Publicado el 27 de diciembre de 2023 / Por Juan Viera Benítez
1.- La constitución y los derechos humanos
burgueses
El monarca español ha centrado su discurso en estas fechas navideñas
en alabar la Constitución del 78. Esta norma es un texto amplio, organizado en
un preámbulo, 169 artículos estructurados en un título preliminar y diez
títulos más, cuatro disposiciones adicionales, nueve transitorias, una
derogatoria y una final, que en conjunto definen una forma particular de Estado
Burgués, favorable para los propietarios de los medios de producción y
perjudicial para la inmensa mayoría que vende su fuerza de trabajo para
subsistir.
Las clases dominantes desde las instituciones burocráticas que conforman
la estructura del Estado Español defienden con todas sus fuerzas y medios esta
Ley de leyes, como si fuera un mandato divino, algo así como una norma emanada
por Dios que debe permanecer en los tiempos. Pero no nos dejemos engañar, la Constitución
es una construcción jurídica y política temporal, desde y a la que se han
adaptado muchas de las instituciones de la dictadura franquista a la democracia
burguesa, en su forma monárquica. En muchos de sus artículos se hace referencia
a la conveniencia de que las personas accedamos a determinados derechos
humanos.
Estos se presentan en abstractos; son derechos burgueses que a la hora
de la verdad no se cumplen, son abstractos, nadie puede oponerse a ellos; nadie
va a rechazar el derecho a la vida, a la dignidad de la persona, a la libertad
de opinión y de expresión, el derecho al empleo, o a la vivienda, o a
cualquiera de otros de los derechos humanos burgueses que se recogen en el
texto mencionado.
Otra cosa bien diferente es la necesidad que tienen las personas de los
mismos, necesidad de una vivienda, de un empleo, de vivir dignamente; en este
caso estaríamos hablando del tratamiento socialista de los mismos, es decir, el
cumplimiento concreto de los mismos, su materialidad real, la necesidad que
tiene la población trabajadora de su cumplimiento concreto en la vida real. No
hay aplicación por los gobiernos, por muy demócratas o izquierdistas que se
nombren. La oratoria de los políticos y políticas del régimen, por muy pomposa
que los presenten, no deja de ser una retórica hipócrita y ridícula al ser
mentirosa y falsa.
2.- La maquinaria militar como garantía de la
pobreza
La Constitución del 78 viene a ser un fetiche y una fuente de
irradiación de valores ideológicos que sirven para adoctrinar al pueblo y
garantizar la dictadura de la burguesía. Además, sirve de guía para que el
gobierno y parlamento aprueben los preceptos jurídicos, políticos y económicos
necesarios que aseguren la legalidad monárquica. Los presupuestos del estado
contemplan de manera clara que una gran parte de los fondos públicos vayan
destinadas a subvencionar a las grandes empresas, al ejército y a la policía,
al funcionamiento de los partidos políticos y los sindicatos oficiales, a la
Iglesia católica, a los medios de comunicación afines y a los altos cargos de
los aparatos jurídicos y administrativos que trabajan día y noche para
estabilidad de la monarquía borbónica.
La seguridad y protección del Estado Borbónico está en la maquinaria
militar y jurídica, los ejércitos, las fuerzas policiales y las industrias
armamentísticas. Esta maquinaria militar sincronizada es un agujero negro que
se traga una buena parte del pastel presupuestario estatal, financiado en su
totalidad con la plusvalía generada por el trabajo de la clase obrera. El
conjunto de estos aparatos asegura el beneficio de las grandes empresas y
entidades financieras e impide que nadie ponga en apuros y obstaculice las
normas laborales dictadas para la explotación laboral y la producción del
plusvalor.
La estructura jurídica-política-militar que nace de la Constitución del
78 es decisiva para que millones de personas vivan en la precariedad y en la
pobreza, mientras que en el polo opuesto haya una minoría que disfruten de una
opulencia obscena e indecente.
