martes, 19 de noviembre de 2024

COOPERACIÓN ECONÓMICA ASIA PACÍFICO-APEC

En la primera quincena de noviembre de 2024 se realizó en el Perú en ciudades como: Lima, Pucallpa, Cusco, Trujillo y Arequipa, 270 reuniones con 7,600 delegados de las economías de Asia-Pacifico que marca un hito, no solo en el devenir en los próximos años del futuro de las fuerzas productivas peruanas, sino también de las fuerzas productivas de la América Nativa y su integración solidaria y beneficio recíproco con las economías del continente de Asia, conforme lo señalara el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, a propósito de la inauguración del Mega Puerto de Chancay a Shanghái o viceversa, el más grande y moderno en Sudamérica con lo que en los hechos se inaugura también la nueva franja y ruta en este nuevo milenio.

 Breve repaso de su gestación

  El APEC es un mecanismo transpacífico, concebido por Australia y Japón en 1989, para promover el crecimiento económico y el bienestar a partir de la liberalización del comercio y la inversión en la región de Asia Pacífico.

  La República Popular China ingresa como miembro APEC en 1991.El Perú ingresa a ser miembro de APEC en 1997. La Federación de Rusia (ex URSS) hace su ingreso en 1998.Hago esta separación con el solo propósito de visualizar el polo del mundo multipolar. Los BRICS y APEC. El mundo unipolar o hegemónico de vieja data ¿Quién ignora que la ONU y la OTAN están a su servicio?

  El Apec hoy cuenta con 21 economías de cooperación Asia-Pacifico.

  LA FORMALIDAD.

  Son varios los países de la América Nativa que han solicitado su ingreso a APEC y aguardan su aceptación. Sobre este particular bueno es señalar la tendencia positiva en el seno de la Apec con el ingreso a ella de la República Popular China. Por lo general muchas veces las formalidades diplomáticas son eso, solo palabras. Aquí hay que resaltar la nueva política internacional de cooperación mutua en acuerdos y ejecución de los acuerdos, dirigido a iniciativa de la RPCH.

 LA REALIDAD.

  La inauguración del Mega puerto de Chancay es un hecho concreto donde las formalidades de aceptación o no en la Apec cae por su propio peso frente a una nueva realidad multitudinaria, multipolar y su cercanía geográfica que el océano pacífico une a Asia y Sudamérica a través del Perú.

  Finalmente, las gafas individualistas por lo general ven solo la rama o la superficie, no ven su fondo, su realidad profunda.

  Así, quien no se siente impresionado por el desarrollo del potencial del factor humano de la RPCH en ciencia y tecnología; en lo material como en lo espiritual. La admiración se queda con la boca abierta, pero ignora que detrás del portento de creación está la reivindicación del TRABAJO, EL CAPITAL HUMANO emancipado, tan ignorado y vilipendiado en los países denominados del “tercer mundo” como consecuencia del trabajo rebajado a condición de “trabajo servil o esclavizado” y su consecuente dominación ideológica, opresión política, explotación económica y represión social. Ya el Amauta José Carlos Mariátegui señalaba tajantemente en su vigente obra “Peruanicemos al Perú”: “Los que arbitraria y simplisticamente reducen el progreso peruano a un problema de capital áureo, razonan y discurren como si no existiese, con derecho a prioridad en el debate, un problema de CAPITAL HUMANO. Ignoran u olvidan que, en historia, el hombre es anterior al dinero. Su concepción pretende ser norteamericana y positivista. Pero, precisamente, de nada acusa una ignorancia más total que del caso yanqui” (coc JCM-T.11). Ignorar la obra del Amauta JCM es ignorarnos a nosotros mismos, al Perú profundo.

  Entendemos ahora el porqué de un Programa de acción común que reivindica en primer orden: TRABAJO-EDUCACIÓN-SALUD. Me salí un poco del tema tratado, pero era necesario por cuanto estamos frente a la realidad profunda del Perú que nos dice que una cooperación no va más allá de los linderos de una cooperación y que sus realizadores tienen que ser sus propios hombres, su propio factor humano en lucha por la liberación de sus fuerzas productivas y la Dirección de la Producción, a este respecto, la RPCH nos da una gran lección.

Héctor Félix Damián

18.11.24

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

19 noviembre 2024

 

DERECHO AL TRABAJO, DERECHO A LA VIDA

(15 de noviembre de 2024)

Por Miguel Aragón

 

Las grandes movilizaciones de pobladores, que se vienen desarrollando en varias provincias en todo el Perú, desde el día 11 de noviembre, tienen dos Consignas centrales:

*EN DEFENSA DEL DERECHO AL TRABAJO* (Contra las Extorsiones)

*EN DEFENSA DEL DERECHO A LA VIDA* (Contra los secuestros y asesinatos).

Estas grandes movilizaciones de masas deben de servir para organizarnos en barrios y municipios. Deben de servir para fortalecer *la democracia participativa* desde abajo, y para forjar el *PODER COMUNAL*, como base de la futura   ASAMBLEA CONSULTIVA DEL PUEBLO PERUANO, única alternativa legítima al actual Congreso feudal burgués en decadencia.

La delincuencia no se combate pidiendo "más policías, más cárceles, cadena perpetua".

La delincuencia se combate con EL PUEBLO ORGANIZADO en barrios y municipios, con el poder comunal, con los comités de autodefensa. 

La clase dominante está provocando y aprovechando el desborde de la delincuencia, para armar un REGIMEN POLICIACO Y VERTICAL, para continuar recortando las libertades democráticas.

La lógica de la reacción es: 

A más delincuentes, MAS POLICIAS; y 

A más policías, MAS DELINCUENTES. 

