martes, 11 de agosto de 2020

SOLIDARIDAD COMUNITARIA, PANDEMIA Y EL NUEVO ORDEN, PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO


Estimado Edgar:

Aquí algunas opiniones sobre los temas sugeridos:

 

1. Pandemia - redes - conciencia - política

1. Considero la iniciativa “Perú Sano y Saludable” como una propuesta oportuna, apropiada y positiva. Es oportuna porque que permite sobrepasar el momento de temor, incertidumbre y pasividad que esta epidemia poco conocida y altamente perniciosa ha generado en la población. Es apropiada porque sitúa el eje de la respuesta sanitaria en la organización social y en el escenario inmediato de las condiciones materiales de vida de las familias peruanas. Y es positiva porque mira hacia adelante no sólo en el corto plazo sino también en un futuro más prolongado, y porque entiende el problema sanitario no centralmente como lucha contra la enfermedad, sino sobre todo como defensa de la vida y conquista de la salud y el desarrollo humano pleno.

2. La propuesta formulada podría seguir una de estas tendencias posibles:

a) Que priorice la obtención de logros inmediatos circunscritos a la lucha contra determinadas enfermedades, y en la provisión suficiente de medicamentos, profesionales de la salud y postas médicas u hospitales. En este caso probablemente, una vez logrado uno o más de estos objetivos, la organización evalúe que ya ha cumplido sus fines  y entonces se inactive o se disuelva.

 b) Que priorice objetivos mediatos centrados en el logro de  mayores resultados, como mejoras en las condiciones de vida y vivienda: dotación de agua, desagüe, luz, internet, áreas verdes y de recreación, pistas y veredas, mercados, colegios, comedores populares, seguridad ciudadana, entre otras. En este caso es probable que la organización emprenda luchas prolongadas sin resultados visibles a corto plazo y la organización se desgaste y desaliente.

c) Que combine con flexibilidad y sabiduría el alcance de logros inmediatos (actuales) y mediatos, y que en la consecución de los mismos comprenda y asimile la estrecha interacción entre las condiciones de vida y la salud y el desarrollo humano. En esta opción, en una perspectiva de visión moderna del Perú y de verdadero proyecto nacional, la organización podrá articularse con otros vastos sectores populares, para ir ganando espacios efectivos en la construcción de un orden nuevo que acabe con la actual situación de abandono de la salud y exclusión social de la mayoría de sus ciudadanos.

3. Todo cambio social significativo, además de partir de necesidades justas y esperadas, de contar con objetivos y metas claras, así como de emplear métodos y procedimientos efectivos, debería ser realizado con la participación activa y consciente de la ciudadanía organizada. Y para garantizar el logro de sus propósitos, el afianzamiento de sus avances y el desarrollo de sus potencialidades, además de sus sentidas motivaciones emocionales y sus ineludibles fundamentos éticos,  requiere de contingentes volitivos y  liderazgos democráticos forjados en el proceso de la lucha misma.

4. En relación a algunos de los puntos planteados:

a) Se propone: “El pueblo organizado debe opinar y proponer una nueva Política de Salud que el Perú requiere”.

Esto me parece muy importante y quisiera hacer una breve digresión recordando una frase que enunció R. Virchov hace más de 170 años, cuando participaba activamente en la revolución de 1848: “La medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina en una escala más amplia”. Creo que cuando él afirmaba que la medicina (entiéndasela ahora como cuidado de la salud) era una ciencia social, lo decía porque consideraba que ésta tenía que ver con la plenitud de la vida de las colectividades humanas.  Y cuando afirmaba que la política no es más que medicina en una escala más amplia quería decir que la actividad directriz, prioritaria y articuladora de un Estado (la política)  tenía que ser ese cuidado de la salud dirigido a lograr el desarrollo humano pleno. En suma una nueva Política de Salud debería significar, en esencia, una política nacional, social, integral y orgánica, dirigida a la conquista de la salud y el desarrollo humano pleno. Aquí dejo esta breve digresión que de hecho requiere más precisiones y especificaciones.

b) De acuerdo con el conocimiento, vinculación y organización vecinal, barrial, zonal, distrital, etc. Es imprescindible fomentar la solidaridad y colaboración entre los vecinos.

c) Es fundamental un padrón de los recursos humanos, pero sería bueno no restringirlo tan sólo a personas ligadas al quehacer sanitario. Conviene evaluar la efectividad de la organización por manzanas, comparándola con la de calles o cuadras (a veces no nos conocemos ni entre los que vivimos en la misma calle, y creo que sería más difícil que se conozcan los que viven en las calles laterales y de la espalda). Por otro lado, pienso que hay que partir de lo que ya existe: es probable que en muchos barrios ya hayan comités organizados por calles u otras actividades.

