Durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que tuvo lugar en Perú, al presidente de China se le reservó una posición central y en primera fila, mientras que su homólogo de EE.UU. estuvo en la segunda y a un extremo que lo dejó poco visible.
La explicación que se dio es que los líderes se colocaron en orden alfabético, por lo que Xi Jinping quedó entre los primeros (China) y Joe Biden entre los últimos (United States of America).
Pero en la cumbre del G20 en Brasil volvió a quedar en el centro y en la primera fila de la foto, mientras que Biden, directamente, quedó fuera. Funcionarios dijeron que la instantánea la tomaron antes de que el mandatario estadounidense pudiera llegar.
EE.UU. solía considerar a Latinoamérica “su patio trasero”, un término despectivo a pesar de la importancia vital de la región que posee el 57 % de las reservas globales de litio, el 37 % del cobre, casi una quinta parte del petróleo, cerca de un tercio del agua dulce y el bosque más grande del mundo.
Pekín se da cuenta de la relevancia de América Latina y añadió una visita de Estado a Perú enviando una delegación de cientos de empresarios chinos para inaugurar la primera fase de un puerto gigante de $ 3.500 millones que pretende revolucionar las entregas desde la costa latinoamericana del Pacífico hacia China.
Washington, por el contrario, anunció 9 helicópteros Black Hawk para un programa antidroga de $ 65 millones y la donación de trenes de segunda mano de California para el sistema de metro de Lima.
En Brasil ocurre algo parecido. Xi recibió todos los honores incluso después de su visita en el G20 cuando Biden ya volaba de regreso. La explicación es simple. El país norteamericano donará $ 50 millones para un fondo de conservación, mientras el gigante asiático quiere invertir miles de millones de dólares.
El comercio entre China y Latinoamérica se disparó en las últimas dos décadas pasando de $ 12.000 millones en el año 2000 a $ 450.000 millones en 2023, convirtiéndose Pekín en el mayor socio comercial para la mayoría de las naciones centro y sudamericanas.
Xi también ha sido muy cuidadoso al invertir en Sudamérica, centrándose en sectores estratégicos como la minería, la generación y transmisión de energía, y la infraestructura digital y de transporte. Biden, en cambio, ha descuidado toda esta relación comercial.
Fuente: Financial Times
No hay comentarios:
Publicar un comentario