domingo, 7 de diciembre de 2025

EL CAPITALISMO DEMASIADO TARDÍO. ERNEST MANDEL EN LA ERA TRUMP*

 Cédric Durand

3/12/2025Vientosur nº 198

 

En El capitalismo tardío, la obra magna de Ernest Mandel, publicada por primera vez a principios de los años setenta, el militante y pensador marxista señalaba que esta etapa del capitalismo “lejos de representar una sociedad postindustrial, aparece así como el período en el que todas las ramas de la economía están completamente industrializadas por primera vez” 1. En su opinión, la industrialización plena no se refiere al desarrollo de la industria manufacturera en sentido estricto, sino a la generalización de la lógica industrial a todas las ramas de la producción y a la sociedad en su conjunto. Esta lógica industrial es la lógica del trabajo abstracto: la comparabilidad universal de los procesos de trabajo concretos a través del intercambio de mercancías, que se deriva de la dinámica de la valorización y de su expansión constante en alcance y profundidad. Bajo la amenaza de la eliminación, la competencia entre los capitales implica “una presión permanente para acelerar la innovación tecnológica, (...) una constante búsqueda de rentas tecnológicas que solo pueden obtenerse mediante la renovación tecnológica permanente” 2.

Como resultado de esta lucha por la supervivencia entre capitales, la economía y la sociedad se remodelan sin descanso. Esas transformaciones estructurales no se detienen en las fronteras nacionales, sino que, por el contrario, desencadenan una metamorfosis histórica a escala mundial. En El capitalismo tardío, ningún rincón del ámbito social es inmune a la influencia de la valorización, lo que significa que los indicadores de rendimiento se propagan por toda la matriz económica en forma de normas tecnológicas y organizativas. Al mismo tiempo, los vínculos se densifican en todo el espacio social global. Como dice Mandel, “la socialización del trabajo alcanza su extensión más extrema a medida que el resultado total acumulado del desarrollo científico y técnico de toda la sociedad y la humanidad se convierte cada vez más en la precondición inmediata de cada proceso de producción particular en cada esfera particular de la producción. Con la realización de la automatización plena, esto se realizaría en un sentido literal” 3pp. 315, 316.

Casi cinco décadas después, a medida que las herramientas de IA generativa colonizan cada centímetro del tejido social, la visión de Mandel de una interdependencia global permanente y una automatización generalizada del trabajo intelectual se hace realidad. Previó con precisión la transformación cualitativa del capitalismo, su omnipresencia. Comprendió desde el principio que el cambio tecnológico y la intensificación de la dependencia del trabajo intelectual no se materializan automáticamente en una nueva ola de expansión. También basó su optimismo en la intensificación de las contradicciones sistémicas. Vale la pena citarlo aquí en extenso:

La apropiación privada de esta producción socializada conduce a la contradicción flagrante de que este vasto capital científico y técnico a disposición de la humanidad está subordinado a las condiciones de la valorización del capital y, consecuentemente, le es negado a millones de personas o está a su disposición sólo en forma deformada y fragmentaria. Sólo cuando las fuerzas productivas rompan el cascarón de la apropiación privada que las aprisiona, podrán las fuerzas revolucionarias que en su mayor parte dormitan todavía en la ciencia contemporánea ser utilizadas plenamente para servir a la liberación del hombre y el trabajo 4. 

Mandel tenía razón, y la tiene más aún ahora, en lo que respecta al movimiento estructural del sistema. Sin embargo, la idea de que el desarrollo de sus contradicciones allanaría el camino para un futuro socialista nunca ha parecido tan lejos de lo políticamente pensable. ¿Podría el poder sistémico de la socialización contribuir a un giro reaccionario sistémico?

El propósito de este texto es intentar conciliar la visión de Mandel sobre el capitalismo tardío como camino hacia la emancipación postsocialista con la política económica del régimen de extrema derecha de Estados Unidos, el país líder del capitalismo global. Tras presentar algunos parámetros básicos del contexto económico, recordaré el argumento clásico de Kalecki sobre la macroeconomía política fascista y mostraré cómo encaja perfectamente con el cuento de hadas para multimillonarios reaccionarios contado tras la segunda victoria electoral de Trump. A continuación, me centraré en dos procesos que se han acelerado bajo esta Administración: la desintegración del capitalismo global construido en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial y el avance del sector tecnológico hacia capacidades similares a las del Estado.

Mi argumento principal es que, si bien la agenda de Trump tiene indudables rasgos neofascistas, este régimen no se encamina hacia el resurgimiento de una modernización autoritaria dirigida por el Estado, sino hacia la desarticulación del campo de juego global para los capitalistas de todo el mundo y la ampliación del poder político - administrativo de las grandes tecnológicas a expensas del poder estatal. Si bien la postura de confrontación con China es real y peligrosa, la dirección tomada conduce a una mayor autonomía de las grandes empresas tecnológicas estadounidenses como agentes híbridos postestatales del poder político-económico, más que a un renacimiento del imperialismo estadounidense de la vieja escuela.

1.                Parámetros básicos

Para comprender el panorama estructural en el que se mueve la administración TrumpII, es fundamental recordar los parámetros económicos básicos de la coyuntura histórica. Se pueden resumir en cinco puntos principales.

En primer lugar, se observa un declive relativo de las principales economías de altos ingresos frente al resto del mundo (gráfico 1), mientras que China y, en menor medida, la India, han aumentado drásticamente su participación en el PIB mundial (gráfico 2). Medida en paridad de poder adquisitivo (PPA), que es un indicador más fiable del poder productivo efectivo de un país que el PIB nominal, la evolución es sorprendente. En 2023, Francia y Alemania representaban el 5,3% de la economía mundial, la mitad de su cuota del 10,6% en 1980. El retroceso de Estados Unidos es menos espectacular, del 21,3% en 1980 al 15,5% en 2023, pero muy significativo. Especialmente si se compara con el aumento de la cuota de China, del 2,2% al 18,7%, muy por encima de Estados Unidos. La India aumenta su peso del 3% al 7,6%, superando a Francia y Alemania juntas.


Gráfico 1. Cuotas de las principales economías de altos ingresos en el PIB mundial (PPA, cuota del total mundial – 1980-2023 – FMI-WEO)


Gráfico 2. Cuotas de China y la India en el PIB mundial (PPA, cuota del total mundial – 1980-2023 – FMI-WEO)

El equipo económico de Trump relaciona este declive relativo de Estados Unidos frente a China con la financiarización. La comprensión de esta maldición de los líderes a lo largo del camino del desarrollo capitalista se remonta a William Playfair (1759-1823). Este economista británico identificó las tendencias del capital hacia la concentración de la riqueza en pocas manos, la desaparición de la clase media y la necesidad de exportar capital. Ya señaló en 1805 que, cuando se alcanza la etapa de superabundancia de capital, a medida que una nación industrial se convierte en una nación acreedora o inversora, “esto significa el fin de la industrialización y la expansión progresivas, es decir, una tendencia a un estado estacionario y el comienzo de la desintegración y el declive” 5. Giovanni Arrighi desarrolló este argumento en su teoría del ciclo sistémico espacio-temporal de la acumulación, definido como una “fase de expansión material seguida de una fase de expansión financiera promovida y organizada por la misma agencia o grupo de agencias” 6. Según este encuadre, la historia del capitalismo global es una sucesión de cuatro ciclos sistémicos: genovés, holandés, británico y estadounidense, cada uno de los cuales se expande desde una base territorial más amplia que su predecesor. Para Arrighi, la expansión de China, teniendo en cuenta el enorme tamaño del país y la profundidad de su articulación histórica con toda la región de Asia oriental, la convierte en una poderosa “fuerza subversiva para la jerarquía mundial de la riqueza” y la principal aspirante a suceder a la economía mundial liderada por Estados Unidos.

