2012.
[20]
Christoph Schönberger, Hegemon wieder willen. Zur Stellung Deutschlands in der Europäische Union. En Merkur, enero 2012.
[21]
Entrevista con el autor en La Vanguardia digital, 15/2/2011
[22]
Gunter Hofmann en Internationale Politik, DGAP, abril 2012.
[23]
Die Welt, 5/2/2012.
[24]
Ver al respecto la intervención del ministro de exteriores polaco, Radoslaw Sikorski el 3/2/2012 en la Conferencia de seguridad de Munich.
[25]
Peter Schwarz en WSWS, 17/1/2012.
[26]
Una interpretación de la crisis. Conferencia pronunciada en León, marzo de 2012.
[27]
En, Financial Times Deutschland, 15/4/2012.
[28]
Véase, por ejemplo, Bontrup /Marquandt, Chancen und Risiken der Energiewende. Hans-Böckler Stiftung, Marzo 2012.
[29]
En Prosperidad sin crecimiento, 2011. Las consideraciones de Daly en, Una Economía de estado estacionario. Papeles de relaciones ecosociales y cambio social, primavera 2012.
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/berlin/?p=291