miércoles, 15 de enero de 2025

MIRADA A UNA VETERANA POLÍTICA (1)

 


EN EL CENTENARIO DE LOS CIMIENTOS

DEL SOCIALISMO PERUANO


LA GESTIÓN DE LA III GENERACIÓN DEL SOCIALISMO PERUANO Y EL TRABAJO INTELECTUAL

En el Perú, escudriñar el socialismo como proceso histórico - social es revisar las vicisitudes de la escuela fundada por José Carlos Mariátegui. Un pequeño grupo de peruanos en 1918 constituyen el Comité de Propaganda y Organización Socialista. Así se inicia la epopeya socialista en nuestro país que el 2028 cumplirá 110 años. Los primeros pasos de 1918 adquirían madurez político – organizativa con la definición de “la tendencia socialista doctrinaria” en 1928. La tercera década del tercer milenio es trascendente porque en ésta celebraremos el centenario de la obra culminante (PSP) de la primera generación del socialismo peruano.

Iniciamos esta serie bajo el título Mirada a una veterana política, donde reproduciremos documentos que aproximen a nuestros lectores al trabajo político realizado desde 1970 al presente por las fracciones de la III generación del socialismo peruano. La obra inconclusa de la I generación exige nuevos desarrollos que revelaremos en esta serie.  

En esta ocasión ponemos ante vuestros ojos la partida de nacimiento de una línea del trabajo de formación socialista con la propuesta de Mariátegui: Hacia el estudio de los problemas peruanos, este es un ensayo publicado en la revista Mundial (Lima, 10 de julio de 1925) que, como él indica, es resultado de la inquietud de los jóvenes que formaban parte de su círculo más cercano. José Carlos propone sentar las bases de un programa para el estudio de los problemas peruanos:

“El proyecto en gestación quiere que al­gunos intelectuales, movidos por un mismo impulso histórico, se asocien en el estudio de las ideas y de los hechos sociales y eco­nómicos. Y que apliquen un método científico al examen de los problemas peruanos. Este segundo orden de investigación requie­re un trabajo de seminario. Por consiguien­te, el proyectado grupo tendría que dividirse en secciones. Una sección de Economía Peruana, una sección de Sociología Peruana, una sección de Educación, serían las prin­cipales. Cada sección elaboraría, dentro de las normas generales, su propio programa. Para cada tema se designaría un relator que expondría, primero a sus compañeros, lue­go al público, sus conclusiones. El trabajo estaría sometido a un sistema. Pero este sistema, destinado a obtener una libre cooperación, no disminuiría el carácter y la responsabilidad individuales de las tesis.”

Asimismo, estamos publicando un programa de estudio (ciclo básico) de 1987 y una carta de 1995 que resume la mirada de Ramón García Rodríguez sobre la gestión de su generación. Es preciso aclarar que el programa de estudio de 1987 es antecedido por el programa desarrollado en los Centros de Trabajo Intelectual Mariátegui (CTIM) de Ayacucho, Lima, Arequipa y Tacna en los años 72 – 75. Desconocemos otros esfuerzos en ese sentido que sin duda debieron ser realizados en los 100 años que median entre el paso inicial de la generación de José Carlos Mariátegui y las presentes.

Nos dicen al oído algunos viejos compañeros de viaje que recordar es volver a vivir. Lo anterior aplica para todas las cabecitas blancas. Y los sobrevivientes de la III generación del socialismo no son la excepción. Esperamos que sus recuerdos broten sin medias tintas y se plasmen en blanco y negro para que las nuevas generaciones aprendan en cabeza ajena. Las experiencias positivas, pero sobre todo los yerros enseñan a los jóvenes del tercer milenio. Enseñan a condición de ser socializados por los protagonistas de los hechos. ¡Cumplamos bien la jornada de lucha compartiendo la sabiduría adquirida!

La continuidad en la discontinuidad generacional nos ha permitido convertirnos en amos del planeta tierra porque somos la única especie que transmite sus experiencias de generación en generación. Nuestra especie ha dominado la naturaleza, pero no se ha controlado a sí misma. Es tarea pendiente que la solidaridad egoísta de la clase obrera controle las arterias de la organización de la sociedad. Un nuevo orden depende de la continuidad e innovación socialista. Es preciso que la sabiduría acumulada llegue a los cerebros de las generaciones del tercer milenio. De vuestra cooperación depende que los forjadores del futuro materialicen el sueño socialista y desplacen de los hilos del poder el egoísmo solidario de la burguesía.

Nuestro correo electrónico es: edboma3@gmail.com

Tacnacomunitaria os espera:

15 de enero 2025

 

I

UN PROGRAMA DE ESTUDIOS SOCIALES Y ECONOMICOS[1]

 

El debate sobre los tópicos del nacio­nalismo me parece una ocasión no sólo para tratar, en las páginas de esta revista, en su­cesivos artículos próximos, algunos temas del Perú que desde hace tiempo ocupan mi pensamiento, sino también para bosquejar desde ahora las bases de un programa de estudios sociales y económicos, hacia cuya elaboración creo que tienden los representantes, más afines en ideas, de la nueva ge­neración. Pienso, como dije en mi artículo del viernes último, que una de las caracte­rísticas de esta generación es su creciente interés por el conocimiento de las cosas peruanas. Y pienso, igualmente, que otra de sus características es una naciente aptitud para coordinar y concretar sus esfuerzos en una obra común.

