lunes, 24 de octubre de 2011

LA SITUACION ACTUAL

Nota Breve
En algunas ocasiones es oportuno tomar prestado los versos o la frase de uno u otro autor antiguo o contemporáneo. Este es uno de esos momentos. Ramón García difundió su apreciación de la Situación Actual, hace 10 años. Hoy, se puede decir de esa evaluación que “Debí haberte encontrado diez años antes o diez años después. Pero llegaste a tiempo.” Jaime Sabines, poeta mexicano (1926 -1999)
Tacna, 24 octubre 2011
Edgar Bolaños Marín


(07 de octubre del 2001)
Por Ramón García


Este año 2001 marca el inicio del 17º lustro del Socialismo Peruano. Por eso, y aunque toda cronología sea convencional, debemos aprovechar este dato para analizar nuestro pasado reciente, comprender nuestro presente conflictivo y vislumbrar nuestro futuro promisor.

La generación que nació a fines del 800, entró en escena política en los años 20. Es la generación de José Carlos Mariátegui. Esta IG-SP (1920-1945) puso la piedra miliar. En sus últimos momentos, con plena lucidez JCM exclamó: “¡No puede haber renovación sino sobre la base de grandes principios... Trabajen mucho!” Malgrado las vicisitudes, es lo que viene acatando y haciendo el socialismo peruano desde entonces.

La IIG-SP (1945-1970) tuvo como tarea central recopilar la obra de JCM, saqueada y sacada de circulación por la reacción oficial y mayormente por la desviación interna. Esta gran tarea se concentra en el concepto de Legado de Mariátegui, Camino de Mariátegui.

La IIIG-SP (1970-1995) tuvo como tarea central sistematizar la obra de JCM. Teniendo como arma teórica la Base de Unidad Partidaria (Verdad universal, verdad particular, política concreta), propagandizó los Cuatro Libros Fundamentales de JCM: Defensa del Marxismo, 7 Ensayos, Ideología y Política, Invitación a la Vida Heroica, como el centro del llamado a ¡Seguir por el Camino de Mariátegui para el Resurgimiento del Perú!

La IVG-SP (1995-2020), generación que nació en el tercer tercio del 900, está en su segundo lustro, iniciado el 14 de junio. Su primer lustro, como es natural, fue de aprestamiento. Este su segundo lustro, sin duda será el de sus primeras grandes realizaciones. Aunque parezca paradójico, la situación internacional y nacional es cada vez más propicia para el cumplimiento de su tarea central: la organización de la clase, del pueblo, de la nación con la voluntad de crear un Perú Nuevo dentro del Mundo Nuevo.

Para ello, es necesario hacer un repaso siquiera sea esquemático de las vicisitudes del medio siglo pasado. El fin de la II-Guerra Mundial inició el paso de la etapa de capitalismo de Estado (financiero y monopolista) a la etapa de capitalismo supra Estado (transnacional y marginal) E hizo necesario el paso de la etapa de socialismo de Estado (burocrático-militar) a la etapa de Estado socialista (tipo Comuna) Al finalizar el siglo, el Estado capitalista pasa de aparato burocrático-militar a aparato judicial-militar (con el FMI-BM, OMC, OTAN, CS-ONU, para el mundo, y BID, ALCA, TIAR, OEA, para América) El viejo aparato estorba al capitalismo supra Estado, y por eso hasta la propia ONU queda obsoleta. Por otro lado, el Estado burocrático-militar socialista se desintegró desde adentro. De tumor benigno en los inicios del socialismo en un solo país, devino tumor maligno al desarrollarse las fuerzas productivas. Así el aparato burocrático-militar socialista quedó a la luz como otra excrescencia parasitaria, que pretendía ser encarnación de la unidad del socialismo situado por encima del socialismo mismo.