Este entrelazamiento de las finanzas y el declive es lo que Braudel denominó “el signo del otoño”, cuando países enteros “se transforman en una sociedad de rentistas-inversores en busca de cualquier cosa que les garantice una vida tranquila y privilegiada” 7. Este oscuro braudelismo acecha a la actual administración Trump. Tanto el secretario de Estado, Marco Rubio, como el secretario del Tesoro, Scott Bessent, adoptaron el acento braudeliano, vinculando una orientación al valor para los accionistas y el apalancamiento excesivo con el debilitamiento de las capacidades empresariales a largo plazo y la insostenibilidad del gasto militar imperial 8. Stephen Miran, actual presidente del Consejo de Asesores Económicos, apunta al papel del dólar, que sustenta todo el edificio de las finanzas mundiales, cuando afirma que “cada vez es más oneroso para Estados Unidos financiar la provisión de activos de reserva y el paraguas de defensa, ya que los sectores manufactureros y comercializables soportan la mayor parte de los costes”9 .

Este pesimismo financiero en la cúpula de la élite política estadounidense contrasta fuertemente con la fiebre financiera de la era Clinton, cuando, bajo los auspicios de Lawrence Summers en el Banco Mundial y en el Tesoro, se abrazó la liberalización financiera total. Fueron los años dorados de una expansión de cuatro décadas del superciclo minskiano, que se hizo cada vez más difícil de sostener tras la Gran Crisis Financiera (gráfico 3) 10. La creciente intervención de los bancos centrales y el estallido de la inflación en la era pos-COVID revelaron las crecientes tensiones entre la desaceleración de la economía productiva y la búsqueda de la expansión de los activos financieros. Esta sobreacumulación de capital ficticio es, por lo tanto, el segundo punto que caracteriza la coyuntura.


Gráfico 3. Peso de las formas básicas de capital ficticio en Estados Unidos (1980-2024)

El tercer punto se refiere a la hegemonía del sector tecnológico. La búsqueda del aumento de la capitalización bursátil no es un fenómeno generalizado, sino el resultado de una concentración históricamente extrema del índice bursátil, ya que las diez mayores empresas del S&P [el índice bursátil más importante de EE UU] representaban más de un tercio de la capitalización total a finales de 2024, frente a menos del 20% durante la mayor parte de las últimas décadas (gráfico 4). Entre las diez principales empresas por capitalización bursátil, solo dos no están relacionadas con el sector tecnológico a finales del verano de 2025 (tabla 1). La importancia de este auge del sector tecnológico depende de cómo se evalúe este tipo de actividad: si se considera simplemente una nueva transición sectorial o una profunda alteración del modo de producción. Sin embargo, el logro de esta revolución industrial es sin duda un componente crucial de la situación.


Gráfico 4. Capitalización bursátil de las diez mayores empresas del S&P 500 (% del total del índice, Goldman Sachs, noviembre de 2024)

11


Tabla 1. Mayorías empresas por capitalización bursátil

El cuarto punto se refiere a la globalización. La aceleración del comercio ha sido una fuerza importante desde mediados de los años ochenta hasta la gran crisis financiera, pero desde entonces ha retrocedido significativamente (gráfico 5). La proporción del comercio de bienes con respecto al PIB alcanzó su máximo en 2007 (gráfico 6), mientras que los flujos financieros internacionales nunca se recuperaron de su abrupta caída tras la Gran Crisis Financiera, sino que, en proporción, se redirigieron cada vez más hacia las economías emergentes 12. En general, tal y como afirma el FMI, “la economía mundial podría estar al borde de un cambio de tendencia del constante aumento de la integración que caracterizó la segunda mitad del siglo XX” 13.

Gráfico 5. Comercio de bienes y servicios (volumen, variación porcentual, 1980-2025, FMI-WEO)

Gráfico 6. Comercio de mercancías (% del PIB mundial, 1988-2021, FMI-WEO)

El quinto y último punto es una recesión mundial. La coyuntura se caracteriza por un marcado declive relativo de la hegemonía estadounidense, con una rivalidad sistémica con China que se perfila en el horizonte tras una larga fase de financiarización, con una reestructuración sectorial de la economía mundial en la que el sector tecnológico es el polo dominante y el agotamiento de las fuerzas dinámicas de la globalización. Se está produciendo una transformación sistémica, pero no se trata de un rejuvenecimiento del capitalismo que allane el camino hacia una nueva fase de expansión. La larga recesión de las economías de altos ingresos 14 se vio compensada, durante un tiempo, por la rápida recuperación de China. Sin embargo, desde la crisis financiera mundial, el crecimiento también se ha desacelerado en China. Se ha producido una desaceleración secular de la economía mundial, al sumarse China a la larga recesión de las economías occidentales (gráficos 7 y 8).


Gráfico 7. Crecimiento del PIB mundial(variación anual y tendencia, 1980-2024, FMI-WEO)

 

Gráfico 8. Crecimiento del PIB de China y del G7 (variación anual y tendencia, 1980-2024, FMI-WEO)

En resumen, el capitalismo tardío actual es un capitalismo en desaceleración. Las fuerzas de la financiarización y la globalización que lo sostuvieron hasta la gran crisis financiera se están agotando, mientras asistimos a un cambio tectónico del poder productivo mundial hacia China y a una reorganización de las empresas estadounidenses en torno al sector tecnológico. Estos son los parámetros básicos sobre los que se mueve el factor Trump.

2. Un cuento de hadas para multimillonarios reaccionarios

Con el afianzamiento de la extrema derecha en la cima de la mayor potencia mundial, estamos condenados a volver a leer lo que escribieron sobre ella quienes vivieron la era fascista del siglo XX. Esto nos recuerda inmediatamente el nombre del gran economista polaco Michal Kalecki. Su famoso artículo de 1943, “Aspectos políticos del pleno empleo”, sostiene que “la resistencia a la política de gasto gubernamental como tal se supera bajo el fascismo por el hecho de que la maquinaria estatal se encuentra bajo el control directo de una combinación de las grandes empresas y los arribistas fascistas”. Este régimen político específico implica que desaparecen los principales obstáculos políticos a los beneficios futuros de los capitalistas. En primer lugar, ya no existe la amenaza de la incertidumbre de un futuro gobierno elegido democráticamente y hostil a las empresas, ya que “bajo el fascismo no hay gobierno próximo”. En segundo lugar, no hay motivos para temer que la disminución del ejército de reserva de mano de obra favorezca un malestar laboral masivo, ya que “la disciplina en las fábricas” y la “estabilidad política” bajo el pleno empleo se mantienen gracias al “nuevo orden” 15, y que la represión política sustituye a la presión económica del desempleo.