El criollo, como es notorio, ha heredado del español su individualismo. Pero el áspe­ro individualismo ibero no ha conservado al menos, en este trópico, su recia fibra ori­ginal. Injertado en la psicología indígena, ha degenerado, en un egotismo estéril y mór­bido. El peruano, por ende, no resulta indi­vidualista sino simplemente anarcoide. En el intelectual, este defecto se exaspera y se exacerba. En la historia peruana, no se en­cuentra ningún eficaz ejemplo de coopera­ción intelectual. El radicalismo, que aproxi­mó temporalmente a algunos intelectuales, no supo dejarnos un conjunto más o menos orgánico de estudios o siquiera de opiniones. Pereció sin dejarnos más literatura que la de su jefe.

En la nueva generación, en cambio, se advierte mucha menos dispersión y mucho menos egotismo. Los jóvenes tienden a agruparse; tienden a entenderse. La obra del in­telectual de vanguardia no quiere ser un mo­nólogo. Se propaga, poco a poco, la convic­ción de que los hombres nuevos del Perú deben articular y asociar sus esfuerzos. Y de que la obra individual debe convertirse, voluntaria y conscientemente, en obra colectiva.

La exploración y la definición de la rea­lidad profunda del Perú no son posibles sin cooperación intelectual. En esto se declaran de acuerdo todos los intelectuales jóvenes con quienes yo he considerado y discutido el tema del presente artículo. Y de estas conversaciones ha brotado espontánea la idea de la creación de un centro o ateneo de estudios sociales y económicos. El nombre es lo de menos. Lo que a todos nos im­porta es el fin.

El estudio de los problemas peruanos exige colaboración y exige, por ende, disci­plina. De otra suerte, tendremos interesantes y variados retazos de la realidad nacional; pero no tendremos un cuadro de la rea­lidad entera. Y la colaboración y la disci­plina no pueden existir sino como conse­cuencia de una idea común y de un rumbo solidario. En consecuencia, no sólo es natu­ral sino necesario que se junten únicamente los afines. Los hombres de idéntica sensibi­lidad e idéntica inquietud. La heterogenei­dad es enemiga de la cooperación. Y, sobre todo, en este caso, no se trata de inaugurar una tribuna de polémica bizantina sino de forjar un instrumento de trabajo positivo y orgánico.

El proyecto en gestación quiere que al­gunos intelectuales, movidos por un mismo impulso histórico, se asocien en el estudio de las ideas y de los hechos sociales y eco­nómicos. Y que apliquen un método cientí­fico al examen de los problemas peruanos. Este segundo orden de investigación requie­re un trabajo de seminario. Por consiguien­te, el proyectado grupo tendría que dividirse en secciones. Una sección de Economía Peruana, una sección de Sociología Peruana, una sección de Educación, serían las prin­cipales. Cada sección elaboraría, dentro de las normas generales, su propio programa. Para cada tema se designaría un relator que expondría, primero a sus compañeros, lue­go al público, sus conclusiones. El trabajo estaría sometido a un sistema. Pero este sistema, destinado a obtener una libre cooperación, no disminuiría el carácter y la responsabilidad individuales de las tesis.

Entre los problemas de la Economía Peruana, hacia cuyo estudio se encuentra más obligada la nueva generación, se desta­ca el problema agrario. La propiedad de la tierra es la raíz de toda organización social, política y económica. En el Perú, en parti­cular, esta cuestión domina todas las otras cuestiones de la economía nacional. El problema del indio es, en último análisis, el pro­blema de la tierra. Sin embargo, la docu­mentación, la bibliografía de este tema no pueden hasta hoy ser más exiguas. El debate de este tema, que debería conmover inten­samente la conciencia nacional, no preocu­pa sino a algunos estudiosos. Un Ateneo de Estudios Sociales y Económicos lo transformaría en el mayor debate nacional.

Yo no pretendo, dentro del limitado ámbito de un artículo, trazar el plan de or­ganización y de trabajo de este Ateneo de Estudios Sociales y Económicos. Como digo más arriba, este artículo no tiene por ob­jeto más que esbozar sus lineamientos. El programa mismo tiene que ser fruto de una intensa cooperación. Hacia esta cooperación se encaminan los intelectuales jóvenes.

La nueva generación quiere ser idealis­ta. Pero, sobre todo, quiere ser realista. Está muy distante, por tanto, de un nacionalis­mo declamatorio y retórico. Siente y piensa que no basta hablar de peruanidad. Que hay que empezar por estudiar y definir la reali­dad peruana. Y que hay que buscar la reali­dad profunda: no la realidad superficial.

Este es el único nacionalismo que cuen­ta con su consenso. El otro nacionalismo no es sino uno de los más viejos disfraces del más descalificado conservantismo.

 

II



 

III

 

CENTRO DE TRABAJO INTELECTUAL MARIÁTEGUI (CTIM)

Véase en el siguiente enlace el programa o esquema de estudios elaborado por el CTIM:

 http://www.pagina-libre.org/MPP-A/Textos/Marxismo/Esquema.html

Asimismo, puede usted encontrar una reseña del movimiento intelectual del periodo 1973 -75 relacionado a la experiencia CTIM en el siguiente enlace:

 https://cedoc.sisbib.unmsm.edu.pe/public/pdf/gorriti/Subfondo_%20FOLLETOS/Serie_%20FOLLETOS%20POL%C3%8DTICOS/1.2.37.pdf

 

IV


 


 



[1] Publicado en la revista Mundial, Lima, 17 de julio de 1925. Ver Peruanicemos al Perú, tomo 11 de las obras completas de Mariátegui.

 

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