"En el siglo XVIII tardío, las revoluciones francesa y americana marcaron la transición del feudalismo al capitalismo. Los líderes de esas revoluciones creyeron que habían hecho surgir una nueva sociedad caracterizada por la libertad, igualdad, fraternidad y democracia.
Pero esa transición también se estancó: logró el cambio de la relación señor/siervo a la de patrón/empleado, pero no logró las demás transformaciones requeridas para dar lugar a la deseada nueva sociedad. El socialismo representó, en mucho, la continuación del impulso hacia esos cambios ulteriores.
Pero, los socialismos de la URSS, China y Europa Occidental se estancaron también. Sus seguidores y líderes creyeron que la transición del capitalismo privado al estatal traería consigo esos ulteriores cambios que el capitalismo nunca produjo. Las lecciones de los socialismos soviético y chino proporcionan una crítica profunda al socialismo estancado, los suyos y otros.
Culminar el paso del capitalismo al más allá del socialismo como una etapa transicional, requiere una revolución económica a nivel micro. La relación dicotómica patrón/empleado al interior de las empresas abandonarse en favor de una comunidad de trabajadores, democráticamente organizada, en la que ellos se empleen a sí mismos a la vez que dirijan la empresa.
Ese fundamento económico –que es lo que significa concretamente el comunismo– nos brinda una mejor oportunidad para realizar los fines de libertad, igualdad, fraternidad y democracia que tanto el capitalismo como el socialismo nunca pudieron alcanzar."
Richard D.Wolff
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