sábado, 5 de diciembre de 2015

EL EUROCENTRISMO Y LA CONSIGNA DE LO IMPOSIBLE




sábado, 5 de diciembre de 2015

Marina Albiol en un artículo titulado Contra el terrorismo y frente a los partidos de la guerra, publicado en Rebelión el 5 de diciembre de 2015, termina su artículo con la siguiente afirmación: “El paso más eficaz que podemos dar para erradicar el terrorismo yihadista es acabar con los gobiernos de Europa que están dirigidos por los partidos de la guerra”. No dudo que a los amantes de la paz, como es el caso de Marina Albiol, los anime el bien para la humanidad. No obstante, debo dejar claro que los marxistas y los leninistas no son pacifistas. Los partidos comunistas de todos los tiempos, o los inspirados en el marxismo, saben que deben luchar por la paz, pero en mil ocasiones también saben que deben hacer la guerra.

Sin pretenderlo Marina Albiol cae en el error del eurocentrismo. La medida más eficaz contra el terror yihadista está en manos de los propios pueblos árabes. Las grandes potencias como EEUU, Francia e Inglaterra saben que será la propia infantería de Siria e Irak quienes liquidarán de forma definitiva al Estado Islámico. Tanto Siria como Irak, independientemente de si tienen gobiernos dictatoriales, ganarán en un futuro próximo mayor autonomía nacional y protagonismo en la historia universal. También lo hará Irán. Creer que la solución económica, política y cultural de esos pueblos está en Europa es pensar a la UE como centro del mundo. Y no lo es. El mundo multipolar implica muchos centros económicos, políticos y culturales. Y toda la zona de Oriente Próximo será uno de esos centros. 

No es acertado hablar de partidos de la guerra. La guerra la declaran los Estados por medio de sus gobiernos. Y lo hacen con el consentimiento pasivo o activo de la sociedad civil. Es una idea de Engels que el Estado surgió cuando se constituyó un grupo de hombres armados separado de la sociedad. Es el origen de la policía y del ejército. Pero ese grupo de hombres armados lo es de una sociedad. Así que si se afirma que el partido que gobierna Francia es belicista, también lo será el Estado francés y la sociedad francesa. No se puede separar la cabeza de un hombre de su propio cuerpo, puesto que ya no serían una cabeza ni un cuerpo humano vivos, afirmados en el ser, serían un ser humano muerto. Del mismo modo no puede separarse un Estado del cuerpo de la sociedad civil a la que está ineluctablemente unido.

Por último, proponer acabar con los partidos de los gobiernos de la Unión Europea es una meta políticamente imposible. La política es el arte de lo posible y lo que deben proponer los partidos políticos debe estar acorde con el poder político que se ostenta. IU no tiene poder para acabar con los gobiernos de los Estados de la Unión Europea. Así que esa consigna bajo la apariencia de estar haciendo política es pura ideología. Y las ideologías puras, las ideologías que no responden a las condiciones de la existencia y del ser, no son más que filosofía idealista. Y el principio fundamental de la filosofía idealista es que los conceptos determinan el ser. Pero en la realidad los conceptos no modifican un ápice el ser sino las conciencias. Lo único capaz de modificar el ser es la práctica. Y bajo el punto de vista de la práctica es imposible acabar con los partidos que gobiernan  los Estados de la Unión Europea.


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