 

*¡VIVA EL DERECHO AL TRABAJO!* 

 

*¡VIVA EL DERECHO A LA VIDA!*

 

*¡VIVA EL PODER COMUNAL!*

 

*LA DICTADURA EN PERÚ* Y *LA COMEDIA CRIOLLA*


(17 de noviembre de 2024)

Miguel Aragón

 

I

 

En Perú la única dictadura que existe es la *DICTADURA DE LA CLASE DOMINANTE* (No han existido, ni existen "la dictadura de Fujimori", "la dictadura de Alan", "la dictadura de Dina", etc)

En los primeros cien años de vida republicana, la cúpula de la clase dominante estaba formada por *LA CLASE TERRATENIENTE FEUDAL*.  

En el presente siglo XXI, la cúpula de la clase dominante está formada por LOS PROPIETARIOS DE *LA BANCA*, LOS PROPIETARIOS DEL *COMERCIO MAYORISTA IMPORTADOR*, Y POR LOS PROPIETARIOS DE *LA GRAN MINERIA*.

Ellos (banqueros, grandes comerciantes, y grandes mineros), son los que tienen el poder económico, 

Por eso mismo, ellos tienen y controlan el poder político, el poder militar y el poder mediático (televisión y gran prensa).

 

II

 

Los funcionarios del poder ejecutivo, del poder militar, del poder legislativo, y del poder judicial, son simples *representantes* de los grupos de poder.  Su función es defender servilmente los intereses de los grupos de poder económico. 

En las movilizaciones, solamente se denuncia y ataca a los serviles representantes (presidente de turno, ministros, congresistas, jueces, etc) pero no se ataca a los que realmente tienen el poder económico. 

Los poderosos están felices, que en las movilizaciones se insulte a sus serviles funcionarios, pero no se ataque a ellos mismos. 

La propia clase dominante denuncia, ataca e insulta a sus propios funcionarios, a través de la prensa. 

Y los grupos de "izquierda" le hacen el juego a la clase dominante, insultando a la presidenta, a los ministros y a los congresistas, con consignas intrascendentes, como:

- Dina Asesina,

- Fuera los corruptos,

- Cierre del Congreso,

- Asamblea Constituyente,

- Que se Vayan Todos,

- Y otras *tonterias* que no atacan al poder real, sino solamente a los *sirvientes* de los grupos de poder.  - 

Después que la población "ha desfogado su ira" en las calles, la clase dominante cambia a sus representantes, incluso los denuncia, los enjuicia y hasta los encarcela. 

Luego, la clase dominante *"democraticamente"* los cambia por otros funcionarios, y se vuelve a repetir la comedia. 

En los últimos cuarenta años la clase dominante cambió:

- A la banda de Alan por la banda de Fujimori (1990);

- A la banda de Fujimori por la banda de Toledo (2001);

- A la banda de Toledo, por la banda de Alan (2006);

- A la banda de Alan por la banda de Ollanta (2011);

- A la banda de Ollanta por la banda de PPK (2016),.

Todos esos "jefes de bandas" (o presidentes), fueron sobornados y corrompidos por la clase dominante, y después de utilizarlos por un tiempo, la propia clase dominante los ha denunciado, enjuiciado (a Alan, a Fujimori, a Toledo, a Ollanta, a PPK...) y hasta las ha encarcelado. 

Así funciona *la comedia criolla* en Perú

 


LA CRISIS BOLIVIANA


Vladimir Mendoza Manjón

Cualquiera que piense la coyuntura de Bolivia en función de la lucha de clases sabe que el gobierno y la extrema derecha no lograrán clausurar el ciclo político únicamente neutralizando a Evo Morales. Deberán también derrotar a los sujetos sociales que protagonizaron la historia de las últimas décadas en el país, y eso ya es otra historia.

Este artículo forma parte de la serie «La izquierda ante el fin de una época», una colaboración entre Revista Jacobin y la Fundación Rosa Luxemburgo.

 

Bolivia enfrenta una crisis económica y política marcada por un estancamiento en el crecimiento y un alto déficit fiscal, agravados por la caída en los precios del gas, principal producto de exportación. La inflación y el desempleo han aumentado, afectando la calidad de vida, mientras la deuda externa sigue creciendo. A nivel político, las tensiones se han intensificado, sobre todo al interior del MAS, con intentos de eliminar política y físicamente a Evo Morales, todo esto en medio de un bloqueo de caminos de sectores campesinos que ya lleva casi un mes de duración.

Las fisuras internas del MAS se fueron abriendo paso a través del bullicio intrascendente. Las acusaciones cruzadas de actos de corrupción e involucramiento con el narcotráfico eran reflejo de una lucha sórdida entre aparatos políticos. La escenificación empezó con la burocracia gubernamental, liderada por el presidente Luis Arce, afanándose por arrebatar el control del instrumento político de las manos de Evo Morales y las dirigencias del movimiento campesino.

Por la calidad de los intereses expresados, se trata de una trifulca de muy baja calidad ajustada a las pasiones mezquinas que acarrea el control de los cargos en el Estado. Independientemente de la voluntad de los contendientes, la pugna fue adquiriendo dimensiones sociales cada vez más amplias; primero, la crisis partidaria devino en crisis de gobernabilidad. Viendo amenazada su candidatura de 2025, Evo usó su bancada para sabotear al gobierno en la Asamblea Legislativa y Arce usó a las camarillas judiciales para paralizar al legislativo y tratar de proscribir electoralmente al exjefe.

Después, con el malestar económico, el desmadre llegó a escalas mayores. Todos los ingredientes de la implosión estaban a la espera de un detonante. La cosa estalló cuando Arce sufrió un intento de golpe militar el pasado 26 de junio. Si bien la asonada naufragó el mismo día, empujó a delinear un nuevo rumbo político en el gobierno. Convencidos de su debilidad, de su carencia de una base social de apoyo, Lucho y su cuadrilla fueron los últimos en enterarse de que el eslogan de «estabilidad económica» que venían vendiendo estaba hecho girones.

Apelando a su cerebro reptiliano —esa parte de encéfalo que emana conductas ante situaciones desesperadas—, decidieron apostar por canalizar el antievismo de la sociedad boliviana y llevar la confrontación contra su exlíder a ámbitos judiciales y violentos. 

