11 de mayo de 2012
Me parece que los Srs. Frank Keskleich Torres y Arturo Moreno "se van por las ramas" total y descaradamente, tergiversando groseramente los sucesos ocurridos en la vivienda del embajador de Japón cuando ocurrió, hace quince años, la Toma de Rehenes por un comando armado del grupo subversivo MRTA.
Toda persona con "dos dedos de frente" y con un mínimo de capacidad de razonamiento lógico, sin necesidad de ser entendido en temas políticos y militares, puede darse cuenta de lo siguiente.
Después de varios meses de la toma de rehenes, al ocurrir el asalto por un grupo de rescate formado por un grupo de élite de las fuerzas armadas, pudo ocurrir lo siguiente:
Alternativa A: Ante el ataque sorpresa de los comandos militares, el grupo de jóvenes subversivos se rindió incondicionalmente, sin hacer uso de sus armas contra los rehenes que tenían capturados. Desconociendo el carácter de clase del estado burgués, y su función de aparato de represión, los jóvenes subversivos ingenuamente pensaron que el ejército "les perdonaría la vida".
Alternativa B: los jóvenes subversivos, al verse atacados, estaban dispuestos a morir en combate, y respondieron violentamente el ataque de los soldados, matando en primer lugar a una parte de los rehenes, y en segundo lugar a un significativo número de soldados, hasta caer vencidos y derrotados por la superioridad numérica de los atacantes.
Todos conocemos cual fue el balance real del supuesto enfrentamiento armado, que nunca pasó de ser una simple RENDICION INCONDICIONAL.
No se puede ocultar que solamente murieron uno de los rehenes y dos de los soldados, en total Tres personas (aparte de todos los miembros del grupo subversivo). Hasta ahora no se conoce si esas tres personas murieron por las balas disparadas por los "subversivos", o como consecuencia de las balas disparadas desesperadamente, (o tal vez premeditadamente) por los propios soldados.
Hasta ahora ese es el mayor secreto guardado por el aparato represivo.
Resultaría muy ingenuo pensar que los subversivos se enfrentaron al ataque, y que tuvieron tan mala puntería que solo alcanzaron a matar a escasamente "tres personas" entre más de 50 rehenes desarmados, y más de 100 soldados. Esa mentira no se la cree nadie que razone con un poco de lógica elemental. No se requiere más, para darse cuenta de la verdad.
Mientras que los subversivos respetaron durante varios meses las leyes de la guerra (porque en ningún momento le hicieron daños físicos a los rehenes), por el contrario, el ejército burgués, en menos de una hora, no respeto lo más elemental en todo enfrentamiento armado, como es el respeto de la vida de los combatientes vencidos y rendidos sin condiciones.
Esa acción subversiva deja muchas enseñanzas, de las cuales las más elementales son las siguientes: En primer lugar el aparato del estado es un aparato represivo de la clase dominante, y en segundo lugar no se puede "jugar a la guerrita" contra el estado burgués. El estado burgués no es una "institución neutra" que "representa a todos los peruanos",
Por último, la lucha de clases no es un juego inocuo, ni tampoco es un "duelo de caballeros" en el cual no valen "los golpes bajos". No es así, la lucha de clases es un enfrentamiento entre dos grupos humanos por la supervivencia y defensa de sus propios intereses de clase.
Por lo tanto, hay que actuar conforme a las leyes de la lucha de clases, tanto cruentas como incruentas, y no caer en posiciones aventureras, y mucho menos en la provocación que promueve la propia clase dominante, tal como está ocurriendo ahora en el VRAE.
En el VRAE, un grupo de delincuentes narcotraficantes manipulado por los propios "servicios de inteligencia" de la clase dominante, vienen sirviendo para manipular y distraer la atención de la población acerca de los reales problemas de fondo del país. El Parlamento forma parte de este grosero engaño político.
Ante esta burda farsa ¿donde queda la lucha por los derechos de los trabajadores? Al primero que se atreva a luchar por los derechos del pueblo, de inmediato lo acusan de "narco-terrorista".
Repito, solo se requiere "lógica elemental" para interpretar correctamente esos lamentables sucesos, sucesos que solo sirvieron y sirven para envalentonar a la cúpula de las fuerzas armadas, y afianzar en el poder a la clase dominante.
Atentamente
Miguel Aragón
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