Este sólido marco ayuda a comprender por qué los mercados se alegraron tras la elección de Trump y se mantienen, en el momento de escribir este artículo, en niveles récord a pesar de que la incertidumbre alcanza máximos históricos en la mayoría de los ámbitos 16. A primera vista, los inversores no parecen especialmente preocupados por el agravamiento del déficit presupuestario, que alcanza niveles propios de tiempos de guerra. Apuestan porque los recortes fiscales, la privatización y la flexibilización regulatoria impulsarán los beneficios tanto por el lado de la demanda como de la oferta, mientras que los obstáculos políticos planteados por los sindicatos y los movimientos sociales se mantendrán bajo control y la izquierda será eliminada de forma duradera –¿no prometió Trump durante la campaña electoral “expulsar a los comunistas y marxistas” 17–? Además, la dureza imperial y la diplomacia transaccional podrían acorralar a los competidores extranjeros y forzar la apertura de nuevos campos de acumulación para el capital estadounidense.

En la medida en que este entusiasmo neofascista refleja una derrota de la izquierda y un impulso imperial rejuvenecido, tiene una base racional. Según una de las figuras más destacadas de Silicon Valley, Marc Andreesen, el giro hacia la derecha de las empresas fue una reacción a lo que algunos líderes empresariales percibieron como un poderoso movimiento anticapitalista de Nueva Izquierda que se extendió desde los campus universitarios a raíz de la guerra de Irak y la Gran Crisis Financiera y radicalizó a la fuerza laboral en la era poscovid 18.

Luego, durante la pandemia, el Estado proporcionó transferencias sustanciales a las y los trabajadores, algunos de las cuales se sintieron empoderados para expresar nuevas demandas. Y después, la administración Biden tomó una serie de medidas progresistas; entre ellas, una dura aplicación de las leyes antimonopolio bajo el liderazgo de Lina Khan en la FTC, un intento de coordinación internacional de la fiscalidad de las empresas y un cierto apoyo a la remobilización sindical y la acción climática, ya que la política industrial volvió a estar en boga con la IRA [Inflaction Reduction Act]. Desde la izquierda, este tímido avance no fue motivo de alegría, pero bastó para que la derecha capitalista estadounidense, acostumbrada a una completa domesticación de las fuerzas sociales, se sintiera amenazada por la creciente presión popular y abandonara los principios democráticos, humanitarios, ecológicos y progresistas que había defendido formalmente hasta entonces.

Hasta qué punto los capitalistas pueden soportar restricciones más sustanciales a su autonomía decisoria es contingente, dependiendo de la relación de fuerzas entre las clases y las expectativas de las distintas fracciones. La elección de Trump y la prisa por apoyar al nuevo presidente entre la comunidad empresarial sugieren que en la clase capitalista muchos pueden aceptar un mayor autoritarismo.

3. El desmoronamiento del capitalismo global

Una de las características más notables de la nueva administración es su postura abiertamente nacionalista, tanto en su política antimigratoria en el frente interno como en sus ataques abiertos al sistema multilateral en el frente internacional, con especial atención al comercio.

El amplio paquete de aranceles a la importación anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump el 2 de abril de 2025, el día de la liberación, fue un momento crucial para esa agenda, con dos componentes principales. El primero es un arancel general del 10% aplicado a las importaciones de todos los países. El segundo es el denominado arancel recíproco. Los niveles anunciados inicialmente son el resultado de la siguiente fórmula: la mitad del déficit con respecto al total de las importaciones de un país determinado, expresado en porcentaje, donde tanto el déficit comercial como las importaciones se refieren únicamente a los bienes, y no a los bienes y servicios.

¿Cómo evaluar esta medida? La saga de los aranceles sigue su curso, con retrasos, exenciones y negociaciones sobre acuerdos bilaterales, por lo que no está del todo claro cuál será el punto de llegada. Inicialmente, el enfoque contundente e indiscriminado asustó a las y los inversores, pero a mediados de julio de 2025, los mercados bursátiles recuperaron con creces sus pérdidas. Tras el acuerdo con China y la acumulación de exenciones, estas y estos parecen considerar que Trump siempre dará marcha atrás si los daños a la economía estadounidense son lo suficientemente importantes, una estrategia conocida en los mercados como Taco, acrónimo de Trump Always Chickens Out (Trump siempre se acobarda). Si se aplicaran los aranceles elevados, las finanzas y las empresas reaccionarían con dureza, pero el camino es largo desde el ruido sobre los aranceles hasta su aplicación efectiva.


Tampoco hay que exagerar el carácter disruptivo de la postura de esta administración en materia comercial, ya que el alejamiento de Estados Unidos del libre comercio se venía gestando desde hacía años. La guerra comercial con China se inició bajo la primera administración Trump y no se redujo bajo la de Biden. Además, Estados Unidos viene expresando su descontento con la OMC desde el cambio de milenio, ya que su capacidad para garantizar los resultados deseados se ha visto drásticamente reducida por el auge de China y otras potencias emergentes. Como resultado, saboteó la institución. Como explicó Kristen Hopewell, Estados Unidos comenzó a bloquear todos los nuevos nombramientos para el Órgano de Apelación (OA) a medida que expiraban los mandatos de sus jueces (miembros). Desde diciembre de 2019, con seis de sus siete puestos vacantes, el OA no ha tenido suficientes jueces para resolver las disputas. Desde diciembre de 2020, los siete puestos están vacantes. Al bloquear los nombramientos para el OA, Estados Unidos ha inutilizado el mecanismo de aplicación de la OMC 19.

Y dejó impotente a todo el operador de regulación comercial.

Por último, las sanciones económicas han contribuido a frenar la dinámica del comercio, fragmentando progresivamente la economía mundial, ya que el número de sanciones y la diversidad de sus fuentes han aumentado drásticamente en los últimos 15 años 20.

Sin embargo, incluso después de estas salvedades, se puede afirmar que la política comercial de Estados Unidos durante el primer semestre de 2025 fue el último clavo en el ataúd de lo que Panitch y Gindis denominaron Capitalismo global 21. El horizonte regulador de este proyecto, desplegado en la segunda mitad del siglo XX, era la indiferenciación entre capitales extranjeros y nacionales, es decir, la utopía de la igualdad de trato para todos los capitalistas. Esta idea, que fue un factor poderoso en la movilización mundial de las clases dominantes en torno a este proyecto liderado por Estados Unidos, es rechazada abiertamente por la actual administración en favor de un enfoque de juego de suma cero de la economía política internacional. Con esta administración, como afirma Vivian Balakrishnan, ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, el giro hacia el interior de Estados Unidos ha trastocado el sistema comercial mundial existente: “El arquitecto, el planificador maestro, el desarrollador del sistema multilateral de integración económica basado en normas ha decidido que ahora es necesario emprender la demolición total del mismo sistema que creó” 22. Como resultado, la mayoría de los países de Asia, Europa, el Golfo y otras regiones están intensificando sus esfuerzos diplomáticos para construir un sistema comercial menos dependiente de Estados Unidos.