La norma madre es la pantalla desde la que se marcan las directrices y la pauta
para que unos pocos vivan del trabajo de los demás, para que unos disfruten de
unas condiciones excelentes de habitabilidad y bienestar, y cientos de miles de
seres humanos sean arrojados legalmente de sus viviendas, sin un techo donde
morar o vivan en unas condiciones de penuria alimenticia. En definitiva, la
Constitución del 78 es un instrumento del capital en el estado español, es una
herramienta más que junto con otros organismos internacionales como la UE, la
OTAN, la OMS, la OCDE, etc. permiten que al imperialismo saquear a la población
trabajadora en el territorio nacional e internacional.
3.- Los partidos del régimen
Los partidos mal llamados de izquierda y socialdemócratas se han integrado
plenamente en el régimen político heredado del franquismo, bajo la dirección de
la Monarquía y la UE. Estos partidos socialdemócratas y reformistas aplauden
hasta con las pestañas a la Constitución, aunque en algunas ocasiones con la
boca chica dicen que hay que adaptarla a los tiempos y hacer pequeñas reformas,
pues el núcleo importante, la democracia, vale. Ahora, ante la situación
generalizada de crisis económica y social, son incapaces de articular un
programa político que sea referente ideológico y cultural para el mundo
del trabajo y amplios sectores populares de la sociedad española. La
supeditación política al parlamentarismo anula la lucha de clases, es un factor
clave que está llevando al enfrentamiento individual entre sus principales militantes
al objeto de mantener una cierta posición política privilegiada que les
posibilite el acceso a cargos institucionales. Las divisiones y rupturas que se
están produciendo entre organizaciones políticas como Sumar y Podemos están a
la orden del día. Las desavenencias también alcanzan al PCE, en esta
organización sus partes más activas, militantes de la organización juvenil,
rompen con el partido por motivos de desacuerdos de las prácticas políticas e
ideológicas. En este contexto, lo que está meridianamente claro es que el PSOE
sigue apareciendo como el partido que da estabilidad a la monarquía y a los
intereses de la oligarquía española.
En nuestra región, Extremadura, la dinámica es el incremento de las
desigualdades sociales y territoriales respecto a otros territorios del Estado
Español. Sin embargo, los partidos socialdemócratas y reformistas tienen una
sujeción casi plena al gobierno y a las estructuras políticas estatales que los
incapacitan para impulsar y resolver cuestiones que nos atenazan desde siempre
y nos mantienen anclados en unas infraestructuras físicas, económicas y
sociales de otros siglos.
4.- La necesidad del socialismo
En nuestro país al igual que en el occidente colectivo, el capitalismo
no sólo ha fraccionado y debilitado al movimiento obrero, sino que ha integrado
y ha hecho inservibles para la revolución socialista a las antiguas
organizaciones políticas. En estas circunstancias, es una necesidad urgente la
reorganización política para impulsar el desarrollo de la lucha de clases y la
solidaridad con los pueblos del mundo que sufren múltiples represiones y el
saqueo del imperialismo. Ahora, la atención mundial está en la brava
resistencia y el valiente enfrentamiento armado del pueblo palestino contra el
estado sionista que mata y asesina a hombres, mujeres y niños. La lucha
palestina necesita del apoyo internacionalista de las clases explotadas y
oprimidas del mundo. Las circunstancias y condiciones de vida de los pueblos no
serán las mismas dependiendo de que se derrote al sionismo o el sionismo salga
vencedor. El resultado de lo que allí ocurra, al igual que las luchas en otras
partes del planeta tienen y tendrán sus consecuencias en nuestras naciones. Por
eso, reclamamos la necesidad del socialismo como herramienta fundamental para
acabar con las guerras y asegurar la paz en el mundo. Hay que recordar a Rosa
Luxemburgo, hoy más que nunca BARBARIE O SOCIALISMO
Fuente: https://kaosenlared.net/la-constitucion-del-78-garantia-de-la-dictadura-de-la-burguesia-espanola/
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