Límites del proyecto histórico del MAS

El 2004, un año antes de asumir la presidencia Evo, la economía boliviana registraba un PIB de 4 mil millones de dólares. En los diez primeros años del gobierno evista, se ensanchó hasta llegar a 33 mil millones, resultando en un inédito crecimiento de 723%. Semejante expansión permitió, entre otras cosas, sacar a franjas significativas de la población de la pobreza extrema y moderada, aunque encontró límites para cumplir nuevas tareas; entre ellas, la de mejorar las tasas de empleo de calidad, aspecto que es imposible lograr sin una sólida base industrial.

El subempleo crónico en Bolivia nunca fue menos del 80% de la fuerza laboral disponible. Pese a que el MAS insistió con la retórica del «cambio de la matriz productiva» (pasar de ser un país exportador de materia prima a industrializador de la misma), esta transformación no tuvo visos de hacerse realidad. Y esto, fundamentalmente, debido a un impedimento estructural: las desigualdades en el intercambio que padece la modestísima economía boliviana respecto al mercado global capitalista. Este obstáculo para el desarrollo del país no pudo ser afrontado por el proceso político boliviano vivido el último cuarto de siglo, pues este cerró su etapa de reformas después de estatizar parcialmente una sola fuente de ingresos sustanciales: el gas.

Obligada a vender hidrocarburos sin mayor elaboración, Bolivia utiliza sus ingresos para comprar bienes de capital y tecnología proveniente de los países centrales. Además, gran parte del excedente económico se usa para fomentar procesos de acumulación privada no reinvertidos completamente en el mercado interno. La burguesía boliviana —minera, financiera pero principalmente agroindustrial—, ha sido parasitaria de la renta hidrocarburífera; ni siquiera en los mejores años del boom internacional fue capaz de tener una balanza comercial positiva, siendo gran parte de sus importaciones costeadas por el Estado.

En el ámbito social y político, las escrupulosas reformas implementadas por el MAS enfrentaron, desde un inicio, una oposición extremista y muchas veces violenta de parte del bloque dominante conformado por la gran empresa privada, sus medios de comunicación, las organizaciones políticas de derecha y las clases medias acomodadas. Para enfrentar los embates más agresivos de esta oposición, al MAS no le bastó el poder coercitivo del Estado, y fue la acción del movimiento de masas la que jugó un rol indispensable.

A diferencia del gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, el MAS boliviano nunca vislumbró con seriedad la posibilidad de un futuro poscapitalista. El «gobierno de los movimientos sociales», como se autodenominó en sus mejores épocas, no abordó cuestiones como el del poder obrero y popular, el poder comunal indígena, ni siquiera las cooperativas sociales campesinas. Se aprobó una nueva Constitución, pactada con la derecha, concebida más como una proclama: una suerte de manifiesto retóricamente refundacional antes que una hoja de ruta o diseño legal para producir cambios sociales emancipadores y concretos.

El proyecto histórico del MAS, en términos estrictos, siempre se enmarcó en la promoción de un desarrollismo capitalista con contenido social. Por su parte, la derecha denunció continuamente el modesto proyecto como una amenaza comunista y organizó asonadas de diferente intensidad (2008, 2019, 2024) con el fin de cerrar abruptamente el proceso político.

La mayor parte del tiempo, sobre todo en el período 2006-2010, la correlación de fuerzas fue favorable al movimiento popular. Pero la dirección política del MAS se negó a pasar a la ofensiva y utilizó su apabullante respaldo social para obligar a la reacción a aceptar sus recatadas reformas. Así, se desaprovechó la situación —como en 2008— de llevar adelante una verdadera modificación del uso, tenencia y producción de tierras que ponga fin (o al menos límites reales) al poder latifundista, uno de los sectores más reaccionarios de la burguesía. El resultado práctico de esta orientación fue que la concentración y especulación con el uso de suelos ha crecido exponencialmente durante el proceso de cambio.

Las derrotas sucesivas del proyecto maximalista de la derecha —echar al gobierno y aplastar la movilización popular— fueron complementadas con la autolimitación estratégica del Movimiento Al Socialismo. Recatarse de impulsar reformas más profundas terminó consolidando un programa asentado en la administración del excedente proveniente de una sola fuente: los hidrocarburos.

Aunque suene extraño, se cayó en la ingenuidad de creer en la duración eterna de los pozos de gas y de los buenos precios internacionales. Esta ilusión generó otra fantasía análoga y ajustada al círculo de poder de Evo Morales: el mito del caudillo eterno e insustituible. Ambas cosas abrieron el camino a la actual crisis económica y política que atraviesan Bolivia y el MAS.

Mucho se dice que el error fundamental de Evo Morales y su partido fue insistir tercamente con la reelección indefinida desde el 2015 y que desconocer los resultados del referéndum donde una mayoría lo inhabilitó para el propósito fue el punto de inflexión hacia la caída y la decadencia actual. Pero muy poco se habla de que este error político reflejaba mucho más que cinismo, ambiciones personales y grupales: reflejaba el empequeñecimiento del conjunto del proceso de cambio.

El fracaso de Luis Arce

La recesión pandémica, el desastre legado por el gobierno de facto, el agotamiento del «ciclo del gas» y un proceso de cambio sin intención de hacer más cambios fueron las condiciones con las que Luis Arce asumió el gobierno en 2020. Arce calculó que su tarea consistía en enmendar administrativamente los «errores» heredados. Su método, al menos durante los tres primeros años, fue levantar empresas estatales medianas con el fin de dinamizar el mercado interno, pero el impacto macroeconómico de esta medida fue insignificante.

A partir de 2023, agobiado por la carencia de dólares en el mercado, las presiones inflacionarias, la falta de combustibles y las pugnas políticas en el MAS, el «cajero» de la otrora bonanza económica ha nadado en el infortunio. Luis Arce siempre fue dado a mostrarse como un tecnócrata, una suerte de gestor ejemplar que maneja el Estado con aires de eficiencia. En sus mejores años, como ministro de Economía, salía arropado de cifras y estadísticas, pavoneando la «bonanza» del 2008 al 2014. Ahora, cada vez que trata de hacer lo mismo, en lugar de brillo, las cifras lo vuelven más opaco.

