miércoles, 2 de noviembre de 2016

"NO VOTO CON MI VAGINA": POR QUÉ LA ACTRIZ SUSAN SARANDON NO APOYA A HILLARY CLINTON FRENTE A DONALD TRUMP EN LAS ELECCIONES DE ESTADOS UNIDOS



La actriz Susan Sarandon es una de las seguidoras Bernie Sanders que se resiste a votar por Hillary Clinton, después de que esta le ganara al senador de Vermont la nominación del Partido Demócrata para las presidenciales en Estados Unidos.

"No voto con mi vagina", dijo Sarandon este miércoles en entrevista con el programa de la BBC Newsnight, al ser consultada sobre la importancia de que una mujer sea elegida presidenta de EE.UU. por primera vez en la historia del país.
Para la ganadora del premio Oscar por su papel en la película Dead Man Walking (1995), lo importante no es tener una mujer como mandataria, sino tener a la mujer correcta.
Sus declaraciones a BBC llegan un día después de que la intérprete hiciera público su apoyo a la candidata del Partido Verde, Jill Stein, a través de una carta publicada en las redes sociales.

En la misma explicó: "El miedo a Donald Trump no es suficiente para que apoye a Clinton, con su historial de corrupción".


 En entrevista con el programa televisivo "Newsnight" de la BBC, Sarandon dijo que no hay que votar por "el menor de dos males", en referencia a Clinton y Trump. 

En la entrevista con la BBC Sarandon afirmó: "La razón por la cual estamos en esta situación (de crisis social, política y ambiental) es porque todos han estado votando el menor de dos males por mucho tiempo". 

Hay quienes afirman que votar por un candidato independiente como Stein o Gary Johnson, del Partido Libertario, o incluso no acudir a las urnas, favorece al republicano Donald Trump.
Sin embargo, Sarandon dijo a la BBC que fortalecer a los candidatos independientes y progresistas es importante para cambiar la agenda gubernamental a través del Congreso en temas que considera fundamentales como el cuidado del medio ambiente. 



Elecciones en EE.UU.: ¿por qué las mujeres no estamos más entusiasmadas con Hillary Clinton?

Katty Kay BBC, Washington
  • 7 junio 2016
Clinton logró el número de delegados necesarios para asegurar la nominación presidencial, según AP. 

Llegar a este punto les ha costado a las mujeres de Estados Unidos 227 largos años.

George Washington fue electo presidente de la flamante nación que acababa de independizarse en 1789.

Tras 42 hombres (41 de ellos blancos), Hillary Clinton ha hecho historia al convertirse en la primera mujer que, según datos de la agencia AP, habría logrado el número de delegados suficientes para ser nominada por uno de los principales partidos a las presidenciales.
Pero, ¿por qué la noticia no ha sido recibida con más entusiasmo por las mujeres en EE.UU.?

Más allá de nuestras preferencias políticas, se trata sin duda de un gran logro para las mujeres. 

Clinton podría ser presidenta. Y jamás hemos visto a una mujer ocupar el cargo más poderoso del mundo.

Si eres una de las personas convencidas de que todos ganamos si hay más mujeres en la política, las empresas, la medicina, el ejércitos o los tribunales, seguramente es significativo que jamás un mujer haya estado al frente en Washington.

La ames o la odies, sea republicana, demócrata, liberal o conservadora, "ella" es "ella" y no "él" y eso en sí es importante

Aunque no sea un motivo suficiente para votar por Clinton, sí es una invitación a reflexionar.

"Agotamiento"

La falta de entusiasmo puede deberse a que la saga de Clinton se ha prolongado muchos años.

Clinton con adolescentes en California. Pero la exsecretaria de Estado sigue sin entusiasmar a muchas mujeres jóvenes.

El público ha debido reinterpretar diferentes versiones de la misma historia de "posible presidenta" desde el 20 de enero de 2007, cuando Hillary Clinton declaró por primera vez su intención de llegar a la Casa Blanca.

Estamos agotadas. Nos hemos quedado sin superlativos. Hemos citado hasta el cansancio cada anécdota relacionada con la exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado.

Una presidenta mujer sería algo nuevo. La historia de Hillary Clinton no lo sería.

Y esto puede explicar que muchas votantes no parezcan demasiado emocionadas.

Las más jóvenes

He pasado las últimas dos semanas conversando con mujeres de diferentes edades. Y es notable cómo las más jóvenes en particular parecen mostrar una indiferencia colectiva ante la nominación de Clinton.

"Es muy mayor", "es lo mismo de siempre", "es rígida", "es una política de la vieja escuela", "ha estado en primera plana demasiado tiempo", "no logra una conexión con nosotras."

El escritorio en el Despacho Oval de la Casa Blanca es un obsequio de la Reina Victoria. ¿No es hora de que también sea usado por una mujer?

Esos comentarios, claro, no representan la opinión de todas las mujeres y Clinton supera a Donald Trump en los últimos sondeos realizados específicamente con votantes femeninas.
Pero llama la atención que tantas mujeres jóvenes muestren tan poco entusiasmo ante la posibilidad de que una persona de su mismo sexo ocupe el famoso Despacho Oval en la Casa Blanca.

Después de todo, fue la Reina Victoria quien obsequió a EE.UU. el escritorio en esa sala. ¿No es hora de que también sea una mujer quien lo use?

Podría interpretarse la indiferencia de las generaciones jóvenes de una forma optimista. Tal vez responde a la gran confianza de que durante sus vidas estas chicas verán a muchas mujeres en la carrera hacia la Casa Blanca.

Y no necesariamente quieren que Clinton sea la primera mandataria. Prefieren esperar. Tal vez las mujeres mayores de 50 tienen una urgencia de ver cambios que las más jóvenes no comparten.

Pero incluso las mujeres que definitivamente votarán por Hillary o han donado dinero a su campaña parecen lamentarse de no sentir más entusiasmo.

Desconexión

También hay mujeres a las cuales no les gusta ni Clinton, ni sus políticas, ni nada que se relacione con ella.

Ciertamente la candidata genera sentimientos de rechazo entre seguidores de ambos sexos del Partido Republicano.

Clinton en su campaña de 2008. Para algunas votantes la candidata es de "la vieja escuela".

Por el momento hay una gran desconexión entre la creencia de sus seguidores de que será una mandataria sólida y competente, y el letargo de su candidatura.

El panorama bien puede cambiar ahora que habría asegurado la nominación. En un enfrentamiento cara a cara con Trump el entusiasmo por Clinton podría aumentar.

Pero también puede ser que ocurra lo contrario.

Algún día ya no escribiremos sobre el "hito" de que una mujer sea nominada a la presidencia.

Estaremos tan habituadas a nominaciones de mujeres, e incluso a mujeres presidentas, demócratas o republicanas, que la elección de una mujer no será noticia.

Eso sería progreso.

Y espero que llegue pronto.


No hay comentarios: