EN EL CENTENARIO DE LOS CIMIENTOS
DEL SOCIALISMO PERUANO
LA
GESTIÓN DE LA III GENERACIÓN DEL SOCIALISMO PERUANO Y EL TRABAJO INTELECTUAL
En el Perú, escudriñar el
socialismo como proceso histórico - social es revisar las vicisitudes de la
escuela fundada por José Carlos Mariátegui. Un pequeño grupo de peruanos en
1918 constituyen el Comité de Propaganda y Organización Socialista. Así se
inicia la epopeya socialista en nuestro país que el 2028 cumplirá 110 años. Los
primeros pasos de 1918 adquirían madurez político – organizativa con la definición
de “la tendencia socialista doctrinaria” en 1928. La tercera década del tercer
milenio es trascendente porque en ésta celebraremos el centenario de la obra
culminante (PSP) de la primera generación del socialismo peruano.
Iniciamos
esta serie bajo el título Mirada a una veterana política, donde reproduciremos
documentos que aproximen a nuestros lectores al trabajo político realizado
desde 1970 al presente por las fracciones de la III generación del socialismo
peruano. La obra inconclusa de la I generación exige nuevos desarrollos que revelaremos
en esta serie.
En
esta ocasión ponemos ante vuestros ojos la partida de nacimiento de una línea
del trabajo de formación socialista con la propuesta de Mariátegui: Hacia el
estudio de los problemas peruanos, este es un ensayo publicado en la
revista Mundial (Lima, 10 de julio
de 1925) que, como él indica, es resultado de la inquietud de los jóvenes que
formaban parte de su círculo más cercano. José Carlos propone sentar las bases
de un programa para el estudio de los problemas peruanos:
“El proyecto en gestación quiere que algunos
intelectuales, movidos por un mismo impulso histórico, se asocien en el estudio
de las ideas y de los hechos sociales y económicos. Y que apliquen un método
científico al examen de los problemas peruanos. Este segundo orden de
investigación requiere un trabajo de seminario. Por consiguiente, el
proyectado grupo tendría que dividirse en secciones. Una sección de Economía
Peruana, una sección de Sociología Peruana, una sección de Educación, serían
las principales. Cada sección elaboraría, dentro de las normas generales, su
propio programa. Para cada tema se designaría un relator que expondría, primero
a sus compañeros, luego al público, sus conclusiones. El trabajo estaría
sometido a un sistema. Pero este sistema, destinado a obtener una libre
cooperación, no disminuiría el carácter y la responsabilidad individuales de
las tesis.”
Asimismo,
estamos publicando un programa de estudio (ciclo básico) de 1987 y una carta
de 1995 que resume la mirada de Ramón García Rodríguez sobre la gestión de
su generación. Es preciso aclarar que el programa de estudio de 1987 es
antecedido por el programa desarrollado en los Centros de Trabajo Intelectual
Mariátegui (CTIM) de Ayacucho, Lima, Arequipa y Tacna en los años 72 – 75. Desconocemos
otros esfuerzos en ese sentido que sin duda debieron ser realizados en los 100
años que median entre el paso inicial de la generación de José Carlos
Mariátegui y las presentes.
Nos
dicen al oído algunos viejos compañeros de viaje que recordar es volver
a vivir. Lo anterior aplica para todas las cabecitas blancas. Y los
sobrevivientes de la III generación del socialismo no son la excepción.
Esperamos que sus recuerdos broten sin medias tintas y se plasmen en
blanco y negro para que las nuevas generaciones aprendan en cabeza ajena. Las
experiencias positivas, pero sobre todo los yerros enseñan a los jóvenes del
tercer milenio. Enseñan a condición de ser socializados por los protagonistas
de los hechos. ¡Cumplamos bien la jornada de lucha compartiendo la sabiduría
adquirida!
La
continuidad en la discontinuidad generacional nos ha permitido convertirnos en
amos del planeta tierra porque somos la única especie que transmite sus
experiencias de generación en generación. Nuestra especie ha dominado la naturaleza,
pero no se ha controlado a sí misma. Es tarea pendiente que la solidaridad
egoísta de la clase obrera controle las arterias de la organización de la sociedad.
Un nuevo orden depende de la continuidad e innovación socialista. Es preciso
que la sabiduría acumulada llegue a los cerebros de las generaciones del tercer
milenio. De vuestra cooperación depende que los forjadores del futuro
materialicen el sueño socialista y desplacen de los hilos del poder el egoísmo
solidario de la burguesía.
Nuestro correo electrónico
es: edboma3@gmail.com
Tacnacomunitaria os espera:
15 de enero 2025
I
UN PROGRAMA DE ESTUDIOS SOCIALES Y
ECONOMICOS[1]
El debate sobre los tópicos
del nacionalismo me parece una ocasión no sólo para tratar, en las páginas de
esta revista, en sucesivos artículos próximos, algunos temas del Perú que
desde hace tiempo ocupan mi pensamiento, sino también para bosquejar desde
ahora las bases de un programa de estudios sociales y económicos, hacia cuya
elaboración creo que tienden los representantes, más afines en ideas, de la
nueva generación. Pienso, como dije en mi artículo del viernes último, que una
de las características de esta generación es su creciente interés por el
conocimiento de las cosas peruanas. Y pienso, igualmente, que otra de sus
características es una naciente aptitud para coordinar y concretar sus
esfuerzos en una obra común.
El criollo, como es notorio,
ha heredado del español su individualismo. Pero el áspero individualismo ibero
no ha conservado al menos, en este trópico, su recia fibra original. Injertado
en la psicología indígena, ha degenerado, en un egotismo estéril y mórbido. El
peruano, por ende, no resulta individualista sino simplemente anarcoide. En el
intelectual, este defecto se exaspera y se exacerba. En la historia peruana, no
se encuentra ningún eficaz ejemplo de cooperación intelectual. El
radicalismo, que aproximó temporalmente a algunos intelectuales, no supo
dejarnos un conjunto más o menos orgánico de estudios o siquiera de opiniones.
Pereció sin dejarnos más literatura que la de su jefe.
En la nueva generación, en
cambio, se advierte mucha menos dispersión y mucho menos egotismo. Los jóvenes
tienden a agruparse; tienden a entenderse. La obra del intelectual de
vanguardia no quiere ser un monólogo. Se propaga, poco a poco, la convicción
de que los hombres nuevos del Perú deben articular y asociar sus esfuerzos. Y
de que la obra individual debe convertirse, voluntaria y conscientemente, en
obra colectiva.
La exploración y la
definición de la realidad profunda del Perú no son posibles sin cooperación
intelectual. En esto se declaran de acuerdo todos los intelectuales jóvenes con
quienes yo he considerado y discutido el tema del presente artículo. Y de estas
conversaciones ha brotado espontánea la idea de la creación de un centro o
ateneo de estudios sociales y económicos. El nombre es lo de menos. Lo que a
todos nos importa es el fin.
El estudio de los problemas
peruanos exige colaboración y exige, por ende, disciplina. De otra suerte,
tendremos interesantes y variados retazos de la realidad nacional; pero no
tendremos un cuadro de la realidad entera. Y la colaboración y la disciplina
no pueden existir sino como consecuencia de una idea común y de un rumbo
solidario. En consecuencia, no sólo es natural sino necesario que se junten
únicamente los afines. Los hombres de idéntica sensibilidad e idéntica
inquietud. La heterogeneidad es enemiga de la cooperación. Y, sobre todo, en
este caso, no se trata de inaugurar una tribuna de polémica bizantina sino de
forjar un instrumento de trabajo positivo y orgánico.
El proyecto en gestación
quiere que algunos intelectuales, movidos por un mismo impulso histórico, se
asocien en el estudio de las ideas y de los hechos sociales y económicos. Y
que apliquen un método científico al examen de los problemas peruanos. Este
segundo orden de investigación requiere un trabajo de seminario. Por
consiguiente, el proyectado grupo tendría que dividirse en secciones. Una
sección de Economía Peruana, una sección de Sociología Peruana, una sección de
Educación, serían las principales. Cada sección elaboraría, dentro de las
normas generales, su propio programa. Para cada tema se designaría un relator
que expondría, primero a sus compañeros, luego al público, sus conclusiones.
El trabajo estaría sometido a un sistema. Pero este sistema, destinado a
obtener una libre cooperación, no disminuiría el carácter y la responsabilidad
individuales de las tesis.
Entre los problemas de la
Economía Peruana, hacia cuyo estudio se encuentra más obligada la nueva
generación, se destaca el problema agrario. La propiedad de la tierra es la
raíz de toda organización social, política y económica. En el Perú, en particular,
esta cuestión domina todas las otras cuestiones de la economía nacional. El problema
del indio es, en último análisis, el problema de la tierra. Sin embargo, la
documentación, la bibliografía de este tema no pueden hasta hoy ser más
exiguas. El debate de este tema, que debería conmover intensamente la
conciencia nacional, no preocupa sino a algunos estudiosos. Un Ateneo de
Estudios Sociales y Económicos lo transformaría en el mayor debate nacional.
Yo no pretendo, dentro del
limitado ámbito de un artículo, trazar el plan de organización y de trabajo de
este Ateneo de Estudios Sociales y Económicos. Como digo más arriba, este
artículo no tiene por objeto más que esbozar sus lineamientos. El programa
mismo tiene que ser fruto de una intensa cooperación. Hacia esta cooperación se
encaminan los intelectuales jóvenes.
La nueva generación quiere
ser idealista. Pero, sobre todo, quiere ser realista. Está muy distante, por
tanto, de un nacionalismo declamatorio y retórico. Siente y piensa que no
basta hablar de peruanidad. Que hay que empezar por estudiar y definir la realidad
peruana. Y que hay que buscar la realidad profunda: no la realidad
superficial.
Este es el único
nacionalismo que cuenta con su consenso. El otro nacionalismo no es sino uno
de los más viejos disfraces del más descalificado conservantismo.
II
III
CENTRO
DE TRABAJO INTELECTUAL MARIÁTEGUI (CTIM)
Véase en el siguiente enlace
el programa o esquema de estudios elaborado por el CTIM:
http://www.pagina-libre.org/MPP-A/Textos/Marxismo/Esquema.html
Asimismo, puede usted
encontrar una reseña del movimiento intelectual del periodo 1973 -75
relacionado a la experiencia CTIM en el siguiente enlace:
IV
[1] Publicado en la revista Mundial,
Lima, 17 de julio de 1925. Ver Peruanicemos al Perú, tomo 11 de las obras
completas de Mariátegui.
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