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VOTACIÓN
EL MUNDO CONTRA EL BLOQUEO EN ONU
191 países a favor, 0 abstención, sólo EE.UU e Israel en contra
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DISCURSO DEL CANCILLER CUBANO
DISCURSO
DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE CUBA, BRUNO RODRIGUEZ PARRILLA BAJO EL
TEMA 42 “NECESIDAD DE PONER FIN AL BLOQUEO ECONÓMICO, COMERCIAL Y FINANCIERO
IMPUESTO POR LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA CONTRA CUBA” DURANTE EL SEPTUAGÉSIMO
PERÍODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS. NUEVA YORK,
27 DE OCTUBRE DE 2015.
Señor Presidente:
Distinguidos Representantes Permanentes:
Estimados Delegados:
El 17 de diciembre pasado, el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama
reconoció que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba ha
fracasado, es obsoleto, no ha cumplido los objetivos que se previeron, y
provoca daños al pueblo cubano y aislamiento al gobierno norteamericano.
Desde entonces, el Presidente ha reiterado que el bloqueo debe ser
levantado. Ha pedido al Congreso de su país proceder así en vez de actuar
contra la voluntad de los ciudadanos estadounidenses que apoyan claramente su
terminación. Se ha comprometido a involucrarse en el debate con ese fin y a
utilizar sus prerrogativas ejecutivas para modificar su aplicación.
Durante la Cumbre sobre la Agenda de Desarrollo 2030 y en el Debate
General recientes, más de 60 Jefes de Estado, de Gobierno y de Delegaciones
expresaron beneplácito y congratulación ante el anuncio del nuevo curso en las
relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, incluido el restablecimiento de
relaciones diplomáticas y embajadas, y muchos de ellos reclamaron que el
bloqueo sea finalmente abolido.
Es comprensible entonces el interés y expectativas que concitan estas
deliberaciones y la subsiguiente votación que transcurren en circunstancias
nuevas.
Ante el reclamo casi unánime de la comunidad internacional, simbolizado
en el voto de 188 Estados miembros y en la participación de Cuba en la Cumbre
de las Américas de Panamá; y de la clara mayoría de la sociedad estadounidense
y la emigración cubana aquí asentada, el gobierno de los Estados Unidos ha
anunciado una nueva política hacia nuestro país.
Pero, las medidas adoptadas por el ejecutivo norteamericano que entraron
en vigor el pasado 16 de enero y luego fueron ampliadas el 18 de septiembre,
aunque positivas, solo modifican de forma muy limitada algunos elementos de la
aplicación del bloqueo.
Muchas de ellas no podrán implementarse a menos que se adopten otras que
finalmente permitan a Cuba exportar e importar libremente productos y servicios
hacia o desde Estados Unidos; utilizar el dólar estadounidense en sus
transacciones financieras internacionales y operar cuentas en esa moneda en
bancos de terceros países; así como tener acceso a créditos y financiamientos
de entidades privadas y de las instituciones financieras internacionales.
El problema no es que el ordenamiento cubano dificulte la aplicación de
estas medidas y tenga que ser modificado para facilitarlo, como algunos
funcionarios estadounidenses han declarado. El problema es la existencia
implacable y sistémica del bloqueo.
No debemos confundir la realidad con los deseos ni las expresiones de
buena voluntad. En asuntos como estos, solo puede juzgarse a partir de los
hechos.
Y los hechos demuestran, con toda claridad, que el bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto contra Cuba está en plena y completa
aplicación.
Diez meses después de los anuncios del 17 de diciembre, no se ha
producido ninguna modificación tangible, sustancial, en la práctica del
bloqueo.
La eliminación de Cuba de la espuria lista de Estados patrocinadores del
terrorismo internacional fue la inevitable rectificación de un absurdo, pero apenas
ha tenido consecuencias en la implementación del bloqueo, sustentado en
sanciones y leyes previas mucho más abarcadoras.