Los objetivos explícitos de los aranceles son impulsar la producción nacional, crear puestos de trabajo y generar ingresos para el presupuesto federal 23. Según este argumento, la economía estadounidense se habría visto debilitada por la competencia mundial, debido a una amplia gama de prácticas comerciales desleales por parte de otros países, pero, desde un punto de vista más estructural, debido a la sobrevaloración del dólar como consecuencia de su amplia demanda derivada de su condición especial de moneda de reserva 24. Hay muchos problemas que no pueden analizarse en el limitado espacio de este documento. Mencionemos solo que el comercio de bienes solo representa una parte de los diferentes tipos de actividades comerciales del siglo XXI, mientras que el comercio de bienes intangibles es enormemente beneficioso para Estados Unidos, por lo que, en general, el panorama general es menos desequilibrado 25. No obstante, las consecuencias de este modo de integración comercial han sido especialmente perjudiciales, tanto para la clase trabajadora estadounidense como para el espacio de desarrollo de los países más pobres, mientras que han beneficiado a un puñado de empresas especializadas en actividades intelectuales y protegidas por disposiciones especiales en el contexto de los denominados acuerdos de libre comercio 26.

Otra cuestión se refiere a la comprensión errónea del funcionamiento del dólar global. El déficit comercial de Estados Unidos no es necesario para respaldar el suministro de dólares que se requiere a nivel mundial por motivos de precaución o simplemente para financiar actividades comerciales y de inversión denominadas en dólares sin que ello implique una contrapartida residente en Estados Unidos. En primer lugar, la compra de letras del Tesoro de alta liquidez por parte de inversores extranjeros puede compensarse con la compra de acciones y otros activos de alto rendimiento en el extranjero por parte de inversores estadounidenses en el extranjero, lo que en conjunto genera ingresos positivos para la economía estadounidense 27. En segundo lugar, la liquidez mundial del dólar también se mantiene gracias a los eurodólares –pasivos denominados en dólares emitidos por entidades no estadounidenses– sin ningún vínculo directo con la cuenta corriente de Estados Unidos 28.

En última instancia, la razón de ser de la agresiva política comercial de Estados Unidos es intentar calmar las tensiones sociales internas imponiendo mayores costes al resto de economías, incluso a corto plazo, gracias a los ingresos procedentes de los aranceles comerciales. También tiene por objeto impedir que China tome la delantera a largo plazo en capacidad productiva, con especial atención a las tecnologías avanzadas y a la solidez de la base material más amplia de la economía, incluidas las industrias pesadas y el acceso a los recursos naturales. Durante décadas, los dos países fueron en gran medida complementarios, lo que en general benefició a sus respectivos capitalistas, pero la reducción de la brecha por parte de la economía china los ha situado en una peligrosa vía de confrontación 29, cuya dinámica se acerca más a las rivalidades imperialistas de la vieja escuela que al espíritu cooperativo del imperio informal de Panitch y Gindins. El aumento de 150000 millones de dólares en el gasto en defensa un incremento del 13% entre 2025 y 2026 30– es un indicio preocupante de esa tendencia. Por último, los aranceles son también una herramienta punitiva utilizada para forzar la relajación de la regulación de las empresas tecnológicas, una cuestión persistente con la UE. Este es también el caso del Brasil de Lula, pero allí la cuestión de la regulación de las plataformas se suma a la injerencia política directa. Los aranceles del 50% están motivados sobre todo por el apoyo al expresidente Bolsonaro 31. En ese contexto, no son más que una forma de sanción económica para enfrentarse políticamente a otras naciones.

4. El tecnofeudalismo en escena

En un artículo reciente con Benjamin Braun 32, hemos detallado las numerosas antinomias que atraviesan la coalición de Trump, entre las que destaca la polaridad entre nacionalismo e internacionalismo. Gran parte de las empresas estadounidenses, incluidas las mayores transnacionales, las minoristas, las finanzas tradicionales y las grandes tecnológicas, desconfían de cualquier forma de obstáculo a sus operaciones globales. En términos más generales, existe una falta de mediación política entre la facción MAGA y las diversas facciones del capital. Como resultado, el proceso de toma de decisiones de la administración es muy errático y la situación general es políticamente inestable. Para evitar que se abran disputas demasiado grandes o para reactivar el apoyo popular, existe una probabilidad nada desdeñable de que se produzca una radicalización hacia la derecha del régimen estadounidense o una agresión exterior abierta hacia un vecino o hacia China para provocar una movilización en torno a la bandera, algo aterradoramente parecido al fascismo o a una guerra a gran escala en sentido literal.

Pero la perspectiva de El Capitalismo tardío invita a mirar los acontecimientos actuales a través del prisma de las relaciones entre el cambio tecnológico y las relaciones de producción. Más concretamente, siguiendo la intuición de Mandel, deberíamos profundizar en el carácter inquietante del impulso hacia la hipersocialización y la automatización de las relaciones capitalistas. Teniendo en cuenta la falta de perspectivas inmediatas para el socialismo, debemos afrontar la posibilidad de una involución regresiva del capitalismo, lo que yo he denominado la hipótesis tecnofeudal 33.

El síntoma principal de tal metamorfosis sería una dislocación de la autonomía política relativa del Estado bajo el dominio del capital digital. La tendencia general es la siguiente: 1) la monopolización del conocimiento va de la mano de la centralización de los medios algorítmicos de coordinación de las actividades humanas, es decir, la hipersocialización; 2) en ausencia de un contrapeso por parte del poder público, da lugar al desplazamiento del poder de organizar la sociedad hacia las manos de las grandes empresas tecnológicas; 3) el corolario es la extraordinaria y creciente capacidad de estos actores privados para influir en el comportamiento individual y colectivo y, como resultado, sustituir las relaciones mercantiles por otras neotributarias.

Esta sección sigue esta hipótesis para interpretar la huella cada vez mayor del sector tecnológico que ya se está produciendo en Estados Unidos. Con el desmantelamiento de la globalización que se ha comentado anteriormente, este es el cambio más significativo que se está produciendo, ya que el sector tecnológico está adquiriendo atributos cruciales del poder estatal y sustituyendo a las finanzas como estructura dominante.