También sería muy útil contar con un directorio telefónico o de direcciones electrónicas de Postas Médicas, Centros de Salud, Hospitales, Policlínicos donde pueda atenderse a pacientes infectados o no con este coronavirus. Asimismo, con los teléfonos del MINSA, EsSalud, SAMU, Bomberos, Comisarias, Serenazgo, Parroquias, Policlínicos y grupos civiles que puedan dar ayuda en casos de urgencia. Igualmente, conocer las farmacias de precios justos y productos con garantía, lugares seguros e higiénicos de venta de alimentos, centros de abastecimiento de oxígeno, agencias de servicios fúnebres y algunos referentes más que puedan ser útiles en emergencias sanitarias.

d) Es provechoso fomentar la actividad de núcleos de voluntarios en este trabajo.

e) Es posible que la red virtual permita dar los primeros pasos, pero sin organización social real y efectiva será muy difícil promover y hacer crecer un movimiento que pueda materializar un proyecto de cambio.

 

2. A propósito de la pandemia. Punto de vista de un profesional de la salud.

A. Medidas de prevención
B. Tratamiento en caso de contraer la infección

Algunos aspectos de mi punto de vista sobre la pandemia están en el comentario sobre la entrevista a la Dra. Barrientos, difundida en las redes, que adjunto a la presente. Pero me gustaría añadir casi repitiendo a Laura Spinney en el “Jinete Pálido”, que toda pandemia tiene un carácter profundamente social.

Va un resumen sobre el virus, su trasmisión, mecanismos de infección y síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención.

1. El virus

El SARS-COV-2 es un virus RNA, miembro de la familia de los Coronavirus. Los coronavirus infectan principalmente a animales, pero debido al efecto depredatorio de la actividad lucrativa del capital sobre la naturaleza, han pasado también a infectar a los humanos. El SARS-COV-2  es el séptimo coronavirus que se ha propagado al hombre.

Los coronavirus 1º al 4º sólo se multiplican en las fosas nasales y la faringe del huésped, y ocasionan cuadros de resfrío común generalmente leves.  Luego de 5 a 7 días su replicación es detenida por los sistemas de defensa del paciente y desaparecen del organismo sin producir mayores daños.

Los coronavirus 5º y 6º se multiplican en las vías respiratorias y en todo el organismo del huésped, ocasionar procesos semejantes a la “gripe”, y pueden causar neumonía viral de moderada a severa, con la subsiguiente muerte del paciente por insuficiencia respiratoria aguda.

El SARS-COV-2 (coronavirus 7º), hasta donde hoy se conoce, inicia su ciclo de replicación en la mucosa nasofaríngea del huésped, pudiendo quedarse allí o diseminarse al resto del organismo. En este último caso invade otros tejidos y daña el endotelio de los vasos sanguíneos, lesionando órganos claves del cuerpo como el corazón, cerebro, riñón y principalmente el pulmón, lo que produce insuficiencia respiratoria aguda y falla orgánica múltiple, lo que desencadena la muerte del enfermo.

2. La trasmisión del virus.

El virus es altamente contagioso y se propaga de persona a persona a través de las gotitas de secreción nasal o saliva que se expulsan cuando el enfermo estornuda o tose. También puede trasmitirse por medio de las manos de un huésped cuando una persona infectada las contamina al estornudar o toser sobre ellas. No está comprobado que el virus se trasmita por medio de alimentos, pero es necesario adoptar las medidas apropiadas de higiene para su procesamiento. Las concentraciones de gente y las ventanas cerradas favorecen la acumulación de la carga viral.

Las personas con mayores probabilidades de contagio son quienes trabajan en mercados o supermercados, el personal de salud, los que tratan con la población (en bancos, oficinas públicas, comisarías, tiendas, etc.), quienes usan o laboran en transporte público, y en general los que frecuentan las aglomeraciones.

