martes, 30 de junio de 2015

DEBATE SOBRE EL CAPITAL: LA CANTIDAD COMO VALOR REFERENCIAL





              (Este trabajo ha sido elaborado por Ramón Galán)

En el inicio del El Capital, Karl Marx escribe: “Toda cosa útil, como el hierro, el papel, etc., se ha de considerar bajo un doble punto de vista; el de la calidad y el de la cantidad.” 

Francisco Umpiérrez Sánchez en su trabajo “Reflexiones sobre semiótica” escribe: “El valor referencial de un objeto es el conjunto de referencias que constituyen su identidad. Estas referencias pueden ser cromáticas, acústicas, olfativas, táctiles y gustativas… El hombre usa los valores referenciales para identificar a dichos objetos… La función semiológica de los valores referenciales es la de medio de identificación” 

Analicemos el siguiente supuesto práctico. 
Francisco y Jerónimo tienen monedas de un euro. Francisco coloca sus monedas en la parte izquierda de la superficie de la mesa. Jerónimo sitúa las suyas en la parte derecha. 

Francisco y Jerónimo se levantan y se alejan de la mesa. Ramón aprovecha esa circunstancia para limpiar la superficie de la misma. Posteriormente vuelve a colocar las monedas pero dispuestas espacialmente de forma distinta. Ahora las de Jerónimo están colocas en la parte de arriba; las de Francisco, en la parte de abajo.  


Los dos compañeros se sientan de nuevo en torno a la mesa y pese a la nueva disposición de las monedas, cada uno de ellos identifica cuáles son las suyas. 

Ahora tendríamos que preguntarnos: ¿qué valor referencial han tenido que percibir ambos para identificar sus monedas? En primer lugar, tendríamos que descartar las referencias acústicas, olfativas, táctiles y gustativas porque es obvio que ninguna de ellas participa en el proceso de identificación. Nos restaría el valor referencial cromático. Pero resulta que todas las monedas tienen la misma forma, el mismo color, el mismo tamaño y han sido cambiadas de posición con respecto a la superficie de la mesa. Tampoco dichas referencias funcionan como medio de identificación. Si restamos todas las mencionadas referencias, ¿qué nos queda? La cantidad. Por medio de la cantidad, tanto Francisco como Jerónimo, identifican sus monedas. Por lo tanto, la cantidad es un valor referencial. 

La cantidad como valor referencial (II)


(Respondo a la propuesta teórica de Ramón Galán)
Nunca hago afirmaciones teóricas sin que previamente las haya fundamentado mínimamente. Podía responder a la propuesta de Ramón sobre la marcha, pero no tendría el cuerpo teórico que si obtengo cuando previamente estudio a los autores clásicos sobre esta materia. He recurrido a dos textos de Gottlob Frege, uno de los grandes clásicos de la lógica moderna, Fundamentos de la Aritmética y Estudios sobre Semántica. Y sin más dilación paso ahora a exponer lo que ya sabía de Frege, pero que he vuelto a refrescar.  De las expresiones matemáticas  2 + 5  y 4 + 3 se suele decir que son ciertamente iguales pero no las mismas. Argumenta Frege que aquí se confunde la forma con el contenido, el signo con lo designado. Frege llama también “referencia” a lo designado. Así que siendo más rigurosos, y de acuerdo con la precisión conceptual facilitada por Frege, diremos que bajo el punto de vista de los signos esas expresiones son distintas, pero bajo el punto de vista de lo designado son lo mismo.

Continúa argumentando Frege que la diferencia de designación no basta para establecer una diferencia de lo designado. El problema reside en que lo designado por el signo 7, por ejemplo, no es sensiblemente perceptible.  Y como algunos filósofos piensan que la única condición de objeto la tienen aquellas existencias que son perceptibles, entonces toman los signos numéricos por los números mismos. Y si aceptamos que los verdaderos números en tanto objetos son los signos numéricos, entonces  7  y 2 + 5 serían distintos.

La objeción ante esta teoría, considerar que los números son los signos numéricos, la rebate Frege con el siguiente argumento: “La propiedad del 1, por ejemplo, de que al multiplicarlo por sí mismo se da otra vez a sí mismo, sería una pura fantasía; ninguna investigación microscópica o química, por exhaustiva que fuese, podría descubrir nunca esta propiedad en la inocente figura que llamamos el signo numérico uno”. Por lo tanto, es evidente que tendremos que distinguir con todo rigor los signos numéricos de aquello a lo que se refiere, y declarar que los signos numéricos no son los números sino lo designados por ellos.

