viernes, 28 de febrero de 2014

MARIATEGUI, ACERCA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA (Y LATINOAMERICANA) – Parte 01


(26 de febrero 2014)

Por Miguel Aragón

Primera Parte:
Contribución a la revisión del Índice del libro “Historia de la Crisis Mundial”.-

1.- En el mes  de mayo de 1923, a escasamente  dos meses de su retorno al país, la UPGP (Universidad Popular González Prada) le ofreció su tribuna a Mariátegui, y él la aceptó.   Ese mismo mes, Mariátegui preparó el programa del curso de   conferencias sobre la crisis mundial, con el objetivo de “explicar el carácter revolucionario de esa crisis”.  El mencionado programa  fue publicado, por primera vez, en el diario La Crónica, el 19 de junio 1923, y estaba inserto dentro  del texto de la primera conferencia, la cual tenía el carácter de  presentación del programa. A fines del mes siguiente, en julio de 1923, el programa del curso de  conferencias fue reproducido en la revista Claridad N° 2, pag.09.

2.- Si bien la mayor parte de ese programa  de conferencias estuvo referida a la gran crisis europea (causas, desarrollo y consecuencias de la guerra mundial de 1914-1918 y de la revolución rusa), como  aspecto  central  de la crisis mundial, desde un inicio Mariátegui tenía previsto comentar la repercusión de la crisis en América. Así, él  incluyó como penúltimo tema del programa: “La repercusión de la crisis en América.- Los Estados Unidos. La revolución mexicana. Su obra constructiva. La situación argentina. La situación chilena. La situación peruana.” (Ver JCM, COC, T08, pag.11).

3.- La primera conferencia en la UPGP, que tuvo como título original La Revolución Social en marcha a través de los diversos  pueblos de Europa (y que después se hizo más conocida como La Crisis Mundial y el proletariado peruano),  inicialmente estuvo programada para el viernes 25 de mayo de 1923. Así aparece en la información publicada en el diario La Crónica,  una semana antes de la conocida protesta  del 23 de mayo.

Como consecuencia de ese suceso político que conmocionó a toda la ciudad, los manifestantes fueron reprimidos por las fuerzas policiales,  muriendo un obrero y un estudiante. Los días jueves 24 y viernes 25 de mayo  se realizaron el velatorio en el local de la Universidad de San Marcos, y el entierro de los dos muertos. Por ese motivo,  la primera  conferencia de Mariátegui se postergó  por tres semanas, hasta el viernes 15 de junio. Mariátegui ya tenía redactado el texto de su primera conferencia, con la debida anticipación,    desde mediados del mes de mayo,   antes de los sucesos del día miércoles 23 de mayo. Yo llego a esa conclusión, porque en el texto presentado  por Mariátegui el 15 de junio, no hay la menor alusión a los sucesos recién ocurridos tres semanas antes (Revisar JCM, La Crisis Mundial y el proletariado peruano, COC, T.08, pag15).  

4.-  En la primera conferencia, que tenía el carácter de exposición del programa  del curso,  Mariátegui a manera de preámbulo informó: “En esta conferencia –llamémosla conversación más bien que conferencia– voy a limitarme a exponer el programa del curso, al mismo tiempo que algunas consideraciones sobre la necesidad de difundir en el proletariado el conocimiento de la crisis mundial”. En ese primer encuentro y exposición dirigido a la vanguardia del proletariado limeño, reunido ese día 15 de junio, Mariátegui  resaltó la relación existente entre el desarrollo de la crisis europea y el desarrollo de nuestros países americanos:

“En la crisis europea se están jugando los destinos de todos los trabajadores del mundo. El desarrollo de la crisis debe interesar, pues, por igual, a los trabajadores del Perú que a los trabajadores del Extremo Oriente. La crisis tiene como teatro principal Europa; pero la crisis de las instituciones europeas es la crisis de las instituciones de  la civilización occidental. Y el Perú como los demás pueblos de América, gira dentro de la órbita de esta civilización, no solo porque se trata de países políticamente independientes pero económicamente coloniales, ligados al carro del capitalismo británico, del capitalismo americano o del capitalismo francés, sino porque europea es nuestra cultura, europeo es el tipo de nuestras instituciones. Y son, precisamente, estas instituciones democráticas, que nosotros copiamos de Europa, esta cultura, que nosotros copiamos  de Europa también, las que en Europa están ahora en un periodo de crisis definitiva, de crisis total. Sobre todo, la civilización capitalista ha internacionalizado la vida de la humanidad, ha creado entre todos los pueblos lazos materiales que establecen entre ellos una solidaridad inevitable. El internacionalismo no es sólo un ideal; es una realidad histórica” (JCM, COC. T08, pag.16).

