miércoles, 9 de marzo de 2011

¿INTERVENCIÓN MILITAR EN LIBIA?



¿INTERVENCIÓN MILITAR EN LIBIA?

POR: ASCENCIO CANCHARI SULCA

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha declarado que “el consejo de seguridad-de la ONU- actuará de acuerdo a lo que decida la comunidad internacional”; agregó además que “estamos considerando una serie de opciones”, esto sobre una posible intervención militar en Libia. Que más parece que Ban Ki Moon está esperando la última palabra de Barack Obama. Algunos analistas internacionales como Marc Lynch están pidiendo que “es tiempo de que los EE.UU., la OTAN, la ONU y la Liga Árabe actúen decididamente para impedir que esta sangrienta situación degenere todavía en algo peor”.
En respuesta a estas declaraciones Abdel Hafiz Ghoga, nuevo portavoz del Consejo Nacional de Libia-embrión de gobierno transitorio e integrada por representantes de todas las ciudades liberadas con sede en Bengasi-, declaró que “estamos totalmente en contra de cualquier intervención militar de cualquier país que sea, el resto del territorio Libio será liberado por el pueblo Libio” y agregó que “está fuera de cuestión la división de Libia entre Norte, Sur, Este y Oeste ,o siguiendo bases tribales” .
El fantasma de una intervención estadounidense es justo lo que desea Gadafi, eso jugaría a su favor, como suele suceder a menudo con las intervenciones estadounidenses. Este tipo de intervención produciría precisamente efectos contrarios a los buscados. Gadafi sabe cómo usar las pasiones y los prejuicios del pueblo Libio. Una intervención occidental fortalecería a Gadafi, y quien sabe que hasta podría salvarlo de un final muy merecido. Miren, diría Gadafi, los extranjeros vuelven para tomar el control del país.
Libia, país ubicado al Norte del Continente Africano, es miembro de la Liga Árabe, cuenta con 6 millones de habitantes y un PIB de 100,000 millones de dólares; el equivalente a los dos tercios del PIB de Egipto. Produce 1,7 millones de barriles de petróleo ligero diarios; de los cuales EEUU. Consume el 20%, Italia el 35% y la Unión Europea el 15%. Es el país con mayor índice de producción y exportación de hidrocarburos entre petróleo y gas.
Gadafi saltó a la escena mundial en el año de 1969, cuando él y otros jóvenes oficiales echaron del trono al Rey Idris. Gadafi fue una vez la pesadilla de occidente, pero en la última década había buscado un acomodo con el imperialismo. En setiembre de 2003 la ONU levantó todas las sanciones económicas contra Libia a cambio de un paquete económico que incluía planes para privatizar 360 empresas estatales y en el 2006 Libia incluso pidió su ingreso en la Organización Mundial de Comercio. Firmó acuerdos con Berlusconi, Sarkozy, Zapatero y Blair; así mismo ha recibido al rey español Juan Carlos, en representación de los empresarios de este país. En 2008 la ex secretaria de Estado estadounidense Condoleeza Rice expresó que “Libia y EEUU, comparten intereses permanentes: la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el comercio, la proliferación nuclear, África, los derechos humanos y la democracia.” Así, las potencias occidentales han olvidado sus diferencias de otros tiempos. Así como Saddam Hussein fue aliado de EEUU. mientras llevaba su agresión a Irán; pero por su invasión a Kuwait perdió la dama y se volvió una paria.
Hoy, las petroleras multinacionales operan en Libia, como: British Petroleum, Exonn, Móvil, Total, Repsol, entre otras. Además hay mucha inversión extranjera, fundamentalmente europeos en el rubro de construcción civil, en infraestructura y turismo. Agreguemos algo que puede ser importante, Gadafi; es socio con el 5% de acciones en la Empresa Automotriz Italiana FIAT y es casi dueño del equipo de futbol Juventus.
Es cierto. Las imágenes procedentes de Libia son dolorosas. Pero alguien pidió una intervención militar occidental cuando los aviones Israelíes bombardeaban Gaza durante la operación “Plomo Fundido”; o cuando los bombardeos no cesaban en Afganistán; o en Irak por los Estados Unidos. ¿Era necesario intervenir militarme contra Israel y los EEUU., esa vez? Nos preguntamos.

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