Lo que sucede es que aquello a lo que se refieren los signos numéricos no viene dado en la percepción sino en el concepto. No digo con ello que los números nada tengan que ver con la existencia sensible, sencillamente digo que el número como tal viene dado de forma firmemente determinada mediante los conceptos.  De manera que podemos afirmar que los números son objetos, pero no de la percepción sino de los conceptos.

Vayamos ahora a la propuesta de Ramón Galán. Marx no solo dice que las cosas útiles pueden considerarse bajo un doble punto de vista, el de la calidad y el de la cantidad, sino dice además esto otro: “En la consideración de los valores de uso se presupone siempre su determinación cuantitativa, como una docena de relojes, una vara de tela, una tonelada de hierro, etcétera”. Por lo tanto, cuando Marx habla de la cantidad está hablando de la cantidad determinada, esto es, del número. Y según hemos visto con Frege el número no es objeto de la percepción sensible. Luego ni Jerónimo ni Francisco perciben la cantidad de monedas. Y como la cantidad firmemente determinada, esto es, el número no es objeto de la percepción, entonces la cantidad no puede ser un valor referencial. Puesto que el valor referencial es la modalidad del ser de los objetos de la percepción.

El pensamiento teórico debe desenvolverse preferentemente mediante conceptos. Y el concepto que no ha sido elaborado o circula sin elaboración en la conjetura de Ramón es el de cantidad. Aunque es cierto que en la reflexión teórica debe predominar el concepto, esto no quita que la intuición puede aproximarnos a la representación de un objeto que en el futuro puede transformarse en el objeto de un concepto. Así que considero que la conjetura de Ramón de que la cantidad es un valor referencial es una intuición. Pero quiero avanzar con él y darle una solución conceptual a su propuesta. Para que aumente el peso de la percepción en esta reflexión, acentuaré la diferencia cuantitativa en su ejemplo, pondré de un lado cuatro monedas y de otro lado veinte monedas y las amontonaré.

Afirmo previamente que la cantidad firmemente determinada es el número. Pero también proclamo que a la cantidad indeterminada la llamaremos monto. No necesito contar las monedas para saber que un  monto es mayor que el otro, la percepción me da esa diferencia. Así que el monto, esto es, la cantidad indeterminada es un valor referencial. De todos modos las determinaciones primeras de la cantidad deben analizarse en el mundo animal o en un mundo humano con escaso desarrollo histórico. El ejemplo propuesto por Ramón supone dos sujetos con un alto grado de desarrollo conceptual y en consecuencia sus percepciones sensibles están muy mediadas por conceptos.


La cantidad como valor referencial (III)
(Este trabajo ha sido elaborado por Ramón Galán)

Tu respuesta Francisco tiene dos partes claramente diferenciadas. La primera está constituida por unas citas contenidas en los textos Fundamentos de la Aritmética y Estudios sobre Semántica  de Gottlob Frege, textos que, como bien sabes, he estado trabajando recientemente como te lo hice saber en nuestra última reunión del CEKAM. En las citas que aludes aparecen una serie de categorías (expresiones matemáticas, signo, signo matemático, número) pero que en ningún momento empleo en mi texto. Por otra parte, comparto plenamente con Gottlob Frege y contigo las conclusiones que indicas en tu respuesta pero que poco tienen que ver con lo que afirmo. Entre otras:  
1.           Dos expresiones matemáticas, bajo el punto de vista de los signos, pueden ser distintas pero bajo el punto de vista de lo designado, pueden ser lo mismo. 

2.          Distinguir con todo rigor los signos numéricos de aquello a lo que se refiere, y declarar que los signos numéricos no son los números sino lo designados por ellos. 

3.          Los números son objetos, no de la percepción sino de los conceptos. 

La segunda parte de tu respuesta haces referencia a mi propuesta y empleas categorías como: “determinación cuantitativa”,  “cantidad” “cantidad determinada”, “número” sin establecer diferencias entre ellas lo que te lleva a emplearlas como conceptos equivalentes como se pone de manifiesto cuando afirmas: “Y según hemos visto con Frege el número no es objeto de la percepción sensible. Luego ni Jerónimo ni Francisco perciben la cantidad de monedas” cuando lo correcto y riguroso habría sido afirmar: “Y según hemos visto con Frege el número no es objeto de la percepción sensible. Luego ni Jerónimo ni Francisco perciben el número de monedas”. Y te recuerdo que en ningún momento yo afirmo que Francisco ve cuatro monedas ni que Jerónimo ve seis monedas. 

Bien es cierto que previamente a esta afirmación recurres a la cita de Marx: “En la consideración de los valores de uso se presupone siempre su determinación cuantitativa, como una docena de relojes, una vara de tela, una tonelada de hierro, etcétera” con el fin de equiparar los conceptos de cantidad y número. Marx hace esta afirmación una vez que ha elaborado el concepto de mercancía y el concepto de valor de uso y se dispone a elaborar el concepto de valor de cambio: “El valor de cambio aparece primero como la relación cuantitativa, la proporción en que los valores de uso de un tipo se cambian por los de otros, una relación que continuamente cambia con el tiempo y el lugar”. Es decir, Marx tiene la necesidad teórica de la determinación cuantitativa para establecer una relación de cambio, es decir, una ecuación. La relación de cambio presupone la existencia del mercado, un mundo humano con gran desarrollo histórico. Las expresiones “docena”, “vara” y “toneladas” expresan determinación cuantitativa y para ello empleamos el concepto de número. La determinación cuantitativa fue y es una necesidad humana que tiene lugar a lo largo de un largo desarrollo histórico y que conlleva, igualmente, un gran desarrollo teórico del concepto de número. Pero en mi texto no he empleado el concepto de número ni he presupuesto ninguna determinación cuantitativa, en tanto en cuanto no he empleado expresiones tales como “cuatro monedas” o “seis monedas”. Cierto es lo que afirmas en tu respuesta Francisco: el valor referencial es la modalidad del ser de los objetos de la percepción”. Ese es justamente el motivo de adjuntar en mi texto las dos fotografías. (Por cierto, no se ven en el blog). 

Puedo representarme, en un estadio histórico muy primitivo de la vida del hombre, un manzano cuya existencia se muestra independiente de la existencia del hombre. Puedo representarme al hombre comiendo manzanas con el fin de satisfacer la necesidad de alimentarse sin que por ello el hombre tenga aún la necesidad de establecer la determinación cuantitativa de las manzanas. Las manzanas serán objetos de su percepción independientemente de que sean determinadas cuantitativamente, o no, por el hombre. El hombre verá manzanas. Verá múltiples objetos independientes unos de otros y exponentes de un y el mismo valor referencial. Verá simplemente una cantidad de manzanas (o monto de manzanas por emplear el nombre del objeto del concento que empleas tu) sin que ello implique su determinación cuantitativa. Yo no equiparo cantidad y número. La cantidad, o multiplicidad de objetos independientes unos de otros y exponentes cada uno de ellos de un y el mismo valor referencial, reside en el mundo exterior sensible y es objeto de la percepción. El número es un concepto elaborado por el hombre y que surge de la necesidad de la determinación cuantitativa de los objetos del mundo o de la determinación cuantitativa de las cualidades de los objetos del mundo. 

En tu respuesta has empleado tres conceptos: cantidad, cantidad firmemente determinada y cantidad indeterminada. Los tres conceptos no tienen la misma extensión. La extensión de los conceptos de “cantidad firmemente determinada” y “cantidad indeterminada” constituye una parte de la extensión del concepto “cantidad”. En este sentido, y por lo tanto, tanto el concepto de “cantidad firmemente determinada” y “cantidad indeterminada” son conceptos específicos o especie del concepto “cantidad” o concepto genérico o género. Sin embargo, tú equiparas los conceptos de “cantidad firmemente determinada” con el concepto de “cantidad” cuando afirmas: Y como la cantidad firmemente determinada, esto es, el número no es objeto de la percepción, entonces la cantidad no puede ser un valor referencial” 

Por último Francisco quiero agradecerte tu generoso gesto de avanzar conmigo con el fin de proporcionarme una solución conceptual a mi propuesta. Sé que puedo contar contigo y con Jerónimo en el seno del Cekam. Sé que debo aferrarme a tus numerosos y rigurosos trabajos y, con tu ayuda, hacerme con las categorías y conceptos de los grandes pensadores. 

Gracias y un abrazo. Ramón Galán. 

La cantidad como valor referencial (IV)
domingo, 28 de junio de 2015
Apreciado Ramón:
La forma en que tú planteas el trabajo no coincide con la forma en que yo lo planteo. Tú hablas de la cantidad, y la cantidad firmemente determinada es el número. Era obligatorio, por lo tanto,  hablar de los números. Y era obligatorio hablar por medio de uno de sus más excelsos representantes teóricos. Había que darle a la discusión una base teórica fundamentada. Y había que manejar tres o cuatro ideas fundamentales acerca de la cantidad o de los números. De momento y mientras no se demuestre lo contrario cuando hablamos de la cantidad de una cosa hablamos del número de esa cosa. La crítica básica que yo te formulo es que tú has puesto en circulación el concepto de cantidad sin que previamente lo hayas elaborado. Y has querido entenderlo en un sentido distinto al de número. Pero esa distinción tú no la has establecido.