Tres meses después, el 14 de setiembre de 1923, en la conferencia sobre Los problemas económicos de la paz, Mariátegui reiteró y desarrolló la misma idea sobre el carácter de nuestro país: “Un país políticamente independiente puede ser económicamente colonial. Estos países sudamericanos, por ejemplo, políticamente independientes, son económicamente coloniales. Nuestros hacendados, nuestros mineros son vasallos, son tributarios de los trusts capitalistas europeos. Un algodonero nuestro, por ejemplo, no es en buena cuenta sino un yanacón de los grandes industriales ingleses o norteamericanos que gobiernan el mercado de algodón. Europa puede, pues,  acordar a los países coloniales, la soberanía política, sin que estos países se independicen, por esto, económicamente (*). Pero, actualmente Europa necesita perfeccionar en vasta escala la explotación económica de esas colonias. Y necesita, por tanto, manejarlas a su antojo, disponer de la mayor agilidad y libertad de acción sobre ellas”(JCM, COC, T08, pag.130).  

5.- Mariátegui tenía previsto exponer sobre “la repercusión de la crisis mundial en América”, en especial sobre “la realidad mexicana, argentina, chilena y peruana”. A fines del año 1923,  él  avanzó algunos apuntes sobre la  realidad de los  países  americanos. Hasta donde he podido investigar,  parece que por las interferencias que afrontó el desarrollo del curso, a Mariátegui no se le presentó la oportunidad de  exponer sobre  estos aspectos de la realidad de Nuestra América, salvo sobre la realidad mexicana (21 de diciembre de 1923), y sobre la realidad peruana (1° de mayo de 1924), esta última ya como  culminación del curso de conferencias.

Sin embargo,  algunos párrafos  de los  apuntes trabajados a fines del año 1923, posteriormente los incluyó en la primera parte de su artículo La perspectiva de la política chilena, publicado recién el 13 de febrero de 1925, texto  que años después apareció incluido en el libro Temas de Nuestra América pag. 140. Me parece que la primera parte  de ese artículo debería ser incluida en el libro Historia de la Crisis Mundial.

En esos dos párrafos, introductorios al análisis de la perspectiva de la política chilena, Mariátegui  escribió:

“En una época como la nuestra, en que el mundo entero se encuentra más o menos sacudido y agitado, la inquietud revolucionaria que fermenta en Chile no constituye, por cierto, un fenómeno solitario y excepcional. Nuestra América no puede aislarse de la corriente histórica contemporánea. Los pueblos de Europa, Asia y África están casi unánimemente estremecidos. Y por América pasa, desde hace algunos años, una onda revolucionaria que, en algunos pueblos, se vuelve marejada. Con diferencia de intensidad, que corresponde a diferencias del clima social y político, la misma crisis histórica madura en todas las naciones. Crisis que parece ser crisis de crecimiento en unos pueblos y crisis de decadencia en otros; pero que en todos tiene, seguramente, raíces y funciones solidarias. La crisis chilena, por ejemplo, es, como otras, sólo un segmento de la crisis mundial.

En la América indo-española se cumple, gradualmente, un proceso de liquidación de ese régimen oligárquico y feudal que ha frustrado, durante tantos años, el funcionamiento de la democracia formalmente inaugurada por los legisladores de la revolución de la independencia. Los reflejos de los acontecimientos europeos han acelerado, en los últimos años, ese proceso. En la Argentina, verbigracia, la ascensión al poder del Partido Radical canceló el  dominio de las viejas oligarquías plutocráticas. En México, la revolución arrojó del gobierno a los latifundistas y a su burocracia. En Chile, la elección de Alessandri, hace cinco años, tuvo también un sentido revolucionario” (JCM, COC,T12, pag.140)

Años después, en cartas dirigidas a Eudocio Ravines y Moisés Arroyo Posadas, Mariátegui volvería a analizar y comentar la congruencia  existente  entre los ascensos al gobierno de Hipólito Irigoyen en Argentina, Alessandri en Chile y Augusto Leguía en el Perú, coincidiendo en que esos tres procesos políticos eran síntomas del crecimiento capitalista que en esos años vivían el Perú y otros países de América. (Ver cartas de Mariátegui a Ravines del 31 de diciembre de 1928, y a Moisés Arroyo del 30 de julio de 1929, en el libro Correspondencia de Mariátegui, TII, pags. 490 y 610).

