martes, 26 de diciembre de 2023

"ESTA DEMOCRACIA NO ES DEMOCRACIA" EN ARGENTINA NI EN PERÚ

 


Sí, Caputo es honesto. Lo bueno de la navidad es que inspira cierta honestidad en algunos.

Caputo les agradece a las familias argentinas por el sacrificio necesario. Era necesario que alguien se sacrificara para arreglar el lío resultante de diez años de descalabro económico planificado.

Alguien iba a tener que hacer ese sacrificio, íbamos a ser los de abajo o iban a ser los de arriba.

Caputo trabaja para estos últimos, trabaja para los de arriba y su trabajo es asegurar que a sus patrones la factura nunca les llegue.

Lo logró, Caputo logró que otra vez el pueblo pague la cuenta de la catástrofe económica y por eso agradece el sacrificio de los millones de otarios, nosotros.

Gracias a ese sacrificio, Caputo va a quedar bien con el poderoso para el que Caputo trabaja.

Y todo eso solo es posible porque el pueblo está dividido: cuando el sacrificio lo impone una determinada parcialidad ideológica, una mitad salta para protestar y la otra mitad salta para reivindicar el sacrificio.

Pero cada tanto el gobierno cambia de manos, lo empieza a tener el que estaba en la oposición y entonces la mitad que reivindicaba el sacrificio pasa a protestar mientas la otra mitad, como se ve, pasa a reivindicarlo.

Lo que nunca hay es unidad popular para decir que basta de sacrificios para los de abajo. Nunca ocurre que estemos todos de acuerdo en exigir que la paguen los de arriba.

Ergo, el truco es cambiar de gobierno cada tanto, así siempre existe una parte del pueblo dispuesta a tolerar las maldades del poder con el solo fin de no darle la razón a la otra parte del pueblo.

A esto llamamos “democracia”, al sistema en el que los que ganan y los que pierden son siempre los mismos sin que los últimos entendamos la estafa de los primeros.

Somos una manga de otarios.

Nota fuente: La Batalla Cultural


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