workers.org
18-06-2013
Traducido del inglés para Rebelión
por J. M.
|
El tema de China es una de las
cuestiones más importantes del siglo XXI para la clase obrera y los pueblos
oprimidos, así como para las clases dominantes imperialistas hostiles del
mundo.
Los movimientos progresistas y
revolucionarios, sobre todo en los EE.UU., tienen un gran interés en llegar a
una correcta política hacia China.
En primer lugar, China es un país
oprimido en el pasado que logró la liberación de los británicos, franceses,
alemanes, los EE.UU. y el imperialismo japonés en 1949 por medio de una de las
grandes revoluciones de la historia. En ese momento, una cuarta parte de la
raza humana fue liberada de las garras del imperialismo. Como país oprimido en
el pasado que lucha por el desarrollo nacional, debe ser defendido contra todas
las variedades de agresión imperialista de tipo militar, económico y político,
independientemente de lo que uno piense sobre su carácter social.
China hoy es un fenómeno de la historia
nuevo, complejo y contradictorio. Cuenta con estructuras socialistas
fundamentales junto con el desarrollo capitalista y la penetración
imperialista. Los dirigentes lo denominan "socialismo de mercado" o
socialismo con características chinas.
El socialismo se inscribe firmemente en
la constitución de la fundación de China. La clase capitalista internacional es
profundamente hostil a China y nunca deja de tratar de socavar sus estructuras
socialistas fundamentales.
Sin embargo, los trabajadores de la
industria privada de China son objeto de la explotación capitalista y los
trabajadores de las empresas estatales han perdido gran parte del apoyo
económico que una vez era inherente a sus lugares de trabajo. Los accidentes de
trabajo son infernales y los problemas ambientales son graves.
Carácter dual de la base económica de
China
Sólo el marxismo nos permite acercarnos
a un análisis de China.
El marxismo ha demostrado que el
carácter de una sociedad está determinado por su base económica y la
superestructura de la sociedad, su política, la ideología, etc., están
determinados por la base económica.
¿Cómo se puede aplicar este análisis a
China y cómo puede ayudar a clarificar cómo ver a China?
Para empezar, la base económica de
China no es homogénea. En parte es socialista y en parte capitalista. La
pregunta para nosotros y para la clase obrera mundial es: ¿Cuál es la
dominante, la fundación de base socialista o las empresas capitalistas que
buscan la acumulación privada de ganancias a través de la explotación de la
clase obrera?
Del mismo modo, la superestructura
tampoco es homogénea. Por un lado están el Partido Comunista, el Ejército
Popular de Liberación y de la doctrina ideológica que declara que el socialismo
es el cimiento de la China. Por otro lado, está la promoción incesante de
apertura al imperialismo y las reformas que produce el mercado capitalista. Y
sobre todo hay una lucha por la reforma política, es decir, el derecho de la
burguesía y la pequeña burguesía de organizarse políticamente, ya sea en el
interior del partido, fuera del partido o en los dos ámbitos. Hay un constante
bombardeo de los imperialistas de hacer la "reforma política" de los
imperialistas y sus aliados de clase dentro de China.
La crisis económica de 2008-2009 fue
una prueba crítica
¿Cómo podemos evaluar esta situación?
Debemos comenzar por examina empíricamente a China, por una parte, y al resto
del mundo capitalista por el otro.
Una prueba crucial se produjo cuando
los dirigentes chinos se vieron obligados a hacer frente a los efectos de la
peor crisis capitalista desde la Segunda Guerra Mundial.
Cuando estalló la crisis en 2008 y
2009, varias decenas de millones de trabajadores en los EE.UU., Europa, Japón y
en todo el mundo capitalista, se hundieron en el desempleo.
China, que se había permitido
convertirse, peligrosamente, en dependiente en gran medida de las exportaciones
a Occidente capitalista, de repente se encontró con el cierre de miles de
fábricas, principalmente en las provincias costeras del este y las zonas
económicas especiales.
Más de 20 millones de trabajadores
chinos perdieron sus trabajos en un tiempo muy corto.
Entonces, ¿qué hizo el gobierno chino?
Hemos descrito lo que sucedió en una
serie de artículos en Workers World titulada "La
represión de Bo Xilai y el camino capitalista, ¿puede revivirse el socialismo
en China?" El artículo, publicado el 27 de marzo de 2012, explicó que los
planes, redactados ya en 2003 y que entrarán en vigor en los próximos años, fueron
impulsados hacia adelante e implementados.
Luego citamos a Nicholas Lardy, un
experto en la burguesía China del prestigioso Instituto Peterson de Economía
Internacional, quien describió que el consumo en China en realidad creció
durante la crisis de 2008-09, los salarios subieron y el gobierno creó
bastantes puestos de trabajo para compensar los despidos provocados por la
crisis global.