El virus puede permanecer con posibilidades infectantes, de 3 a 4 horas en el papel, 4 horas en superficies de cobre, 24 horas en cartón, 3 días en superficies de acero y plástico,  y de 3 a 4 días en la habitación (si no es ventilada) de un enfermo.

3. Mecanismo de acción, síntomas y evolución de la infección

Una vez producido el contagio, el virus se replica inmediatamente en la mucosa nasofaríngea, produciendo cientos de miles de copias virales en las primeras horas y durante 5 a 7 días, antes que el huésped empiece a mostrar algún síntoma de enfermedad. A este momento de la infección sin evidencia de manifestaciones clínicas o de enfermedad se le llama período de incubación.

Después de estos 5 a 7 días, cuando la multiplicación del virus ha alcanzado un punto crítico y el organismo despliega sus mecanismos de defensa (respuesta inflamatoria), la persona infectada empieza a presentar síntomas: fiebre, dolor de cabeza, de garganta, de músculos y cuerpo, aparece la tos y puede haber pérdida del olfato y el gusto, así como diarreas.

Durante 7 días más la multiplicación y expansión del virus puede continuar, bien de manera mínima, o por el contrario de modo masivo afectando principalmente al pulmón, lo que llevará al paciente a tener dificultad respiratoria, cansancio y tos, la que alrededor del día 15 puede agravarse o complicarse produciéndose la insuficiencia respiratoria aguda o la falla orgánica múltiple y la muerte subsiguiente del enfermo. Pero en estos segundos 7 días, cuando se da el caso en que el virus se replica mínima y limitadamente, el paciente casi no tiene síntomas o los tiene muy leves, recuperándose después de ese tiempo.

De 100 personas que se infectan, 80 pueden ser asintomáticos o tener muy pocos síntomas, 15 tienen síntomas de moderados a severos y requieren seguimiento médico en hospitales, y 5 tendrán síntomas severos a muy severos y son los que necesitarán camas en las unidades de cuidados intermedios o intensivos, y muchos tendrán que ser intubados y puestos en ventilación mecánica. Aunque una buena parte de estos 20 pacientes se recuperan, muchos quedarán con secuelas pulmonares, cerebrales y cardiacas de moderadas a severas. 

4. Diagnóstico y diferencia con otros procesos similares

El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en la evaluación completa del paciente. Es decir, hay que considerar los antecedentes del paciente, la secuencia de la aparición y presencia de los síntomas y signos, la evolución del paciente y la interpretación de los análisis de laboratorio e imágenes.

Debido a que la prueba molecular (que detecta la presencia del virus en la nasofaringe del paciente) puede dar falsos negativos de entre 10 a 30 %, según el día en que tome, y la prueba rápida (que detecta anticuerpos en la sangre del paciente) puede dar falsos negativos en un 30 a 50 %, también según el día en que tome, la decisión diagnóstica – como se menciona líneas atrás – es fundamentalmente clínica o dependiente del juicio médico.

Se debe diferenciar la infección por SARS-COV-2 de:

Resfrío común. Este empieza bruscamente con estornudos, flujo nasal y dolor de garganta. Hay fiebre leve o moderada, pero la evolución es favorable. La mejoría y la recuperación del paciente aparecen a los dos a tres días.

“Gripe” o Influenza. También empieza bruscamente y presenta fiebre, estornudos, flujo nasal, dolor de garganta, de músculos y el cuerpo. Las molestias son moderadas a severas. Pero igualmente en tres a cuatro días se aprecia una mejoría y recuperación del paciente, salvo que se presente neumonía. Si ésta ocurre suele aparecer entre los 5 a 7 días del inicio de los síntomas, más rápido que la infección por el SARS-COV-2. Además la “Gripe” tiene una incidencia estacional.

Rinofaringitis alérgica y asma. Casi siempre hay antecedentes de estornudos y tos de semanas o meses. Puede haber silbido de pecho y dificultad para respirar. Hay historia familiar o personal de problemas respiratorios a repetición. Usualmente no hay fiebre ni empeoramiento progresivo del paciente.

