viernes, 14 de agosto de 2020

CRISIS FINAL DEL SISTEMA CAPITALISTA GLOBAL Y DISEMINACIÓN PLANETARIA DEL COVID-19: PROTAGONISTAS, PROBLEMÁTICA Y RESPUESTAS (PRIMERA PARTE)

 

Fecha: 12 de agosto de 2020

Artículo: Crisis final del Sistema Capitalista Global y diseminación planetaria del Covid-19: protagonistas, problemática y respuestas (primera parte)

Autor: Ramón Espinoza Guerrero www.mnip.pe

 


El Sistema Capitalista Global – SCG (1950 – 2050)[1] ha ingresado a su proceso pendular final (2020-2050)[2] de nacionalización de la producción industrial y científico-tecnológica globales, después de configurarse nítidamente sus protagonistas y las contradicciones entre y dentro de ellos. Hagamos un pequeño esquema.

Los protagonistas sistémicos globales

· Las grandes corporaciones supranacionales o Corporaciones Estado[3] , que conforman un sistema de élites de inversionistas, CEOs, brokers[4] y tecnólogos en todo el mundo; así como de subsidiarias, enclaves financieros, centros de inteligencia e innovación tecnológica – IIT y consecución de talentos y patentes; que es el meollo del modelo económico de mercado global y concentración de capital financiero y tecnológico corporativos.

 

El mundo ha pasado de las guerras colonialistas por territorios y materias primas de los Estados imperialistas de los siglos XIX y XX (Guerra de México, Guerra de Secesión, Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial…) a las guerras entre Corporaciones Estado y Estados corporación por el conocimiento científico-técnico, las patentes y los talentos. Sin embargo, el problema es que la Sociedad Poscapitalista del capital saber y los trabajadores del saber, no necesita más del 10 al 15% de la PEA mundial. En tal sentido, este sistema se desarrollaría según la siguiente dinámica estructural: las grandes empresas nacionales y subsidiarias de las supranacionales pagarían impuestos directos al Estado corporación (1); el Estado paga una “renta básica” a la PEA desempleada (2); y la PEA, con esta renta básica, consume productos y servicios estandarizados de las corporaciones y subsidiarias (3). ¿Qué hacer?

Los pueblos del mundo no son protagonistas de las guerras tecnocráticas del siglo XXI, como sí fueron los pueblos de los ejércitos y las milicias de las guerras imperialistas. La ciudadanía urbana y rural de hoy tiene sus propias guerras, herramientas y dinámicas para el desarrollo sostenible del capital social y el trabajo del saber propios: la autogestión social, la autosuficiencia local y la nacionalización científico-tecnológica.

· Los Estados Corporación de países ricos y pobres como el Perú, con mayor o menor capacidad de atracción de capital global así como de gestión de PBI, finanzas públicas y conocimiento científico-técnico; que es el meollo del modelo económico estatal/paraestatal como par indisoluble del sistema corporativo supranacional (las Corporaciones Estado se desarrollan a través de los Estado corporación, y viceversa).

Estos Estado Corporación se constituyen progresivamente a partir de las décadas de 1970 y 1980, cuando el naciente Sistema Capitalista Global promueve el bombeo de capital y tecnología excedentes del hemisferio norte hacia el hemisferio sur, los tratados de libre comercio y el debilitamiento de los sistemas arancelarios nacionales; así como por el abandono de los Estados Nación de sus obligaciones referidas a la educación, la salud, el empleo, la vivienda y la protección social.

· Las Regiones Economía de concentración demográfica, que se conforman como ciudades densamente pobladas (en el mundo existen aproximadamente 50 ciudades con más de 10 millones de habitantes y 500 con más de 1 millón). Estas regiones urbanas se han desarrollado demográficamente, sobre todo, con el inicio y constitución del Sistema Capitalista Global de Posguerra (1945), la destrucción de las economías locales endógenas y el éxodo rural (las ciudades en América Latina han quintuplicado su población desde los años ’60 hasta los años 2020); de tal forma que se convierten velozmente en centros logísticos colosales de consumo y distribución de mercancías estandarizadas globales, así como de servicios y empleo autogestionario.

