Escribe: Milcíades Ruiz
Mientras la fanfarria electoral llegaba a su punto culminante esta semana, el precio de venta del dólar alcanzó su más alto nivel (S/. 3,77) desde hace un año en que se situaba en S/. 3,61. El fantasma de la devaluación está rondando tras las dádivas engañosas, sin sustento económico, de los candidatos presidenciales. Pero la tendencia alcista del dólar, arrastra la devaluación de nuestra moneda. Demos una mirada al respecto.
Todos sabemos que la economía determina nuestras condiciones de vida y nuestro comportamiento político. Al subir el precio del dólar, automáticamente todos los artículos importados, suben de precio en moneda nacional, de manera directa e indirecta. El Perú, importa grandes cantidades de maíz transgénico para la avicultura industrializada. Al subir el precio del maíz importado, suben los costos de la crianza de aves, obligando a subir el precio de la carne de pollo, convertido ya en un artículo de primera necesidad.
El precio del pollo arrastra el precio de huevos y de todos los preparados comerciales basados en carne de pollo. De manera similar sucede con el trigo que es la base de la cadena panadera y de fideos. En la larga lista de alimentos importados están: arroz, azúcar, aceite de soya, leche, leguminosas o menestras, etc. Pero también están las importaciones no alimenticias como los insumos químicos, combustibles, medicinas, etc. Esta peligrosa tendencia genera inflación y si, como se teme, hay inflación en EE UU, entonces tendríamos doble presión inflacionaria.
Sería pues, una locura, que el nuevo gobierno, pretenda ampliar los gastos estatales sin tener en cuenta los problemas del comercio internacional, la caída de ingresos fiscales y la consiguiente reducción del presupuesto nacional. Como se recordará, el ex presidente Alan García, hizo caso omiso de los peligros del mal uso de los fondos públicos, en plena crisis. Uno de sus programas demagógicos fue el RIMANACUY, convocando a las comunidades campesinas a las que repartía cheques de dinero.
El despilfarro se descontroló y sobrevino la devaluación monetaria junto con una inflación galopante que acabó con la moneda nacional, teniendo que reemplazarla con intis de valor muy bajo. Los pasajes de transporte urbano había que pagarlos con fajos de billetes. El dinero que otorgó a las comunidades campesinas no valía nada. En su egolatría, anunció la nacionalización de la banca privada. Ya sabemos en qué terminó todo.
Por eso hay que tener cuidado con la clase de políticos que elegimos como gobernantes. La situación del país no está para demagogias. El siguiente cuadro de la SUNAT, ilustra sobre la tendencia de los ingresos estatales en plena pandemia.
Pero la pregunta es: ¿Por qué sube el precio del dólar? Al respecto, suele haber diversos motivos en un momento dado y factores que causan desequilibrios. El dólar viene de afuera y al igual que todo lo que importamos, puede subir o bajar de precio, según la oferta y la demanda. Sube cuando hay desabastecimiento, pues la oferta es menor a la demanda y viceversa.
Los dólares ingresan al país desde el extranjero principalmente cuando exportamos y se van, cuando importamos. Pero también ingresan cuando los inversionistas extranjeros traen capitales para sus negocios en Perú. Se van cuando el inversionista los saca del país si hay temor. El turismo trae dólares, pero la pandemia impide el ingreso. Así, existen muchos otros canales.
Hay pues factores que complican el abastecimiento y desabastecimiento de dólares. Uno de los principales factores es el comercio internacional. Si nuestras exportaciones aumentan, entonces traerán más dólares al país y su precio bajará. Pero si el valor de las importaciones es mayor, entonces habrá menos dólares en el mercado y su precio subirá. Por eso, tener una balanza comercial con superávit permite estabilizar el precio del dólar. Todo depende del manejo del mercado monetario.
Pero no es tan fácil como parece, manejar una situación de comercio internacional. La pandemia ha agudizado la recesión económica mundial, paralizando la producción industrial mundial. Esto hace que haya menor demanda de materia prima, haciendo bajar el precio de esta. Por consiguiente, nuestro país recibe menores pedidos de materia prima y a menor precio, ocasionando el desabastecimiento de dólares que hace subir su precio.
Los siguientes cuadros de la SUNAT, muestran el comportamiento de nuestras exportaciones e importaciones durante la pandemia.
Esta situación, no está en la agenda de los debates electorales. Las ofertas giran en torno a los problemas sociales superficiales, pero no a las causas que los originan. Ofrecen eliminar el producto final de la fábrica social atacándolos de diversas formas. Pero, las fallas sociales, tales como la delincuencia, corrupción, informalidad, etc., se generan en el proceso de fabricación. No se trata solo de apagar el incendio. Hay que evitarlo.
Nadie plantea una estrategia coherente para salir del hoyo en que nos encontramos. La crisis mundial ha causado la caída de las exportaciones e importaciones en todos los países. Sin embargo, se visibiliza que las exportaciones alimentarias son las que no caen, como se demuestra en el siguiente cuadro de la CEPAL:
Agrupaciones y países seleccionados: variación del volumen del comercio mundial de bienes, enero a agosto de 2020 respecto de igual período de 2019 (En porcentajes
Entonces, ¿por qué no vemos la enorme ventaja del Perú en materia agropecuaria por su valor estratégico para salir a flote? El agro es el gran ausente en la perorata de la campaña electoral. Los agricultores peruanos son campeones mundiales en café de alta calidad, con premiaciones internacionales, pero el café no es un rubro estratégico del desarrollo nacional, a pesar de alta contribución de dólares al mercado nacional.
Perú ocupa el décimo puesto como país productor de café en el mundo y el segundo como exportador de cafés con certificación orgánica. El café ocupa el cuarto lugar como producto de exportación peruana y todo es pequeña agricultura. En el 2019, captaron US$ 636.6 millones. Entre enero y octubre del 2020, las exportaciones de café alcanzaron los US$ 477.7 millones, mostrando una variación del +2.7%, respecto al mismo periodo del año anterior.
En los últimos años, los agricultores peruanos han sido reconocidos en los premios Café SPP (Símbolo de Pequeños Productores) y en la feria SCAA (Cafés Especiales de América). Estos días, los productores de café del Alto Mayo - San Martín, ganaron el concurso mundial en la categoría de Proyectos Sostenibles de los Premios de la Specialty Coffee Association (SCA) 2021.
Sin embargo, su propio país, y su gobierno los ignoran. Se premia a los corruptos permitiéndoles postular nuevamente al gobierno, pero no, a los campesinos que honradamente trabajan por el país. Eso no es justo. ¿No les parece?
Productores de café- Alto Mayo
Otra información en https://republicaequitativa.
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