En la carta a Ravines, Mariátegui anotó: “No suscribo, por otra parte, la esperanza en la pequeña burguesía, supervalorizada por el aprismo. La pequeña burguesía es la base política del leguiismo, que le habla bien su idioma, se apropia de sus mitos, conoce y explota sus resortes sentimentales y mentales. ¿Qué cosa sino demagógico pequeño burgués es el confuso fraseario o ideario del leguiismo? No vamos a negar sin caer en la más clamorosa falta de realismo, las raíces populares del movimiento del 4 de julio (…). Nuestro fenómeno alessandrista o irigoyenistase ha producido ya: es el leguiismo. Tiene, como corresponde al medio, las limitaciones y las gazmoñerías de un criterio clerical, conservador; no ha tocado al capital, ni siquiera a la vieja aristocracia; ha mantenido, todos los prejuicios, pero es, en parte, nuestro motin pequeño-burgués rápidamente usufructuado por el gran capital y sobre todo, por la finanza extranjera”.  En la carta a Arroyo, Mariátegui agregó: “El proceso leguiista es la expresión política de nuestro proceso de crecimiento capitalista, y si algo se le opone radicalmente, si algo es su antítesis y su negación, es justamente nuestro socialismo, nuestro marxismo, que pugnan por afirmar una política basada en los intereses y en los principios de las masas obreras y campesinas, del proletariado, no de la inestable pequeña burguesía.”

Tanto en sus comentarios del año 1923, como en los escritos el año 1929, Mariátegui no encontró ninguna  incompatibilidad entre “el crecimiento capitalista” en nuestros países, y el “carácter colonial” de sus economías, como ahora pretenden y vociferan algunos comentaristas superficiales de nuestro tiempo. Mariátegui ya les respondió en mayo de 1929: “La condición económica de estas repúblicas, es, sin duda, semicolonial, y, a medida que crezca su capitalismo y, en consecuencia, la penetración imperialista, tiene que acentuarse este carácter de su economía”       

6.- Mariátegui expuso la conferencia sobre La Revolución Mexicana, en la UPGP, a fines de diciembre de 1923, posiblemente el día viernes 21 de diciembre. La noticia del evento recién fue publicada el martes 25 de diciembre en los periódicos Información y La Crónica (revisar Biobibliografía de JCM), pero ambas publicaciones no incluyeron el texto de la mencionada conferencia. Existen dos posibilidades que motivaron esa omisión. O Mariátegui no llegó a  entregarles el texto el mismo día de la conferencia; o tal vez,  los directores de las mencionadas publicaciones, teniendo copia del texto,  decidieron no publicitarlo, por ser un texto político demasiado comprometedor, en la medida en que Mariátegui, comentando la realidad mexicana,  hizo una crítica indirecta a los grupos que detentaban el poder en el Perú.

Quince  días después,   el 05 de enero de 1924, Mariátegui  publicó el artículo México y la Revolución, en la revista  Variedades  (años después fue reproducido en el libro Temas de Nuestra América, cuya primera edición se publicó el año 1960).  Me parece que, precisamente  ese artículo  es el texto de la mencionada conferencia, y por lo tanto, también debería incluirse en el libro Historia de la Crisis Mundial. Y mientras no se publique una nueva edición ampliada y corregida del  libro, nosotros deberíamos leer ese artículo  como parte del ciclo  de conferencias.        

7.- Agregaré que el programa   del curso de conferencias en la UPGP, iniciado el 15 de junio de 1923,  no concluyó en enero de 1924, como erróneamente se supone y todavía se sigue afirmando en varios estudios. El desarrollo del curso  recién concluyó   el 1° de mayo de 1924. En el diario La Crónica del día 1° de mayo, se notificó el desarrollo de Velada de esta noche en honor del Día del Trabajo, noticia que incluía el programa artístico-cultural a desarrollar ese día por la UPGP en el local de la Federación de Motoristas y Conductores. En ese programa del día, se incluía la siguiente actividad: “Última conferencia sobre la Historia de la Crisis Mundial, por José Carlos Mariátegui” (revisar información divulgada por Guillermo Rouillon, en el segundo tomo de la Biografía de Mariátegui, pag. 235).

