lunes, 8 de abril de 2024

LA COPIA Y LA ANTICOPIA: PARTE III, PUEBLO QUE NO COPIA ESTÁ DESTINADO AL ATRASO


 

pensando fuera de la caja

III

 PUEBLO QUE NO COPIA ESTA DESTINADO AL ATRASO


Hasta antes de la era de la dictadura del capital no existía aquello de los derechos privados empresariales de copia (copyright). 

Pueblo que no copia está condenado al atraso, así nos lo enseña la historia universal real, no la impuesta por las clases pudientes que controlan los aparatos estatales y los medios de comunicación. Europa plagió a chinos y árabes como los norteamericanos lo hicieron de los europeos. Para el Japón que emerge de la segunda guerra mundial fue imprescindible piratear los conocimientos de occidente. A China, del siglo XXI, es vital pasar de la simple copia a la invención de nueva tecnología. ¿Nuestro Perú Total debe resignarse a ser simple espectador del progreso tecnológico de otros pueblos del planeta? 

En un mundo en que el copista es denigrado y marginado. Humano es recordar que COPIAR no es un acto diabólico. La polémica en torno al plagio es de vieja data. Veamos lo que opinaban algunos creadores, artistas o productores de conocimientos: 

“Sólo una cosa es imposible para Dios: encontrarle algún sentido a cualquier ley de copyright del planeta”. Mark Twain en su cuaderno de notas, el 23 de mayo de 1903.

 

“(...) la base filosófica del sistema de copyright actual se apoya en un malentendido: la originalidad de los artistas es inagotable, concepto que se aplica a creadores e intérpretes. Pero la realidad indica otra cosa, porque los artistas siempre tienen en cuenta las obras creadas en el pasado y en el presente, y agregan elementos al corpus existente. Esos agregados merecen respeto y admiración, pero sería inadecuado otorgar a sus creadores, intérpretes y productores derechos de exclusividad monopólicos sobre algo que se inspira en el conocimiento y la creatividad que forman parte del dominio público y son producto de la labor de otros artistas.” Joost Smiers, en su libro titulado Un mundo sin Copyright, profesor de Ciencia Política de las Artes en el Grupo de Investigación Artes y Economía en el Utrech School of the Arts de Holanda (Barthes, 1968; Boyle, 1996:42, 53-59)

 

“…el principio básico del copyright socava nuestra democracia. ¿Cómo podría ser de otro modo si condiciona estrictamente, o incluso posibilita que se prohíba, el uso de grandes porciones de palabras, imágenes, melodías e imaginaciones que necesitamos, de modo apremiante, para el desarrollo de la comunicación humana?” Joost Smiers, en su libro: Imagine... No Copyright.  

En conclusión. Primero, nadie inventa nada desde cero. Cada uno suma algo a lo anterior, hasta llegar a hallazgos geniales. Segundo, el derecho a la copia, que es intrínseca y natural al desarrollo de la cultura humana, tiene sus normas o principios basados en la honestidad intelectual. Tercero, el sistema legal que prohíbe el plagio es, paradójicamente, de copia libre: la arquitectura sobre la que se sustentan las prohibiciones de copiar es la ley, que por esencia es libremente reproducible. Cuarto, quienes están detrás de los “derechos autor y copyright” son las editoriales, los laboratorios y las cadenas de fabricación y distribución que hacen de la “miseria” de los productores (intelectuales, obreros y depositarios de conocimientos ancestrales) la opulencia de unos pocos propietarios de los monopolios. 

Tacna, 08 abril 2024

Tacnacomunitaria




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