Lardy dijo: "En un año en el cual
la expansión del PIB [en China] fue el más lento en casi una década, ¿cómo pudo
ser el crecimiento del consumo en el año 2009 tan fuerte en términos relativos?
¿Cómo pudo suceder esto en un momento en que el empleo en las industrias
orientadas a la exportación se derrumbaba, contemplando una encuesta realizada
por el Ministerio de Agricultura donde se informa de la pérdida de 20 millones
de puestos de trabajo en centros de manufactura de exportación a lo largo de la
costa sureste, sobre todo en la provincia de Guangdong? El crecimiento
relativamente fuerte del consumo en 2009 se explica por varios factores. En
primer lugar el auge de la inversión, en particular en las actividades de la
construcción, que parecen haber generado suficientes empleos como para
compensar una gran parte de las pérdidas de empleos en el sector exportador. En
todo el año, la economía china creó 11,02 millones de puestos de trabajo en las
zonas urbanas, casi coincide con los 11.130.000 empleos urbanos creados en
2008.
"En segundo lugar, mientras que el
crecimiento del empleo se desaceleró ligeramente, los salarios continuaron aumentando.
En términos nominales, los salarios en el sector formal aumentaron un 12%
porcentualmente, unos puntos por debajo del promedio de los cinco años
anteriores (Oficina Nacional de Estadísticas de China, 2010, p. 131). En
términos reales, el aumento fue de casi un 13%. En tercer lugar, el gobierno
continuó también con aumentos en los planes de pensiones y elevó las
transferencias a los residentes de ingresos más bajos de China. El pago de las
pensiones mensuales a los jubilados de la empresa aumentaron en 120 según el
RMB (renminbi, N. de T.), o sea, el 10% en enero de 2009, bastante más que el
aumento del 5,9% de los precios al consumidor en 2008. Esto elevó el total de
pagos a los jubilados en alrededor de 75.000 millones de RMB. El Ministerio de
Asuntos Civiles aumentó en un tercio las transferencias de pagos a unos 70
millones de ciudadanos ubicados en los más bajos ingresos de China, resultando
un aumento en RMB de 20.000 millones de dólares en 2009 (Ministerio de Asuntos
Civiles de 2010)".
Explicó, además, que el Ministerio de
Ferrocarriles presentó ocho planes específicos para que se apliquen en la época
de crisis y que deben completarse en el año 2020. El Banco Mundial llamó
"quizás el mayor programa planificado de inversiones ferroviarias de pasajeros
que ha habido en cualquier país". Además se llevaron a cabo proyectos de
redes de ultra alta tensión, entre otros avances.
El artículo completo de Lardy se puede
encontrar en “Sustaining China’s Economic Growth after the Global Financial
Crisis,” Kindle Locations 664-666, Peterson Institute for International
Economics.
Las estructuras socialistas revirtieron
el colapso
Así es como subieron los ingresos,
aumentó el consumo y se superó el desempleo en China mientras el mundo
capitalista seguía sumido en el desempleo masivo, la austeridad, la recesión,
el estancamiento, el lento crecimiento y el aumento de la pobreza.
El hecho de haber podido revertir los
efectos de la crisis en China es el resultado directo de la planificación
nacional, las empresas de propiedad estatal, la banca de propiedad estatal y
las decisiones políticas del Partido Comunista Chino.
Hubo una crisis en China que fue
causada por la crisis capitalista mundial. La pregunta era qué principios
prevalecerían frente al desempleo masivo: el principio humano racional de
planificación o el del mercado capitalista. En China, el principio de la
planificación, el elemento consciente, tenía prioridad sobre la anarquía de la
producción provocada por las leyes del mercado y la ley del valor-trabajo.
Pero las instituciones basadas en las
estructuras del socialismo chino que permanecen, las que salvaron a las masas
del desastre económico, son las mismas instituciones que el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional, Wall Street y Londres quieren recortar y,
eventualmente, destruir. Son las empresas de propiedad estatal, la
planificación y el control del gobierno que aún mantiene el Partido Comunista
Chino.
Se podría decir que el liderazgo chino
hizo esto para evitar disturbios. Sin duda, los capitalistas de Europa y los
EE.UU. también quieren evitar disturbios. Pero esto no hizo que decenas de
millones de trabajadores hayan vuelto a trabajar, eleven las pensiones,
aumenten los estipendios y pagos de bienestar social. Se les exigió austeridad
para asegurar las ganancias de los banqueros.
Volviendo al análisis marxista, queda
claro por la forma en que el liderazgo chino manejó esta crisis que la parte
socialista de la base económica sigue siendo dominante en China. Y lo mismo
puede decirse de la superestructura política.