Hace apenas una semana, se aplicó una multa de 1 116 millones de dólares
al banco francés Credit Agricole que se suma a la de $1 710 millones al alemán
Commerzbank el pasado mes de marzo, por realizar transacciones con Cuba y otros
Estados.
Solo en las últimas semanas, el sistema de mensajería segura SWIFT
canceló un contrato de servicios, fue retenido el primer pago de la compañía Sprint
para iniciar las llamadas telefónicas directas, y se retuvieron varias
transferencias bancarias a Cuba por la operación de vuelos chárter.
Las exiguas compras cubanas de alimentos en los Estados Unidos, que es
una de las pocas excepciones al bloqueo, aprobadas en el año 2000 por el
Congreso, han disminuido significativamente en el último año, debido a que
están sujetas a condiciones discriminatorias y onerosas: cada compra tiene que
ser autorizada por una licencia, se prohíben los créditos, Cuba está obligada a
pagar en efectivo y por adelantado, a través de entidades bancarias de terceros
países, y no puede utilizar barcos propios para transportar estos productos.
Algo similar ocurre con las importaciones de medicamentos necesarios
para el país, también condicionadas desde 1992 por la ley de los Estados
Unidos. Cuba debe dar cuenta sobre el destinatario final de las medicinas
adquiridas y no puede hacer los pagos directamente, sino a través de terceros y
en una moneda distinta al dólar, lo cual implica dificultades, demoras y costos
adicionales.
Podrían mencionarse numerosos ejemplos, como el de la compañía Elekta
que confirmó el pasado 2 de septiembre que no podrá suministrar al Instituto
Nacional de Oncología y Radiobiología ni a otros hospitales el isótopo
radioactivo Iridio-192 que garantiza el normal funcionamiento de los equipos de
braquiterapia, imprescindibles para impartir tratamientos de mayor calidad y
precisión contra el cáncer, dado que su suministrador, la compañía
estadounidense Mallinckrodt Pharmaceuticals, se negó a venderlo con destino a
Cuba.
La compañía norteamericana Small Bone Innovation, Inc. ha rehusado
suministrar al Complejo Ortopédico “Frank País” prótesis para las
articulaciones de la muñeca y mano para pacientes con artritis reumatoide.
En junio pasado, la compañía estadounidense SIGMA Aldrich se negó a
proporcionar a la compañía Quimimpex productos, servicios e información técnica
indispensables para la industria química; y la empresa norteamericana
Columbiana Boiler Company dijo a la citada empresa estar impedida de exportar
los cilindros necesarios para envasar el cloro destinado a la potabilización
del agua.
El bloqueo constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de
los derechos humanos de todos los cubanos, es contrario al Derecho
Internacional, califica como acto de genocidio a tenor de la Convención para la
Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948 y es el principal
obstáculo para el desarrollo económico y social de nuestro pueblo.
Los daños humanos que ha producido son incalculables. El 77% de los
cubanos lo han sufrido desde su nacimiento. Las carencias y privaciones que
provoca a todas las familias cubanas no pueden contabilizarse.
Calculados conservadora y rigurosamente, los daños económicos que ha
ocasionado, en más de medio siglo, ascienden a 833 755 millones de dólares,
según el valor del oro. A precios corrientes, suman 121 192 millones de
dólares, cifra de enorme magnitud para una economía pequeña como la nuestra.
Espero que el Representante de los Estados Unidos no venga ahora a
decirnos que el proyecto de resolución no refleja completamente el espíritu de
diálogo ni la actitud bondadosa de su gobierno; ni asuma la manida pose de que
Estados Unidos es el socio benefactor del pueblo cubano que únicamente pretende
su empoderamiento; ni infle la cifra de 900 mil dólares de donaciones de la
sociedad civil recibidas en 2015 que el bloqueo dificulta y nuestro pueblo
aprecia; ni mencione como si fueran fondos gubernamentales, las remesas
familiares que los cubanos aquí asentados ahorran con esfuerzo; ni cuente como
intercambio comercial, las licencias otorgadas pero que no se materializan en
exportaciones.
