La fantasía de Washington de una guerra contra China
VIJAY
PRASHAD
La
fragilidad del poder de EEUU quedó clara cuando una pequeña empresa emergente
china lanzó el programa de aprendizaje automático (también llamado pomposamente
IA) DeepSeek. El mercado bursátil estadounidense Nasdaq se estremeció y las
acciones tecnológicas se desplomaron. Este colapso no es un asunto menor para
la economía estadounidense. Durante la inflación post-COVID-19 (2021), los
inversionistas extranjeros comenzaron a frenar su compra de deuda
estadounidense. Luego, después de que Occidente incautó ilegalmente 600.000
millones de dólares en activos en divisas de Rusia (2022), muchos bancos
centrales trasladaron sus propias tenencias lejos de la jurisdicción de brazo
largo de EEUU. Los bonos del Tesoro de EEUU languidecieron.
Los
financieros en EEUU están ahora nerviosos. En 2024, los inversores extranjeros
colocaron más de 1 billón de dólares en acciones tecnológicas en los mercados
bursátiles estadounidenses. Con la aparición de DeepSeek, ¿se alejarán estos
inversores de lo que ahora parece ser un espejismo de posibilidades? Con Trump
empeñado en una guerra arancelaria con el mundo, y con la falta de apetito
entre los inversores extranjeros por tener letras del Tesoro de EEUU, ¿quién
financiará la astronómica deuda de EEUU? ¿Caerá EEUU de cabeza en una vorágine
financiera?
¿Sería
posible que EEUU tomara el surgimiento de DeepSeek como una advertencia e
invirtiera su riqueza en la creación de nuevas tecnologías e infraestructura
para reiniciar una economía tambaleante? ¿Pondrán los multimillonarios de la
tecnología las enormes ganancias de sus empresas en investigación y desarrollo
en lugar de usurpar a otras empresas para obtener influencia sobre la sociedad?
Sería valioso que los medios de comunicación de los EEUU tomaran en serio estas
cuestiones y celebraran debates a lo largo y ancho de la sociedad.
En
cambio, EEUU ahora está cautivado por discusiones mucho más superficiales: ¿Qué
piensa de Trump? ¿Debería EEUU capturar Groenlandia? ¿Cuántos migrantes más
debería deportar la patrulla fronteriza de EEUU? Ese es el rango de discusión.
No hay un consenso amplio que le pida a la clase multimillonaria de EEUU que
invierta su riqueza en una economía que chisporrotea con los humos de su
pasado.
Durante
la administración de Biden, EEUU trató de obtener fondos públicos para
infraestructura. La Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles publicó un
estudio en 2021 que mostraba una «brecha de inversión en infraestructura» de 3
billones de dólares, que incluía infraestructura básica para agua potable y
alcantarillado (1 billón de dólares) y transporte de superficie (1,2 billones
de dólares). Este proyecto de ley no incluía inversiones para infraestructura
de alta tecnología. La Ley CHIPS y Ciencia (2022), destinada a desvincular a las
empresas tecnológicas estadounidenses de China, había proporcionado a la
Fundación Nacional de Ciencias, a la Oficina de Ciencia del Departamento de
Energía y a los Institutos Nacionales de Normas y Tecnología 26.800 millones de
dólares. Sin embargo, la Federación de Científicos Estadounidenses argumenta
que el Congreso de los EEUU no entregó 8.000 millones de dólares.
Es
importante señalar que en el mismo año, China gastó 496.000 millones de dólares
en sus inversiones en alta tecnología (un 8,3 por ciento más que en 2023). Es
por eso que, antes del anuncio de DeepSeek, Trump reunió a Sam Altman (OpenAI),
Larry Ellison (Oracle) y Masayoshi Son (SoftBank) para anunciar una inversión
del sector privado de 500.000 millones de dólares en el desarrollo del aprendizaje
automático de EEUU. Eso fue el 22 de enero. El anuncio de DeepSeek fue el 27 de
enero. Hundió la efervescencia de la conferencia de prensa de Trump (donde, por
otro lado, no dijo nada concreto).