Carta blanca para la IA

Una indicación espectacular de esta tendencia se dio ya el 20 de enero de 2025, el día de la toma de posesión 34. Tras una ceremonia a la que asistieron los principales directivos del sector tecnológico, Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas, entre ellas la revocación de un mandato de la era Biden que obligaba a “los desarrolladores de sistemas de IA que supongan un riesgo para la seguridad nacional, la economía, la salud o la seguridad pública de Estados Unidos a compartir los resultados de las pruebas de seguridad con el Gobierno estadounidense” 35. Si bien las autoridades públicas tenían anteriormente cierta influencia en los avances en la frontera de la IA, ahora se ha eliminado esta mínima supervisión. La filosofía de la administración sobre este tema es inequívoca, como aclaró el vicepresidente J. D. Vance: “Creemos que una regulación excesiva del sector de la IA podría acabar con una industria transformadora justo cuando está despegando, y haremos todo lo posible para fomentar políticas de IA favorables al crecimiento” 36. El espectro de China a la cabeza de la carrera se menciona habitualmente como justificación. En ese contexto, las empresas tecnológicas intentaron conseguir una moratoria de diez años para la regulación de la IA a nivel estatal a través de la One Big Beautiful Bill. No lo consiguieron, pero están presionando para que se adopten medidas federales que establezcan normas que las protejan de la supervisión pública a nivel estatal 37.

Más allá de las peripecias, el elemento decisivo es que la administración presidencial y la mayoría republicana están convencidos de que la tecnología más disruptiva de nuestro tiempo no necesita una regulación estricta, a pesar de las numerosas advertencias sobre el impacto que puede tener en la esfera pública, en los mercados laborales, en la salud, en la creatividad y en la seguridad en general. La verdadera amenaza no es la fantasía de una inteligencia artificial general (AGI), sino más bien una depredación y una instrumentalización generalizadas del intelecto general 38. Si bien la automatización del trabajo intelectual daría lugar a una gran descalificación de la mano de obra y de la ciudadanía en general, seguir por la senda actual de la monopolización del conocimiento y del control privado sobre los medios automatizados de coordinación social conduciría a una concentración masiva de la riqueza y del poder político, similar al del Estado, en un puñado de megacorporaciones tecnológicas.

El control de la administración

En relación con esto, el anuncio de la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, fue un segundo indicio de la experimentación de una nueva forma de articulación entre la tecnología y el Estado. La medida inicial se basó en una reorganización de los Servicios Digitales de Estados Unidos, creados bajo el mandato de Obama para integrar los sistemas de información entre las diferentes ramas del Gobierno federal. Esto proporcionó al DOGE un acceso casi ilimitado a los datos no clasificados de todas las agencias gubernamentales. Su primera misión era “reformar el proceso de contratación federal y restaurar el mérito en la función pública”, garantizando que las y los empleados estatales tengan un “compromiso con los ideales, valores e intereses estadounidenses” y “sirvan lealmente al poder ejecutivo” 39. Al afirmar que este plan “integrará las tecnologías modernas”, esta orden fomentaba la incorporación de máquinas para la supervisión política de los funcionarios federales. La salida de Elon Musk tras su enfrentamiento público con el presidente de Estados Unidos no puso fin al asalto a los organismos públicos. El Tribunal Supremo permitió que se llevaran a cabo los despidos masivos iniciados por DOGE, y tecnólogos sin experiencia siguen operando en todos los organismos gubernamentales e impulsando un despliegue torpe de herramientas de IA 40.

No existe ningún truco tecnológico mágico para agilizar el proceso administrativo y mucha gente en Estados Unidos considera que las medidas adoptadas son muy perjudiciales para las capacidades del Estado estadounidense. Aún es pronto para evaluar el alcance de la huella tecnológica privada en las operaciones gubernamentales y en qué medida afecta a la integridad del proceso administrativo. Sin embargo, los primeros indicios sugieren que es muy profunda y que el riesgo de violaciones de datos no es insignificante. Según el The New York Times, tras la implementación de DOGE, empresas tecnológicas como Palantir obtuvieron varios contratos, entre ellos con el IRS, encargado de la recaudación de impuestos, la Seguridad Social y el ICE. Las herramientas implementadas en estas diversas ramas del Gobierno pueden utilizarse fácilmente para consolidar datos y utilizarse en contra de los derechos humanos y políticos fundamentales 41.

Otras noticias sugieren que DOGE no es un caso aislado. El nombramiento de cuatro altos ejecutivos de Meta, Palantir, Open AI y Thinking Machines Lab como altos mandos del Ejército es una medida muy inusual en la era moderna, ya que se les ha entregado uniformes para altos directivos del sector privado. Según Military.com, un sitio web especializado, la iniciativa “se perfila como un punto álgido, la última señal de la creciente relación del Ejército con Silicon Valley, una conexión que se está caldeando rápidamente y que se está convirtiendo en una preocupación creciente para los legisladores preocupados por la influencia y el cabildeo de las grandes tecnológicas” 42. El desarrollo de la IA en Estados Unidos está muy relacionado con el aparato de seguridad nacional estadounidense, pero las capacidades de planificación de las grandes tecnológicas parecen tomar la delantera 43.

El emergente poder monetario de la tecnología

La relajación de la supervisión administrativa sobre la IA y la creciente huella de las empresas tecnológicas en el proceso administrativo estadounidense son dos indicios parciales de un proceso emergente de colonización privada del poder estatal. Sin embargo, esos elementos, aunque significativos, son demasiado preliminares y parciales para ser decisivos. Podría decirse que el cambio más significativo se está produciendo en el ámbito monetario.

Durante la primera mitad de 2025, el estatus del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial indiscutible, lo que los marxistas denominaban dinero mundial 44, se ha visto seriamente dañado. Ya en febrero, el director de inversiones de la gestora de activos francesa Amundi señalaba: “Cada vez se hacen más cosas que podrían empezar a erosionar la confianza. Y, al fin y al cabo, el estatus del dólar estadounidense también está vinculado a esto: la confianza en el sistema estadounidense, en la Reserva Federal, en la economía estadounidense”45. En las semanas siguientes, esta amenaza apenas velada comenzó a materializarse con varios episodios de tensiones en los mercados bursátiles y de bonos y un retroceso del dólar.

Dado que la Administración pretende debilitar el valor del dólar, se trata de una característica de su política, no de un error. Mientras tanto, apuesta por lo que Eric Monnet denominó criptomercantilismo 46 para preservar la centralidad del sistema del dólar. La ley GENIUS crea un marco regulatorio para sustituir el sistema tradicional del dólar por monedas estables vinculadas al dólar. Para Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, “las criptomonedas no son una amenaza para el dólar. De hecho, las monedas estables pueden reforzar la supremacía del dólar”, ya que podrían acabar siendo uno de los mayores compradores de bonos del Tesoro estadounidense 47. El objetivo es preservar la centralidad del dólar y apoyar la demanda de bonos públicos estadounidenses sin fortalecer el dólar.

Sin embargo, no está claro que este plan vaya a tener éxito, y no existe un sustituto obvio del dólar como moneda de reserva mundial; ni el euro, ni el renminbi, ni el oro, ni las criptomonedas están a la altura de las circunstancias por el momento. Esto sugiere que nos dirigimos hacia un mundo sin un activo seguro a nivel mundial, una configuración que aumentará la inestabilidad financiera, tanto a nivel nacional como internacional, y a la fragmentación del sistema financiero mundial 48.