La constitución de estas regiones urbanas, en tan solo 50 a 60 años, es parte y consecuencia del fin del capital financiero y el trabajo asalariado como sistema. Igualmente, la desconcentración de las mismas y el neorruralismo consecuente, la autogestión local moderna (o modelo económico ciudadano que ocupará en esta década a más del 80% de la PEA) y la autosuficiencia local; así como los nuevos procesos obligados de innovación productiva, tecnológica y científica; serían los antecedentes del sistema poscapitalista del conocimiento y el trabajo científico-técnico (que veremos emerger en un pequeño interin de 20 a 30 años).

· Las Regiones Biofísicas agropecuarias y de reservas naturales y científicas, que poseen ecosistemas de importancia fundamental para la conservación alimentaria y la vida del hombre, la flora y la fauna, y para la investigación científica. En pocos años, se tendrán que convertir en reservas agropecuarias sostenibles y reservas naturales de vida y conocimiento científico. En tal sentido, nuestra serranía de los microclimas únicos y glaciares andinos (en destrucción acelerada), nuestra Amazonía de bosques húmedos, comunidades originarias y especies naturales de flora y fauna exóticas (en peligro de extinción también por la deforestación, los derrames de petróleo y el tráfico de especies), y nuestro mar (uno de los más ricos del mundo, también en degradación ecológica) ofrecen, todavía, al Perú y todo el planeta, las reservas más valiosas de capital saber y ambiental para el desarrollo del modelo económico sostenible futuro del poscapitalismo (2050).

La defensa y gestión sostenible de nuestras Regiones Biofísicas, en el interin actual de 30 años de autodestrucción pandémica del SCG, es una de las tareas fundamentales e insoslayables de los nuevos movimientos de innovación política e innovación social a constituir (en este sentido, hay muy poco que esperar de la llamada clase política y el Estado corporación).

Los conflictos sistémicos potenciales dentro del Sistema Capitalista Global

· Las contradicciones que se manifiestan entre las Corporaciones Estado por el control de los mercados, las riquezas naturales y el conocimiento científico-técnico nacionales.

· Las contradicciones que se manifiestan entre los Estados Corporación por la nacionalización de la producción de bienes y el conocimiento científico tecnológico.[5]

· Las contradicciones que se manifiestan entre las Regiones Economía de concentración demográfica y los Estados Corporación en torno a la gestión y el desarrollo territorial y sectorial autónomos (que es una de las tendencias más importantes del desarrollo poscapitalista).

· Las contradicciones que se manifiestan entre las Regiones Biofísicas naturales y los Estados Corporación, en torno a la preeminencia de los intereses corporativos industriales y la inconsecuencia estatal frente al resguardo y gestión sostenible de las riquezas agropecuarias propias, así como de las riquezas naturales y científicas inherentes.

 

Segunda parte del presente artículo:

Los grandes problemas de la crisis general pandémica del SCG

· Crisis económica, social y política mundiales

· El cambio tecnológico y la destrucción del trabajo

· Destrucción de las economías locales y el ambiente natural

· Parálisis de las Ciencias Sociales y la falta de creación de liderazgo

Las grandes respuestas de los nuevos liderazgos socio-políticos a constituir

· Desglobalización y nacionalización científico-técnica

· Autogestión social moderna del trabajo

· Autosuficiencia local sostenible

· Interdisciplinariedad e ideología social-científica



[1] La Sociedad Contemporánea o Capitalista, que es la época del capital dinero y el trabajo asalariado como sistema, se ha desarrollado a través de tres grandes períodos centenarios: el primero de constitución (de 1750 a 1850 aprox.), uno segundo de potenciación e imperialismo (de 1850 a 1950 aprox.) y el tercero y último de globalización y obsolescencia (de 1950 a 2050 aprox.).

