lunes, 2 de enero de 2012

EL FRACASO COMO POSIBILIDAD Y EXPERIENCIA


El éxito o el fracaso siempre están y estarán, como una espada de Damocles, en el horizonte de toda organización que se atreve a poner en práctica sus ideas, sus planes o proyectos. Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia. Maurice Maeterlinck decía: “Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía.” El error y el fracaso son una posibilidad y una experiencia en la espiral de la historia. Toda experiencia conlleva el riesgo del error y la ilusión de llegar a la meta deseada. Todo fracaso obliga un nuevo comienzo por otro camino. Si esa no es la vía para llegar al paraíso, debe buscarse nuevos caminos al cielo.

Hace poco volví a leer, y compartiré con ustedes, BEGIN THE BEGINNING, un llamamiento para salir del hoyo negro del fracaso. En 1983, Ramón García Rodríguez escribía, no hay por qué esperar más para abrir los ojos y aceptar la realidad y, sin dejar lugar a dudas, sentenciaba, “la realidad indica eso: FRACASO.” ¿Hoy la realidad de más de una fracción del socialismo peruano qué indica? Pero, dejemos esa arista sensible para algunos de nuestros camaradas para otro momento. Sólo recordemos con García. Enfrentados a la eventualidad de un fracaso no cabe resignarse sino REBELARSE: ¡NO HEMOS FRACASADO EN DEFINITIVA! ¡Así actúa la humanidad! Por eso, hemos llegado a donde llegamos: de la caverna a la civilización.

A casi 30 años de los hechos (1983), nos preguntamos qué proyecto o paradigma de partido fracasó en aquél entonces. Un punto más en la controversia, en la teoría y praxis de la construcción del primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana.


01 Enero 2012
Edgar Bolaños Marín

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BEGIN THE BEGINNING
El hombre llega
Para partir de nuevo.

JCM T.3 – 21

Camarada:

Se cumple el sexto mes, tercer bimestre, segundo trimestre del Plan – 83. En agosto se cumple dos años de la presente actividad de vorágine, que signa todo nuestro quehacer actual. Y como de seguro han sido ya escuchadas “las opiniones solícitas en expresarse” , no hay por qué esperar más para abrir los ojos y aceptar la realidad.

“Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a luchar y así hasta la victoria: esa es la lógica del pueblo” . Entonces, luchar y fracasar, luchar y vencer son las dos constantes de la realidad. No se fracasa si no se lucha; tampoco se vence si no se lucha. La clave, entonces, está en la lucha. Luchar sin desmayar y sin abatirse, que quien no espera vencer está vencido. “Al ir a la lucha debemos desear la victoria y saber indicar el verdadero camino que conduce a ella” .

“Cien derrotas han sufrido en esos países los partidos socialistas, las masas sindicales. Sin embargo, cada nuevo año, la elección, la protesta, una movilización cualquiera, las encuentra siempre acrecidas y obstinadas” .

Para luchar siempre acrecidos y obstinados, debemos aprender a soñar. ¡Soñar! ¿Puede el proletariado soñar? Pues, no sólo puede sino que debe soñar. “La historia le da siempre la razón a los hombres imaginativos () El progreso ha sido realizado siempre por los imaginativos. La posteridad ha aceptado, invariablemente, su obra () Los idealistas necesitan apoyarse sobre el interés concreto de una extensa y consciente capa social. El ideal no prospera sino cuando representa un vasto interés. Cuando adquiere, en suma, caracteres de utilidad y comodidad. Cuando una clase social se convierte en instrumento de su realización”.

¡Soñar! Ahora debemos soñar. Precisamente ahora, cuando el fracaso es mayor y hasta monumental, es que debemos soñar.

