ELECCIONES O INSURGENCIA - ELECCIONES E INSURGENCIA

ELECCIONES O INSURGENCIA
ELECCIONES E INSURGENCIA

Sólo el imbécil no cambia
cuando la situación cambia
Juan Manuel Santos
Presidente de Colombia
2011 - 2015

I
La Izquierda no debe perder tiempo en elecciones

Bastante escribió el gran Lenin acerca de la participación electoral de los comunistas, como para ser nosotros unos anárquicos abolicionistas del voto universal. La abstención por la abstención no es cosa de revolucionarios sino de anarco-infantiles. Este apodo pusimos en los 80 a quienes censuraban como “cretinismo parlamentario” la participación de la izquierda en elecciones. En líneas generales, la izquierda debe participar y no dejarle el voto de la clase obrera, del campesinado, del semi-proletariado y de las capas medias, a los partidos burgueses.
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Una de las formas de lucha, no la única, es la contienda electoral. A los capitostes de la burocracia dorada de la antigua izquierda, se les va la vida si no participan en elecciones. A la izquierda revolucionaria, no.
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La legislación heredada del fujimontesinismo hace imposible que el pueblo inscriba a sus candidatos. Es el juego de los millones, de las empresas de propaganda, de las recolectoras de firmas, etc. Parece que nos dicen: sólo los adinerados serán elegidos o elegibles.
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Son tres candidatos que pretenden representar los intereses del pueblo. El primero en lanzarse fue Ollanta Humala y el nacionalismo burgués que promete no modificar nada. El segundo es el padre Arana, respaldado por ONGs defensoras de los derechos humanos y del medio ambiente. El tercero es el líder amazónico Alberto Pizango, de quien seguimos esperando definiciones. Sería el colmo que tanto la iglesia como el ejército doten de candidatos al pueblo combatiente.
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Es justo que las fuerzas populares que se enfrentan actualmente a la voracidad de las transnacionales, tengan la oportunidad de lidiar en elecciones. Pero, recordemos: ésta no es nuestra democracia. Cuando nos cierran las puertas y se las reservan a los dueños del dinero, es legítimo y hasta necesario que el pueblo funde otra democracia.
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Hoy las elecciones siguen funcionando, más que ayer, como un distractivo que desorienta al pueblo y hace perder el norte de la brújula.
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Nunca antes estuvo tan cerca del colapso el gobierno del genocida García. Hace un año, los hermanos combatientes de Bagua, pusieron al alanismo contra la pared. Ahora la corrupción lo puso al borde del precipicio. Pero mientras se necesita unir al pueblo para la insurgencia, los líderes de siempre siguen empeñados en perder tiempo en sus grandes hazañas electoreras. Basta de desorientar al pueblo y de ilusionarlo con el circo electoral: es la hora de la insurgencia.
Dante Castro
19 de mayo, 2010

II
Escritor y Combatiente Dante Castro al Parlamento
de juan carlos marka marka012@gmail.com
para marka012 marka012@gmail.com
CCO ragarro2002@gmail.com

fecha 15 de febrero de 2011
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CM. ¿Por qué te animaste a participar en una lista al Parlamento?
DC.- Fue un ofrecimiento de los compañeros revolucionarios que participan en Despertar Nacional y un mandato de mi organización, el ML-19. Hay en ese partido luchadores sociales que sacrificaron todo para tratar de cambiar nuestra historia. La pobreza cuasi franciscana de nuestras candidaturas es una prueba de honestidad. Apelaremos al pueblo para que con sus modestas contribuciones haga realidad este anhelo de representar sus intereses en el debate político.
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CM. ¿Por qué te oponías antes a la participación electoral?
DC.- Eso no es cierto. Nos oponíamos a la participación sin condiciones. Ya hemos visto qué le pasó a la izquierda con Susana Villarán. Ya hemos visto cómo el nacionalismo llevó a Mekler, a Gustavo Espinoza y a Torres Caro al parlamento. Votar por votar es como hablar de la unidad por la unidad.
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El ML-19 intentó participar con Avanza País el 2006 y nos inscribimos para ello. Últimamente tratamos de participar en elecciones impulsando la candidatura de Alberto Pizango, después de la insurgencia popular en Bagua. Era una candidatura que encarnaba y representaba a la insurgencia popular, a la vía revolucionaria al poder. Como tal, nos constituimos en APHU poniendo a disposición todas nuestras capacidades en función de una participación electoral revolucionaria. Eso consta en nuestra prensa y en afiches pegados en Lima. Pero fuimos marginados por los mismos “asesores” que han abortado la candidatura de Pizango. Cuando nos dimos cuenta que se nos discriminaba en el uso de la palabra, que se nos excluía de comisiones donde nos habíamos inscrito previamente y que al Apu Pizango lo estaban saboteando, nos retiramos para dedicarnos al trabajo de bases, adonde siempre hemos estado bien. De pronto los compañeros de Patria Libre nos invitan a Despertar Nacional; evaluamos tal posibilidad y la aprobamos.
Entrevista de Carla Moreno Vidal
a Dante Castro
15 de febrero 2011