Yo no empleo “cantidad determinada” como equivalente de “número”. Lo que indico es que cuando Marx emplea el concepto de cantidad lo emplea en el sentido de número. Así que en el marco teórico de Marx, cuando afirma que las cosas útiles pueden ser examinadas bajo el punto de vista de la cantidad, que en la consideración de los valores de uso se presupone su determinación cuantitativa, y que el valor de cambio es una relación cuantitativa, en todos esos casos el concepto de cantidad presupone el concepto de número.  Así que cuando tú afirmas que no es correcto que yo dijera que Jerónimo y Francisco no perciben la cantidad de monedas y que debí decir que Jerónimo y Francisco no perciben el número de monedas, te equivocas. Puesto que tú hablas como  si cantidad y número fueran dos conceptos distintos en la exposición de Marx, en Frege o en la vida corriente, y no lo son. Si a alguien le preguntas qué cantidad de monedas lleva en el bolsillo, te dirá el número de monedas que lleva en el bolsillo. Así que de momento, vuelvo y te repito, cantidad y número son lo mismo. En tu exposición no aparece diferenciado el concepto de cantidad del concepto de número. En mi exposición, por el contrario, si aparece esa diferenciación. Y lo hice para responder a tu intuición.

Casi al final de tu exposición mezcla aspectos de la argumentación que quiero precisar. Este es tu argumento: -En tu respuesta –te refieres a la respuesta de Francisco– has empleado tres conceptos: cantidad, cantidad firmemente determinada y cantidad indeterminada. Los tres conceptos no tienen la misma extensión. La extensión de los conceptos de cantidad firmemente determinada y cantidad indeterminada constituye una parte de la extensión del concepto de cantidad. En este sentido, y por lo tanto, el concepto de cantidad firmemente determinada como el de cantidad indeterminada constituye una parte de la extensión del concepto de cantidad. En este sentido, y por lo tanto, el concepto de cantidad firmemente determinada como el concepto de cantidad indeterminada son especies del concepto cantidad. Sin embargo, tú equiparas el concepto de cantidad firmemente determinada con el concepto de cantidad cuando afirmas: “Y como la cantidad firmemente determinada, esto es, el número no es el objeto de la percepción, entonces la cantidad no puede ser una valor referencial”-.

Te respondo: En Marx cantidad y número son lo mismo. Yo para precisar he afirmado que la cantidad firmemente determinada es el número. Luego en el contexto teórico de Marx cantidad, cantidad firmemente determinada y número son lo mismo. Cuando afirmas que cantidad indeterminada y cantidad firmemente indeterminada son especies del concepto cantidad, tampoco es cierto. No han sido elaborados esos conceptos de ese modo y he sido yo el que los ha elaborado. Tampoco se resuelve nada haciendo una llamada a la extensión del concepto. El argumento consistió en que yo declaré que a la cantidad indeterminada la podemos llamar monto. Una cantidad indeterminada de impalas es sencillamente una cantidad de impalas de la que no sabemos su número exacto. Veríamos ahora que no sería del todo correcto hablar de un monto de impalas, mejor sería hablar de un grupo de impalas. De manera que podríamos concluir que a la cantidad indeterminada de entes la podríamos denominar monto o grupo. Como observarás, yo no elaboré el concepto de cantidad indeterminada, sencillamente  nominé el objeto de ese concepto.

Cuando tú afirmas “Yo  no equiparo cantidad y número. La cantidad, o multiplicidad de objetos independientes unos de otros y exponentes cada uno de ellos de uno y el mismo valor referencial, reside en el mundo exterior sensible y es objeto de la percepción”, hay ahí cosas presupuestas que habría que explicar. Tú no has elaborado el concepto de número y tampoco el concepto de cantidad. No has establecido sus diferencias. Yo sí lo hice. Cuando dices que las manzanas, por ejemplo, son objetos independientes unos de otros, no es necesario establecer esa determinación. Si vas a hablar de número o de cantidad lo correcto sería hablar de individuos y no de objetos independientes. Hablas de que la cantidad y de la multiplicidad como si fueran conceptualmente lo mismo y no lo son. Y después hablas de que la multiplicidad y la cantidad residen en el mundo exterior y son objeto de la percepción sensible, y eso no es cierto. Puesto que no has demostrado cómo existe la multiplicidad y la cantidad al lado de los objetos del mundo exterior.

Mi conclusión, que era el meollo de la cuestión, es que solo las cantidades indeterminadas son objetos de la percepción. De todos modos está por precisar el modo de ser de su valor referencial.

Fuente: http://fcoumpierrezblogspotcom.blogspot.com/2015/06/la-cantidad-como-valor-referencial-iv.html

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