La actriz Susan Sarandon es una de las seguidoras
Bernie Sanders que se resiste a votar por Hillary Clinton, después de que esta
le ganara al senador de Vermont la nominación del Partido Demócrata para las
presidenciales en Estados Unidos.
"No voto con mi vagina",
dijo Sarandon este miércoles en entrevista con el programa de la BBC Newsnight,
al ser consultada sobre la importancia de que una mujer sea elegida presidenta
de EE.UU. por primera vez en la historia del país.
Para la ganadora del premio Oscar por su papel en
la película Dead Man Walking (1995), lo importante no es tener una mujer
como mandataria, sino tener a la mujer correcta.
Sus declaraciones a BBC llegan un día después de
que la intérprete hiciera público su apoyo a la candidata del Partido Verde,
Jill Stein, a través de una carta publicada en las redes sociales.
En la misma explicó: "El miedo a Donald
Trump no es suficiente para que apoye a Clinton, con su historial de
corrupción".
En la entrevista con la BBC Sarandon afirmó:
"La razón por la cual estamos en esta situación (de crisis social,
política y ambiental) es porque todos han estado votando el menor de dos
males por mucho tiempo".
Hay quienes afirman que votar por un candidato
independiente como Stein o Gary Johnson, del Partido Libertario, o incluso no
acudir a las urnas, favorece al republicano Donald Trump.
Sin embargo, Sarandon dijo a la BBC que fortalecer
a los candidatos independientes y progresistas es importante para cambiar la
agenda gubernamental a través del Congreso en temas que considera fundamentales
como el cuidado del medio ambiente.
Elecciones en EE.UU.: ¿por qué las mujeres no
estamos más entusiasmadas con Hillary Clinton?
Katty Kay BBC, Washington
- 7 junio 2016
Clinton logró el número de delegados necesarios
para asegurar la nominación presidencial, según AP.
Llegar a este punto les ha costado a las mujeres de
Estados Unidos 227 largos años.
George Washington fue electo presidente de la
flamante nación que acababa de independizarse en 1789.
Tras 42 hombres (41 de ellos blancos), Hillary
Clinton ha hecho historia al convertirse en la primera mujer que, según datos
de la agencia AP, habría logrado el número de delegados suficientes para ser
nominada por uno de los principales partidos a las presidenciales.
Pero, ¿por qué la noticia no ha sido recibida
con más entusiasmo por las mujeres en EE.UU.?
Más allá de nuestras preferencias políticas, se
trata sin duda de un gran logro para las mujeres.
Clinton podría ser presidenta. Y jamás hemos
visto a una mujer ocupar el cargo más poderoso del mundo.
Si eres una de las personas convencidas de que
todos ganamos si hay más mujeres en la política, las empresas, la medicina, el
ejércitos o los tribunales, seguramente es significativo que jamás un mujer
haya estado al frente en Washington.
La ames o la odies, sea republicana, demócrata,
liberal o conservadora, "ella" es "ella" y no
"él" y eso en sí es importante.
Aunque no sea un motivo suficiente para votar por
Clinton, sí es una invitación a reflexionar.
"Agotamiento"
La falta de entusiasmo puede deberse a que la saga
de Clinton se ha prolongado muchos años.
Clinton con adolescentes en California. Pero la
exsecretaria de Estado sigue sin entusiasmar a muchas mujeres jóvenes.
El público ha debido reinterpretar diferentes
versiones de la misma historia de "posible presidenta" desde el 20 de
enero de 2007, cuando Hillary Clinton declaró por primera vez su intención de
llegar a la Casa Blanca.
Estamos agotadas. Nos hemos quedado sin
superlativos. Hemos citado hasta el cansancio cada anécdota relacionada con la
exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado.
Una presidenta mujer sería algo nuevo. La
historia de Hillary Clinton no lo sería.
Y esto puede explicar que muchas votantes no
parezcan demasiado emocionadas.
Las más jóvenes
He pasado las últimas dos semanas conversando con
mujeres de diferentes edades. Y es notable cómo las más jóvenes en particular
parecen mostrar una indiferencia colectiva ante la nominación de Clinton.
"Es muy mayor", "es lo mismo de
siempre", "es rígida", "es una política de la vieja
escuela", "ha estado en primera plana demasiado tiempo",
"no logra una conexión con nosotras."
El escritorio en el Despacho Oval de la Casa Blanca
es un obsequio de la Reina Victoria. ¿No es hora de que también sea usado por
una mujer?
Esos comentarios, claro, no representan la opinión
de todas las mujeres y Clinton supera a Donald Trump en los últimos sondeos
realizados específicamente con votantes femeninas.
Pero llama la atención que tantas mujeres jóvenes
muestren tan poco entusiasmo ante la posibilidad de que una persona de su mismo
sexo ocupe el famoso Despacho Oval en la Casa Blanca.
Después de todo, fue la Reina Victoria quien
obsequió a EE.UU. el escritorio en esa sala. ¿No es hora de que también sea
una mujer quien lo use?
Podría interpretarse la indiferencia de las
generaciones jóvenes de una forma optimista. Tal vez responde a la gran
confianza de que durante sus vidas estas chicas verán a muchas mujeres en la
carrera hacia la Casa Blanca.
Y no necesariamente quieren que Clinton sea la
primera mandataria. Prefieren esperar. Tal vez las mujeres mayores de 50
tienen una urgencia de ver cambios que las más jóvenes no comparten.
Pero incluso las mujeres que definitivamente
votarán por Hillary o han donado dinero a su campaña parecen lamentarse de no
sentir más entusiasmo.
Desconexión
También hay mujeres a las cuales no les gusta ni
Clinton, ni sus políticas, ni nada que se relacione con ella.
Ciertamente la candidata genera sentimientos de
rechazo entre seguidores de ambos sexos del Partido Republicano.
Clinton en su
campaña de 2008. Para algunas votantes la candidata es de "la vieja
escuela".
Por el momento hay una gran desconexión entre la
creencia de sus seguidores de que será una mandataria sólida y competente, y el
letargo de su candidatura.
El panorama bien puede cambiar ahora que habría
asegurado la nominación. En un enfrentamiento cara a cara con Trump el
entusiasmo por Clinton podría aumentar.
Pero también puede ser que ocurra lo contrario.
Algún día ya no escribiremos sobre el
"hito" de que una mujer sea nominada a la presidencia.
Estaremos tan habituadas a nominaciones de mujeres,
e incluso a mujeres presidentas, demócratas o republicanas, que la elección de
una mujer no será noticia.
Eso sería progreso.
Y espero que llegue pronto.
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