jueves, 27 de abril de 2023

NUEVA HUMANIDAD: MASA Y DONDE SE CREA UNA NUEVA HUMANIDAD

 


Nueva Humanidad (2-3)

 

MASA Y HUMANIDAD

 

UNO

MASA

 

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: “¡No mueras, te amo tanto!”

Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:

“No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

clamando: “Tanto amor, y no poder nada contra

la muerte!”

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,

con un ruego común: “¡Quédate hermano!”

Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra

le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;

incorporóse lentamente,

abrazó al primer hombre; echóse andar...

CÉSAR VALLEJO

10 de noviembre de 1937

En ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ

 

DOS

DONDE SE CREA

UNA NUEVA HUMANIDAD

Danilo Sánchez Lihón

Si hay un dogma, y si acaso tiene dogmas, el Evangelio Vallejo, aquel es el siguiente: «Todos los hombres».

Donde se invierte el orden del mundo. Ya no es uno para todos sino todos para uno.

No es que tengo que acomodarme a la masa, sino que la masa humana tiene que acomodarse a la persona única, libre y concreta.

Es un portento que todos los hombres coincidan en amar y unirse para salvar a alguien, a uno y con él a todos.

Es la utopía moral más extraordinaria y absoluta, jamás expuesta, ni imaginada siquiera, más aún cuando por ello se entrega la vida, como él inmolara la suya.

Como extraordinario es el llamado, cual es: ¡Que ninguno falte! ¡O falle!

Donde todos están presentes, no para beneficiarse con una prebenda ni recibir una pitanza. No para ganarse algo, sino para salvar a un ser humano. Y a uno solo. Este es aquí el rayo fulgurante,

2. Ninguno es más que otro

Todos los hombres para salvar a uno solo es un himno y una epifanía milagrosa, que era moral imaginarlo al menos. Y morir por ello, como lo hizo Vallejo.

En donde todos aman a un hombre que está muriendo, pero que el amor lo ataja, lo suspende y lo iza otra vez a la vida.

Que es un guerrero muerto en la batalla, que es la vida. Donde todos estamos unidos en un ruego común.

Enlazados en un solo deseo, cual es: salvar a un solo manojo de nervios y tejidos, de huesos y alma, como somos individualmente cada uno de nosotros.

Todos amando al unísono. No es que son amados, sino que aman.

Todos son los que se conmueven, los que son tocados por el mismo sentimiento, por la misma devoción y por el mismo amor: el amor fraternal.

3. Se terminaron los odios

Todos están al mismo nivel: son masa, colectivo, sociedad. Ninguno es más que otro. El único que está al centro y solo es el que padece, en quien se ensaña la muerte, y que es el sacramento encarnado por revivir y salvar.

Para lo cual hay la solidaridad unánime de todos, que pronto lo hace libre y resucita. Se abraza al primer hombre y echa a andar.

Y, por ser así, este es el fin de la batalla decisiva, de la madre de las batallas, del símbolo de las disputas, de la batalla final. Y eso constituye otro milagro, que se acabaron las guerras.

Es el fin de la historia del hombre como una secuencia de enconos y peleas.

Llegó a su fin el tiempo de los enfrentamientos, la historia luctuosa de pugnas, rivalidades y reyertas de hermanos contra hermanos.

Con esta batalla se terminaron los odios, las confrontaciones, los odios. Ya no cabrán matanzas entre los seres humanos.


 

4. Donde se crea una nueva humanidad

Porque si continuaran los enfrentamientos no concurrirían todos los hombres de la tierra a pedir a un combatiente en un ruego común: «quédate, hermano».

Se logra la paz entre todos los hombres de la tierra, donde ya jamás habrá enconos ni rivalidades. ¿Cómo? Con la solidaridad unánime, absoluta y total. Cuando todos los hombres se acercan con un ruego común: "Quédate, hermano".

Han cesado las hostilidades y entre todos los hombres juntos reina la hermandad.

Cuando todos concurren a salvar a aquel que es la representación de todos, a quien rinden el honor del cariño, de la pleitesía y el amor.

Y el anhelo de que se quede entre nosotros para siempre. Ese es el milagro.

Donde yace, ya no el cadáver sino el acto sacramental del hombre redimido y emocionado que abraza al primer hombre y se echa a andar, creando una nueva humanidad.

 

de: Milton Sanchez <mbcdj122@aol.com>

responder a: Milton Sanchez <mbcdj122@aol.com>

fecha: 25 nov 2022, 16:11

asunto: DONDE SE CREA UNA NUEVA HUMANIDAD

enviado por: aol.com

firmado por: aol.com

Importante según el criterio de Google.

 

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

27 de abril 2023

 

No hay comentarios: