miércoles, 30 de diciembre de 2015

CRISIS TERMINAL DEL CAPITALISMO: ¿QUÉ NOS DEPARA 2016?




Más allá de las elecciones

30-12-2015

La economía capitalista mundial está quebrada.

La pobre “recuperación” de la economía que hemos visto en 2015 es en realidad un espejismo. Está basada en un truco de magia: la “aparición” de dinero que se han sacado de la chistera los Bancos Centrales. También las entidades financieras privadas de todo el mundo han convertido las enormes deudas que mantienen las posibilidades de gasto de familias, empresas e instituciones, en dinero multiplicado hasta el paroxismo mediante la prestidigitación especulativa. Este es pues un dinero ficticio en una economía de magia.

Pero es una magia envenenada, pues aboca en breve a estallidos financieros sin precedentes.

De hecho, el mercado de bonos (de deudas), aquel donde empresas, países e individuos toman préstamos de dinero, es mucho más grande que el mercado de valores (las Bolsas de valores). En Estados Unidos, por ejemplo, el mercado de bonos es dos veces más grande que la Bolsa de valores de Wall Street. 

Para evitar que esa espiral de deudas hiciera estallar demasiadas empresas e instituciones, los Bancos Centrales bajaron los tipos de interés hasta niveles cercanos al 0 e incluso negativos. Aun así, las corporaciones no-financieras norteamericanas enfrentaron en 2015 una deuda de 7.7 billones de dólares. Durante los primeros once meses del año 2015 unas cien compañías globales entraron en bancarrota de las cuales 62 fueron norteamericanas. 

Pero ahora que el problema de la solvencia es peor que en 2008, la FED ha subido la tasa de interés en diciembre y tiene planeado ir alzándola más para mantener contraída la liquidez. Un aumento en la tasa de interés, por bajo que sea, afectará la capacidad de pago de la pirámide invertida de crédito existente (y de los derivados), pues la economía real, ya en recesión, no genera plusvalía suficiente como para poder soportar pagar tasas de interés en aumento. La deuda existente se tornará impagable y empezará un nuevo reguero de impagos y quiebras, que se extenderá desde las empresas hasta las familias pasando por las instituciones. En cambio, si la Reserva Federal no aumenta la tasa de interés o incluso la baja, perderá aún más credibilidad y la fuga de dólares de EE.UU. se agravará, haciendo menos creíble la economía mundial (dejando al descubierto el conjunto de trucos en los que se ha venido basando desde al menos los años 80 del siglo pasado).

La Reserva Federal se encuentra, por tanto, en la situación imposible de no poder subir ni bajar las tasas de interés en 2016. En esas circunstancias la economía queda bloqueada.

Los principales Bancos Centrales del mundo se están deshaciendo de sus dólares en deuda estadounidense. Ya hay 27 mercados bursátiles en el mundo que han perdido más del 10% desde su máximo alcanzado ese mismo año.

Cuando el dólar ya no da confianza la tendencia es a refugiarse en el oro y la plata. Por tanto, a que el precio de estos metales suba por las nubes. Sin embargo, en 2015 su precio más bien bajó. Las Grandes Corporaciones financieras han podido reducirlo mediante contratos de entrega de oro a futuro (oro en papel), muy por encima del oro físico existente. Tarde o temprano la promesa de entrega de oro físico no se va poder cumplir y esto probablemente va a hacerse realidad en 2016, año de vencimiento de esa entrega.

Cuando clientes como China, India o Rusia reclamen sus toneladas de oro físico, no sólo se podrá disparar el precio del oro y de los metales preciosos, sino implicar al mismo tiempo una caída libre del precio del dólar.

En cambio una salida bélica o incluso el simple clima bélico contra acreedores como ésos puede evitar tener que pagarles. Una economía paralizada camino de entrar en quiebra sistémica, hace que los agentes de poder en juego se tornen muy peligrosos. La salida bélica adquiere cada vez posibilidades más reales. Si aumenta la desesperación, ¿podemos esperar en 2016 una operación de bandera falsa sin parangón con las que hemos visto hasta ahora (Nueva York, Londres, Madrid, París...)?

La fortaleza del dólar es sólo un espejismo
 
Por otro lado, el hecho de que primero Japón y ahora la UE estén inventándose dinero sin respaldo alguno en la economía real (eso que ellos llaman elegantemente “flexibilización cuantitativa”), tiene como consecuencia que sus respectivas monedas se deprecien en favor del dólar. Ese dinero no va destinado a salvar empresas o familias europeas, sino a adquirir bonos del tesoro estadounidense para mantener artificialmente el precio del dólar y su papel como moneda de reserva de valor, unidad contable e intercambio internacional.

Al apreciarse el dólar, el petróleo y los principales recursos energéticos y minerales se deprecian. El precio de las principales commodities se situaba al final del año 2015 en su nivel más bajo de los últimos 16 años. El zinc, el hierro y el níquel, por ejemplo, perdieron más de un tercio de su valor en el último año. 

Con esta política de subir y bajar la moneda internacional de cambio, las Grandes Corporaciones financieras tienen el poder de subir o bajar las mercancías físicas en general, golpeando a discreción a los países exportadores de las mismas, que para colmo han de pagar los cómodos créditos del pasado en dólares más caros de hoy. El principal objetivo en estos momentos es debilitar la economía rusa, pero de paso también a otros BRICS y a ciertos países cercanos a ellos, como Irán, Ecuador o Venezuela.

El ecosistema planetario está en peligro mortal

El crecimiento capitalista está basado en la reinversión del capital excedente de cada momento. Para que el capitalismo funcione hay que conseguir oportunidades de reinversión rentable para una parte del excedente producido. Al menos para el 3% aproximadamente, si nos atenemos a la tasa de crecimiento medio del capitalismo histórico. Pero esto se va haciendo crecientemente difícil según aumenta exponencialmente el excedente y a la vez se agota el espacio de expansión y los recursos. Así, si en 1950 esa expansión suponía reinvertir con esperanzas de rentabilidad unos 150.000 millones de dólares, y unos 420 millardos en 1973, encontrar oportunidades rentables de inversión global para algo más de 2 billones de dólares en la actualidad es tarea mucho más difícil. Es decir, que cuanto más se crece más difícil es seguir creciendo, especialmente cuando el crecimiento tiende a ser exponencial. Pero un capitalismo sin crecimiento es un oxímoron. Dejaría de ser capitalismo.

Por eso, en su desesperación las Grandes Corporaciones y Poderes mundiales ponen los ojos en los casquetes polares, los océanos profundos, los atolones, las selvas tropicales, los recursos enterrados, los bosques y montañas, la estratosfera... Todo, absolutamente todo lo que pueda ser apropiado y destruido es objeto económico, estratégico y por tanto también militar. Añadiendo con ello más fuego a la hoguera de la Guerra, además de hacer más visible la crecientemente incompatibilidad del capitalismo con la Naturaleza.

Por eso en París los líderes mundiales se han reído del planeta entero, poniéndose de acuerdo para no hacer nada frente al cambio climático, y aplaudiéndose por ello. Dejándonos a todas las poblaciones del mundo inermes frente a las consecuencias, que serán brutales. ¿Sabemos qué significa una subida media de 2 grados de temperatura? Para empezar en los países mediterráneos el fin de muchas cosechas, desertificación del territorio, sequía atroz, multiplicación de incendios, hongos de contaminación perennes en las ciudades y buena parte de las costas devoradas por el mar en los próximos 20 a 30 años. Más allá de que en los telediarios todo el mundo parezca contento porque en diciembre “hace buen tiempo”.

¿Y frente a esto qué?

Quienes manejan la economía mundial no están sometidos a ningún control democrático. En Grecia ya se demostró que lo que votan los pueblos importa muy poco. Pero aun así los amos del mundo prefieren controlar lo que vota la gente. Poco a poco las nuevas formas de gestión política requieren ir “ajustando” las sociedades a los golpes financiero-económicos. Donde el Bipartido (con su crónica alternancia) ya no puede cumplir esa función, es posible echar mano de un Tetrapartido, por ejemplo, con formaciones “emergentes” que hagan recuperar la confianza en las instituciones y en la democracia parlamentaria mientras la sociedad es destruida. ¿A quién de los votados en cada país le tocará gestionar la nueva ola de derribo social y económico que nos viene?

Pero, si se queman también los nuevos recambios ¿qué más opciones quedan? Las del sistema mejor no pensarlas. Para las gentes de a pie, en todos los lugares, sólo una gran fuerza social popular construida desde abajo puede servir para transformar este absurdo, dañino y peligroso orden de cosas.

Wim Dierckxsens y Andrés Piqueras, miembros del Observatorio Internacional de la Crisis.

EL MITO DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LA SOCIEDAD DE CLASES




17-12-2015

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, coordina programas de protección y realiza estudios sobre apatridia y otras formas de violación de los derechos. Lo que no existe en el orden mundial vigente es un organismo capaz de impedir que los dirigentes de las grandes potencias sigan creando escenarios de guerra y coordinando el saqueo. La guerra imperialista y el saqueo centenario han sacado de sus hogares a millones de personas, creando el fenómeno que los medios de comunicación han denominado “crisis de refugiados”.

Según cifras de ACNUR avaladas también por el jefe del Consejo de Europa, “unas 900,000 personas han ingresado a Europa a través del Mediterráneo en 2015, más de cuatro veces el total de personas que lo hicieron el año pasado. La mayoría de ellos provienen de Siria, Afganistán e Irak”.

El éxodo se registra sobre todo en zonas castigadas por los ejércitos de las grandes potencias, y ese hecho no es casual.

Escándalo y encubrimiento

En septiembre pasado, causó horror el lanzamiento a una playa de Turquía del cadáver de un niño sirio. La sola imagen es motivo para el llanto colectivo, pero no solo Aylan Kurdi ha encontrado la muerte antes de contar con una cunita donde quedar dormido entre cuentos y canciones.

La ACNUR y la Conferencia Episcopal de Italia ofrecen cifras que nada dejan a la interpretación: “Más de 3.200 personas han muerto este año en su intento de cruzar el Mar Mediterráneo para llegar a Europa, incluidos más de 700 niños”.

Rostro y nombre, colocan ante nuestros ojos aquello de lo que jamás hubiésemos querido ser testigos. El poder mediático se ocupa de dosificar estos estallidos colectivos de emoción. Para ello, se abstiene de mostrar rostros y jamás menciona los nombres de las víctimas.

“En total cinco chicos niños murieron en el naufragio de Aylan”, dice una crónica. Murió la madre del chico y su hermanito Galip.

Y añade que huyeron de Kobane, Siria.

Una tía paterna residente en Canadá trató de unificar allí la familia, pero su petición fue rechazada.

Huir de Kobane es intentar escapar de las atrocidades que comete el Estado islámico, pero también de los bombardeos de las llamadas fuerzas aliadas.

Nadie devolverá la vida a Galip y Aylan. La población civil sigue bajo amenaza de los terroristas reconocidos como tales, y de las grandes potencias en la coalición encabezada de hecho por Estados Unidos.

Es obvio que el orden vigente es incapaz de preservar a esta gente, y no puede garantizarles siquiera el derecho de llorar en paz a sus hijos perdidos.

La ACNUR anuncia que Canadá recibirá a 25.000 refugiados sirios, y celebró el pasado viernes la llegada de los primeros 163. 30 países se han comprometido a recibir a unos 125.600 refugiados, pero la tragedia sigue su curso, y, sea o no fotografiado por las agencias internacionales, arroja hacia alguna playa el cuerpo de un chiquillo.

Otro mundo es necesario

En 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero el poder hegemónico había creado las condiciones para desconocer lo establecido en la misma.

“Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”, dice en su artículo 13 la Declaración. Y 67 años después la libre circulación de las personas es un mito. El capital circula libremente (a veces se abre paso a través de sucios pactos), pero la fuerza de trabajo tiene enormes restricciones.

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, reza el Artículo 1 del documento.

Sucede, sin embargo, que, en lo social, esta definición se contradice con la lógica funcional de la sociedad de clases. En lo político, la ONU nació para dar fundamento legal a un esquema de dominación, no a un orden internacional igualitario y democrático.
El trabajo de organismos como ACNUR es útil y necesario, pero hace falta un mecanismo vinculante para impedir que las grandes potencias, en su afán por controlar los recursos más valiosos del planeta, pongan en riesgo millones de vidas.

La lucha contra el terrorismo es tarea de toda la humanidad, y no puede seguir siendo pretexto para que el poder estadounidense y asociaciones imperiales como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), violen acuerdos y derechos fundamentales.

Al nombrar la llamada crisis de refugiados, es preciso presentarla como derivada de la violación del derecho de vivir en paz.

La lucha contra la apatridia y la migración en condiciones de riesgo, debe orientarse hacia la creación de un mecanismo que garantice la paz e impida el saqueo… Mientras sean intocables los privilegios del poder hegemónico, toda iniciativa a favor de los sectores más vulnerables será coyuntural y de alcance limitado.

Cambiar por democracia global el esquema de dominación, es urgente y necesario… y se logra en la lucha contra el poder hegemónico. El principal organismo multilateral del mundo se ocupa por un lado de paliar los efectos de las tropelías imperialistas, y por el otro de legalizarlas. ¿Con qué derecho el poder hegemónico tortura, bombardea, entrena terroristas y saquea, además de aplicar políticas que terminan de victimizar a seres humanos a quienes se les ha negado de antemano la condición de libres e iguales a sus semejantes?


EL OCASO DEL ‘EMAIL’ @


¿Lo usaremos también cada vez menos?


La rapidez de los cambios tecnológicos y el auge de las redes sociales han llevado a algunos a pronosticar el fin del correo electrónico. Otros consideran que aún es temprano para aplicarle a este medio los santos óleos. El debate está encendido.

Thierry Breton, jefe ejecutivo de Atos, una de las compañías de tecnologías de la información más grandes del mundo, afirmó hace unos días que tiene pensado prohibir usar el correo electrónico a sus más de 50.000 empleados. Aunque parece una idea traída de los cabellos, Breton es de los que piensan que el email no mantiene a la gente conectada ni es la herramienta más productiva. Considera que este medio se volvió insostenible pues cada persona gasta hasta 25 horas a la semana leyendo y contestando mensajes. Según Breton, el Messenger y las redes sociales son más rápidas y ahorrarían tiempo.

Aunque cree que el email para comunicaciones externas seguirá funcionando, internamente los empleados usarían otras herramientas. No obstante, si se impone esta medida, el correo electrónico, que reinó durante varios años, estaría en vías de extinción.

Estudios recientes que analizan los hábitos de comunicación en línea de la gente muestran que el número de personas que envían emails ha ido disminuyendo en los últimos años. Desde noviembre de 2009, según datos de ComScore, el número de visitas a los portales de correo más conocidos, como Hotmail, AOL y Yahoo, ha bajado entre los adolescentes a un ritmo vertiginoso. Manuel Gómez, un estudiante de 19 años, dice que nunca lo usa excepto para comunicarse con los profesores de la vieja guardia. “Pero con los más jóvenes me comunico por What’s Up, que es más eficaz. La gente responde enseguida”, dice Gómez.

La misma investigación mostró además que la cantidad de emails enviados por adolescentes entre los 12 y 17 años se redujo 24 por ciento, lo cual muestra que ellos prefieren comunicarse a través de otras vías como Facebook, Twitter o mensajes de texto. “La sensación de inmediatez que predomina en las redes sociales y la posibilidad de entablar  conversaciones en tiempo real ha hecho que la gente utilice menos ‘emails’”, afirma Pablo Arrieta, consultor digital.

Además. Los jóvenes ven el email como un medio muy formal. Aunque un correo electrónico se demora pocos segundos en enviarse, su formato sigue siendo muy parecido al de una carta postal, lo que lo hace poco práctico. “La estructura mental que tenían las personas en el pasado era más parecida a la de escribir una carta. Lo que hoy se da en las redes sociales es una conversación”, le dijo a SEMANA Arrieta. También ha influido el hecho de que muchos de los mensajes electrónicos son ‘no deseados’.

Hace un par de años, con el auge de la Web 2.0, algunos expertos crearon un enfrentamiento entre las redes sociales y los servidores de correo electrónico. Hoy algunos consideran que ambas herramientas son muy similares. Mientras los mensajes privados que se envían a través de las redes sociales pueden estar remplazando a los emails, la estructura básica y el mensaje no cambian. Es un ‘email’ pero a través de otra herramienta”, señaló a SEMANA Amanda Lenhart, investigadora sénior del Pew Internet Project, en Estados Unidos.

Algunos defensores del email consideran que la idea de Breton podría no surtir el efecto deseado. “Las redes sociales son ‘jardines cerrados’ en los que los usuarios no tienen control real sobre la información que publican, mientras que el ‘email’ puede monitorearse con copias de seguridad y es más fácil señalar responsables”, le explicó a SEMANA Nathaniel Borenstein, un especialista en email de la compañía Mimecast. Además de esto, la información es confidencial y delicada en muchos casos, por lo cual el chat o una red social no serían las herramientas más indicadas.

Es cierto que el correo electrónico presenta desventajas en cuanto a velocidad, extensión, estructura y filtros. En este último tema, las redes sociales tienen sistemas mucho más sofisticados para asegurarse de que el usuario reciba la información que le interesa. Pero es apresurado pensar que va a desaparecer. Como afirma Borenstein, se trata de un proceso de transición y evolución, y al menos por ahora, “así como la televisión no mató a la radio ni internet a la televisión, las redes sociales no acabarán con el ‘email’”.

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LOS RETOS DEL LIBRO ELECTRÓNICO

El cambio de soporte del libro, del impreso a digital, empieza a traer cambios profundos en su distribución y en su comercialización. ¿Cómo se prepara la industria editorial?
Libranda es la unión de las principales editoriales españolas para distribuir sus libros electrónicos. LaLibreríadelaU.com es otro portal especializado.
El que no encuentre su papel y su justificación en el nuevo orden saldrá del escenario.

La discusión libro impreso vs libro digital empieza a parecer bizantina. Casi todos los conocedores de este tema dan por seguro que ambos soportes coexistirán hasta ahora han coexistido el automóvil y la bicicleta. La pregunta pertinente sería más bien ¿cuándo se masificará el libro electrónico? Porque, sin lugar a dudas, ese es el nuevo panorama: una oferta y un consumo cada vez mayor del libro electrónico en el mundo. Un cambio que es irreversible y tuvo su punto de partida en el año 2007, cuando Amazon sacó al mercado su Kindle, un lector de libros electrónicos que buscaba adaptarse a las necesidades del usuario -luz, tipo de letra- y que por primera vez intentaba rivalizar con las ventajas del libro impreso.

Hay quienes consideran que el auge del libro electrónico, al menos en Latino América, donde ha sido menor, empezará cuando bajen sustancialmente los precios de los dispositivos portátiles. Aunque dicha predicción parte de un error. En este momento, cualquier persona que tenga un computador personal puede instalar un software genérico que le permite leer libros electrónicos. Hoy en día no es necesario tener una tableta ni un Kindle para acceder al libro electrónico. “El cacharro no importa”, dice Jaime Iván Hurtado, gerente de Publidisa, una importante empresa multinacional distribuidora de contenidos electrónicos.

Para Ana María Sánchez, jefa del Negocio Digital en Prisa Ediciones, el punto de quiebre a favor del libro electrónico -que ella calcula será en dos años- ocurrirá definitivamente cuando los gigantes Amazon y Apple ingresen al mercado colombiano (al español ya entró Amazon y muy pronto lo hará en Argentina) con sus tiendas en línea y con su amplia oferta de libros electrónicos. Hasta el momento no lo han hecho y legalmente no se pueden comprar desde esta zona. Y no han entrado porque les interesa primero el mercado europeo y también porque su proceso de catalogación es exigente. Requieren una información detallada que apunta a los gustos y a los intereses de los consumidores. No por azar son los reyes del marketing en internet. “Amazon es la mejor tienda de libros porque sabe qué recomendar y crea un perfil del usuario para que todas las recomendaciones terminen en una compra”. Pablo Arrieta, profesor universitario y experto en el tema, dice: “A mi me gusta que sepan que me interesan el cómic o los cuentos de Edgar Allan Poe y a partir de eso me propongan cosas que puedan llegar a interesarme”.

Dos años puede ser muy poco tiempo pero ya las cifras empiezan a ser significativas. En LaLibreríadelaU.com, un portal especializado, la venta de libros electrónicos ya va en el 12 por ciento. Y la Librería Nacional pasó de vender ocho libros electrónicos diarios en 2010 en su página web, a i135 diarios en 2011, según reporta su gerente, Felipe Ossa. “Hay que moverse”, dice Jaime Iván Hurtado. Publidisa actualmente se encuentra trabajando con 50 editoriales en digitalización de contenidos y ya dispone de 30.000 libros  en soporte electrónico. Prisa Ediciones (anteriormente Alfaguara) no sólo digitalizó su fondo editorial, sino que les propuso a los principales grupos editoriales españoles conformar Libranda, una empresa destinada a ofrecer apoyo logístico, técnico y comercial en el tema digital a editoriales, tiendas y bibliotecas. Y, por supuesto, a ser una gran distribuidora de libros electrónicos. Se unieron para no competirse entre sí y no dañar el mercado, como sucedió en el mundo anglosajón donde los precios muy inferiores de los libros electrónicos terminaron afectando la venta de los libros impresos. Eso le pasó al último libro de Stieg Larsson, y cuando la editorial quiso revertir su política y vender a un precio más alto su siguiente bestseller electrónico, los compradores se rebelaron. “Es mucho más económico producir un libro electrónico pero su precio, por ahora, no puede ser menor del 70 por ciento del libro impreso. Porque eso sería prácticamente saldarlo. Ese es el objetivo de Libranda: que la transición sea gradual y una industria no devore la otra”, explica Ana María Sánchez.

Claro que a Amazon no le interesan las transacciones lentas. Más bien las revoluciones. Con su anuncio en octubre pasado de convertirse en editorial y salir al mercado con 122 títulos en papel y en formato electrónico, puso a temblar al mundo editorial. “Las editoriales están asustadas y no saben qué hacer”, dijo The New York Times. Y en efecto, ¿qué hacer cuando Amazon decide negociar directamente con los autores y sacar de en medio a las editoriales? Y no sólo eso: el formato Kindle tiene ya una herramienta que permite la autopublicación, que en algunos casos ha sido exitosa comercialmente. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo. La editorial, al igual que un periódico o una revista, cumple una función indispensable en preservar la calidad del contenido. “Cualquiera puede ser autor, pero no cualquiera puede ser autor solo”, dice Ana María Sánchez. Y no cualquiera puede incursionar impunemente en la industria del libro. Google, otro gigante del internet, tuvo que echar para atrás su proyecto inconsulto de digitalizar siete millones de volúmenes en más de cien idiomas porque se encontró con el grave escollo de los derechos de autor, que le implicó pagar millonarias demandas.

El libro cambia de soporte e impone un nuevo marketing. El que no encuentre su papel y su justificación en el nuevo orden saldrá del escenario. Por lo pronto, los beneficios de la masificación del libro electrónico empiezan a vislumbrarse con claridad: un menor precio y una mayor circulación. Pero los grandes cambios apenas empiezan, hay todavía un inmenso territorio por descubrir. Para Pablo Arrieta, la edición digital se encuentra en la prehistoria. Los editores se han limitado a hacer un facsímil del libro impreso en digital y no han desarrollado los accesorios ni explotado suficientemente la interactividad. “Visualizo que los autores harán apariciones en sus propios libros; que los compradores tendrán videoconferencias, secciones con las críticas de los periódicos desde su publicación hasta la fecha”

Revista SEMANA, edición Nº 1545, del 12 al 19 de diciembre de 2011
Artículos sin autor. El primero: pág. 107; el segundo: págs. 114-115
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Nota.- Cuando se difundió el papel, las cartas jugaron importante rol en el intercambio de ideas. Cuando se difundió la imprenta de tipos móviles, los libros y revistas jugaron importante rol en ese intercambio de ideas. Así avanzó la humanidad y la cultura. Por supuesto, hubo mal uso de ese medio, como pasquines, apócrifos, anónimos.

Cuando se difundió el Internet, el correo electrónico hizo desaparecer el correo postal aéreo. Pero ahora, cuando la velocidad prima, otros medios electrónicos están haciendo que el email quede obsoleto, anticuado. En verdad, la juventud actual usa cada vez menos el correo electrónico. Pero éste se libera de información intrascendente y se dedica a correspondencia seria, que no puede faltar. Esto puede explicar la casi desaparición de grupos antes muy activos en el email.

Otro tanto ocurre con los libros. Las librerías cada vez venden menos. Y el reemplazo está en el libro digital. Esto puede explicar la indiferencia ante nuevas ediciones impresas y el pedido de que se presente la edición digital. ¿No está ocurriendo esto en nuestro país?

También es cuestión económica. Es menos el dinero disponible para adquirir libros.
Ragarro
30.12.12
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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
30 de diciembre de 2015