Modelo Mundial de Urbanismo Moderno,
Ecológico y Social en Peligro
La
tranquilidad y el orden de más de siete mil habitantes de la Unidad Vecinal Nº
3 (UV3), llamada “La ciudad hogar”, sería perturbada; y la concepción urbana
que le dio origen, destruida. Dicha
concepción es única en su género y constituye un aporte peruano a la
urbanística moderna internacional. La agresión mortal a la UV3 proviene de la pretendida
expropiación de terrenos de su
predio para la construcción de la estación San Marcos de la Línea 2 del Tren
Eléctrico Metropolitano.
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estropicio solamente es concebible por la ignorancia y desconocimiento de esos
magníficos valores que han hecho de la UV3 un paradigma mundial. Y, por
consiguiente, orgullo nacional. En el VI Congreso Panamericano de Arquitectos
llevado a cabo en noviembre de 1947
en Lima, el Perú se mostró exitosamente el avance de las obras en construcción
a los representantes panamericanos; difundiéndose, desde aquí, el modelo a toda
Latinoamérica. Los profesores de arquitectura ofrecen visitas guiadas a sus
alumnos a la UV3. Arquitectos y urbanistas extranjeros vienen en peregrinación
para conocer la UV3. Este año, la UV3 fue protagonista del pabellón peruano en
la Bienal de Venecia.
La UV3
es el modelo más exitoso de vivienda social construida en Latinoamérica en el
siglo XX. Si bien, la UV3 es una y única, tiene sus antecedentes. El éxito del
modelo se inspira y se inscribe en la tradición de la ciudad jardín, creada por
Ebenezer Howard a fines del siglo XIX. El modelo de Unidad Vecinal aporta tres
principios básicos al urbanismo contemporáneo: 1) la separación del tráfico
vehicular del tráfico peatonal; 2) la unidad urbana autónoma dotada de
servicios propios; y 3) la idea de ciudad como agregado de unidades urbanas. El
modelo se crea en Estados Unidos en los años 20, empezándose a construir en
Radburn, Nueva Jersey, cerca de Nueva York, en 1928, no pudiéndose concluir, pues
lo impidió la gran depresión norteamericana de 1929. Al Perú le corresponde el
honor de ser el primer país en el mundo en construirlo íntegramente. La fama
mundial del modelo se debe a las unidades vecinales, integrantes de las New
Towns, que se concluyen desde principios de los 50 en Londres.
Según
el Arq. Belaúnde, en la Lima del año 1945
“prevalecía el hacinamiento en las casas de vecindad y en los llamados callejones, donde la pobreza estaba en
cierto modo, compensada por el calor humano de sus ocupantes”. Esta
situación lo estimuló para que confeccionara el programa de vivienda del Frente
Democrático Nacional. Dicho Frente llevó a la Presidencia de la República al
jurista Luis Bustamante y Rivero, inaugurando un corto periodo de primavera verdaderamente
democrática. Belaúnde resultó el más
joven de los diputados elegidos. Desde
el parlamento impulsó la ley de propiedad horizontal del suelo (1947) y la ley de Creación de la
Corporación Nacional de Vivienda.
Entidad con fondos provenientes del Estado y del sector privado que financió
la construcción de la UV3. La
construcción se inició el año 1946 y
concluyó en el año 1949. El programa
de vivienda enarbolado por Belaúnde comprendía la construcción de siete
unidades vecinales, ´la Nº 3 fue la primera que se construyó por en encontrarse
el terreno saneado legalmente. Y fue la
única porque el 27 de octubre de 1948
el general Odría dio un golpe de Estado, deponiendo a Bustamante.
Con
la UV3 se hizo palpable la justicia
social porque el gobierno brindó calidad de vida a un sector de la
población pauperizada y marginada. Su
construcción tuvo la oposición de la clase conservadora. El protagonismo del arquitecto
Belaúnde, desde una posición de Poder, venció a todos los enemigos de la
construcción de la UV3. Fue el gestor y propulsor de la UV3. Intercambió ideas
con el equipo responsable del diseño, arquitectos: Eugenio Montagne, Alfredo Dammert
Muelle, Carlos Morales Macchiavello, Manuel Valega Sayán (gerente de la
flamante Corporación Nacional de la Vivienda), Juan Benites y el urbanista Luis
Dorich Torres. Dorich obtuvo el Grado de
Master en Planificación Urbana en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts el 28 de febrero de 1944 con la tesis: Basis for
a city planning procedure in Peru (Bases
para instituir el planeamiento urbano en el Perú). Ahí expresa su reconocimiento a Frederick
Adams, director de estudios de planificación urbana e hijo del célebre
urbanista inglés Thomas Adams. ¡Realmente, los proyectistas de la UV3 fueron la
elite profesional del Perú! Pero, no solo ellos, también participaron los
mejores alumnos de la Universidad Nacional de Ingeniería y futuros arquitectos
extraordinarios, entre ellos, Roberto Wakeham y Santiago Agurto.