Hay algunos indicios de que el nuevo sistema monetario internacional emergente probablemente conducirá al “auge de las zonas de moneda digital estructuradas en torno a la interconexión tecnológica” 49. En ese contexto, las plataformas sociales y comerciales dominantes están bien equipadas para disputar el poder monetario de la autoridad pública y eludir las fronteras nacionales. De hecho, dado que el grado de liquidez es el factor determinante más importante de la monetariedad, las entidades cuya infraestructura digital pueda transmitir más transacciones se convertirían en las grandes ganadoras; las monedas ofrecidas por las plataformas transnacionales podrían resultar cada vez más atractivas, situándose en lo más alto de la jerarquía monetaria mundial. Empresas como Amazon, Wal-Mart, Facebook y X están elaborando planes para desarrollar sus propias monedas estables, y no es difícil imaginar cómo el aumento de las tenencias en esas carteras corporativas podría dar lugar a una sustitución de la moneda, lo que provocaría una pérdida de control de muchos bancos centrales y reguladores de todo el mundo sobre su sistema financiero y, en última instancia, sobre sus economías.

Ya en 2021, Benoît Coeuré, entonces miembro del Banco de Pagos Internacionales, lo expresó sin rodeos: en lo que respecta a la moneda digital, “la madre de todas las cuestiones políticas no es la competencia internacional, sino el equilibrio de poder entre los gobiernos y las grandes tecnológicas a la hora de configurar el futuro de los pagos y los derechos y el control de los datos relacionados” 50. Con su estrategia criptográfica, la administración estadounidense pretende que el Estado puede ganar la competencia internacional promoviendo las monedas estables de las grandes tecnológicas sin perder el poder monetario definitivo frente a los actores privados. Queda por ver si el Estado estadounidense será capaz de controlar a las futuras bestias monetarias. Pero no hay duda de que las empresas tecnológicas privadas están a punto de añadir una nueva capa de poder soberano a sus ya bien dotadas capacidades similares a las del Estado.

5. Aperturas

Las direcciones tomadas por la administración Trump y la forma en que afectan a la configuración capitalista se han examinado en tres dimensiones. En primer lugar, las clases dominantes estadounidenses aprovechan esta oportunidad para afianzar su poder de clase con enormes ganancias fiscales, la represión de la izquierda y la compresión de la demanda de la clase trabajadora. En segundo lugar, la agenda nacionalista ha puesto en desventaja a muchas facciones del capital, especialmente a aquellas cuyas operaciones y beneficios dependen de las cadenas de suministro globales, de la mano de obra migrante, de las operaciones en China o del papel del dólar como activo seguro. Sin embargo, aunque la administración parece ajustar su agenda para responder a esas demandas empresariales, la visión nacionalista general que articula y su postura de confrontación con China son incompatibles con la perspectiva global del capital y están generando una gran reorganización de las relaciones internacionales. No obstante, es evidente que algunos segmentos, en el sector de la defensa y las finanzas privadas, se están posicionando para beneficiarse de ello. Por último, la tecnología está acelerando su diferenciación entre capitales y su apropiación de atributos propios del Estado, creando y desplegando capacidades de las que los gobiernos en general dependen cada vez más. En este frente, la evolución actual en Estados Unidos sugiere que, a diferencia de China, no existe la voluntad de frenar este poder mediante una fuerte supervisión pública. Más bien, todo lo contrario.

Desde la perspectiva de El Capitalismo tardío de Ernest Mandel, el significado de Trump es profundamente ambivalente. Por un lado, confirma que el capitalismo no se está rejuveneciendo, sino que, como anticipó Mandel, está envejeciendo, lo que significa una pérdida sistémica de dinamismo que acelera las tensiones de múltiples maneras. La brutalidad es un síntoma de un callejón sin salida: la imposibilidad de avanzar en las promesas de beneficios compartidos de la modernización, lo que alimenta un giro hacia un peligroso juego de suma cero. En un momento en que se aceleran los desastres climáticos, la negación de la perturbación ecológica debe interpretarse como una simple renuncia al futuro capitalista. De hecho, como afirma un miembro del Consejo de Administración de Allianz, “una vez que alcancemos los 3°C de calentamiento (...) el riesgo no podrá transferirse (no habrá seguros), no podrá absorberse (no habrá capacidad pública) y no podrá adaptarse (se superarán los límites físicos (...). El sector financiero tal y como lo conocemos dejará de funcionar. Y con él, el capitalismo tal y como lo conocemos dejará de ser viable” 51.

Esta agenda reaccionaria es un acelerador de desastres que no solo se opone brutalmente a los intereses inmediatos de la clase trabajadora, sino que constituye un ataque contra la dignidad humana. Lo mismo puede decirse del ultra restringido grupo social de capitalistas tecnológicos que, junto con las finanzas privadas, constituyen la facción del capital más activa que respalda la agenda de Trump y se beneficia en mayor medida de las medidas estructurales de esta administración. Sin embargo, y lo que es aún más peligroso, esta parte del experimento de Trump no es estrictamente reaccionaria, sino más bien visionaria en el sentido distópico. Su feudalismo tecnológico es una respuesta a la conclusión de Mandel sobre la contradicción dentro del capitalismo que surge de la hipersocialización en el capitalismo tardío. Él esperaba nuevas relaciones de producción emancipadoras, pero estas se mueven hacia una dislocación del mercado mundial liderada por las empresas hacia feudos digitales privados altamente integrados internamente.

Estratégicamente, esta nueva situación supone una gran derrota para los liberales globales, cuyo triunfo en las últimas décadas ha dado lugar a esta terrible situación política. Por el contrario, es un gran éxito para la izquierda socialista en su versión del Partido Comunista de China. Esta organización es el único organismo político, junto con la Iglesia católica, que articula, por un lado, una visión a largo plazo para un mayor florecimiento humano y, por otro, una capacidad real para influir en el curso de la historia. Para la izquierda democrática occidental, las implicaciones son claras. En primer lugar, debe iniciar o apoyar frentes contra la reacción trumpista y sus avatares en otros lugares, contribuyendo a la construcción de bloques sociales nacionales que articulen la defensa de los intereses de las clases populares, junto a los derechos democráticos y el compromiso con una civilización ecológica. Esto último representa una afinidad política sobre la que construir una posición a favor de una postura cooperativa con China. Y esta es la segunda tarea, cuyo objetivo es tanto desescalar inmediatamente las tensiones geopolíticas como sentar las bases para la cooperación en cuestiones ecológicas, sanitarias y de desarrollo urgentes a nivel mundial. Por último, pero con mucho solapamiento, la izquierda debe recuperar las capacidades del Estado defendiendo el principio de la soberanía digital para las personas y el planeta 52. Si no se les contrarresta rápidamente, la monopolización del conocimiento y de las capacidades de coordinación por parte de las grandes tecnológicas privará pronto a las instituciones políticas de cualquier relevancia. 

Como indican estos breves elementos, el capitalismo ha ido demasiado lejos. Es demasiado tarde para su rejuvenecimiento. La paradoja es que, mientras que las fuerzas socialistas subjetivas en Occidente son históricamente débiles, la radicalización hacia la derecha, el trayecto de los liberales y el éxito de China abren un enorme espacio para la política socialista.

Julio de 2025

Cédric Durand es economista, profesor de la Universidad de París XIII y autor de Tecnofeudalismo. Crítica de la economia digital.

*Agradecemos a Socialist Register el permitirnos copublicar este artículo que saldrá en su revista de noviembre.

 

  • 1 Ernest Mandel (2023) El capitalismo tardío, Verso, Sylone, viento sur, p. 226,
  • 2 Idem., p. 228.
  • 3 Idem., pp. 315, 316
  • 4 Idem., p. 316.
  • 5 Grossman, Henryk “W. Playfair, the Earliest Theorist of Capitalist Development,” The Economic History Review 18, no. 1/2 (1948): 70, https://doi.org/10.2307/2590263.
  • 6  Arrighi, Giovanni (2010) The Long Twentieth Century: Money, Power, and the Origins of Our Times. Londres: Nueva York: Verso, p. 89.
  • 7 Braudel, Fernand (1984) Civilization and Capitalism, 15th-18th Century. Berkeley: University of California Press, pp. 246 y 266–67.
  • 8 Braun, Benjamin y Durand, Cédric (2025) “America´s Braudelien automn”, in https://www.phenomenalworld.org/analysis/americas-braudelian-autumn/, mayo de 2025.
  • 9 Miran, Stephen (2024) “A User’s Guide to Restructuring the Global Trading System,” Hudson Bay Capital, 11 de diciembre, https://www.hudsonbaycapital.com/our_research.
  • 10 Durand, Cédric, Alfageme, Ayoze y Grothe, Simon (2025) “How a Minskyan Supercycle Ends” UNIGE Political Economy WP, núm. 2/2025 (8 de julio), https://archive-ouverte.unige.ch/unige:186122.
  • 11 Goldman Sachs (2024) “Market Concentration: How Big a Worry?” Top of Mind, 25 de noviembre, 8. https://www.goldmansachs.com/insights/top-of-mind/market-concentration-how-big-a-worry
  • 12 Garcia López, Gerardo Israel; Stracca, Livio y Bank für Internationalen Zahlungsausgleich, eds., (2021) Changing Patterns of Capital Flows, CGFS Papers, no 66 (Basel: Bank for International Settlements)
  • 13  Aiyar, Shekhar et al. (2023) Geoeconomic Fragmentation and the Future of Multilateralism, Staff Discussion Notes (Washington, D.C: International Monetary Fund,), 6, https://doi.org/10.5089/9798400229046.006.
  • 14 Brenner, Robert (2006) The Economics of Global Turbulence, Londres: Verso.
  • 15 Michal Kalecki (1943), “Aspectos politicos del pleno empleo” http://www.olafinanciera.unam.mx/new_web/21/pdfs/KaleckiOlaFinanciera21.pdf.
  • 16 Nangle, Toby (2025) “Where Have All the Risk Premia Gone?”, Financial Times, 8 de julio, sec. FT Alphaville, https://www.ft.com/content/89fb657c-3829-4c32-b6ea-310d4f288b8e.
  • 17 Trump, Donald (2024) “Discourse to the NRA Leadership Forum in Dallas” Roll Call Factba.Se (blog), 18 de mayo, https://rollcall.com/factbase/trump/transcript/donald-trump-speech-nra-leadership-forum-dallas-may-18-2024
  • 18 Douthat, Ross y Andreessen, Marc (2025) “How Democrats Drove Silicon Valley Into Trump’s Arms” The New York Times, 17 de enero, sec. Opinion, https://www.nytimes.com/2025/01/17/opinion/marc-andreessentrump-silicon-valley.html.
  • 19 Hopewell, Kristen (2024) “The (Surprise) Return of Development Policy Space in the Multilateral Trading System: What the WTO Appellate Body Blockage Means for the Developmental State”, Review of International Political Economy 31, no. 4, p.: 1246.
  • 20 Yalcin, Erdal et al. (2025) “The Global Sanctions Data Base-Release 4: The Heterogeneous Effects of the Sanctions on Russia” The World Economy, 2025.
  • 21 Gindin, Sam y Panitch, Leo (2012) The Making of Global Capitalism: The Political Economy of American Empire, Londres: Brooklyn, NY: Verso).
  • 22 Borrett, Amy et al. (2025) ‘The End of an Era’ What next for Global Trade?” Financial Times, 11 de abril, sec. The Big Read, https://www.ft.com/content/b28f93fa-cdc7-4830-bd36-21e66d824335.
  • 23 Trump, Donald (2025) “Transcript of President Trump Remarks at Liberation Day Event (2 de abril),” The Singju Post (blog), 3 de abril, https://singjupost.com/transcript-of-president-trump-remarks-at-liberation-dayevent-april-2-2025/.
  • 24 Miran, “A User’s Guide to Restructuring the Global Trading System”
  • 25 Fu, Xiaolan y Ghauri, Pervez (2021) “Trade in Intangibles and the Global Trade Imbalance” The World Economy 44, no. 5, pp): 1448–69.
  • 26 Rodrik, Dani (2018) “What Do Trade Agreements Really Do?” National Bureau of Economic Research; Durand, Cédrid y Milberg, William (2020) “Intellectual Monopoly in Global Value Chains” Review of International Political Economy 27, no. 2, 3 de marzo, pp. 404–29, https://doi.org/10.1080/09692290.2019.1660703.
  • 27 Ali, Mona (2016) “Global Imbalances and Asymmetric Returns to US Foreign Assets: Fitting the Missing Pieces of the US Balance of Payments Puzzle” International Review of Applied Economics 30, no. 2, 3 de marzo, pp. 167–87, https://doi.org/10.1080/02692171.2015.1085002.
  • 28 Rey, Hélène (2025) “How Europe Should Respond to the Erosion of the Dollar’s Status” Financial Times, 7 de mayo, sec. Markets Insight, https://www.ft.com/content/5bc02699-3eda-465b-bd73-f5e8b9573ae8.
  • 29 Bürbaumer, Benjamin (2024) Chine/États-Unis. Le Capitalisme Contre La Mondialisation, Paris: La Découverte.
  • 30 US Department of Defense (2025) “Background Briefing on FY 2026 Defense Budget”, U.S. Department of Defense, 26 de junio, https://www.defense.gov/News/Transcripts/Transcript/Article/4228828/backgroundbriefing-on-fy-2026-defensebudget/ https%3A%2F%2Fwww.defense.gov%2FNews%2FTranscripts%2FTranscript%2FArticle%2F4228828%2Fbackground-briefing-on-fy-2026-defense-budget%2F; Valerie Insinna, “Congress Passes Trump’s Reconciliation Megabill with $150B for Defense”, Breaking Defense (blog), 3 de julio, 2025, https://breakingdefense.com/2025/07/congress-passes-trumps-reconciliation-megabill-with-150b-for-defense/.
