martes, 29 de noviembre de 2016

SI NUESTRA MISIÓN ES CONVENCER QUE HAY QUE CAMBIAR TODO LO QUE HAYA QUE CAMBIAR. ¿CÓMO ENFRENTAR AL MONSTRUO DE CUATRO CABEZAS QUE DOMINA NUESTRO PAÍS?





Hola Edgar!

¿Inteligencia tonta?

Parece una contradicción pero...

Si me lees desde hace un buen tiempo ya sabes que mi ángulo de enfoque es la aplicación de la psicología al mundo político.

Y esa psicología sugiere que las campañas políticas deben ser simples, claras, directas y efectivas.

Porque necesitas atravesar el ensordecedor ruido de nuestro tiempo para lograr la atención de tu público.

Pues bien: una amenaza para esa tarea es lo que llamo 'inteligencia tonta'.

Tal es el punto de partida de mi nuevo artículo en Maquiavelo & Freud: 

Protege a tu campaña electoral de la amenaza de la inteligencia tonta


Saludos cordiales,
Daniel


Protege a tu campaña electoral de la amenaza de la inteligencia tonta

Daniel Eskibel | 29/11/2016 

La campaña electoral debe ser simple y efectiva, alejada del exhibicionismo intelectual y cultural. Alejada de lo que llamo ‘la inteligencia tonta‘. Que no es lo mismo que la inteligencia, claro. Pero que es la misma enfermedad que suele amenazar a la publicidad comercial.

Joaquín Llorente cuenta (casi) todo lo que sabe de publicidad

Hace más de 25 años concurrí a un seminario del gran publicista catalán Joaquín Llorente. Recuerdo su mirada y las inflexiones de su voz en el momento en que nos presentó algunos de sus spots televisivos más premiados en los festivales de publicidad. Spots inteligentes, creativos, originales. Mientras los veía yo creía, con mi inteligencia tonta a tope, que era una maravilla para aquellas marcas el hecho de contar con comerciales tan espléndidos.

Pero don Joaquín me trajo a tierra. Nos trajo a todos a tierra.

Porque después de dejarnos maravillados nos dijo que aquellos comerciales multipremiados no habían sido jamás exhibidos en televisión. Que habían sido hechos exclusivamente para presentar en festivales de publicidad. Que estaban diseñados para ganar concursos.

Luego de esta bofetada Llorente mostró los spots televisivos de esas marcas que sí habían sido exhibidos en televisión.

Simplicidad, eficacia, concreción. Así eran. Maravillosamente simples y efectivos. Sin exhibicionismo ni pretensiones. Sin intelectualismo vacío.

-Lo primero era diversión. Pero esto último que vieron -cerró el catalán- es lo que hago de verdad para las empresas para las que trabajo. Lo que busco con la publicidad es hacer tintinear la caja registradora de las empresas que me contratan.

Jaque mate.

Tu campaña electoral debe ser simple y efectiva

Piensa en tu próxima campaña electoral.

Y cuídate de la inteligencia tonta.

Busca la simplicidad y la efectividad. Y jerarquiza la estrategia por encima de todo.

Cuidado. La inteligencia tonta está siempre al acecho.

Mira a tu alrededor.

Seguramente verás spots televisivos, eslóganes, discursos, publicidad en vía pública y hasta campañas electorales enteras diseñadas para mostrar la inteligencia, el humor, el encanto y la originalidad de quien las hace.

Huye.

Verás piezas publicitarias pensadas para el Festival de Cannes. Verás arte. Verás profundidad filosófica.

Huye.

¿De qué debes huir?

De la inteligencia vacía y exhibicionista.

De la inteligencia enamorada de sí misma.

De la inteligencia fascinada ante el espejo narcisista.

Huye de la inteligencia sin estrategia.

El tintinear de la caja registradora que nombraba Llorente significa, en una campaña electoral, votos.

Simplemente votos.

Porque tu campaña electoral es para convencer, no para ganar concursos ni de publicidad ni de inteligencia.

Si además es inteligente, creativa y estéticamente válida, pues tanto mejor.


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