III

De mayo a febrero hay nueve meses de por medio: gestación (dolorosa) y parto (sangriento o de los montes) Y de febrero a las elecciones de abril hay escasas nueve semanas. Sin embargo, es tiempo propicio para hacer un esquema de ocho décadas de proceso electoral en el país, para resumir el análisis electoral del Socialismo Peruano.

El punto de partida está en Nuestra Época: “Sale ‘Nuestra Época’ en una hora de órganos electorales y de abigarrados pasquines, grotescos y mercenarios todos, para encender una luz limpia y firme en medio de tanta sordidez. Nos proponemos quemar, acaso inútilmente, el organismo político del país, tan corrompido, ya que tan sólo la acción material del fuego puede purificarlo” ¿Fue escrito ayer? No, fue escrito un 22 de junio de 1918. Y su corolario es La Patria Nueva, 3 de agosto de 1919, que selló el exilio de JCM.

Desaparecido de la escena política el Socialismo Peruano, en el primer medio siglo pasado las botas y los votos marcaron nuestro proceso político. Sólo hubo participación electoral de la izquierda a secas. Y la disputa fue entre derecha e izquierda.

Comenzando el segundo medio siglo pasado se implantó el sistema electoral DUSO (directo-universal-secreto-obligatorio) con el que el censo electoral se elevó de un 20 % a más del 60% y que abarca el voto masculino, femenino, juvenil, iletrado. La “izquierda democrática” de entonces (PC-U, otros partidos y movimientos de izquierda) participó apoyando a uno u otro candidato o promoviendo candidatura propia “de izquierda” El Socialismo Peruano estaba aún en etapa de descombramiento, rescate, sistematización básica. Y así surgió la “izquierda revolucionaria”: PC-BR. PC-PR, PC-SL, otros partidos de “izquierda revolucionaria” Entonces era válido el “Basta de desorientar al pueblo y de ilusionarlo con el circo electoral: es la hora de la insurgencia”

Esa “izquierda revolucionaria” reinició la lucha armada (ELN, MIR, MRTA) siendo el PC-SL su mayor expresión, experiencia “pagada con sangre” y cuyos resultados son aún materia de debate externo e interno. Tenemos mucho que aprender de esta trágica experiencia, telón de fondo para todo activista en primer plano en esos años. Sí, para todo activista, pues nadie puede colocarse “por encima de la contienda” y pretender juzgar lo ocurrido desde su torre de marfil, desde su pedestal de cristal.

Por los años 80 se estabilizó la elección presidencial y se inició la ELECCIÓN POPULAR DE ALCALDES. Así comenzó a cambiar el panorama electoral. No es lo mismo tener que votar por algún candidato presidencial siempre de la oligarquía, que por un candidato municipal que puede ser de la propia organización popular. Y si el municipio de nuevo tipo será la célula del Estado de nuevo tipo, en la elección municipal está el talón de Aquiles del sistema dominante.

Pero había que tener respaldo teórico, y eso impulsó y motivó a rescatar, sistematizar y difundir que el marxismo tiene una teoría elaborada a lo largo de su historia.

-Primero, para el marxismo el sufragio universal es un medio de engaño. Y lo es hasta el presente alrededor del mundo y mucho más en nuestro país.
-Segundo, de acuerdo a la situación concreta, hay que convertir ese medio de engaño en instrumento de emancipación, que es el motivo central para la participación actual.
-Tercero, se requiere de organización propia para saber qué hacer cuando el termómetro del sufragio universal marque el punto de ebullición. Esto es lo que esquiva más de un activista, hasta dictando cátedra acerca del “voto digno” pero soslayando lo principal, cómo hacer realidad la preparación de la organización.