  • 31 Bade, Gavin (2025) “Trump to Impose 50% Brazil Tariff, Citing Bolsonaro Trial-WSJ”, 9 de julio, https://www.wsj.com/world/americas/trump-threatens-50-brazil-tariff-citing-bolsonaro-trial-93a95e7b.
  • 32 Braun, Benjamin y Durand, Cédric (2025) “America’s Braudelian Autumn” Phenomenal World (blog), 29 de mayo, https://www.phenomenalworld.org/analysis/americas-braudelian-autumn
  • 33 Durand, Cédric (2024) How Silicon Valley Unleashed Technofeudalism, Londres y Nueva-York: Verso.
  • 34 Durand, Cédric (2025) “Fragile Leviathan?,” NLR/Sidecar, 30 de enero, https://newleftreview.org/sidecar/posts/fragile-leviathan.
  • 35 Mason, Jeff et al. (2023) “Biden Administration Aims to Cut AI Risks with Executive Order” Reuters, 30 de octubre, sec. Technology, https://www.reuters.com/technology/white-house-unveils-wide-ranging-action-mitigateai-risks-2023-10-30/.
  • 36 Levy, Steven (2025) “How the Loudest Voices in AI Went From Regulate Us to Unleash Us” Wired, 30 de mayo, https://www.wired.com/story/plaintext-sam-altman-ai-regulation-trump/.
  • 37 Loten, Angus (2025) “After Setback, Tech Firms Renew Push for Federal AI Regulation” Wall Street Journal, 9 de julio, sec. WSJ Pro, https://www.wsj.com/articles/after-setback-tech-firms-renew-push-for-federal-airegulation-cc2b26d5.
  • 38 Pasquinelli, Matteo; Alaimo, Cristina y Gandini, Alessandro (2024)“AI at Work: Automation, Distributed Cognition, and Cultural Embeddedness” Tecnoscienza 15, no. 1, 15 de julio, pp. 99–131, https://doi.org/10.6092/ISSN.2038-3460/20010.
  • 39 US President Donald Trump (2025) “Reforming The Federal Hiring Process And Restoring Merit To Government Service”, https://www.whitehouse.gov/presidential-actions/2025/01/reforming-the-federal-hiring-processand-restoring-merit-to-government-service/.
  • 40 Kelly, Makena (2025) “This Is DOGE 2.0”, Wired, 10 de julio, https://www.wired.com/story/next-stage-dogeelon-musk/; Palma, Stefania y Chazan, Guy (2025) “Supreme Court Allows Donald Trump’s Plan for Mass Government Lay-Offs to Proceed”, Financial Times, 8 de julio, sec. US politics & policy, https://www.ft.com/content/e2f268f6-e3ac-47fc-94c7-16ee6e40d18a.
  • 41 Frenkel , Sheera et al. (2025), “Trump Taps Palantir to Compile Data on Americans”, The New York Times, 30 de mayo, sec. Technology, https://www.nytimes.com/2025/05/30/technology/trump-palantir-data-americans.html; Emily Badger, Emily y Frenkel, Sheera (2025) “Trump Wants to Merge Government Data. Here Are 314 Things It Might Know About You”, The New York Times, 9 de abril, sec. U.S., https://www.nytimes.com/2025/04/09/us/politics/trump-musk-data-access.html.
  • 42 Beynon, Steve (2025) “Tech Executives Commissioned as Senior Army Officers Won’t Recuse Themselves from DoD Business Dealings” Military.com, 27 de junio, https://www.military.com/daily-news/2025/06/27/techexecutives-commissioned-senior-army-officers-wont-recuse-themselves-dod-business-dealings.html.
  • 43 Rikap, Cecilia (2025) “The US National Security State and Big Tech: Frenemy Relations and Innovation Planning in Turbulent Times”, The Political Economy of War, Peace, and the Military–Industrial Complex, Edward Elgar Publishing, pp. 74–90.
  • 44 de Brunhoff, Suzanne (2015) Marx on Money, Radical Thinkers, Londres: Verso, pp. 99-107.
  • 45 Clarfelt, Harriet (2025) “Amundi CIO Says Donald Trump’s Move to Rein in Regulators Is a ‘Big Mistake” Financial Times, 24 de febrero, sec. Amundi, https://www.ft.com/content/31c91c97-fc6f-4007-b50e-929f222d6e2c.
  • 46 Monnet, Eric (2025) “Cryptomercantilism: Donald Trump’s Monetary Doctrine,” SUERF Policy Brief, no. 1139, 10 de abril, https://www.suerf.org/
  • 47 Kaminska, Izabella (2025) “There’s a New Hope for the Euro, but the Dollar Empire Is Striking Back”, POLITICO, 9 de julio, https://www.politico.eu/article/genius-act-donald-trump-euro-dollar-stablecoin.
  • 48 Eichengreen, Barry (2025) “Opinion | The Genius Act Will Bring Economic Chaos” The New York Times, 17 de junio, sec. Opinion, https://www.nytimes.com/2025/06/17/opinion/genius-act-stablecoin-crypto.html; Sandbu, Martin (2025) “The Frightening World without the Dollar”, Financial Times, 10 de julio, sec. Free Lunch, https://www.ft.com/content/65a64965-028b-416a-9eac-fe9fb15ce38e ; Klooster, Jan; Martino, Edoardo y Monnet, Eric (2025) “US Dollar Stablecoin Mercantilism Is an Opportunity to Promote Payment Multilateralism and the International Role of the Euro” CEPR, 3 de julio, https://cepr.org/voxeu/columns/us-dollar-stablecoinmercantilism-opportunity-promote-payment-multilateralism-and.
  • 49 Landau, Jean-Pierre (2025) “A World with No Safe Assets” CEPR, 6 de junio, https://cepr.org/voxeu/columns/world-no-safe-assets.
  • 50 Coeuré Benoîtc(2021) [@BCoeure],“3. Looking Ahead, the Mother of All Policy Questions Isn’t International Competition but the Balance of Power between Government and Big Tech in Shaping the Future of Payments and Related Data Rights and Control. Different Countries Will Find Different Solutions. 4/4”, Tweet, Twitter, 14 de enero, https://x.com/BCoeure/status/1349631430796697601.
  • 51 Thallinger, Günther (2024) “Climate, Risk, Insurance: The Future of Capitalism” Linkedin, marzo, https://www.linkedin.com/pulse/climate-risk-insurance-future-capitalism-g%C3%BCnther-thallinger-smw5f/.
  • 52 Rikap, Cecilia et al. (2024), “Reclaiming Digital Sovereignty: A Roadmap to Build a Digital Stack for People and the Plane"t

 

Fuente: https://vientosur.info/el-capitalismo-demasiado-tardio-ernest-mandel-en-la-era-trump/

No hay comentarios: