quizás si yo le pido,
acaso me devuelva
lo perdido”.
Alfredo Zitarrosa.
El impedimento a la fragata inglesa HS Montrose para ingresar al Puerto del Callao ha traído, no solo el disgusto del Gobierno británico, quien se ha permitido recordarnos que es el segundo inversionista en nuestro país, sino de Congresistas y prensa mediáticos, acostumbrados a recibir de rodillas cualquier presencia militar extranjera en el país.
Mas de un desmemoriado ha olvidado que la incomoda visita de la fragata inglesa se produce en circunstancias en el Gobierno Argentino vuelve a poner sobre el tapete su justo reclamo sobre Las Malvinas, y que en circunstancias parecidas, pero obviamente mas graves, Chile sirvió de puerto de abastecimiento a la armada británica en su ataque contra la armada argentina en la denominada “guerra de Las Malvinas”.
Célebres editorialistas y Congresistas han reclamado incluso contra nuestra solidaridad con Argentina reclamando “¿Qué nos ha hecho a nosotros Inglaterra para que le hagamos semejante afrenta?”. A esos editorialistas y Congresistas que han llegado al Poder sin mas merecimiento personal que haberse “sacado la tinka electoral” de los ingenuos votantes, habrá que recordarles que como decía don Luis Alberto Sánchez “los libros no muerden” y que hay revisarlos de ves en cuando.
Si asi lo hicieran, recordarían que la denominada “Guerra de Pacífico” no fue realmente la Guerra de Chile (quien sirvió de “carne de cañón” a los apetitos imperiales) contra el Perú por razones limítrofes sino una real OPERACIÓN IMPERIAL DE CASTIGO, armada, impulsada y financiada por el Gobierno Inglés contra el Perú (tenía sus tropas ocupadas en la India, Persia, China, etc), por haber expropiado y estatizado el Gobierno de Manuel Pardo y Lavalle, las salitreras peruanas explotadas por las poderosas Compañías inglesas Gibs y North, operación que incluyó no solo la devolución de las salitreras expropiadas a los ingleses sino también la famosa “expedición de Patricio Lynch” (miembro de la Royal Navy y participante en la Guerra del Opio contra China), dedicada a destruir vías férreas e ingenios azucareros por todo litoral norte, a fin de retrasar nuestro desarrollo industrial. Eso nos hicieron, señores editorialistas de la prensa y el comercio, lacayos, y por encima de lo que decida el Gobierno, aquí como en el “Conga”, hay peruanos dispuestos a no recibir la presencia extranjera con rodilleras.
¡En el nombre de Bolognesi, de Grau, de Cáceres, y del pueblo peruano digno!
Gustavo Pérez Hinojosa
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