Los enemigos del socialismo afirman que
el capitalismo es responsable de los grandes éxitos de China.
Pero eso es falso. China ha tenido
éxito en su desarrollo económico porque el sector socialista ha contenido
ampliamente al capitalismo interno y la inversión imperialista en el marco de
los objetivos económicos nacionales de los dirigentes.
Sin eso, China se vería como la India,
que también cuenta con la planificación pero es un país totalmente capitalista.
En la India, la pobreza es tan profunda
que las personas viven en vertederos de basura, lavan la ropa en agua
contaminada y las barriadas urbanas de Calcuta y Mumbai compiten en pobreza con
el medio rural. Las masas de la India son muy pobres, viven con 1 ó 2 dólares
diarios, incluso cuando la refulgente industria de alta tecnología se
desarrolla junto a las pésimas condiciones económicas que enfrentan cientos de
millones de indios.
No hay comparación con China. Pero si
los imperialistas hacen las cosas a su manera, si pueden destruir las bases
socialistas y al Partido Comunista, China se convertirá en otra India. Eso es
lo que está en juego en la lucha para detener la contrarrevolución en China.
"Socialismo de mercado" un
concepto falso y peligroso
Este análisis no debe entenderse de ninguna
manera como apoyo a la doctrina del "socialismo de mercado." En
nuestra opinión, la anarquía del mercado capitalista es antagónica de la
planificación de una sociedad socialista y la construcción socialista. La
propiedad privada capitalista es hostil a la propiedad socialista y la
producción para la acumulación privada es antagónica de la producción para el
uso social y la necesidad humana.
Hay circunstancias históricas de
subdesarrollo extremo que obligan a un gobierno socialista emplear ambos métodos
privados y estatales capitalistas para promover el desarrollo de las fuerzas
productivas y la creación de la clase trabajadora arrancada a la población
rural.
Una cosa es, sin embargo, utilizar
estos métodos como un recurso temporal y otra hacer un repliegue del socialismo
con el fin de que el socialismo triunfe en la lucha contra los métodos
capitalistas. Esa fue la idea de Lenin tras la nueva política económica. Se
inició en 1921 en la URSS, en los momentos más terribles después de que la
guerra civil dejó al país en ruinas y la clase obrera que sobrevivió regresaba
a la economía rural para conseguir comida.
Pero Lenin siempre consideró esto como
una retirada y una lucha crucial. La cuestión, como dijo Lenin, era
"¿Quién va a ganar?"
China hace mucho tiempo se desarrolló
económicamente después de las reformas capitalistas iniciadas por Deng
Xiaoping. Pero lo que debería haber sido una retirada temporal se ha convertido
en una política destinada a tratar al capitalismo como un socio del socialismo.
El capital privado crece de forma automática y con él el poder económico y la
influencia política de la clase capitalista, los pequeños burgueses parásitos,
así como la intelectualidad pequeño burguesa. Esto conlleva grandes peligros a
largo plazo para China.
El componente socialista de la base
económica es dominante en la actualidad. Pero el capitalismo sigue erosionando
esa base y hace daño a los trabajadores. Por otra parte, el nuevo liderazgo de
Xi Jiping y de Li Kequang ha enviado señales de que quieren desplazarse hacia
la derecha en la economía. Ampliar las oportunidades de la inversión
imperialista y avanzar cada vez más en la dirección de las reformas económicas
burguesas es jugar con fuego.
Revivir el espíritu de Mao, el poder de
los trabajadores
Bo Xilai, el exjefe del partido de la
provincia de Chongqing, está languideciendo en prisión. Ha estado detenido
durante más de un año debido a que trató de revivir el espíritu cultural e
igualitario de Mao Zedong y porque tenía un programa para retrasar la marcha
por el camino capitalista. (Ver los artículos de Mundo Obrero.)
Bo representaba una resistencia de
izquierda a las políticas actuales en el ámbito de la más alta dirección. Su
derrota ha allanado el camino a una vuelta más a la derecha.
Lo que realmente se necesita es un giro
brusco a la izquierda. Los trabajadores deben reclamar los derechos socialistas
prioritariamente establecidos por la revolución china y profundizados en el
periodo de Mao. Esto es lo único que puede revivir y asegurar el socialismo
chino en el largo plazo.
Pero, mientras tanto, tiene que haber
una firme defensa de China contra todos los planes del imperialismo y de la
clase capitalista nacional China que amenazan con socavar las bases socialistas
que todavía existen allí.
Basado
en una charla de Fred Goldstein en el Foro de la Izquierda en la Ciudad de
Nueva York el 9 de junio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario