INFORMANTE CLAVE
TEMA: GOBERNANZA PÚBLICA FRENTE AL CAMBIO DISRUPTIVO
Estimado funcionario mucho agradeceré
desarrollar la presente pregunta abierta y completamente anónima, libre, sin
ningún orden, todo lo que podría decirnos sobre lo que encierra la pregunta y
algo más que crea usted conveniente. No hay límite.
Le anticipamos nuestro agradecimiento:
¿COMO ESTA LLEGANDO LA EMPRESA O ENTIDAD PÚBLICA AL BICENTENARIO Y QUE ACCIONES CREE USTED QUE SE
PODRIA EJECUTAR PARA EL FORTALECIMIENTO
DE LAS INSTITUCIONES, UNA GOBERNANZA
INNOVADORA QUE ALCANCE COMPETITIVIDAD
Y DESARROLLO SOSTENIBLE, CON TRASPARENCIA, VALORES Y A SATISFACCION DE LOS
CIUDADANOS, EN ESTA NUEVA NORMALIDAD?
RESPUESTA:
Consideramos que la
entidad o empresa pública tiene un rol esencialmente de servicio a los
ciudadanos al margen de cumplir un rol ejemplificador y promotor de las buenas
prácticas económica y de gestión. El Estado en la república del Perú se instala
en circunstancias políticas especiales, los colonos españoles dominaron el
estado virreinal pero nunca gobernaron todo el territorio conquistado; en el
mejor de los casos convivieron en simbiosis con los nativos y representaron al
país en el mundo occidental. La denominada independencia no represento
necesariamente los intereses nacionales sino parcialmente intereses de criollos
(hijos de españoles nacidos en territorio peruano), otros españoles no
alineados y principalmente súbditos de otras naciones tradicionales y en formación
como es el caso Ingleses y norteamericanos; en este contexto la primera
constitución y subsiguientes están resumidas en la Carta a los españoles
americanos escrita por el jesuita peruano Juan Pablo Vizcardo y Guzmán hacia 1791,
donde exhortaba a los
criollos hispanoamericanos a conseguir su independencia con respecto
de España, el primer grito de la libertad del Perú proferido en Tacna por Francisco Antonio de
Zela y Arizaga el 20 de Junio de 1811. Le siguieron Juan José Crespo y Castillo con la rebelión
de Huánuco de 1812; un 22 de febrero de 1812 se
desató en Huánuco, una de las más importantes rebeliones contra el orden colonial en
el entonces virreinato del Perú, y fue liderada por Juan José Crespo y
Castillo. Ya después en 1821 la ya bastante mencionada declaración de
Independencia por don José de San Martín y la promulgación de la primera
constitución en 1823; desde ese momento, cuando se estructura el primer estado
republicano, el pueblo peruano en general fue subsumido en expectativas de
bienestar y prosperidad, pero la realidad es otra, es la de siempre, un estado
que sobreviene a los intereses particulares de los poderosos, lleno de
servilismo, corrupción e ineficiencia.
El lastre del estado
ineficiente y corrupto es por lo tanto un reto a superar de prioridad en el
orden político principalmente. Lamentablemente después de 200 años no se ha
podido superar este reto ya que estos vicios permanecen imperturbables.
¿Qué tareas podemos
plantear? Las soluciones evidentemente serán complejas y trascendentales,
tenemos realmente muy pocos planteamientos políticamente coherentes y viables y
muchos mitos por superar también. Seguramente muchos hemos escuchado que
necesitamos un estado fuerte, y que un estado fuerte requiere instituciones
fuertes; obviamente esto hace relacionar “Fuerte” con “Grande” entonces
entramos en una paradoja: “más fuerte, más grande” pero con mucho riesgo de ser
“más abusivo y más lento”. Igualmente sucede con las capacidades humanas; aquí
podemos hacer una triada: “Capacidad”, “Valores”, “Buenas remuneraciones”;
igual entramos en otra paradoja verbi gratia: “imposibilidad de meritocracia”,
ya que es políticamente incorrecto pagar buenas remuneraciones en el estado y
los méritos y carreras profesionales son manipuladas la gran mayoría de veces
de una forma política o con mucha injerencia de ella bajo el concepto “gente de
confianza”. Entonces, buscar los correctos equilibrios no es una tarea fácil y
se requiere autoridad real y liderazgo para implementar modelos estructurales y
efectivos.
En primer lugar; fortalecer las instituciones requiere
reformular las estrategias y las buenas prácticas de instituciones y empresas
del estado; esto debe obedecer a nuevos modelos que impliquen un correcto peso
político en la gestión pública con esto podríamos reducir las participaciones
en directorios y órganos de gestión dejando la política solo para el lado
normativo, a la par que aumentamos la participación activa y democrática de los
usuarios internos y externos directa y general como si fuera una administración
del tipo ecosistema colaborativo donde cada quién aporta en los temas que sabe y
tiene experiencia.
En segundo Lugar: para
una gobernanza innovadora se requiere un nuevo pacto social, redefiniendo roles
más participativos y democráticos en las organizaciones; también sería
importante intensificar estratégicamente actividades de “cross inovation” (innovación cruzada) y “open
innovation” (innovación abierta); asimismo someter los procesos a escrutinio participativo
implementado en lo posible procesos revisados por los usuarios y validados
técnica y operativamente.
En tercer lugar en
cuanto a las buenas prácticas organizacionales como ser la competitividad,
desarrollo sostenible, valores y satisfacción a los ciudadanos, se requiere
establecer líneas de base y medir estás variables o indicadores con permanente
monitoreo y supervisión, es más fácil decidir, diagnosticar, planificar todo
aquello que se puede medir; estas
variables deben estar consignadas de forma definitiva en la Gestión del Talento
Humano y el desarrollo organizacional y deben ser de práctica obligatoria.
Para finalizar la
nueva normalidad es una oportunidad para efectuar cambios y velar por la
prevención y protección de los colaboradores en una organización; todas las
medidas que se tomen ante los riesgos y amenazas principalmente de salud son de
carácter prioritario; seguramente la disminución de contactos físicos será
tomada en cuenta para fortalecer la interacción virtual y el trabajo en equipo,
asimismo los protocolos de seguridad y sanitización serán de mayor
responsabilidad y aplicados en forma más estricta, por otro lado seguramente se
intensificaran los programas de capacitación y motivación en todas las
empresas.
A lo mejor todos los
problemas y la falta de capacidad del estado para solucionarlos con la pandemia
del COVID-2019 se han intensificado pero las miradas pesimistas no valen, SI EL
COVID-2019 ESTA CAMBIANDO TODO, SUMEMONOS AL CAMBIO Y APROVECHEMOS PARA CAMBIAR
LO QUE EL COVID-2019 NO ESTA CAMBIANDO.
Tacna, 11 enero 2022
Jorge Salinas Cerreño
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