Pero analfabetismo no es sinónimo de estupidez. Sabemos que gente analfabeta a todo lo largo del mundo son capaces de dominar técnicas altamente sofisticadas en actividades tan diversas como agricultura, construcción, caza y música. Muchos analfabetos poseen una memoria prodigiosa y hablan de corrido varios idiomas……algo de lo que son incapaces la mayoría de los norteamericanos con formación universitaria. Sin embargo en las sociedades de la segunda ola los analfabetos estaban condenados económicamente
( Alvin Tofler: Libro: La Tercera Ola. Pág. 177)
Al ignorante, al analfabeto funcional que lo forman con una educación para el dinero, logran la producción de hombres-mercancías, autómatas, que mecánicamente van ha producir monstruosidades, atrocidades y perversiones.
La educación que prepara al Ignorante Funcional, para la sobrevivencia a costa de los demás. Se produce, se crea y trasciende la neblina de la peste humana. La hipocresía es su moral; la mentira y el engaño su verdad y su virtud, encubriéndose por todas partes y en muchas formas.
A los niños pobres, que se les prepara con una educación basura, se esta produciendo futura basura humana. Donde los “maestros”, los “títulos iluminados”, “brillan”, porque se les acercan luciérnagas curiosas, en la oscuridad de la noche.
Educar a un niño rico para que sea más rico: es la educación de los ricos.
Educar a un niño pobre para que sea pobre o más pobre: es la educación para los pobres.
Educar a un niño rico para que se sienta o finja vivir como pobre: es educar a un futuro rico hipócrita.
Educar a un niño pobre para que aspire, sienta o viva alienantemente como rico: es educar a un futuro pobre hipócrita.
La pobreza mental nivela en igualdad específica, al materialmente rico y al materialmente pobre. La indigencia mental como cultura, produce parásitos y mendigos, pordioseros, simuladores, hipócritas, enfermos del espíritu, canallas, verdugos, asesinos, degenerados, necios, descarados….. En ambos bandos.
Para el Indestructible Hombre Ignorante, que ama el ingenio, que estimula su creación con el trabajo; que ama lo que hace concientemente preocupado en no afectar negativamente a los demás. El hombre que estudia, que ama la verdad, la solidaridad, la reciprocidad; aprende y admira la virtud de los demás; ama la naturaleza, la belleza de la diversidad; ama y cree en el arte de la armonía. Este hombre puede ser materialmente rico o materialmente pobre, es lo que poco o menos interesa. Lo que a la HUMANIDAD le interesa es que se ha logrado y se a ganado a un VERDADERO HOMBRE.
Recopilado por Ever Maguiña
03.07.10