El putsch militar del 26 de junio marcó un punto de inflexión para su gestión. En aquella jornada, un grupo de generales de las fuerzas armadas desplegaron en la Plaza Murillo un operativo con francotiradores, algunas centenas de soldados y tanquetas. Su intención era desplazar a Luis Arce y actuar severamente contra Evo Morales, es decir, dirimir la crisis política a punta de balazos. Aunque la operación fracasó en sus objetivos inmediatos, dio el cimbronazo para una reorientación política del gobierno.

A partir de ese momento, con la certeza de un escenario de inestabilidad donde no se podía descartar otra intentona militar o policial, al Poder Ejecutivo se le planteó un rotundo dilema: enfrentar nuevas asonadas apoyados en las bases sociales del MAS, cuyo liderazgo recae en su adversario Evo Morales, o aventurarse a buscar la representación de todas las corrientes que quieren aplastar al núcleo fundamental del MAS. Con la evolución de los acontecimientos, queda claro que Luis Arce y compañía optaron por la segunda opción.

Evidenciando el fracaso de su administración económica, el gobierno cifra sus esperanzas de contener la debacle procurando dólares a través del endeudamiento externo, mientras implora a los exportadores privados que no fuguen todo el dinero. Hasta ahora no ha logrado ni lo uno ni lo otro. Primero, porque su exigua representación parlamentaria, paralizada por el evismo y la oposición de derecha, le impide acceder al oxígeno del crédito externo.

Segundo, porque pese a haber dispuesto 2500 millones de pesos bolivianos para programas de financiamiento a la patronal y quitar cepos de varios productos de exportación, no ha logrado que los privados dejen de fugar divisas. El gobierno les ha concedido incluso la posibilidad de producir biodiesel (una prebenda gubernamental a las clases dominantes con hondas consecuencias, puesto que los grandes ganaderos y agroindustriales son responsables del 90% del bosque incendiado este 2024, donde alcanzaron a quemar a más de 10 millones de hectáreas, afectando de forma crónica la situación ambiental y salud pública, ennegreciendo durante dos meses prácticamente todo el cielo boliviano).

Este collar de capitulaciones no ha sido suficiente para conceder un respiro económico al país y ha llevado al gobierno a una orientación política suicida: convertir el antievismo (con todas las connotaciones racistas y reaccionarias que conlleva) en su principal bandera para llegar a las elecciones nacionales del 2025. Paulatinamente, Luis Arce ha ido bajando el perfil, y personajes como Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno, han declarado abiertamente la guerra a Evo Morales, reactivando procesos por estupro, iniciando otros por causas similares y ensalzando la represión policial contra los bloqueos campesinos. Este es el contexto en el que se puede analizar el significado del atentado policial contra la vida de Evo Morales.

Evo y las bases sociales del MAS

El evismo retiene la fuerza social del MAS con la idea de que este movimiento político representa los intereses subalternos, intereses que habrían sido «traicionados» por Arce y sus ministros. Si alguien ayuda a confirmar la validez de esta idea es el propio gobierno que, convencido de la reducción social y electoral del «MAS histórico», está dispuesto a perder este segmento social persiguiendo a Evo Morales y reprimiendo con saña los bloqueos de caminos.

Pero si hay algo que sostiene el bloqueo de caminos es la convicción sobre la necesidad de evitar que la salida a la crisis económica signifique el retorno paulatino o violento a las políticas antipopulares de libre mercado (como la devaluación de la moneda, el levantamiento de la subvención estatal de hidrocarburos y otras). Evidentemente, sus actores, que hace pocas semanas realizaron también una marcha hacia la ciudad de La Paz, vinculan sus aspiraciones al liderazgo de Evo Morales, pero ambos son elementos que un sensato análisis debería saber distinguir.

Todo alineamiento ideológico de los sectores populares responde a una interpretación de la realidad material. Es evidente que el gobierno ha acoyuntado sus fracasos económicos con una mayor hostilidad no solo contra Evo Morales sino contra el «núcleo duro» del MAS. Es la construcción exacta para adquirir un perfil antipopular. Así las cosas, los sectores campesinos que bloquean las rutas tienen todo el derecho a declarar como enemigo al gobierno y como hostiles sus políticas, más aún si saben que los personajes que los tratan de «terroristas» y «grupos irregulares», les deben básicamente el cargo.

Si todavía hay razones —pese a un notable desgaste— que dan vigencia al caudillismo de Morales, se debe a que él encarna una construcción política inédita en la historia de Bolivia. En un país cuyos trazos históricos parecen repetirse hasta la desesperación, la novedad fulgurante de un movimiento como el MAS, de composición abrumadoramente plebeya, es haber construido una herramienta política que ocupó durante casi dos décadas el gobierno y sirvió para mediar, con mayor efectividad práctica que el sindicato, la relación entre las aspiraciones populares y su posibilidad de concreción real. El papel de Evo en esta construcción sigue siendo (aunque en menor medida que ayer) relevante.

Poco antes de que Arce y sus ministros concibieran la genial idea de salvar su gestión desatando una cacería contra el evismo, algunas encuestas daban el primer lugar en las intenciones de voto al caudillo indígena. La sorpresa se la dejamos a los necios. Si la derecha boliviana, cada vez más tirada al extremo, está excitada por el experimento de Milei en Argentina y habla de achicar el Estado, si el gobierno mostró disposición de levantar la subvención estatal de combustibles —es decir, disparar el proceso inflacionario—, a nadie debería extrañarle que Evo, simplemente con refugiarse en las añoranzas de lo que fue su pasada gestión de gobierno, sea todavía una alternativa legítima para evitar el infierno neoliberal. Aunque Evo no tiene un programa y estrategias para enfrentar el ajuste económico, su actual perfil, facilitado por la derechización de todo el espectro político, le posibilita presentarse como si los tuviera.

