viernes, 25 de mayo de 2018

LAS IMPLICANCIAS DEL TERRUQUISMO




Estimados amigos:
Les hago llegar un artículo harto polémico.
Atentamente,
Fernando Arce
LAS IMPLICANCIAS DEL TERRUQUISMO
Este nombre que se ha puesto referido a quienes están obsesionados desde que se acabó con la parte más dura del terrorismo senderista, un grupo de ciudadanos comienzan a ver que el terrorismo  no ha desaparecido totalmente, y que sus remanentes se encuentran en pleno accionar.
Segundo, se observa que estos ciudadanos confunden, pues los remanentes son necesariamente terrucos, de esta confusión es preciso aclarar que los remanentes mencionados ya no son parte del senderismo primigenio, porque ellos han pasado a servir de protección a los narcotraficantes en la zona del VRAE, y a la vez se han convertido en una firma más del narcotráfico.
Los ciudadanos que formarían lo que constituye el terruquismo está errado por  lo manifestado en el párrafo anterior, ha nacido como ya se a dicho, en que estos peruanos tienen una obsesión de todo lo que asemeja o se parece al actuar terrorista, resultan senderistas, desde las huestes del VRAE hasta cualquier ciudadano que ellos sin miramientos los califican de terrucos.
Este grupo llamado terruquistas, implica para el Perú político, se encuentren equivocados, porque su desconocimiento que observan de los temas de subversión y están imbricados por ideológicas propias de los grupos dominantes del país, a los que se le ha denomina derecha bruta y achorada.
La Derecha Bruta y Achorada (DBA) tiene un peso determinante en su manera de llegar a todos los ciudadanos peruanos, a través  de los medios de comunicación a su servicio o simplemente son dueños de los mismos; ello permite que trasmitan un mensaje ideológico marcado no solo por ser de derecha conservadora, sino también se esmeran en luchar contra la subversión, y los convierten en ciudadanos obsesionados por el flagelo del senderismo; y por tanto, se sobrepasan en sus convicciones y denuncias sobre el terrorismo.
Llegando ha mostrar síntomas patológicos en el comportamiento emocional que puede alcanzar a más peruanos, perturbando sus capacidades en el del conocimiento de los temas, que son tratados en el mundo, a fin de entender la presencia de grupos subversivos. Está por demás afirmar que en relación a la subversión terrorista no solo se altera la normalidad de vida en los países; sino crean situaciones de zozobra, incluido el terror entre los ciudadanos en diversas naciones, incluyendo al Perú.
Lo dicho lleva a pensar de cómo puedan comprender esta situación los ciudadanos adheridos al denominado terruquismo, como una ideología política, y se llegue vehemente a que nadie ponga en discusión sus planteamientos y sus acciones ausadoras. El caso más evidente en estos últimos días, aparece un general en retiro realizando un operativo al estilo montesinista en el LUM, destinado a demostrar que las nuevas generaciones de funcionarios y servidores públicos se vean envueltos en simpatizar con el senderismo.
Estas formas de actuar incluyen a casi toda la dirigencia (parlamentaria) del fujimorismo actual, ellos son la representación del sector conservador y de derecha que participa en política y en la vida social del Perú.
Esta posición del conservadorismo peruano es sumamente crítica y peligrosa, porque sus objetivos están en denunciar acusando para maltratar al ciudadano peruano que pertenece o simpatiza por un partido político de raíces democráticas, en especial de la izquierda la cual es la más vapuleada porque éstos no merecen ningún tipo de consideraciones en participar en política y de vivir bajo el techo de un Estado de derecho.
El fujimorismo se pone prácticamente fuera de la ley, ellos al actuar de manera prepotente, sin razones y sin principios de respeto a la dignidad de la persona humana, se vuelve una organización autocrática, cuyo repudio como hemos ya señalado en anteriores oportunidades, se identifica con ser “fascismo de medio pelo”, sin calidad, ni esperanza de que sus dirigencias entiendan que el mundo se dirige a vivir en democracia, bajo el marco del Estado de derecho, y no del estado de derecha -conservadora y brutal- contrario con todos aquellos que discrepan de las agrupaciones y personajes del facismo criollo.
La tarea se hace difícil para los peruanos que usamos más la razón, dirigida a asumir que el Perú se encuentra bajo un sistema endeble de democracia, la que nunca existió, y por tanto, no fue motivo del juego democrático. Esto ocurre ahora, a pesar de los 18 años que se derrotó al conservadorismo mafioso del primer fujimorismo, Aún nuestra democracia es vulnerable y de baja intensidad.
Cualquier cambio que se intente realizar en favor de continuar con el Estado de derecho democrático, encuentra obstáculos por la presencia inevitable de la jerarquía vertical fujimorista, la misma que durante una década ha trabajado paradójicamente por establecer “un partido político” donde el clientelaje se hace masivo, aprovechando no solo de la pobreza material de los peruanos; sino también de la pobreza intelectual, donde reina la desinformación, creando en consecuencia un fanatismo entre los miembros del segundo fujimorismo.
Al entender de quienes son profesionales de las ciencias sociales, económicas e informáticas -las cuales no son de practica del terruquismo y del fujimorismo de segunda generación- se hace más que imprescindible la democracia como sistema y metodología del Estado de derecho, para que el país no se tambalee, poniendo en riesgo lo que significa el respeto a la persona humana, el derecho y deberes de lo que es ciudadanía, y lo que se entiende en toda sociedad lo que significa solidaridad, donde por ejemplo el gran y mediano empresariado practique –sintiendo- lo que es la responsabilidad social empresarial (RSE) la misma que motivó considerarse en la última Encíclica “Laudato si” del 24 de mayo del 2015, escrita del actual papa Francisco.
Es decir, los conservadores de derecha y todos los que simpatizan con el movimiento que los representa: fuerza popular (segundo fujimorismo), carecen de principios para poder debatir con el resto de la ciudadanía, de lo que significa la democracia política liberal, el progreso y el logro de la democracia social y económica; de lo que ha llamado el jurista y politólogo italiano Norberto Bobbio lo liberal social, tan contrario a la ideología neoliberal que practican -no se sabe- bajo una condición básica de orden filosófico, político, cultural y socio económico, a fin de que las repúblicas de los países del tercer mundo y de las naciones emergentes siga igual y peor.
Lo que aparece en la expresiones de el conservadurismo neo liberal con el rostro del fujimorismo en sus dos fases, es la envidia que ellos tienen contra los poseedores de una formación que les da capacidad, para entender el fenómeno sociológico, económico y humano vinculado estrechamente a la vida humana y para ser absorbida por la ciudadanía mundial.
El no alcanzar ni tratar de informarse, tanto las dirigencias como los ciudadanos a pie, llevan a pensar que el presente y el futuro nos divide y la reconciliación esperada solamente es un sueño por ser inalcanzable dada la presencia negativa de los grupos conservadores del anti cambio.
Existe como muchos ilustres peruanos –los egregios del siglo XX- al mostrar que las dirigencias conservadoras de entonces no llegan o no quieren entender al Perú tanto país, como de sus grupos sociales, en especial de la macha indio/mestiza, Esta situación de carencias en lo cognitivo se ha incrementado, ello explica la situación de desgobierno y falta de capacidad, para vivir los peruanos en democracia, si esto no ocurre situación cada día empeorara.
Atentamente,
Fernando Arce

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