Como tarea, tenemos que seguir investigando en cuantas otras conferencias siguió participando Mariátegui “entre los meses de noviembre de 1923 y abril de 1924”. Debemos de tener presente que las conferencias iniciales se desarrollaron en el auditorio   que la Federación de Estudiantes  ocupaba provisionalmente en  el local del Museo de la Exposición (actual local del Museo de Arte de Lima) que era de propiedad de la Municipalidad de Lima, hasta el día vieres 02 de noviembre de 1923. Posteriormente a esa fecha, la Federación de Estudiantes, y por lo tanto la UPGP,  fue desalojada de ese local,  y las siguientes conferencias tuvieron que desarrollarse en diferentes locales sindicales (Revisar información en Guillermo Rouillon, segundo tomo de la Biografía de Mariátegui, pag. 219).

En esta nueva tarea de búsqueda, también debemos de tener presente que en carta del 9 de febrero de 1930 dirigida a Samuel Glusberg, Mariátegui le informó: “No tengo hábito de conferencista. A mi regreso de Europa, di cerca de veinte conferencias, en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, sobre la crisis de Occidente. Conversaciones sencillas, cuyo éxito no puedo apreciar sino por este hecho: que el auditorio me fue fiel. Conservé mi público hasta el fin (…)” (JCM, Carta a Samuel Glusberg en Correspondencia, TII, pag.725).   

Mariátegui sufrió una grave crisis de salud a partir de la segunda quincena de abril de 1924, por eso no pudo asistir a la clausura del curso anual, que fue programado para el 1° de mayo de ese año, pero alcanzó a enviar el conocido texto El 1° de Mayo y el Frente Único, que fue publicado en periódico El Obrero Textil, y  leído el día de la clausura. Ese documento fue  el texto  de su  última conferencia. Con ese texto, sobre la situación y las tareas del proletariado limeño y peruano, se clausuró el ciclo de conferencias sobre la crisis mundial.

Considero que el  texto El 1° de Mayo y el Frente Único también debería estar incluido en la recopilación Historia de la Crisis Mundial. Con la inclusión de estos tres textos (la introducción a “Perspectivas de la Política Chilena”, “México y la Revolución”, y sobre “El 1° de mayo y Frente Único” en el Perú),  entenderemos  mejor porque para Mariátegui “la realidad peruana”, y “la realidad americana”, no eran parcelas aisladas, sino que eran partes de “la realidad  mundial”. (Además de esos tres textos, que se sugiere incluirlos en nuestras lecturas del libro de   conferencias en la UPGP, debo señalar que en los últimos años se han encontrado otros textos que también deberían incluirse dentro de libro Historia de la Crisis Mundial. El señalamiento  de éstos, será  motivo de otro comentario, porque en este momento escapa a los alcances de estos apurados apuntes).

8.- Con la inclusión de este tercer agregado (El 1° de Mayo y el Frente Único), además podremos apreciar el cambio de la táctica de organización propuesta por   Mariátegui, cambio que ocurrió   entre marzo de 1923 y mayo de 1924. Comparando las propuestas concretas que presentó en los textos de la primera, de la tercera,  y de la última conferencia, se observa con total nitidez ese significativo cambio de táctica, cambio que en ese momento obedeció a las necesidades de adaptarse a las características  concretas que presentaba en esos años el movimiento proletario en Lima y en el Perú.

Mariátegui regresó de Europa, en marzo de 1923, “con el propósito de trabajar por la organización de un partido de clase” como él mismo declaró en su  Tesis Antecedentes y Desarrollo de la Acción Clasista (mayo de 1929). Ese, y no otro, fue su   propósito  inicial al regresar al país, incluso había un acuerdo de por medio, con los otros miembros de la célula comunista constituida previamente en Italia.