Así como cuando se participa en la lucha insurreccional se actúa con coraje, igual se actúa cuando se participa en la lucha electoral. Por eso la lucha en el campo popular fue exacerbada. Palabras más, palabras menos, era evidente para unos que “mientras la reacción pueda realizar elecciones, así sean fraudulentas, la lucha insurreccional no tiene futuro” Eso ocurrió en el país, pero señalarlo tuvo su precio: “Y esto nos valió el ser proscritos y anatematizados como traidores a la revolución” Pero como la práctica es el criterio de la verdad, ¿a quiénes da la razón esa práctica por uno y otro lado?

Ahora es válido el “Nos oponíamos a la participación electoral sin condiciones” Ahora es válido que “Una de las formas de lucha, no la única, es la contienda electoral. A los capitostes de la burocracia dorada de la antigua izquierda, se les va la vida si no participan en elecciones. A la izquierda revolucionaria, no”

El pueblo tiene tres formas de lucha: lucha laboral, lucha electoral, lucha insurreccional. Las tres son formas principales según su momento. Pero sólo una es la forma superior de lucha: la lucha insurreccional. La lucha laboral abarca a obreros, campesinos, comuneros, artesanos, empleados, profesionales, a trabajadores asociados y a trabajadores independientes. Es lucha básica, constante, permanente, día a día. Las reivindicaciones de esta lucha son las básicas para el Programa Reivindicativo. La lucha electoral es temporal, que exige conocer el mecanismo electoral, actualmente el sistema D’Hont vigente en todo proceso electoral. La lucha insurgente es la forma superior porque es la única posible para derrocar el sistema dominante, para la instauración-gobierno-extinción del Estado de nuevo tipo. Su victoria impondrá el Programa Prospectivo.

El proceso electoral de abril abrirá una nueva etapa para la actividad del pueblo trabajador. Para el Socialismo Peruano se iniciará el debate sobre su presencia orgánica propia en la escena política del país. En 1994 se conmemoró el Centenario de JCM. En el 2008 se conmemoró su Creación Heroica. Se rescató así su obra teórica. Su teoría ya no está en el olvido. Nadie que se reclame marxista puede ignorarla, menospreciarla, despreciarla. Esta Teoría de JCM es el eje del Socialismo Peruano, ¡así de simple!

Ahora sólo falta rescatar la Práctica del Socialismo Peruano. Y porque es práctica, sólo en la práctica se puede dirimir los campos. En abril quedará nítida la diferencia entre izquierda democrática e izquierda revolucionaria. Para ello bastará analizar el lema que circuló recientemente: “oposición democrática” en sus términos fundantes. Para el Socialismo Peruano hay dos oposiciones: oposición protestataria y oposición contestataria. Y hay dos socialismos: socialismo burgués y socialismo proletario. Así, es hasta sencillo conocer el trasfondo de esa “oposición democrática”, incluso sin mencionar a Susana.

Luego de abril se iniciará el debate entre izquierda revolucionaria y Socialismo Peruano. ¿Son lo mismo? Si nos reclamamos de Mariátegui, Vallejo, Arguedas, ¿por qué se soslaya el Socialismo Peruano, teoría y práctica? ¿Acaso no son ellos sus representantes?

Dante Castro, pues, escritor (premio Casa de las Américas, otros), periodista (figura frecuentemente en el ciber espacio), docente (el magisterio es su base de apoyo laboral), de larga y continua actividad política, da el ejemplo al postular su candidatura. Para aprender a nadar hay que meterse en el agua. Sólo en la contrastación con otros candidatos, con otras plataformas programáticas, con otros planes de gobierno se puede hacer claridad sobre cómo hacer realidad el “Fundar los órganos del Poder Popular”, consigna ciertamente abandonada por las izquierdas en uso. Es un pequeño paso, pero muy significativo.

En el proceso electoral hay operación avispa (los múltiples candidatos de la reacción), operación marmota (todo a última hora), operación hormiga (de comicios en comicios, trabajar las 25 horas del día) Sin embargo, más vale tarde que nunca.

En el frente unido de la reacción, “verdadera masonería”, su aglutinante es la defensa de su Estado de viejo tipo. En el frente unido del Socialismo Peruano, su aglutinante es la instauración de un Estado de nuevo tipo. Ahí caben todos sus matices.

Por eso hay que meterse en el agua. Sólo así se puede impulsar la preparación de la organización. Sólo así se puede llegar a “la hora de la insurgencia” ¡Éxitos al candidato!

Ragarro
22.02.11
Ramón García R.