Porque la realidad indica eso: FRACASO. Pero debemos armarnos de coraje y exclamar ¡NO IMPORTA! Y reiniciar la marcha y seguir nuestro Camino. “Que no deje en mí ninguna huella moral. Que no deposite en mi pensamiento ni en mi corazón ningún germen de amargura ni de desesperanza. Es indispensable para que mi palabra conserve el acento optimista de antes. Quiero defenderme de toda influencia triste, de toda sugestión melancólica. Y siento más que nunca la necesidad de nuestra fe común” .
Debemos buscar explicaciones sólidas. ¡Y hasta disculpas pueriles que nos hagan menos amargo este cáliz de hiel! Pero recordando siempre que quien se excede en la crítica es porque es deficitario en la autocrítica.

“Un mes de retraso en el inicio efectivo es también un mes de retraso en la convocatoria efectiva. Dos meses de retraso indican grave crisis. Y tres meses son el desastre completo, irremediable e inapelable. Y no necesitamos llegar a diciembre para saberlo. ¡Sólo necesitamos no llegar a marzo!” . Y NO LLEGAMOS.

“Los documentos del C.C., específicamente los documentos del magno certamen (Informe del C.C., Resolución Política, Programa y Estatuto) materializan la preparación del magno certamen. La importancia de esta labor se expresa en que si no hay documentos no hay certamen, así se haya realizado cualquier otro trabajo colateral” . Y NO HAY DOCUMENTOS.

Podemos buscar chivos expiatorios. Pero esa sería una disculpa en extremo pueril y en modo alguno beneficiosa.

“Hay que aspirar a Papa para llegar a Obispo” decía el castellano viejo. Hé ahí una disculpa muy pueril pero también beneficiosa. Es nuestra ambición la que nos ha llevado a esta situación. ¡Hemos aspirado a mucho, siendo actualmente capaces de tan poco!

Es una loca ambición aspirar a tanto con tan poco. Pero la nuestra es una locura como la del verso escolar: “!Oh locura sublime la de Cristóbal Colón!”

Y si la nuestra es una de esas locuras, entonces ¡NO HEMOS FRACASADO EN DEFINITIVA! Apenas si hay tensión y confusión a mitad de la jornada, por no ver ya la costa atrás y no ver aún la nueva orilla adelante. Pero si Cristóbal Colón llegó en tres frágiles barquichuelos, ¿por qué no hemos de llegar nosotros si contamos con tres poderosas Carabelas?

¡La llegada está inscrita en nuestra fe común!

No está aún cercano nuestro Octubre. ¡Pero existe! ¡No es espejismo de náufrago a la deriva ni de perdido en el desierto! ¡Existe! ¡Existe!

Marx nos enseña: “Deja que la gente murmure, y sigue tu camino” . Debemos, por tanto, ¡volver a empezar! Sin tardanza ni dilación ningunas. ¡El hombre llega para partir de nuevo!

Debemos arrojar la carga inútil. ¡Eso debemos hacer!

El lastre del sello paleodemocrático ¡arrojémoslo!

El espíritu de círculo ¡arrojémoslo!

Debemos reforzar la carga útil. ¡Eso debemos hacer!

El Estilo Proletario ¡fortalezcámoslo!

El Espíritu de Partido ¡fortalezcámoslo!

La Idea Socialista, el Camino de Mariátegui, su Construcción Partidaria, ¡sólo ese equipaje debe ir a bordo de Nuestras Tres Carabelas!

Carga inútil ¡arrójala!

Carga útil ¡acógela!

Como decía don Ramón Castilla: “La masa, la masas hay que elaborarla primero”. Por tanto ¡busquemos con quién colaborar, o busquemos quién nos colabore! Si solos nada podemos, unidos todo lo podemos. Y quien me busque ¡aquí me tiene!; que si uno es ninguno, dos son ya una gran multitud.

¡VIVA EL COMUNISMO CIENTÍFICO!
¡VIVA EL CAMINO DE MARIÁTEGUI!
¡VIVA LA LINEA GENERAL!

Ramón García Rodríguez
14.06.83 (01.07.83)

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