Mariátegui mantuvo ese propósito inicial, como tarea central  durante los tres primeros meses de su presencia en Lima (entre mediados de marzo y mediados de junio de 1923). Resulta completamente falsa la afirmación de que Mariátegui “regresó al país con el propósito de formar un frente único”. Ese no fue su propósito  inicial. Proponer que “el 18 de marzo debe ser declarado el Día del Frente Unido”, no solo es una   tontería intrascendente, sino  una grosera tergiversación de un hecho histórico.

Para alcanzar ese propósito  central e inicial (es decir “organizar un partido de clase”), Mariátegui, en el texto de la primera conferencia, propuso de manera pública y explicita,   “superar la diferencia entre sindicalistas y socialistas” en primer lugar, y  “el deslinde entre revolucionarios y reformistas”, en segundo lugar.

Textualmente, el desafío y reto planteado por Mariátegui en su primera presentación en público fue el siguiente: “Aquí, como en Europa, los proletarios tienen, pues, que dividirse no en sindicalistas y socialistas –clasificación anacrónica – sino en colaboracionistas y anticolaboracionistas, en reformistas y maximalistas” (Ver JCM, COC,T08, pag. 21).

Esa propuesta, a la cual se sumó “la defensa de los postulados de la revolución rusa”, presentada por Mariátegui  ante un nutrido auditorio, en el cual la mayoría eran obreros de tendencia sindicalista y algunos estudiantes libertarios, de inmediato generó críticas y un amplio rechazo. Años después Mariátegui recordó que “los anarquistas se muestran hostiles a esta propaganda, sobre todo por la defensa de la revolución rusa a que en parte se contrae” (Ver JCM, Antecedentes y Desarrollo de la Acción Clasista, COC, T13, pag.96).

En los días siguientes al 15 de junio, día de su primer encuentro y contrastación pública de ideas con el público asistente a las actividades de la UPGP, Mariátegui se vio obligado a cambiar de táctica

Después de completar su evaluación de la situación real del público asistente, en especial entre el 15 y el 30 de junio, Mariátegui se rectificó y  propuso: “somos todavía pocos para dividirnos. No hagamos cuestión de etiquetas ni de títulos”. Colocando así, en primer plano, el trabajo de replantear y  fortalecer el frente único, y postergando, para más adelante, el trabajo de “superar la influencia sindicalista”  y la necesidad de “dividirse en reformistas y maximalistas”,  y por lo tanto, postergando el propósito inicial de “organización de un partido de clase”.

Ese radical cambio de táctica, fue comunicado, en los siguientes meses, a César Falcón, su compañero de célula partidaria, que continuaba residiendo en Europa. Esa información  produjo el reclamo airado de éste, tal como se puede comprobar en la carta que Falcón le escribió a Mariátegui en  setiembre de 1923, reclamándole a Mariátegui que cumpla fielmente con el acuerdo asumido por ellos en Europa, de “constituir de inmediato el Partido Comunista del Perú” (revisar carta de c. Falcón en la revista Anuario Mariáteguiano).

Aquí resulta necesario agregar y  señalar que Mariátegui nunca se propuso “construir” el frente único partiendo “de la nada a la existencia”, como suelen proponer, en la actualidad, más de un caudillo personalista en nuestro medio. Por el contrario, Mariátegui se propuso  integrarse, reorientar, y fortalecer el frente único ya existente en Lima. Se equivocan quienes todavía piensan que el  frente único en Lima y en Perú, recién  “comenzó” con la acción de Mariátegui.

Las primeras manifestaciones frente unitarias, inicialmente  de carácter sindical,  comenzaron a constituirse por acción y obra de los propios trabajadores a fines del siglo XIX. Con la intervención de Manuel González Prada y su prédica libertaria, desde 1905 comenzó a formarse el “frente único de trabajadores manuales y trabajadores intelectuales”. Esa fecha, 1° de mayo de 1905, en la cual el maestro libertario expuso ante un nutrido auditorio su propuesta El Intelectual y el Obrero, debería reivindicarse como uno de los más  grandes aportes en la formación  del  Frente Unido en el Perú.

Las luchas de masas más importantes en el país, entre 1905 y 1923, han sido parte de la acción concreta del frente unido que  comenzó a formarse en mayo de 1905. El Comité de Propaganda Socialista constituido en noviembre de 1918, por un lado  fue parte  de ese frente ya existente en Lima, y por otro lado, también fue la primera expresión concreta del movimiento socialista peruano. Como todos ya sabemos, o deberíamos saber, “movimiento socialista”, no es lo mismo que “partido socialista”.

