ONPE, MOVADEF Y CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA

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Ya va para más de tres décadas que se ha regularizado el sufragio universal en nuestro país. Ahora hay regularidad para la “transmisión del mando” Esto implica la regularización de los partidos políticos, que previamente se inscriben, presentan sus candidatos, participan en las elecciones. Así han sido elegidos “democráticamente” Belaúnde, García, Fujimori, Fujimori, Toledo, García, Humala. Y cada uno se declara “presidente de todos los peruanos”

Hace dos años surgió el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales, MOVADEF. En marzo pasado solicitó su inscripción ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, cumpliendo con requisitos de ley. Hace un mes le fue negada la inscripción. Movadef apeló a fines de enero. El Jurado Nacional de Elecciones JNE terció y pidió que el Registro de Organizaciones Políticas, ROP emita un nuevo pronunciamiento respecto a dicho trámite. Pero recientemente Movadef retiró su apelación, retirando así su solicitud de inscripción. ¿Qué hay detrás de todo esto?

Para que el Socialismo Peruano logre presencia nacional, debe tener posición definida ante las tres luchas básicas del pueblo peruano: lucha laboral, lucha electoral, lucha insurgente. La pugna ONPE-MOVADEF sirve para comprender la lucha electoral, para asimilar la necesidad de convertir el sufragio universal de medio de engaño en instrumento de emancipación, para usar la legalidad del sistema y desenmascararlo ante el pueblo trabajador, para “aprender en cabeza ajena”

Movadef es “un grupo de dirigentes de organizaciones populares, intelectuales y artistas del pueblo, así como abogados defensores de presos políticos y perseguidos sociales” Con esta loable y difícil actividad se preocupa de los que sufren prisión, consecuencia del proceso subversivo del pasado reciente. Hay presos como Osmán Morote, notorio dirigente, próximo a cumplir condena. Hay presos arbitrariamente sentenciados, como Víctor Zavala Cataño, célebre autor de Teatro Campesino. Y hay miles de desaparecidos, como lo reconoce la Comisión de la Verdad. De ellos se preocupa Movadef.

Entre sus Planteamientos Programáticos “por la democratización de la sociedad peruana en beneficio del pueblo”, es de actualidad subrayar tres de sus ocho puntos:

-2.- Restitución de las libertades, derechos, beneficios, y conquistas democráticas conculcadas. Defender los derechos fundamentales y del pueblo.

-4.-Libertad política. No a la criminalización de las luchas populares y contra la política persecutoria.

-5.-Defender la Nación. Defender la soberanía nacional y la integridad territorial.

Son puntos que pueden figurar en cualquier Programa de cualquier Partido que se reclame “del pueblo, para el pueblo, por el pueblo” ¿Acaso no es deber político “defender los derechos fundamentales”? ¿Acaso no es deber político defender la “libertad política”? ¿Acaso no es deber político “defender la soberanía nacional”? Por eso Movadef tiene adherentes y simpatizantes, y en poco tiempo ha logrado recolectar 360 mil firmas para su inscripción, un reto para cualquier grupo que activa en el actual escenario político del país.

Entonces, ¿por qué ONPE rechaza la inscripción? Señala que la solicitud de Movadef tiene “un defecto insubsanable”, su posición ideológica. Pero no es tarea de ONPE calificar la posición ideológica del solicitante. Su tarea es diferente y concreta.

De acuerdo a la Resolución Nº 0662-2011-JNE 27 julio 2011, la solicitud de inscripción debe ir acompañada de un número determinado de firmas, que es el 3% de los que votaron en las elecciones pasadas. Según esto, el 5 de junio 2011 votaron:


VOTOS EMITIDOS 1 % 3 %
16.466.397 164.664 493.992


O sea, Movadef debía presentar su solicitud acompañada, como mínimo, de 493.992 firmas. Bastaba el incumplimiento de este requisito para denegar legalmente la solicitud de inscripción. Y es como mínimo, porque la depuración de firmas incluye la anulación de las que no cumplan requisitos previamente establecidos. Depurada la lista, que sí es tarea específica de ONPE, sólo si las firmas aprobadas llegan al 3%, procede la aprobación de la solicitud de inscripción.

Por eso, tendencia o grupo político que decida inscribirse y participar en el proceso electoral, debe comenzar por recolectar como mínimo un millón de firmas. De lo contrario, bien puede seguir en su bizantina “crítica de ideas”, sin decidirse a disparar la flecha del Socialismo Peruano en el blanco del Cambio Social, sin decidirse a dejar su burbuja natal.

Pero ni ONPE ni MOVADEF mencionan este requisito básico del 3% de firmas. Entonces, el rechazo de ONPE por posición ideológica es flagrante violación de la Constitución vigente, de la Ley de Partidos. Y Movadef lo analiza consecuentemente. En su Recurso de Apelación señala que ONPE viola artículos e incisos de la Constitución y de la Ley de Partidos Políticos.

Respecto a la Constitución vigente:

-Art. 2, Inciso 3: “No hay persecución por razón de ideas o creencias. No hay delito de opinión”

-Art. 2, Inciso 4: “Toda persona tiene derecho a las libertades de información, expresión, opinión y difusión del pensamiento”

-Art. 2, Inciso 17: Toda persona tiene derecho a participar, en forma individual o asociada, en la vida política, económica, social y cultural de la Nación,… pudiendo ser elegidos o elegir libremente a nuestros representantes”

-Art. 31: “Es nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano la expresión de sus derechos”

-Art. 35: “Los ciudadanos pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de organizaciones políticas como partidos, movimientos, alianzas, y que tales organizaciones concurran a la formación y manifestación de la voluntad popular”

Respecto a la Ley 2809 de los Partidos Políticos:

-Art. 1: “Los partidos políticos expresan el pluralismo democrático, debiendo entenderse la pluralidad de ideologías, razón por la cual nadie puede coartar nuestro legítimo derecho de libertad de pensamiento”

Entonces, ONPE ha rechazado arbitrariamente la solicitud de Movadef. Y ha solicitado al Congreso un proyecto de Ley respecto a la posición ideológica. ¡He ahí la madre del cordero!, porque no es el Congreso la instancia a donde debía acudir.

Según la Ley de Partidos Políticos:

-Art. 14: “Sólo la Corte Suprema de Justicia, a pedido del Fiscal de la Nación o del Defensor del Pueblo, está facultada para avocarse a cuestionar de fondo y declarar la ilegalidad de una Organización Política ya inscrita, cuando considere que sus actividades son contrarias a los principios democráticos, lo que no corresponde a nuestro caso por cuanto somos todavía una Organización Política que nos encontramos en proceso de inscripción”

ONPE no puede apelar a la Corte Suprema. Pero ¿por qué se remite al Congreso? Porque la Corte Suprema sólo puede fallar en casos específicos (legalidad o ilegalidad de organismos políticos ya inscritos). Y el Congreso puede aprobar una Ley para casos generales (declarar preventivamente la ilegalidad de toda organización “antidemocrática”)

Evidentemente, éste es el trasfondo de la pugna ONPE-MOVADEF.

En el mundo entero el sistema dominante ha impuesto dos herramientas vitales a su sobrevivencia: su “doctrina” de soberanía limitada (para lo externo) y su “doctrina” de criminalización de la protesta popular (para lo interno)

Con la soberanía limitada, recientemente ha destruido y sometido colonialmente a Libia. La Guerra Humanitaria del Premio Nobel de Paz (simple esclavo mental de la Casa Blanca) es el espejo donde deben verse todos los países de nuestra América y del mundo entero. El sistema ya está preparado. ¿Están preparados nuestros países?

Con la criminalización de la protesta, el gobierno actual ha estrenado “estado de emergencia” en Cajamarca, porque la defensa del agua “está siendo manipulada por grupos antidemocráticos” Pero le está faltando una Ley para blandirla contra la “antidemocracia” Es la Ley que ONPE propone al Congreso. ¡Más claro ni agua de puquio!

En el mundo entero, y más en países como el nuestro, el sistema dominante pretende imponer su pensamiento único, y por eso lanza por la borda sus consignas “aurorales” con que nació, creció, se desarrolló y se consolidó. Es prueba fehaciente de su agotamiento terminal. El sistema no ha “fracasado”, simplemente se ha agotado.

Pero en la lucha electoral es posible levantar esas banderas con un contenido específico, y no simplemente a secas como Libertad-Igualdad-Fraternidad:

-Libertad Política. Con la Constitución vigente es posible desenmascarar la coexistencia de dos Constituciones, una para la enseñanza escolar, otra para el dominio parasitario.

-Igualdad Jurídica. Si no existe tacha ideológica en sus tareas, ONPE no tenía por qué levantar esa argucia. Le bastaba con su tarea específica, verificar el 3% de las firmas, de acuerdo a la pasada votación presidencial. Queda desenmascarado, su objetivo de propiciar una Ley congresal contra todo grupo “antidemocrático” (decretar el pensamiento único)

-Fraternidad Laboral.- Los promotores e inscritos firmantes de la solicitud de inscripción son trabajadores (obreros, campesinos, vendedores, abogados, profesionales, artistas, adultos y jóvenes, varones y mujeres) Activa o pasivamente, todo paisano porta secuelas del conflicto anterior. Nadie desde el campo laboral debe o puede estigmatizar a ninguna agrupación simplemente porque levante una posición ideológica contraria a la propia. Basta que la agrupación declare, muestre y demuestre combatir el orden social existente, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes. La práctica, la actividad concreta mostrará si su ideología es la acertada para nuestro país, para nuestra realidad actual.

Evidentemente, no es otro el trasfondo de la pugna ONPE-MOVADEF. Y es un llamado concreto a la preparación de la organización del Socialismo Peruano.


Entonces, ¿seguiremos siendo “conejillos de Indias” del sistema dominante?

Ragarro
15.02.12