5. Tratamiento y cuidados

Actualmente no hay tratamiento causal contra este coronavirus. Es decir, no hay ningún fármaco o producto biológico (natural o sintético) que haya demostrado, con métodos científicamente validados, inhibir o suprimir in vivo (es decir en el organismo) la multiplicación viral. Esta afirmación incluye fármacos como la ivermectina, hidroxi-cloroquina, azitromicina, ibuprofeno, o productos naturales como el eucalipto, el limón, el kión, o compuestos químicos inorgánicos como el bicarbonato de sodio o el dióxido de cloro.

Los ensayos y las observaciones con algunos antivirales aún son iniciales e incompletos, aunque desde el punto de vista teórico podrían funcionar.

Si el MINSA recomienda ivermectina, hidroxi-cloroquina y azitromicina es porque, debido a indicios que pertenecen más al campo de la anécdota que de la ciencia, especulan compasivamente de que podrían mejorar al paciente. Ellos mantienen así la expectativa de que los enfermos no sigan llegando en oleadas imparables a los hospitales desbordados e insolventes. Si en las redes sociales circulan profusamente otras propuestas, no olvidar que cuando se está ante una amenaza desconocida y percibida como fatal e inexorable (por ejemplo en las fases terminales  del cáncer) el mecanismo de defensa personal y cultural de los humanos anhela y busca soluciones mágicas o milagrosas.

De tal manera que el tratamiento y atención del paciente infectado con el SARS-COV-2  con síntomas leves a muy moderados, que no requieren hospitalización, consiste en: paracetamol para controlar la fiebre y el dolor, hidratación adecuada, alimentación saludable, reposo o actividad moderada, control de la temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria 4 o más veces al día. Si el paciente refiere fatiga o dificultad leve para respirar se puede medir – si es posible – la saturación de oxígeno.

No olvidar que las co-morbilidades incrementan significativamente el riesgo del agravamiento y muerte del paciente. Tener especial cuidado con pacientes de más de 60 años, de hipertensos, obesos, diabéticos, de personas con enfermedades pulmonares crónicas como fibrosis, tuberculosis, o debilitadas inmunológicamente como pacientes con cáncer o VIH.

Debe evitarse la automedicación. Trate de mantenerse comunicado con su médico, o centro de salud, u hospital de referencia para pacientes Covid-19. Si la dificultad respiratoria aumenta o su saturación de oxígeno baja a 90 o menos, haga evaluar al paciente por el equipo médico para determinar si requiere vigilancia en hospital.

6. Prevención.

Salir de casa sólo para los fines estrictamente necesarios. Evitar las reuniones sociales, aún las familiares. Si es inevitable la visita de un familiar que vive en otro domicilio, mantener las medidas de protección facial, distancia social y lavado de manos. Insistir en no exponer innecesariamente a las personas de riesgo.

Evitar las aglomeraciones y concentración de personas en espacios de poca ventilación

Usar elementos de protección como mascarillas apropiadas; llevar protectores faciales o lentes si va a un lugar de alta carga viral como hospitales, mercados, bancos u oficinas públicas, omnibuses, etc. Si se vuelve a casa de estos lugares, en caso haya permanecido por un tiempo considerable en ellos, limpiar la base del calzado en solución de agua con lejía, cambiarse de ropa y darse un baño.

Mantener un metro y medio de distancia entre personas en lugares públicos.

Practicar el lavado de manos reglamentario en los establecimientos públicos, o usar alcohol o alcohol gel después de hacer una compra o un intercambio de objetos o dinero.

En caso haya un paciente con SARS-COV-2 en casa: aisle al paciente, separe sus utensilios y manténgalo con medios de protección para evitar que contagie a los demás miembros de la familia. Si dispone de una habitación para este fin, póngalo confortablemente en ella. Llévele los alimentos y asístalo en sus necesidades (encargue a una sola persona para que lo atienda, la que deberá tener material de protección adecuada). Si no dispone de habitaciones libres, aisle su espacio con láminas de material sintético.

Recuerde que en la prevención es preferible exagerar que escatimar.

Condúzcase como si usted estuviera infectado y no desea contagiar a las personas que quiere.

 

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Hasta aquí los comentarios. Espero puedan ser útiles.

Saludos,

Raúl  Guevara Ch.

10AGO2020

 

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