[2] El tercer periodo capitalista o Sistema Capitalista Global – SCG, se está desarrollando a través de tres procesos pendulares de nacionalización – globalización – nacionalización: el primero de reconstrucción nacional de posguerra desde fines de la Primera Guerra Mundial (1945) y las décadas de los ’50, ’60 y ’70; el segundo de globalización del capital, la tecnología y las telecomunicaciones desde los años de 1980 hasta los años de 2010; y, el tercero y final de nacionalización, desde los años 2020 a los años 2040 aprox..

[3] Las Corporaciones Estado son los Estados Nación que se constituyen por influjo del proceso pendular de globalización del capital financiero, la tecnología y las telecomunicaciones, que se dedican exclusivamente a la creación de condiciones competitivas para el arribo del capital global, abandonando realmente sus obligaciones sociales de Estado: educación, salud, empleo, vivienda y protección social (ver artículo anterior del 03 de agosto)

[4] Los CEOs son los altos ejecutivos de las grandes corporaciones, y los brokers de estas son especialistas en la compraventa de valores financieros y acciones que se cotizan en las bolsas de valores del mundo.

[5] Los Estados Corporación de Estados Unidos, Japón y los países europeos están repatriando de China todas las fábricas e inversiones de origen nacional propio. Igualmente, China y los países europeos repatriarán de Estados Unidos todos sus científicos y tecnólogos. La globalización como el motor de la economía mundial, está pasando a un segundo plano. En tal sentido, de forma congruente con la desglobalización como tendencia dominante, Estados Unidos está retirándose de todas las instituciones supranacionales (Tratado Transpacífico de Cooperación Económica – TTP, Tratado de Libre Comercio con Canadá – TLCAN, Acuerdo Nuclear de Proliferación de Armas Nucleares – JCPOA, Acuerdo de Paris de Defensa Ambiental, OTAN, UNESCO, OMS…).

(El Estado Corporación de Estados Unidos, utilizando todo su poder de mercado y protección arancelaria, está conminando a la clase capitalista global a repatriar sus fábricas, inversiones y tecnología a suelo norteamericano. Japón y los países industrializados de occidente harán lo mismo. Los países no desarrollados como Perú estarán obligados a ser cada vez menos abiertos y concentrarse en su desarrollo posindustrial sobre la base de su diferenciación biofísica y de conocimiento científico latente: biodiversidad marítima, cereales y camélidos andinos, bonos de carbono amazónicos…).

Igualmente, los Estados Corporación ricos y pobres, más aún en las condiciones mundiales de crisis general pandémica, están concentrándose en la consolidación de los grandes bancos y las grandes corporaciones nacionales, evitando la bancarrota de una parte importante de estas grandes empresas; condición sin la cual los mismos Estados Corporación no podrían sostenerse en los tiempos críticos actuales.

La dinámica corporativa es la siguiente: el Estado Corporación inyecta liquidez a los grandes bancos y corporaciones nacionales (60 mil millones de soles en caso de Perú); de seguida, estas utilizan hasta el 90% de esa liquidez para recomprar sus propias acciones, con el fin de mantener los precios de las mismas; a pesar que las utilidades netas de muchas de ellas no alcanzan siquiera para pagar los intereses del dinero estatal que perciben.

Los resultados, de alguna forma, son onerosos pero “necesarios” para la defensa del statu quo económico-financiero, la recaudación tributaria y el PBI, las ganancias de los inversionistas y los bonos millonarios de los altos ejecutivos y brokers de las grandes empresas; sin considerar por supuesto que la ciudadanía, la verdadera dueña de tal liquidez, no recibe dinero alguno para afrontar la gigantesca crisis pandémica, y menos aún cuando muchas de las grandes empresas favorecidas se declaren en bancarrota.

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