Si bien corresponde al Congreso de los Estados Unidos la decisión de
ponerle fin al bloqueo, el Presidente tiene amplias prerrogativas ejecutivas
para modificar sustancialmente su aplicación práctica y su impacto humanitario
y económico.
Compartimos la esperanza de que el Congreso de los Estados Unidos avance
hacia el cambio de una política ineficaz, anclada en el pasado, cruel e
injusta, y adopte decisiones basadas en los valores y sentimientos de sus
ciudadanas y ciudadanos.
Señor Presidente:
Históricamente, Estados Unidos ha pretendido establecer dominación y
hegemonía sobre nuestra Patria y, desde 1959, cambiar el sistema político,
económico y social que, en ejercicio de plena autodeterminación, nuestro pueblo
libremente ha decidido.
Algunos voceros del gobierno de los Estados Unidos han declarado que la
anunciada política hacia Cuba significa un cambio en los métodos, pero no en
los objetivos.
De ser así, el proceso hacia la normalización de las relaciones entre
los Estados Unidos y Cuba enfrentará muy serios obstáculos.
El levantamiento del bloqueo será el elemento esencial que dará sentido
a lo avanzado en estos meses en las relaciones entre ambos países y determinará
el ritmo hacia la normalización.
Como ha reconocido el Presidente Barack Obama, la eliminación del
bloqueo conviene al interés nacional de los Estados Unidos y es la voluntad de
sus ciudadanas y ciudadanos.
No podría aceptarse de ninguna manera, ni sería productivo, pretender
condicionar las medidas de levantamiento o modificación del bloqueo a que
nuestro país realice cambios internos.
Cuba está dispuesta a aceptar las oportunidades y también los desafíos
de una nueva etapa en las relaciones entre ambos países, pero jamás negociará
su sistema socialista, ni sus asuntos internos, ni permitirá mancha alguna en
la independencia conquistada al precio de la sangre de sus mejores hijos y de
enormes sacrificios de muchas generaciones desde el inicio de nuestras guerras
de independencia en 1868.
Como ha reiterado el Presidente Raúl Castro Ruz, ambos gobiernos han de
encontrar la manera de convivir de forma civilizada con sus profundas
diferencias y avanzar en todo lo posible, en beneficio de los pueblos
norteamericano y cubano, mediante el diálogo y la cooperación basados en el
respeto mutuo y la igualdad soberana.
Entre los pueblos de Cuba y los Estados Unidos no hay enemistad. El
pueblo cubano fue solidario cuando se produjeron los terribles actos
terroristas del 11 de septiembre de 2001 o el devastador impacto del huracán
Katrina.
Apreciamos y reconocemos los progresos alcanzados en el último período
con la reapertura de Embajadas, las visitas del Secretario de Estado y de la
Secretaria de Comercio y el intercambio de delegaciones; el funcionamiento de
una Comisión Bilateral, la ampliación de las áreas de diálogo y cooperación,
principalmente en materia de seguridad aérea y de la aviación, enfrentamiento
al narcotráfico, la emigración ilegal y la trata de personas, aplicación y
cumplimiento de la ley, protección del medio ambiente y salud, entre otros.
Estamos sinceramente interesados en ampliar provechosos vínculos,
ofrecer hospitalidad a las ciudadanas y ciudadanos norteamericanos que
disfruten de la libertad de viajar a Cuba, profundizar los intercambios
culturales, deportivos, científicos y académicos, la cooperación multifacética
en áreas de interés común, el comercio y la inversión.
Partiendo de grandes diferencias y con carácter recíproco, hemos
iniciado un diálogo sobre derechos humanos.
Nos guían para todo ello los principios de la Proclama de América Latina
y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en enero de 2014, en La
Habana, así como los propósitos y principios de la Carta de las Naciones
Unidas.
Esto podría ser también una modesta contribución a la búsqueda de otra
forma de relacionarnos los seres humanos y las naciones en esta época de crisis
global, inevitable impacto del cambio climático, guerras no convencionales que
desatan conflictos atroces, nuevas formas de terrorismo, la existencia de
enormes arsenales nucleares, insólitos gastos en armamento y el riesgo de
pandemias.
Como expresó en esta sala, hace ya 15 años, el líder histórico de la
Revolución Fidel Castro Ruz, “La humanidad debe tomar conciencia de lo que
hemos sido y de lo que no podemos seguir siendo. Hoy nuestra especie ha
adquirido conocimientos, valores éticos y recursos científicos suficientes para
marchar hacia una etapa histórica de verdadera justicia y humanismo. Nada de lo
que existe hoy en el orden económico y político sirve a los intereses de la
humanidad. No puede sostenerse. Hay que cambiarlo”.
Señor Presidente:
Veintitrés años después de adoptada por primera vez esta resolución,
hemos alcanzado en el 2015 un notable progreso.
Ha sido el premio a la denodada resistencia, el abnegado esfuerzo, la
firmeza de convicciones de nuestro pueblo y el liderazgo de la generación
histórica de la Revolución encabezada por el Comandante en Jefe Fidel Castro
Ruz y el Presidente Raúl Castro.
Agradecemos profundamente a todos los gobiernos y pueblos, parlamentos,
fuerzas políticas y movimientos sociales, representantes de la sociedad civil,
organizaciones internacionales y regionales que, en particular en esta Asamblea
General de las Naciones Unidas, han contribuido con su voz y su voto, año tras
año, a fundamentar la justeza y la urgencia de la eliminación del bloqueo.
Hemos llegado aquí también gracias al mayoritario y creciente apoyo del
pueblo estadounidense a este loable propósito, a quien expresamos nuestra
gratitud.
Sabemos que es largo y difícil el camino que tenemos por delante.
Mientras el bloqueo persista, seguiremos presentando el proyecto de resolución.
El pueblo cubano no renunciará jamás a su soberanía ni al camino que
libremente ha escogido para construir un socialismo más justo, eficiente,
próspero y sostenible. Tampoco desistirá en la búsqueda de un orden
internacional más equitativo y democrático.
Señor Presidente:
Distinguidos Representantes Permanentes:
Estimados Delegados:
Hemos presentado un proyecto de resolución que reconoce la realidad de
la estricta y opresiva aplicación del bloqueo contra Cuba y que también saluda
y reconoce, en nuevos párrafos preambulares, los progresos alcanzados en el
último año.
En nombre del heroico, abnegado y solidario pueblo cubano, les pido
votar a favor del proyecto de resolución contenido en el documento A/70/L.2
“Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
Muchas gracias.
de: Jose Gabriel ruiz santamaria <comasolven8@gmail.com>
para: Carlos Pino <carlosmanuelco@gmail.com>,
(…)
fecha: 28 de octubre de 2015, 19:39
asunto: Re: Votación en ONU contra el bloqueo y discurso del Canciller
cubano
enviado por: gmail.com
firmado por: gmail.com
Mensaje importante debido a tu interacción con los mensajes de la
conversación
-.o0o.-
LA ONU CONDENA EMBARGO
IMPUESTO POR ESTADOS UNIDOS A CUBA
POR 24º AÑO CONSECUTIVO
La
Asamblea General de Naciones Unidas aprobó condenar el embargo impuesto por
Estados Unidos a Cuba por 24º año consecutivo. Según había trascendido, Estados
Unidos evaluaba la posibilidad de abstenerse de votar, dado que Cuba y Estados
Unidos trabajan para restablecer sus vínculos diplomáticos. La votación de
Naciones Unidas fue de 191 votos a favor de condenar el embargo y dos votos en
contra, estos últimos representados por Israel y Estados Unido
Boletín de Democracy Now! en Español
28/10/2015
-.o0o.-
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
2 de noviembre de 2015
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