La
Casa Blanca debería haber leído un estudio que fue publicado en agosto de 2024
por el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI). ASPI, que está
financiada en parte por el gobierno australiano, ha desarrollado un rastreador
tecnológico de dos décadas de duración. Estudia 64 tecnologías críticas, desde
el aprendizaje automático hasta la biotecnología y la tecnología cuántica, para
ver qué país tiene el liderazgo en el desarrollo de estas ramas de la alta
tecnología. Los hallazgos publicados en agosto de 2024 son asombrosos y merecen
mucha atención:
«EEUU
lideró en 60 de las 64 tecnologías en los cinco años de 2003 a 2007, pero en
los cinco años más recientes (2019-2023) lidera en siete. China lideró solo
tres de las 64 tecnologías en 2003-2007, pero ahora es el país líder en 57 de
las 64 tecnologías en 2019-2023, aumentando su ventaja desde nuestra
clasificación del año pasado (2018-2022), donde lideraba en 52 tecnologías».
Vale
la pena volver a leer estos números porque es posible que no los registraras
correctamente. En la mayoría de las tecnologías críticas, China está por
delante de EEUU y se ha adelantado a EEUU en menos de dos décadas.
Detener
a China
Si
EEUU no puede recaudar fondos para investigación y desarrollo y mantener el
ritmo de aumento del progreso tecnológico chino, entonces el imperio --que
siempre ha confiado en su superioridad tecnológica-- enfrentará una seria
amenaza existencial a su lugar en el mundo. Los debates susurrados en
Washington no son sobre si EEUU puede alcanzar a China, sino sobre si EEUU
puede evitar el sorpasso de China, cada vez más cercano. En otras palabras, si
EEUU no puede acelerar su desarrollo tecnológico, ¿puede detener el desarrollo
de China?
Uno
de los principales asesores de Donald Trump sobre China es Elbridge A. Colby,
nieto del exjefe de la CIA William Colby. En 2021, Colby publicó un libro
llamado 'Strategy of Denial: American Defense in an Age of Great Power
Conflict' (La estrategia de la negación: la defensa estadounidense en una era
de conflictos entre grandes potencias, Yale University Press). En el libro,
Colby argumentó que si EEUU no puede avanzar en sus propios objetivos, entonces
necesita negar a sus adversarios la oportunidad de ascender, particularmente en
el este de Asia.
Hay
algo anacrónico en el libro porque China ya es una gran potencia no solo en
Asia (donde es el principal socio comercial de la mayoría de los países) sino
en toda África y América Latina. Construir una coalición regional, como sugiere
Colby, para cercar a China ya ha sido la política de EEUU y ha fracasado
(India, que estaba entusiasmada con la Estrategia del Indo-Pacífico, por
ejemplo, ahora se ha vuelto tibia con respecto al Quad).
En
una entrevista con el New Statesman, Colby muestra por qué el aislamiento
diplomático y una posible guerra para humillar a China es la única estrategia
posible. «Si China domina más de la mitad del PIB mundial, dará forma a todo lo
que rodea a su economía. No vamos a poder industrializarnos. No nos van a dejar
prohibir TikTok. No vamos a tener a Apple, Microsoft y Alphabet. Esas van a ser
empresas chinas. Las mejores universidades van a estar en China».
Esto
parece, para hombres como Colby, una conclusión casi inevitable. Colby no es un
«halcón de China», sino un realista, y es desde esa perspectiva que sugiere que
es necesario un aumento militar de EEUU en el este de Asia y que es probable
una guerra por Taiwán.
El
día del anuncio de DeepSeek, el 27 de enero, la Corporación RAND publicó un
informe con un título sorprendente: «La dudosa preparación para el combate del
ejército chino». RAND argumentó que el Ejército Popular de Liberación había
sido dañado por la política y por el servicio militar obligatorio y que no
estaría curtido en la batalla para enfrentar un ataque de los EEUU. Esta fue
también la conclusión del informe «Desarrollos militares y de seguridad que
involucran a la República Popular China 2024» del Departamento de Defensa de
EEUU:
«A
pesar de su rápido progreso, la fuerza aún no ha demostrado el tipo y la escala
de la guerra urbana sofisticada o las capacidades logísticas de larga distancia
que probablemente se requerirían para las operaciones contra Taiwán o
contingencias importantes en el extranjero».
Estas
evaluaciones son peligrosas. Sugieren al gobierno de los EEUU que se puede
ganar una guerra contra China, aserto cuyo grado de locura es increíble.
Globetrotter.media
Fuente:
https://www.lahaine.org/mundo.php/la-fantasia-de-washington-de
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