"Cada barrio, localidad y distrito tienen sus particularidades y cada vecino y vecina las conoce o tiene alguna noción de ello. Ningún plan para buscar resolver cualquier problemática puede venir de afuera y de arriba, tiene que surgir desde los mismos actores, pero no desde el miedo y el aislamiento (el cual se reproduce en los barrios en el fenómeno de los enrejamientos), sino desde la transformación de esas pasiones tristes en potencias colectivas. Sólo queremos apelar a una intuición.
Construyamos ese proyecto a partir de los lazos comunitarios y colectivos que han configurado buena parte de nuestros barrios (y si están debilitados puede ser una oportunidad para empezar a fortalecerlos).
Los invitamos a que hagamos de cada barrio y de cada zona de nuestros distritos espacios para discutir, conversar, deliberar y desarrollar iniciativas sobre lo que nos compete a nosotros mismos.
Es cierto, como ya lo hemos dicho, que enfrentar a las economías ilegales y a las prácticas delictivas en nuestros territorios requiere, en muchos casos, un tratamiento especializado. Sin embargo, el miedo y el sentimiento de inseguridad (que no es únicamente por el tema delictivo, como también lo hemos señalado) al ser una dimensión que la experimentamos cotidiana y colectivamente, debe ser afrontada de la misma manera. Sólo así estaremos en condiciones eficaces de, por un lado, ejercer control y vigilancia sobre las instancias estatales que deben responder a nuestras expectativas y demandas y, por otro lado, construir formas alternativas, creativas y comunitarias para proteger la vida y responder colectivamente a los problemas que nos aquejan, saliendo de la posición de víctimas, la cual allana el terreno para “salvadores” y políticas autoritarias y neofascistas que profundizan los antagonismos, las injusticias y las desigualdades."
Enviado por Eric Torres
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