La globalización no es sino expresión de la crisis terminal del sistema dominante. El desempleo mundial es la prueba más evidente de que el capitalismo ya no produce más plusvalía; relativamente. Cambia la concentración de ella (acumulación, industrialización) por la centralización de sus formas metamorfoseadas en todo el proceso productivo: producción (desagrarización, desindustrialización, maquila), distribución (de la Renta Nacional: flexibilización laboral), circulación (dolarización, inflación-devaluación; transnacionalización de la deuda pública, finanzas, servicios públicos), consumo (impuesto indirecto, precios de monopolio, mercancías de usar-botar, narconegocio)

Pero si la globalización es el fin del sistema, también es el inicio de otro. Ya el marxismo levantó la consigna del internacionalismo de nuevo tipo, de un internacionalismo proletario. La KOMINTERN es la prueba más evidente de ello. Por eso, si el socialismo puede ser construido primero en un solo país, el comunismo debe ser construido a escala mundial. Así se comprende por qué el socialismo, más que un régimen de producción debe ser un régimen de distribución (de la propiedad, del trabajo, de la renta nacional), lo que aún requiere tiempo. Y por qué se dice que “el capitalismo no puede más, el socialismo no puede todavía”.

Esta es la encrucijada mundial en que le toca actuar al socialismo peruano. Para comprenderla, hay que repasar lo vivido en el país en el medio siglo pasado. Terminado la II-Guerra Mundial, el binomio de oro FMI-BM nos impuso primero la cepalización. La Comisión Económica Para América Latina impuso la “sustitución de importaciones”. Este señuelo sacó a nuestro país del mercado mundial alejándolo de la sustitución de exportaciones: productos elaborados en lugar de materias primas. Ahora ninguna presencia tiene nuestro país en el mercado mundial.

Luego impuso la estatización, falsa nacionalización de empresas quebradas y ya sin perspectivas: de yacimientos petrolíferos, cuando estaba prácticamente agotada su extracción; de yacimientos de cobre, cuando este metal era reemplazado en sus usos y aplicaciones; de yacimientos de hierro, cuando entraban al mercado mundial yacimientos más rentables.

Le siguió la inflación-devaluación, que llevó a la quiebra a trabajadores asalariados, empleados, a la pequeña y mediana empresa de la burguesía nacional.

La medida con que terminó el siglo fue la transnacionalización de empresas públicas a precio de remate (fuji-shock). Arruinadas la agricultura y la industria, la transnacionalización de las finanzas y servicios públicos deviene la muestra más evidente del paso de la concentración (acumulación, industrialización) de la plusvalía a la centralización de sus formas metamorfoseadas. La usura es la forma parasitaria generalizada con que termina todo sistema de producción dominante, como la alcabala que terminó hundiendo al sistema colonial español.

Luego de este odriísmo, velasquismo, alanismo, fujimorismo, es evidente que el siguiente paso es la dolarización de la economía nacional; medida ya ensayada en Guatemala, Ecuador, Puerto Rico, para ser impuesta pronto a toda nuestra América, y que al actual gobierno se le “propone” (en verdad se le impone) en la Carta de Navegación del FMI-BM para el Perú.

E esta experiencia de la reacción, el socialismo opone su experiencia general (verdad universal) y experiencia concreta (verdad particular). Ahora se requiere, ante todo, sistematizar la teoría de la organización del proletariado. ¿Partido de masas, partido de cuadros, partido de cuadros con correas de transmisión? ¿Qué diferencia hay entre planeación normativa (estatutaria) y planeación estratégica (programática)? Es tiempo de organización, sí; pero primero hay que analizar la organización heredada del medio siglo pasado. Por un lado, ¿hay diferencia entre el Partido bolchevique sin “correas de transmisión”, de Lenin, y el Partido tipo Komintern, partido oficial o legal con “correas de transmisión”? Por otro lado, el Partido Socialista de masas, que proyectara JCM, ¿no tenía como núcleo la “célula clandestina de los siete”? Y ¿qué relación hay entre Partido – Frente – Programa Mínimo (reivindicativo) – Programa Máximo (prospectivo)? Aparte, ¿qué posición se tiene ante el derecho poblano (derecho al trabajo emancipado, derecho a la vida digna, derecho al cambio social)?, ¿ante el sufragio universal (termómetro del sufragio) y ante la guerra del pueblo (lucha guerrillera)?, ahora que la reacción cambia su “lucha contra el comunismo y el oro de Moscú” por su “lucha contra el terrorismo y el oro del narcotráfico”?

Como se ve, estos son temas “de palpitante actualidad”.

Ramón García
2001-10-07

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