domingo, 1 de abril de 2012

EGIPCIOS FORMAN COMITÉ PARA ANULAR LA DEUDA DE MUBARAK


En los países occidentales normalmente nos llega muy poca información, a través de los mass media, sobre los países africanos, y cuando nos llega normalmente es debido a propaganda bélica. Aún así, hay que tener en cuenta que los pueblos africanos también se mueven en contra de la misma élite que nosotros, y que hay que contar con ellos para derrocar de una vez a los dictadores en la sombra.
Mubarak contrajo la deuda, por lo tanto Mubarak debe pagarla. Dejen que los banqueros del FMI y del Banco Mundial, quienes prestaron el dinero a Mubarak, vayan a cobrárselo, es lo que expresa el pueblo egipcio. La anulación de la deuda del tercer mundo es la peor pesadilla de los banqueros. Egipto, Pakistán, Filipinas…incluso India es un posible candidato a la anulación de deudas.

Un Comité Popular para Anular las Deudas de Egipto

El Comité Popular para Anular las Deudas de Egipto tiene el honor de anunciar la creación de un comité mixto de egipcios-tunecinos, para la anulación de deudas en coordinación con la campaña en Túnez. La campaña para anular la deuda de Túnez tiene como objetivo auditar y eliminar las deudas del dictador Bin Ali y fue lanzada después de la revolución tunecina.

El comité mixto debe trabajar en el intercambio de experiencia en la revisión y auditoría de deudas; coordinando las actividades de las dos campañas y organizando las relaciones a nivel mundial. Esta cooperación pretende causar la eliminación de todas las deudas reprobables, ilegítimas y externas; las cuales fueron acumuladas con gobiernos extranjeros e instituciones financieras internacionales por los regímenes corruptos de Hosni Mubarak y Zine Al-Abidine Bin Ali.

Declaración Fundacional

El Comité Popular para eliminar las deudas de Egipto se pensó como parte de la revolución del 25 de enero y afirma el derecho de los egipcios para ejercer un control colectivo sobre todos los asuntos relacionados con la vida y el futuro de las generaciones venideras. Es un movimiento popular que pretende facilitar la independencia económica de Egipto desde las distintas formas de explotación, subordinación y apropiación indebida de recursos que se le impusieron a los egipcios durante las décadas pasadas por el régimen del dictador derrocado Hosni Mubarak y sus colaboradores en el extranjero.

Las políticas económicas aplicadas por el régimen de Mubarak han dejado enormes deudas internas y externas. El régimen pidió préstamos de manera extensa para saldar las primas e intereses de sus deudas. Las verdaderas soluciones habrían implicado la búsqueda de mecanismos alternativos para financiar los gastos del gobierno, tales como impuestos sobre el patrimonio y la renta, con el objetivo de crear una economía más justa. Pero en lugar de buscar formas de enfrentar los problemas estructurales en juego, los políticos intentaron sostener un modelo económico en declive tomando prestado tanto interna como externamente. Las deudas resultantes han dejado a los egipcios presos de países e instituciones prestamistas.

El temor más grande del FMI es la anulación de la deuda del Tercer Mundo

El interés en estas deudas representa uno de los principales problemas del gasto público en Egipto. Esto significa que grandes cantidades de dinero se canalizan hacia instituciones financieras ya millonarias en lugar de garantizar que cada egipcio pueda alcanzar un estado de vida digno.
Las decisiones acerca de los principios básicos de la economía egipcia, por mucho tiempo, se han restringido a un grupo selecto de expertos. Es tiempo de que la gente reclame el derecho fundamental para determinar las prioridades económicas de su país, ya que ellos son los primeros en verse afectados por las políticas económicas y en la actualidad llevan la carga de pagar desde sus propios bolsillos por los errores del régimen anterior. La transferencia del poder sobre la política económica de las élites al pueblo debe ser una parte integral de la transformación democrática en Egipto.

En vista de todas estas razones, un grupo de organizaciones de la sociedad civil y egipcios preocupados por el bien público y por el futuro de justicia social en el país, han decidido lanzar un comité público para ejercer presión a los países e instituciones prestamistas, tanto a nivel local como internacional para anular la deuda de Egipto.

El comité exige que:

Todos los contratos de préstamos firmados durante el gobierno de Mubarak deben ser revisados por una comisión independiente egipcia que evaluara el uso de los préstamos y el grado en que el pueblo egipcio se benefició de ellos. Todas las deudas que se determinen como ilegítimas, deben ser anuladas por la institución/país prestamista.

Como regla general, el comité desaprueba mecanismos de intercambio de deudas. Los intercambios de deudas crean más deudas, cuya legalidad y beneficio no son controlados por la gente. En casos donde los intercambios de deudas se usan en lugar de auditar o cancelar, el comité adopta lo siguiente: a) Los contratos de deudas se deben revisar para determinar la legitimidad de las deudas canjeadas. b) Las condiciones del intercambio de deuda se deben discutir de manera que garantice la integridad y transparencia en el proceso de toma de decisiones.

Todos los contratos y condiciones sujetos a participación popular y discusión de una forma que garantice transparencia y rendición de cuentas. La legislatura pone en práctica la libertad de leyes de información que requieren la divulgación pública completa de todos los contratos y otra información relacionada a préstamos y deudas, sin exclusiones, lo que es estipulado por la ley.
Así pues, como están intentado hacer nuestros hermanos tunecinos y egipcios, es momento para que en los países europeos empecemos a reclamar lo que es del pueblo, y que se trabaje seriamente para la anulación de una deuda artificial, fraudulenta y manufacturada.

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