La
UV3 es el programa más exitoso de vivienda a nivel latinoamericano desde el
pasado siglo. Nunca en Latinoamérica los habitantes de las áreas residenciales,
ricas o pobres, han gozado de la máxima “residencialidad” como lo han hecho los
habitantes de la UV3, una verdadera comunidad de vecinos. Esa máxima
residencialidad se puede entender como la proximidad de todos los servicios
necesarios a la vivienda: trabajo, educación, recreación con seguridad, vida en
vecindad con vínculos de solidaridad e intercambio social intenso en un barrio
ecológico y peatonal que disponía de 88.7% de áreas libres sin interferencia vehicular
en su interior, con una dotación de dos árboles por persona. Bastaba ver el
color verde de la vegetación para relajarse espiritualmente y no deprimirse.
¡Cómo no la iba a denominar Belaúnde a la UV3
¡la ciudad feliz!.
La
UV3 no es un espacio público, sino un gran condominio.
Fue concebida a escala humana; todo está articulado de manera proporcional y
armónica en función del tamaño de su población; por eso, es que cualquier mega
proyecto como la “Estación San Marcos” provoca una hecatombe en el conjunto habitacional. Todos son
afectados. Ya los efectos dañinos de la estación se están sintiendo, pues varios
vecinos que han vivido en la Unidad desde hace más de 60 años y que padecen de
diabetes y de hipertensión se han desestabilizado y han entrado en crisis. ¡Qué será cuando empiece el movimiento de
tierras! Ocurran los asaltos, robos, comercio ambulatorio, etc.
La
UV3 ha sido ya muchas veces mutilada, festinada y agredida, y con ella sus
vecinos: Desde sus inicios, el campus
de la Universidad Nacional de San Marcos no se retira de la vía que se
construye en terrenos de la UV3 (avenida Amézaga), por lo que la alameda
primigenia de ese frente queda dentro del campus y hoy ya no existe. Otra
agresión es el alquiler del estadio de la universidad de San Marcos para
grandes eventos de fin de semana cuya emisión por los altoparlantes rompe el
silencio de la noche al hacer vibrar las lunas de las ventana e interrumpiendo
la tranquilidad de los hogares: ocasiona insomnio, especialmente de enfermos,
madres gestantes, niños y ancianos. Otro agravio, ENACE “vende” a Los Testigos
de Jehová el salón Comunal y el cine-teatro.
Luego, diversos alcaldes y malos dirigentes hacen entrega a
instituciones y particulares de terrenos al interior de la UV3, terrenos
pertenecientes a los jardines y áreas libres propiedad de la UV3. Finalmente
llega el gran despojo, porque no fue expropiación, que sufre la UV3 con la
ampliación de las avenidas Colonial y Universitaria (Av. Ramón Herrera) a
propósito de la construcción del intercambio vial sobre el cruce de las
avenidas Universitaria y Colonial. Esto
último está ocasionando enfermedades broncopulmonares y alérgica; además, que
las cortinas de las ventanas se ennegrezcan por el polvo del monóxido de
carbono.
Las
estaciones de metros (trenes eléctricos metropolitanos), se construyen con una
distancia media entre uno y dos kilómetros, tanto en Europa, Estados Unidos,
Asia y Latinoamérica. De lo contrario los ferrocarriles rápido no podrían
alcanzar las velocidades necesarias para sus fines. La estación que se pretende
construir, estación San Marcos y que involucra a la UV3, resulta innecesaria por
cuanto las inmediatas estaciones anteriores (Oscar R. Benavides) y posterior
(Elio) distan de ella tan solo 500m. El tráfico que esa estación conlleva hará
perder su condición de vecindad a la UV3 al convertirlo en un área de paso.
La
Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico, AATE, es tan autónoma que no obra con
transparencia. A los que pretende
afectar no nos ha proporcionado algún plano, el proyecto de factibilidad ni el
estudio de impacto ambiental. Antes de
una operación, tanto el cirujano como el paciente se ponen de acuerdo, es lo se
llama consentimiento informado. Cuando una empresa petrolera o minera
está en la fase exploratoria en la selva tiene que hacer una consulta
previa con la población afectada. Pero, en el caso de la próxima
expropiación a la UV3, primero atropellan con alevosía y ventaja y después
envían al traumatólogo y al especialista en cirugía reconstructiva para hacer
creer, a la víctima, que va a quedar mejor que antes. ¡Vaya democracia nuestra!
La indiferencia y la resignación
conducen a la derrota. ¡Ante la agresión externa, unidad interna! Defenderemos la tranquilidad y salud de
nuestros hogares. Apelaremos, en última
instancia, a la desobediencia civil para
salvar a la Unidad Vecinal Nº 3. La Unidad Vecinal Nº3 no se negocia. Debería
ser declarada no solo Patrimonio Cultural de la Nación; sino también, Patrimonio
Cultural de la humanidad y, por lo tanto, intangible. (ROA-ARB)
Junta
General de Propietarios de la UV3. Lima. Unidad Vecinal Nº 3, 11 de septiembre del 2014.
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