martes, 13 de abril de 2021

¿QUÉ NOVEDAD? MEMORIA FRAGIL: DE SORPRESA EN SORPRESA [1990, 2006, 2021]

Ing. Manuel Ingunza

Universidad Nacional de Iquitos

 

Se repite, los votantes de Pedro Castillo "no son ignorantes sino ignorados". Se revive en cada elección el racismo y clasismo ancestral. Esta primera vuelta electoral no fue la excepción. Siempre hemos dicho se confronta y critica las acciones y concepciones, NO a las personas, sea quien sea esta, no importa el género, sexo, lugar de residencia, procedencia cultural, etc. Incidir en la persona conlleva indefectiblemente a resurgir el racismo y clasismo interiorizado, como vemos esta vez en contra de Pedro Castillo. Absolutamente inaceptables.   

También se ha dicho, Castillo representa a los "marginados, ignorados del país". Claro que sí, qué duda cabe, pero hay que decir que no ha sido el primero quien ha recogido la avalancha de votos de ese Perú que se repite de "profundo" en cada elección cuando en Lima hace sentir su presencia. Alberto Fujimori lo hizo en los 90, cuyo mapa fue aún más compacto que el de Castillo, y también el mapa que dibujó la elección de Ollanta Humala el 2006. Cada uno de esos mapas dejaron constancia que son casi los mismos lugares los que votaron por los tres personajes en momentos distintos. Es decir, personas con distintas ideologías, pero de poblaciones similares. Lo que hoy se dice de Castillo también se dijo, palabras más, palabras menos, tanto de Fujimori y Ollanta, como también de sus electores. Entonces, ¿Qué de nuevo se nos presenta en esta ocasión considerando que Ollanta no pasó la valla, y la hija de Fujimori está de contrincante? ¿Qué nos indica todo esto? Varias cosas, menciono algunas. Primero, una reflexión menos apasionada (como se ve, producto de la confrontación de posiciones pre-elección); segundo no perder la memoria para no estar sorprendidos de ese Perú, que está ahí, siempre esperando, ciertamente olvidado, a quienes debemos tenerlo presente siempre, y no con desprecio o discriminación de todo tipo. Los pobres de ayer siguen siendo los pobres de hoy, con el agravante de la pandemia, esta vez con un nuevo líder, menos romanticismo e idealización de un castillo "adanesco" que no conlleva a nada; tercero, que los problemas siguen ahí, han pasado presidentes y "mejorado" la economía pero no ha mejorado la situación de los peruanos, de la gran mayoría, y mucho menos de los más alejados del centro hegemónico. Con Castillo volvemos la mirada a ese Perú que no es Lima, que siempre estuvo ahí, y cada cierto tiempo NOS vuelve a decir "acá estamos". 

Hay muchas preguntas (y quizá sin respuestas, por ahora) para repensar la situación, una de ellas ¿Por qué ese mapa aparece identificado con personajes de distintas ideologías, en momentos distintos? ¿Pesa más el pragmatismo, de no importa quién y de qué ideología con tal de dar solución a sus problemas? ¿Qué pasará con este sector del país que volvió a la escena política si Castillo no se unge de presidente? ¿Esperarán a otro "mesías" que les conduzca hacia la vida prometida o harán algo para acelerar la solución de sus problemas? Fujimori, la hija del dictador, acusada de corrupción ¿podrá hacer algo si llegara a ser presidenta? ¿Si fuera así, cuál será el papel de Castillo y de las otras izquierdas? Hay poco tiempo para establecer una estrategia que no defraude a ese elector "ignorado". El pasivo conservador de Castillo parece ser uno de los puntos de convergencia o divergencia en la búsqueda de sus futuros aliados. Veremos cuál será la ruta que trace Castillo. Esto recién comienza…

 

 


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