La Universidad Popular González Prada, constituida por acuerdo de la Federación de Estudiantes del Perú con la participación de los obreros y estudiantes de Lima, e inicialmente dirigida por Víctor Raúl Haya, también fue parte de ese frente de trabajadores manuales y trabajadores intelectuales.

Cuando Mariátegui regresó al país, en marzo de 1923, ya existía el frente único en Lima y el Perú. La tarea de Mariátegui no fue “crear un frente” acaudillado por él,  sino “fortalecer el frente ya existente”, comenzando por proponer el replanteamiento de su orientación, inicialmente  como “frente único proletario”, tal como lo declaró el 30 de junio de 1923. Posteriormente, Mariátegui continuaría replanteando su propuesta inicial (este análisis complementario también escapa a los límites de este comentario).    

            En nuestro país los inicios del  “frente unido” se remontan al año 1905, así como los inicios del movimiento socialista se remontan al año 1918. Mientras que “el partido socialista” recién fue constituido el 7 de octubre de 1928, y tuvo una breve existencia, hasta el 20 de mayo de 1930, por la razón muy simple que “los partidos no son eternos”. Por el contrario, el “frente unido” y el “movimiento socialista” si tienen una actividad continuada desde los momentos iniciales de su formación, y años tras año, generación tras generación, a través de  cien años,  se han ido renovando y cambiando de composición social, de orientaciones tácticas del momento, e incluso  de formas y nombres  de presentación, pero siempre se han mantenido en lucha constante, a diferencia de la organización partidaria, cuya existencia ha sido, y siempre será efímera.   

Para comprender y asimilar mejor el mensaje de las conferencias en la UPGP, destacando la propuesta práctica de carácter organizativo, se recomienda leer juntos los textos de la primera, la tercera  y la última conferencia, es decir La Crisis Mundial y el proletariado peruano (escrita a mediados de mayo, y expuesta el 15 de junio de 1923), El Fracaso de la Segunda Internacional (del 30 de junio) y El 1° de Mayo y el Frente Único (escrito este último a fines de abril, y leído en la UPGP el mismo día 1° de mayo de 1924). Esa lectura conjunta de los tres  textos mencionados, debe ir acompañada de un ejercicio de análisis crítico, señalando tanto la continuidad como las diferencias de las dos propuestas, contrastándolas unas con otras. En esos tres textos encontraremos la síntesis de la etapa de la Crisis Mundial que se desarrolló en la década de 1920. (Continuará con la segunda parte, en la cual específicamente comentaré la evolución de la posición de Mariátegui sobre la Revolución Mexicana)      
RELACIÓN  DE ARTÍCULOS Y CORRESPONDENCIA  DE JCM, RELACIONADOS CON LA REVOLUCIÓN MEXICANA (Y LATINOAMERICANA).

PRIMERA PARTE
1923, May                  JCM, Programa de las conferencias en la UPGP. Incluye: “La repercusión de la crisis en América.- Los Estados Unidos. La revolución mexicana. Su obra constructiva. La situación argentina. La situación chilena. La situación peruana.”, COC, T08, pag.11
1923, 15 Jun               JCM, 1a Conferencia en la UPGP: “La Revolución Social en marcha a través de los diversos pueblos de Europa”(La Crisis Mundial y el proletariado peruano), COC, T08, pag.15
1923, 30 Jun               JCM, El fracaso de la Segunda Internacional, COC, T08, pag.33
1923, 14 Set               JCM, Conferencia en la UPGP: “Los problemas económicos de la paz”, COC, T08, pag.126
1923, 28 Set               JCM, Conferencia en la UPGP: ”La Agitación revolucionaria y socialista del mundo oriental”, COC,T08, pag.140
1923, 02 Nov              JCM, Conferencia en la UPGP: “Internacionalismo y Nacionalismo”, COC, T08, pag.156
1923, 21 Dic               JCM, Conferencia en la UPGP “La Revolución mexicana”, COC, T08, pag.166
1924, 05 Ene              JCM, artículo México y la Revolución, COC, T12, pag.39
1924, 01 Ene              JCM, Conferencia en la UPGP: “El 1° de Mayo y el Frente Único”, COC, T.13, pag.107
1925, 13 Feb              JCM, La Perspectiva de la Política chilena, T12, pag. 140



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