Lo seguro es que, al contrario de lo que creen algunos, cualquiera que analice la coyuntura boliviana en función de la lucha de clases sabe que el gobierno y la extrema derecha no les alcanzará con eliminar física o políticamente a Evo Morales para cerrar el ciclo político. Tendrán que pasar antes por la prueba de fuego: derrotar a los sujetos sociales que definieron la historia de este primer cuarto de siglo veintiuno en Bolivia

Fuente: https://jacobinlat.com/2024/11/la-crisis-boliviana2


¿QUÉ ES LA HISTORIA Y LA POSHISTORIA, HOY? EL EJEMPLO DE LA CERDAÑA DURANTE LA GUERRA CIVIL.

 

01 Noviembre 2024

La historia es la explicación e interpretación racional y objetiva de los hechos del pasado, fundamentada en una documentación pertinente, rigurosamente seleccionada y examinada.

La historia idealista, que retuerce y modifica los hechos acaecidos para subordinarlos al mercado editorial o a una ideología del presente, interpretados irracional y sesgadamente, no merece el nombre de historia, sino el de mangoneo torticero de marketing; es la poshistoria.

En esta época de posverdad y absoluto señorío de la manipulación mediática, la poshistoria (idealista y espectacular) que impregna a la casta académica de historiadores está desplazando a la ciencia histórica, materialista y rigurosa, al desván de los trastos pretendidamente inútiles.

Al sistema no le interesa una historia racional, objetiva, científica, rigurosa y materialista, fundamentada en una documentación severamente evaluada, porque esa historia suele ser subversiva y cuestiona un presente de opresión y sumisión, entendido como una eternidad permanente e inmutable en la que pasado, presente y futuro se funden y confunden en un continuo espaciotemporal.

Sólo la verdad es revolucionaria. La poshistoria tiene como fundamento y objetivo la satisfacción de la propia ideología del historiador (o del mercado que abastece), de la esencia y presencia de determinados valores, imaginarios y quiméricos, y, sobre todo, la reafirmación de una ideología compartida, la satisfacción de las necesidades míticas y fundacionales, ya sean reales o imaginarias, de la secta, el grupo, el partido, la nación o el Estado a que pertenece.

Aquí, mítico significa mistificación o engaño, y también místico y sagrado o religioso.

LA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL EN LA CERDAÑA

Es sorprendente la feroz resistencia encontrada entre la élite intelectual catalana, en general, y ceretana, en particular, ante hechos documentados y probados, como por ejemplo la decisiva intervención de ERC en la confección y orden de ejecución de la lista de los 21 derechistas/fascistas que debían ser eliminados. Tal hecho, probado y documentado en varias fuentes archivísticas, exime a los anarquistas, en general, y a Antonio Martín, en particular, de su proverbial y providencial culpabilidad, que ahora se demuestra totalmente gratuita e injusta o, con mayor propiedad, como exculpatoria de crímenes ajenos.

No se trata sólo de una inicial oposición catalanista ante la novedad historiográfica, después de casi noventa años de fraude y manipulación de la historia. Ahí hay mucho más; una especie de muralla defensiva cultural, antropológica, racista y sobre todo de clase: los obreros revolucionarios anarquistas fueron, son y serán siempre (para el fascismo catalanista de Estat CatalàJunts o Aliança Catalana) unos bárbaros extranjeros y criminales. Por el contrario, “los nuestros”, piensa esa élite, son ciudadanos civilizados, enraizados en el país, por no decir que son la esencia catalana, el fundamento de La Nació… sumando a catalanes catalanistas y a catalanes españolistas, aunados todos por sus intereses y conciencia de clase. Los bárbaros “extranjeros” han sido, son y serán siempre esos charnegos anarquistas, jornaleros y asalariados que no tienen raíces, ni donde caerse muertos, murcianos con un cráneo deficiente propio de delincuentes, según creencias “científicas y no racistas” de general aceptación entre los catalanistas de los años treinta.

La conclusión alcanzada en un proceso de investigación histórica riguroso y muy documentado, determina que ERC y su dirigente Eliseu Font fueron responsables de la elaboración de una lista con los nombres de los derechistas/fascistas que era “necesario” fusilar en la noche del 9 al 10 de septiembre de 1936. Tal conclusión no se fundamenta en un único documento, como afirman algunos ignorantes, periodistas o provocadores malévolamente, sino que se levanta sobre esta serie de documentos coincidentes en sus incriminaciones, que provienen además de fuentes muy distintas y que, en ocasiones, también explican el contexto histórico, político y social existente en la Cerdaña cuando ERC elaboró esa lista:

1.      Primer documento: La declaración de Concepción Caralps en la Causa General, porque señala la confección de una llista en el Casal de Esquerra Republicana de Cataluña. Lista en la que se anotaron los nombres de los derechistas/fascistas que querían fusilar. Lista escrita en el Casal de ERC en Puigcerdá y aprobada por su secretario, que fue quien dio la orden de ejecución de los derechistas cuyo nombre estaba inscrito en esa lista.

La declaración de Concepción Caralps explica, además, cómo se elaboró esa lista de la muerte, en un fragmento que historiadores al servicio de la burguesía, en una deshonesta práctica de la poshistoria que practican, “olvidan” citar, Y, muy curiosamente, ¡qué casualidad!, es el mismo fragmento que unas periodistas omitieron o perdieron en un podcast explicativo de las razones para levantar un monolito en el Còrrec del Gavatx, presentado en el Arxiu Comarcal de la Cerdaña el 24 de agosto de 2023. El testimonio de Josefa Caralps, hija de uno de los fusilados, es brillante, indiscutible e irrefutable, y no puede ser puesto en duda de ninguna forma racional. Tal testimonio dice así:

“Según referencias, sabe y le consta a la declarante, que a los pocos días del Alzamiento, se confeccionó una lista en la que intervino el Presidente del “Casal de Izquierda” (sic)1, cuyo nombre no recuerda pero que es conocido por el apodo de “el espardenyer2, continuando actualmente el comercio de alpargatas un familiar de dicho Presidente del ”Casal de Izquierda”, concretamente su mujer, cuyo individuo se halla actualmente detenido no pudiendo concretar la declarante en que cárcel se halla.

La anterior lista salió de otra lista confeccionada al ser reprimidos los sucesos de 6 de octubre de 1934, en la que constaba el nombre de las personas que cuando dichos hechos, donaron dinero, a favor del Ejército, dándose el caso que la mayor parte de personas que concurrieron en tal suscripción, en 1936, fueron asesinados, constándole así mismo a la declarante, que dicha lista cayó en manos del citado Presidente de Izquierda, apodado “el espardenyer”3

La acusación es clara, rotunda y contundente, precisa e irrebatible. Y el testimonio de Josefa Caralps está en la Causa General, al alcance de todos. No es posible que una periodista pierda ningún fragmento por el camino… sin la voluntad de ocultarlo, pese al descrédito y desvergüenza que semejante “pérdida” comporta. Me da igual que la pérdida sea por manipulación o por necedad, porque los errores pueden enmendarse más tarde, pidiendo perdón.

Es Josefa Caralps quien acusa al presidente del Casal de ERC, de quien no sabe el nombre, aunque sí conoce el apodo, de confeccionar la lista de la muerte. El documento de la Gendarmería francesa, que algunos ponen irracionalmente en duda, lo que hace es poner nombre a ese presidente del Casal de ERC: Eliseu Font.

El testimonio de Josefa Caralps acusa de esos asesinatos, directa y claramente al presidente del Casal de ERC en Puigcerdá. Hoy sabemos que ese era Eliseu Font, no sólo por el documento de la Gendarmería francesa, sino también porque cuando Eliseu Font fue nombrado (el 20 de octubre) miembro del Consejo Administrativo del Pueblo, tuvo que abandonar ese cargo de presidente del Casal, en el que fue sustituido por Joan Guardiola. Es preciso leer bien los documentos, pero además hay que conocer su contexto histórico. Y ese contexto nos lo dan las Memorias de Jaume Palau y el artículo de Antonio Gascón sobre esas memorias, que puede consultarse en la web de SER HISTÓRICO.

Respecto a las acusaciones contra Antonio Martín que, desde días antes del 9 de septiembre estaba realizando una gira de mítines en Francia, siempre tienen ese mismo aire tautológico: Antonio Martín era el ALCALDE DE PUIGCERDÀ O EL GOBERNADOR de la Cerdaña. Siempre se constata su cargo, muchas veces erróneo o imaginario, pero nunca se cita su intervención directa en ningún asesinato. Ninguno significa que ni uno solo. Y Blanchon, aquí, comparte al cien por ciento esta afirmación de Gasón/Guillamón.

2.     Segundo documento. El testimonio de Carmen Plana (hija de Josep Mª Plana, farmacéutico) señala como inductores de los asesinatos a Barnolà, Guardiola y Palau, los tres miembros de ERC´.

Carmen Plana afirmó que su padre era de la Lliga, cuando en la Causa General figura como afiliado a Unión Patriótica; aunque no sería extraña una doble militancia.

Carmen Plana señala claramente a Barnolá4, Guardiola5y Palau6, tres militantes de ERC, y los tres implicados en la insurrección catalanista de octubre de 1934, así como a los carabineros Valverde y Alfredo Cerón7.

3. Tercer documento. Testimonio de Concepción Comamala (hija de Áureo Comamala, fusilado), que considera inductores a «el Cojo de Málaga» y también al «Borni», a Tort y a Maranges («brazo derecho de Antonio Martín»).

Las denuncias concretas y personales contra Antonio Martín sólo aparecen en dos ocasiones; con referencia a Áureo Comamala y Buenaventura Caralps, al afirmar las denunciantes, en ambos casos, que Antonio Martín era Presidente del Comité, un hecho evidentemente falso, ya que era responsable de Gobernación; pero que en cualquier caso sólo apunta al cargo y responsabilidad ocupado, no al conocimiento fehaciente de su participación en hechos criminales o su orden de asesinato.

Concepción Comamala también explica que su padre no fue detenido por una denuncia, sino porque su nombre aparecía en una lista negra.

4. Cuarto documento (descubierto con posterioridad a la edición por Descontrol en 2018 del libro Nacionalistas contra anarquistas). El artículo del Boletín de información de la CNT-FAI del 21 de setiembre de 1936. Ante todo, es necesario comprender que el Comité Revolucionario y luego el Consejo Administrativo del Pueblo fueron comités antifascistas: no eran un comité cenetista o anarquista. Estos comités estaban formados por gente del PSUC-UGT, EC, ERC, POUM y también por cenetistas y anarquistas. Primaba la ideología de unidad antifascista, en una situación bélica contra el enemigo fascista. Los anarquistas hicieron numerosas y dolorosas concesiones ideológicas y de principios para asumir tal ideología antifascista. Es muy importante entender la cronología de los hechos. Por otra parte, ha de asumirse y destacar que este documento habla de un terror (blanco) contra el Comité Revolucionario (antifascista) y la revolución en curso a la Cerdaña, que explicaría las razones defensivas y justificativas de la degollina del 9 de septiembre, impulsada por ERC: “Puigcerdá no ha vuelto a vivir en el terror desde entonces”.

Antonio Martin regresó de Francia al conocer la matanza de la noche del 9 al 10 de septiembre de 1936. Ante el hecho irremediable del asesinato de veinte derechistas fascistas, PLANIFICADA Y ORDENADA por ERC8, Antonio Martin convocó una Asamblea popular para decidir qué hacer. El dilema planteado era este: aceptar a posteriori estos asesinatos, necesarios porque se trataba de enemigos fascistas, tanto en el frente como en la retaguardia, ya que habían ametrallado la sede donde se reunían los miembros del Comité Revolucionario9, o bien disolver el comité antifascista y entrar en un terreno desconocido.

La asamblea popular aceptó la continuidad del Comité Revolucionario. En el momento de constitución del Consejo Administrativo del Pueblo del 20 de octubre se obligó a Eliseu Font y a Jaume Palau a que ingresaran en ese Consejo, como principales ejecutores de la matanza del 9 de septiembre y de la represión antifascista en la Cerdaña desde julio de 1936, con el objetivo prioritario de que no rehuyesen y evitaran sus evidentes responsabilidades represivas.

5. Quinto documento. Las memorias de Jaume Palau justifican la huida del alcalde de Puigcerdà por ERC a causa de unas misiones de espionaje encargadas por la Generalitat, entre el 9 de septiembre y el 19 de octubre, que no esconden, sino que evidencian su responsabilidad en la matanza del 9 de septiembre de 1936. Demuestran, además, el conocimiento de estos hechos sangrientos por el Gobierno de la Generalitat, de boca de uno de sus principales inductores: Jaume Palau.

6. Sexto documento. Las memorias de Lluïset, en las que un adolescente explica sus vivencias (y de sus compañeros) como trabajadores esclavizados en una masía de la Cerdaña. así como su liberación por el Comité Revolucionario y Antonio Martín.

7. Séptimo documento. El informe del cenetista Mariano Puente sobre el ugetista y estalinista Juan Bazán Castro (alias Juan Bayrán Clasli), ¡Atención a la coincidencia de las iniciales de nombre y seudónimo: JBC!
JBC fue compañero en diversas ocasiones y fechorías en la Cerdaña de otro militante de PSUC: Vicente Climent Pastor.

CONCLUSIONES:

Así pues, la lista de la muerte fue confeccionada por ERC y aprobada por su presidente Eliseu Font. No hay complicidad alguna de los anarquistas, ni por activa ni por pasiva.

Hemos sufrido casi 90 años de fraude y de manipulación de la historia,
primero durante los cuarenta años de Dictadura franquista y, más tarde, por parte de los historiadores nacionalistas (Pous/Sabaté) y, ahora, por periodistas (el podcast de Teresa Turiera-Puigbó y su hija Neus Aldeguer) al servicio de la élite burguesa ceretana y catalana, porque son incapaces de reconocer la verdad de los hechos ocurridos. Y, aunque se demuestre documentalmente responsabilidades, autores y hechos evidentes; los anarquistas, en la cabeza y cosmovisión de Solé o de Turiera, siempre han sido, son y serán unos criminales, por la sencilla razón de ser anarquistas, porque anarquista y criminal (para ellos) son sinónimos. Y tal mentalidad y guía cultural no tiene remedio ni solución. La invasión y amenaza de la patria catalana por parte de los bárbaros extranjeros, criminales y anarquistas justifica su previa calumnia y su definitiva liquidación.

Solé, en su reciente hagiografía sobre el alcalde de Bellver, apenas varía su errado y caduco relato sobre la Cerdaña durante la Guerra civil; no ha aprendido nada de las críticas y aportaciones de Gascón y Guillamón en Nacionalistas contra anarquistas en la Cerdaña (Descontrol, 2018), ni tampoco de las investigaciones de Blanchon, muy cercanas a las de Gascón/Guillamón.

Turiera-Puigbó, cuando en la revista Querol intenta arreglar el inadmisible corte en su podcast del testimonio de Josefa Caralps sobre la lista de fusilados, crea un nuevo documento inexistente, creado artificialmente mediante el corte y pego de dos documentos distintos, en los que fusiona los testimonios de las dos hermanas Caralps. No sé si es más divertido y ridículo el enroque inmutable de Solé en su obsoleto relato o las constantes torpezas de Turiera-Puigbó.

Debemos concluir que muchos de los insurrectos en octubre de 1934, y, por lo tanto, procesados más tarde, participaron muy activamente en la represión de 1936 contra derechistas y fascistas, figurando como implicados, de una forma u otra, en los asesinatos de los primeros meses de guerra. El motivo: la venganza. Los catalanistas perseguidos por la insurrección de octubre de 1934, después de julio de 1936 persiguieron a sus perseguidores españolistas. Y eso se produjo en la Cerdaña y en toda Cataluña.

Tal hecho, importantísimo, ha sido ignorado, porque desmonta de forma irrefutable y evidente la leyenda de criminalización y conversión en diablos o vampiros de los militantes anarquistas. Es indudable que la historiografía académica ha establecido cierta osmosis entre la criminalidad libertaria y la virtud nacionalista, que aquí hemos roto, de forma que los vasos comunicantes muestran ahora la criminalidad nacionalista y la virtud ácrata. Creemos, además, que contra toda evidencia los historiadores académicos han minimizado el papel represivo de ERC en Puigcerdà, razón que les ha conducido a esconder que numerosos militantes de ERC aparecían en la Causa General profusamente citados y gravemente comprometidos en actos criminales.

La actual historiografía sobre la Cerdaña durante la Guerra civil se ajusta como un guante a la frase escrita por Orwell en su novela 1984:
“El pasado había sido borrado, lo borrado fue olvidado, la mentira se convirtió en verdad”.

El combate por la historia es un combate contra el fraude de algunos historiadores y periodistas, porque son historiadores al servicio de la burguesía que mienten, falsifican y esconden… porque son periodistas que se prestan a difundir esas falsedades sin remordimiento alguno, sin la menor crítica, o bien no denuncian ese relato soez, cuando ya pueden hacerlo.

La pirámide de la investigación histórica en Cataluña descansa, hoy y ahora, inestable sobre su vértice, y ya no se aguanta en pie; GASCÓN Y Guillamón nos proponemos que repose sobre su base.

EPÍLOGO

Para terminar, copio un texto propio, extraído del libro: La represión contra la CNT y los revolucionarios (Descontrol, 2015) que explica en profundidad la naturaleza de ese generalizado fenómeno del fraude y la manipulación, tan propio de la poshistoria que, con ayuda de Orwell, intentamos desvelar y comprender.

“16 de junio de 1937, miércoles.

Policías, llegados especialmente de Madrid para el caso, detuvieron al CC del POUM, partido ilegalizado ese mismo día bajo la fantástica acusación de formar parte de una red de espionaje fascista.

Se iniciaba una brutal represión contra el POUM y los sectores revolucionarios de la CNT, que además demonizaba y difamaba el carácter y naturaleza de los incontrolados/revolucionarios. Era la primera vez en la historia en la que se planteaba una campaña de falacias, infamias y calumnias como sustitución de la realidad social e histórica. Represión y escarnio, sin límites, para los vencidos de mayo. Los poumistas eran acusados de ser trotskistas/fascistas, los altos cargos cenetistas en Orden público, o en la antigua Oficina Jurídica, eran ultrajados, desprestigiados y deformados hasta el absurdo, convirtiéndolos en monstruosos asesinos y ávidos ladrones, aislándolos del contexto histórico, social y revolucionario en el que habían surgido. Era una extravagante, grotesca y curiosa maniobra, pero muy efectiva, que ocultaba el papel de estalinistas10y republicanos11 en las mismas tareas represivas que los anarquistas. Absurda y arbitrariamente se concentraban y personalizaban todas las “barbaridades”, acciones represivas y decisiones “de gobierno y orden público”, tomadas durante el período revolucionario en Barcelona, en unos cuantos nombres estigmatizados y demonizados: Manuel Escorza, Dionisio Eroles, Aurelio Fernández, José Asens, Eduardo Barriobero, Justo Bueno, Antonio Ordaz. Al mismo tiempo, en cada localidad surgía el nombre del incontrolado/revolucionario de turno: Antonio Martín, “el Cojo de Málaga”, en Puigcerdá12, Lino y “sus muchachos” en Sabadell, Pedro Alcocer y “sus chiquillos” en Tarrasa, Aubí “el Gordo» en Badalona, Marín en Molins, Pascual Fresquet y su autobús de la muerte en Falset, y un largo etcétera en toda Cataluña. La operación de persecución, deshonra, eliminación, distorsión y criminalización de algunos de los responsables cenetistas, completa y gratuitamente degradante, vil, abstracta, ideológica e irracional, disfrazó la situación revolucionaria, comenzada en julio de 1936 por el triunfo sobre el golpe militar-fascista, y el consiguiente vacío de poder, como una epidemia de monstruosos asesinos en serie, vampiros ávidos de sangre e impunes ladrones, todos exclusivamente anarquistas13, provocada por un extraño virus: la legalidad republicana y la selectiva represión gubernamental, republicana y estalinista. Lo curioso y grave es que esa campaña publicitaria y esa cadena de infamias caló tan hondo que llegó a sustituir la propia realidad, y aún hoy impregna las narraciones históricas académicas como un dogma indiscutible. No en vano Orwell extrajo las características esenciales del Gran Hermano de sus vivencias barcelonesas.”

Agustín Guillamón
Barcelona, 11 de setiembre de 2024

1.      El autor del atestado, funcionario franquista, escribe Izquierda como traducción sui generis de Esquerra, esto es, de ERC. ↩︎

2.     En julio de 1937, el presidente del Casal era Joan Guardiola Moliner, procesado en 1934, que había sustituido en octubre a Eliseu Font. ↩︎

3.     Testimonio de Josefa Caralps Ribalaiga, por la muerte de su padre Buenaventura Caralps Rivas (21-7-1942) Causa General, 1437, EXP. 4. ↩︎

4.    Guillermo Barnolá Blancher. Doble militancia en ERC y CNT. Presidente del Consejo de Administración del Pueblo, como supuesto miembro de CNT. Detenido y procesado en 1934. ↩︎

5.     Joan Guardiola Moliner, presidente del Centre d’Esquerres de Puigcerdà, detenido y procesado en 1934. Sustituto de Eliseu Font en el Casal de ERC. ↩︎

6.    Jaume Palau Soldevila, alcalde de Puigcerdà de julio a octubre de 1936, militante de ERC, detenido y procesado en 1934. Mentía en sus memorias cuando afirmó que había dimitido de su cargo ¡el 8-9-1936! ↩︎

7.     Probablemente Salvador Cerón Gutiérrez, de guarnición en Llívia. ↩︎

8.    Como certifican los testimonios de Josefa Caralps, Concepción Comamala, la Gendarmería francesa y, además, la Comisión enviada por la CNT. ↩︎

9.    El Boletín de Información de la CNT-FAI, decía esto: “Nosotros protestamos contra los hechos señalados con respeto a los sucesos de Puigcerdá, desnaturalizando la verdad, acusando a los trabajadores de esta localidad de asesinato y de vandalismo, cuando en realidad ellos [los fascistas] no han hecho más que tramar en la sombra asesinatos de los militantes activos del comité antifascista local”. Y luego explican así el intento de asesinato de Antonio Martín y demás miembros del Comité Revolucionario: “El delegado de Gobernación ha sido víctima de una tentativa de asesinato por un mercenario de Franco que no titubeó en seguir tirando sobre el inmueble que sirve de refectorio a los milicianos antifascistas.” ↩︎

10.             Como José Gallardo, Eusebio Rodríguez Salas, África de las Heras, Salvador González, Olaso, Sala… ↩︎

11.  Como el grupo de Soler Arumí. ↩︎

12. Véase Gascón, Antonio y Guillamón, Agustín: “Martín Escudero, Antonio (1895-1937): “El Durruti de la Cerdanya””. Catalunya, números 166 y 167 de noviembre y diciembre de 2014. ↩︎

13. Hasta el punto que las orgías de sexo y sangre, atribuidas por Miravittles al rondín de la estalinista África de las Heras, fueron trasladadas gratuitamente al austero y puritano anarquista Manuel Escorza. ↩︎

 

Fuente: https://acracia.org/que-es-la-historia-y-la-poshistoria-hoy-el-ejemplo-de-la-cerdana-durante-la-guerra-civil/