domingo, 19 de abril de 2020

¿MORIRÁ EL JAZZ EN NEW ORLEANS?




17/04/2020

Una de las ciudades de Estados Unidos, que nada tiene que ver con Estados Unidos es la ciudad de New Orleans, ubicada en el Estado de Laosiana.

Decimos que nada tiene que ver es por su rico proceso etnocultural, por su historia diversa y sobre todo su gente.

New Orleans perteneció breve tiempo al virreinato de México. Fue explorada por primera vez por Fernando de Soto en 1540. Posteriormente en 1718, los franceses hacen posesión del estado sureño de Luisiana, y el nombre de New Orleans lo colocan en homenaje al Duque de Orleans (Francia). Los franceses fueron quienes comenzaron con el proceso de exterminio y colonización de Laosiana (nombre que pusieron por el Rey de Francia Luis XIV).

En el periodo francés, estos colonialistas se adueñaron del río Mississippi para enlazarse con Canadá, el cual tenían controlado.

En el archivo de New Orleans conseguí varios documentos y uno de ellos habla de un río afluente del Mississippi llamado Mardi Grass, nombre que lleva el carnaval de New Orleans. En ese tiempo, un africano esclavizado Bambara (Mandinga) llamado Samba Bambara se rebeló contra la esclavitud y se unió a los indígenas Natchez, quienes lo acogen y, para despistar las tropas francesas, lo visten a la manera indígena, de ahí es que el día más importante del carnaval es el martes (mardi en francés) cuando los afro se ponen hermosos trajes indígenas.

Posteriormente, Louisiana, producto de la geopolítica colonial, pasa a España (1763-1803). El tráfico de esclavizados africanos no se paralizó al contrario se acrecentó, pero las rebeliones también se agudizaron como la de Juan Malo (de origen Congo-1782) y la Punta Cortada en 1795.

La confluencia de franceses y españoles pobres, conjuntamente con africanos como Kongo, Fon y Bambara, con el tiempo fue delineando una cultura diferente al resto de Estados Unidos. Por supuesto no dejamos pasar por alto el impacto de la rebelión haitiana de 1791 hacia donde migraron muchos plantadores franceses con más de tres mil esclavizados. Eso influyó para que a comienzos del siglo XIX (8 de enero de 1811) se dieran la rebelión de haitianos en las afuera de New Orleans, encabezada por Charles Deslondes en búsqueda de su libertad.

Por último, Luisiana cae de nuevo en manos de los franceses en 1803 y el emperador Napoleón se la vende a los Estados Unidos por 15 millones de dólares, así queda como territorio forzado con Estados Unidos, donde luego imperó el racismo, la discriminación y el azote del Ku Klux Klan.

Esa historia también se fue llenando de música, en la actual plaza de los Kongo (Congo Square) se reunían, según las memorias del Conde Saint Mery, los africanos a bailar la bambula. Es en ese contexto donde nacería la expresión musical que le da perfil en Estados Unidos al Jazz, y fue en esa ciudad donde se van cuajando elementos franceses, ingleses y caribeños para que surgiera este género musical.

El primer disco de jazz se graba en 1917 (Dixieland Jazz Band), pero era tan fuerte el racismo que solo permitieron que lo grabaran los blancos (Nick La Roca (T), Eddie Edwards (tromba), Larry Shields (clarinete), Henry Ragas (Piano), Tony Sbarbaro (Drum). Pero el sonido no era el que se había generado en los bares, burdeles, fiestas familiares de los descendientes de africanos. Al final, con el sonido que el joven Lois Armstrong, boca de cartucho le da más con su voz ronca, se comenzó a abrir espacio con nuevos estilos. En el cine mudo lo que se escuchaba era música de jazz, lo cual le dio un gran impulso. Cuando New Orleans cumple 300 años, en 2017, me correspondió dar varias conferencias como resultado de mis investigaciones en los archivos de esa ciudad. A dos horas de New Orleans, está Pensacola donde peleo a favor de la independencia de Estados Unidos el venezolano Francisco de Miranda. En nuestra guerra de independencia participó el almirante Renato Bellucci quien era de New Orleans y murió en Puerto Cabello.

Del huracán Katrina al coronavirus y la limpieza racial

New Orleans siempre ha sido azotada por los huracanes, y aun recordamos la mortandad de gente que dejó el huracán Katrina en 2005 y allí con líderes como Ajamu Baraca, Kali Akuno, Janier Williams, entre otros, estuvimos participando en jornadas de solidaridad. Katrina significó un proceso de limpieza étnica, según los testimonios que recojamos en el 2006. Ahora está la pandemia del Covid-19 que está acabando con la población de New Orleans. Ya no se escucha el Cajun, los Jazz funeral, los clubes de jazz cerrado. Recientemente murió el legendario pianista y maestro de maestro del jazz, Ellis Marsalis, al cual ni sus hijos Winston Marsalis, Branford Marsalis o Delafayo Marsalis, le pudieron hacer su homenaje. Hoy New Orleans al lado de New York y Washington son los que están sufriendo fuertemente esta nueva limpieza étnica o eugenesia (como dice el Dr. Marcos Polo).

Pero al lado de los afrosureños de Luisiana también está la población garífuna que ayudó a reconstruir a New Orleans cuando el huracán Katrina, como migrantes les han despedido de sus trabajos, sin darles ni siquiera un hasta luego, no tienen seguro médico. A la hora de escribir este artículo van mil muertos y 25 mil contaminados sin contar con la más mínima solidaridad del gobierno de Donald Trump, pues no les importas ni los migrantes, ni los afroamericanos ni los indígenas del norte y sur Dakota. Pero el Jazz, como dijera Marcus Garvey regresará como un huracán y se impondrá de nuevo contra la eugenesia y el exterminio racial.

Jesús Chucho García
Exconsul General de la República Bolivariana de Venezuela en New Orleans (2015-2018)

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