Viento Sur
22-08-2014
Se
celebra este año el [120º] aniversario del nacimiento de José Carlos Mariategui
(1894-1930), el gran marxista latino americano y un pensador comparable, por la
fuerza y la originalidad de su pensamiento, a los grandes marxistas europeos /1.
Uno
de los aspectos más importantes -y también controvertidos- de su obra es su
concepción de la revolución peruana y latinoamericana, desarrollada sobre todo
durante sus últimos años, a menudo polemizando con Haya de la Torre y su
partido (el APRA, Alianza Popular Revolucionaria Americana). Se trata de una
visión estratégica que presenta analogías sorprendentes con la teoría de la
revolución permanente.
Mariategui
conocía escritos de Trotsky (había publicado uno de ellos "sobre
Lenin" en su revista Amauta, en 1927); pero sería erróneo e
históricamente falso creer que había deducido su concepción de la revolución
peruana y latinoamericana a partir de esa fuente. En primer lugar porque el
propio Trotsky no formularía su teoría de la revolución permanente, como tesis
de alcance universal, hasta 1929 y el libro no sería publicado hasta 1930, tras
la muerte de Mariategui. En realidad, el fundador del comunismo peruano llegará
por su propio camino, mediante una reflexión autónoma y original, a
conclusiones bastante cercanas o análogas a las del creador del Ejército Rojo.
En
el momento en que Stalin formula la doctrina de la revolución por etapas y del
bloque de las cuatro clases, y la aplica (o hace aplicar) en China -con las
consecuencias que se sabe- Mariategui reacciona de forma contradictoria. De una
parte parece aceptar, hacia 1927-28, la política china del Komintern, pero al
mismo tiempo se apresura a negarle toda validez para América latina: "La
colaboración con la burguesía, e incluso con elementos feudales, en la lucha
antiimperialista china, se explica por razones de raza, de civilización
nacional que no existen entre nosotros. El chino noble o burgués se siente
entrañablemente chino. .. En Indo-América, las circunstancias no son las
mismas. La aristocracia y la burguesía no son las mismas. La aristocracia y la
burguesía ‘criollas’ no se sienten solidarias con el pueblo por el lazo de una
historia y de una cultura comunes".
Más
tarde, en 1929, reconocerá su error en relación a China: "La traición
de la burguesía china, la ruptura del Komintang (...) han demostrado en qué
medida se podía confiar, incluso en países como China, en el sentimiento
nacionalista revolucionario de la burguesía" /2.
"¿Populista?"
Fuera
lo que fuera en relación a Oriente, está convencido de que la burguesía local
no podrá jugar un papel democrático revolucionario en Perú y en América latina.
Por ejemplo, escribe en 1927-28: "No existe en Perú, y no ha existido
nunca, una burguesía progresista, con una sensibilidad nacional" /3.
Es la razón por la que se vuelve de forma activa hacia los obreros y los
campesinos como fuerza motriz de la revolución peruana, y funda en 1928, la
Central General de Trabajadores Peruanos (CGTP).
Los
escritos de Mariategui sobre el campesinado indígena en Perú y en Indo-América
le valieron, por parte de los portavoces soviéticos (estalinistas) el epíteto
de "populista". Según V.M. Miroshevski, el principal representante de
esta crítica "ortodoxa", la principal herejía de Mariategui consistía
en creer en la posibilidad de una revolución socialista en Perú, negando la
necesidad de una etapa previa, la "revolución democrático-burguesa,
antifeudal y antiimperialista (...) para fundar su afirmación del carácter
socialista de la revolución inmediata en Perú, recurría a argumentos que parten
del romanticismo nacionalista, de la idealización del régimen social inca, de
la fetichización ‘populista’ de la comunidad campesina" /4.
Es
cierto que, en varios ensayos y artículos, planteó la idea heterodoxa de que
las tradiciones comunitarias (precolombinas) de los indígenas peruanos podrían
constituir el punto de partida para una reorganización socialista del campo. Si
esto fuera suficiente para caracterizar una teoría como populista, el propio
Marx habría sido un pensador "populista". Como se sabe, en numerosas
ocasiones había defendido exactamente esa idea -y en particular en el prefacio
a la edición rusa del Manifiesto Comunista (1882)- en relación
a la comunidad campesina rusa tradicional (obschtina)...
En
realidad, las ideas de Mariategui no podrían ser asimiladas al populismo en
ningún caso. De una parte, porque para él (como para Trotsky) el emanciparse de
los campesinos no podrá realizarse más que mediante una revolución proletaria,
a la vez socialista y democrática ("antifeudal" por utilizar la
terminología de la época, bastante imprecisa): "En nuestra América
española, aún semifeudal, la burguesía no ha sabido ni querido realizar las
tareas de liquidación de la feudalidad (...). Corresponde al socialismo esta
tarea. La doctrina socialista es la única que puede dar un sentido moderno,
constructivo, a la causa indígena, que, situada en su verdadero terreno social
y económico (...) puede contar para la realización de esta tarea con la
voluntad y la disciplina de una clase que aparece hoy en nuestro proceso
histórico: el proletariado".
De
otra parte, porque no predicaba en forma alguna una vuelta al pasado: para él,
reconocer el papel de las tradiciones comunitarias indígenas "no
significa en absoluto una tendencia romántica y antihistórica de reconstrucción
o resurrección del socialismo inca, que correspondió a condiciones históricas
completamente superadas", sino sencillamente tomar en consideración
"como factores utilizables, en una técnica de producción perfectamente
científica, las costumbres de cooperación y socialismo de los campesinos
indígenas" /5.
Tentativa
de recuperación
El
gran mérito y la originalidad de Mariategui fue precisamente revalorizar el
inmenso potencial revolucionario del campesinado indígena, la riqueza de su
cultura milenaria, la vitalidad de sus tradiciones comunitarias, a la vez que
mostraba, con rigor y realismo, que la revolución socialista era la única
solución auténtica a sus sufrimientos, su miseria y su explotación por los
latifundistas. Se puede hablar de romanticismo respecto a esta sensibilidad por
la herencia cultural en Rosa Luxemburgo, cuando elogiaba el comunismo primitivo
en su Introducción a la Economía Política.
Tras
haber tratado a Mariategui de "populista", los estalinistas van a
intentar, algunos años más tarde, "recuperarle" reinterpretando sus
escritos a la luz de la doctrina kominterniana de la revolución por etapas.
Intentarán legitimar esta lectura deformadora refiriéndose a uno o dos párrafos
de su obra, extraídos de su contexto. Por ejemplo, citan con insistencia el
pasaje siguiente del Programa del Partido Socialista, redactado por
Mariategui en octubre de 1928: "Sólo la acción proletaria puede
estimular primero y realizar después las tareas de la revolución
democrático-burguesa que el régimen burgués es incompetente para desarrollar y
cumplir(…). Cumplida su etapa democrático-burguesa, la revolución deviene, en
sus objetivos y su doctrina, revolución proletaria” /6.
Sin
embargo, este texto puede ser leído e interpretado tanto en una óptica
"permanentista" como en una óptica "etapista"; para decidir
qué interpretación es adecuada, hay sin embargo una solución evidente:
confrontar este pasaje con el conjunto de los escritos de Mariategui en esa
época. Por ejemplo, en el editorial de la revista Amauta n.
17, de septiembre de 1928, Mariategui subraya de forma explícita, radical y sin
equívoco la necesaria fusión de las tareas democráticas y socialistas en la
revolución en América Latina: " La revolución latinoamericana será
nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será
simple y puramente la revolución socialista. A esta palabra agregad, según los
casos, todos los adjetivos que queráis: "antiimperialista",
"agrarista", "nacionalista-revolucionaria". El socialismo
los supone, los antecede, los abarca a todos. A Norteamérica capitalista,
plutocrática, imperialista, sólo es posible oponer eficazmente una América
latina o íbera, socialista. La época de la libre concurrencia en la economía
capitalista ha terminado en todos los campos y todos los aspectos. Estamos en
la época de los monopolios, vale decir de los imperios. Los países
latinoamericanos llegan con retraso a la competencia capitalista. Los primeros
puestos están ya definitivamente asignados. El destino de estos países, dentro
del orden capitalista, es de simples colonias.” /7.
Se
puede considerar algunas de estas formulaciones como excesivas o demasiado
esquemáticas: "semicolonias" (o países dependientes) sería más
preciso que "simples colonias”; y la definición de la revolución como
"pura y simplemente" socialista parece subestimar el peso de las
tareas democráticas (que son enumeradas a continuación). Pero lo que no se
puede hacer de forma alguna, so pena de falsificación total, es presentar al
autor de esas líneas como un partidario de la revolución por etapas.
Estas
ideas son retomadas, bajo formas y acentos diversos, en varios escritos
diferentes durante esos años 1928-30. Mencionemos solo el más célebre, el
documento Punto de vista anti-imperialista presentado por
Mariategui en la Conferencia Comunista Latino-Americana de junio de 1929
(Buenos Aires): “ Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder
pueden hacer una política anti-imperialista (…) Sin prescindir del empleo de
ningún elemento de agitación anti-imperialista, ni de ningún medio de
movilización de los sectores sociales que eventualmente pueden concurrir a esta
lucha, nuestra misión es explicar y demostrar a las masas que sólo la
revolución socialista opondrá al avance del imperialismo una valla definitiva y
verdadera" /8. Una vez más, se puede considerar que esta
formulación subestima las aspiraciones antiimperialistas de la pequeña
burguesía (o al menos de sus sectores radicalizados) pero nada sería más
absurdo que hacer de su autor un teórico del bloque de las cuatro clases y de
la alianza con la burguesía nacional contra el imperialismo.
La
naturaleza de la revolución
En
cualquier caso, sus tesis fueron rechazadas por Vittorio Codovilla y los
responsables comunistas "ortodoxos" en la conferencia de Buenos
Aires. Como observa Ricardo Galindo en su notable libro La agonía de
Mariategui, mientras que la Internacional quería luchar por una revolución
"democrático burguesa", Mariategui y sus camaradas rechazaban
considerar el capitalismo como un progreso y se daban como objetivo una
revolución socialista /9.
En
otros términos: la idea de la dinámica socialista de la revolución peruana y
latino americana se encuentra en el corazón de la reflexión política de José
Carlos Mariategui en el curso de los años 1928-30, en lo que tenía de más
original e innovador en relación a la doctrina tanto del APRA como del
comunismo oficial. Sería artificial identificar su concepción con la, más
sistemática, de transcrecimiento de la revolución democrática en socialista y
de articulación entre tareas nacionales, agrarias y socialistas que Trotsky
está formulando exactamente en la misma época y que publicará en su La
Revolución Permanente en 1930; pero la similitud de la intención
política fundamental, la analogía del planteamiento esencial de los dos son
innegables.
¡Un
"trotskysta"!
Parece
que en el curso de la Conferencia de los Partidos Comunistas Latinoamericanos
de 1929, la acusación de "trotskysmo" habría sido lanzada
contra Mariategui. Se trataba, por supuesto, de una inexactitud, pero tenía su
"núcleo racional": las tesis de Mariategui sobre la revolución latino
americana estaban más cercanas a las de la Oposición Comunista de Izquierdas
que a las de la dirección estalinista del Komintern /10.
Más
tarde, en su etapa de "recuperación" de Mariategui, algunos autores
estalinistas le presentarán como "antitrotskysta", con el
pretexto de su polémica contra el "trotskysta" Max Eastman en
su libro Defensa del Marxismo (1930). Sin embargo, no solo Max
Eastman tenía poco que ver con el trotskysmo, sino también y sobre todo, en ese
libro Mariategui se refiere a Trotsky como un ejemplo ilustre, junto con Marx,
Lenín y Rosa Luxemburg, de la unidad entre el hombre de acción y de pensamiento /11.
Internacionalista
convencido, Mariategui seguía de cerca los debates en el seno del PCUS, sin
tomar posición explícitamente por una tendencia u otra. En un artículo de 1928,
a la vez que considera la victoria de Stalin como una etapa inevitable de la
revolución rusa, y el resultado de un repliegue nacional provisional, saluda en
Trotsky al dirigente que representa “el sentido internacional de la
revolución socialista. Sus notables escritos sobre la transitoria
estabilización del capitalismo, lo colocan entre los más alertas y sagaces
críticos de la época. Pero este mismo sentido internacional de la revolución,
que le otorga tanto prestigio en la escena mundial, le quita fuerza
momentáneamente en la práctica de la política rusa" /12.
Un
año después (febrero de 1929), cuando Stalin enviaba a Trosky al exilio
expulsándole de la URSS, Mariategui escribe un artículo en el que aparece esta
fórmula premonitoria: “ La revolución rusa debe su valor internacional,
ecuménico, su carácter de fenómeno precursor del surgimiento de una nueva
civilización, al pensamiento de Trotsky y sus compañeros reivindican en todo su
vigor y consecuencias. Sin una crítica vigilante, que es la mejor prueba de la
vitalidad del partido bolchevique, el gobierno soviético correría probablemente
el riesgo de caer en un burocratismo formalista, mecánico" /13.
Ni
"trotskysta", ni "antitrotskysta", Mariategui
era un revolucionario marxista consecuente, un antiimperialista e
internacionalista auténtico y su pensamiento pertenece a todas las personas que
luchan, como él, por la revolución socialista en Perú, en América Latina y en
el mundo entero.
Notas
1/ Diferentes coloquios sobre Mariategui
tuvieron ese año [1994] en Lima, México, La Habana, etc., así como una
conferencia internacional en París.
2/ J.C.Mariategui. Punto de vista
anti-imperialista, junio de 1929, en Obra Política, ed. Era, México, 1979,
p. 273-274. [https://docs.google.com/file/d/0ByP565N0sPRSZHNELWhCSXJFNW8/edit?pli=1]
3/ Mariategui, Siete ensayos de
interpretacion de la realidad peruana, 1928, Ed. universitaria, Santiago de
Chile, 1955, p.28 [http://www.bibliotecayacucho.info/downloads/dscript.php?fname=069.pdf]
4/ Ricardo Flores Galindo, La agonía de
Mariategui. La polémica con la Komintern, Lima, Desco, 1982), pp. 29-31. [http://www.elsarbresdefahrenheit.net/documentos/obras/1550/ficheros/FloresGalindosobreMariategui.pdf]
5/ Ver sobre esto las interesantes notas de Ruben
Jiménez Ricardez en su introducción a la edición mexicana de los escritos
políticos de Mariategui: “Certeramente, en su polémica con la IC, Mariategui
introdujo los principales argumentos esgrimidos por él contra los apristas. El
programa propuesto por la IC a los revolucionarios de América Latina se
parecía, como una gota de agua a otra, al programa enarbolado por Haya y sus
secuaces. Había ya observado la incapacidad de las burguesías latinoamericanas
para resolver las tareas democrático-burguesas. Sostuvo, como ineludible
corolario, que sólo la clase obrera era capaz de resolverlas y, en ese proceso,
transformar al continente en socialista. Propuso así la línea de una revolución
ininterrumpida. En la Conferencia Comunista Latinoamericana, Mariategui fue
criticado duramente, entre otros por Codovilla (…) También en la conferencia,
parece que Mariategui fue acusado de trotskista”. (R.J.Ricardez, “Introducción”,
en Mariategui, Obra Política, p. 42). [http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/mariategui_jc/s/mariategui_s0080.pdf]
6/ Programa del Partido Socialista Peruano [http://www.marxists.org/espanol/mariateg/1928/oct/07a.htm],
Mariategui, “Principios programaticos del Partido socialista”, Obra Politica,
p. 271.
7/ Mariategui, Aniversario y balance https://www.marxists.org/espanol/mariateg/1928/sep/aniv.htm
8/ Punto de vista internacionalista, http://www.panuelosenrebeldia.com.ar/content/view/168/123/
9/ V.M. Miroshevski, “El "populismo" en el
Peru. Papel de Mariategui en la historia del pensamiento social
latino-americano”, Dialectica, La Habana, vol.I, n°1 mayo-junio 1942 en Mariategui
y los origenes del marxismo latinoamercano Cuadernos de Pasado y
Presente, Mexico, Siglo XXI, p.67-69. Ricardo Flores Galindo, La agonía
de Mariategui. La polémica con la Komintern, Lima, Desco, 1982), pp. 29-31
[http://www.elsarbresdefahrenheit.net/documentos/obras/1550/ficheros/FloresGalindosobreMariategui.pdf]
10/ Mariategui, Prefacio a "El amauta
Atuspana", 1930, Obra Poltica, p. 231, y Mariategui,
“Principios programáticos del Partido socialista”, Obra Política,
p. 231 y 270-271. El concepto de “socialismo inca” es muy discutible;
ver sobre el particular el muy esclarecedor texto de Robert Paris, “José Carlos
Mariategui y el modelo de 'comunismo inca'” en su libro La
formación ideológica de José Carlos Mariategui, Cuadernos de Pasado y
Presente, Mexico, Siglo XXI; 1981
11/ Mariategui, En defensa del marxismo p.
18. http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/mariategui_jc/d/mariategui0002.pdf
12/ Mariategui, “El exilio de Trotsky”, febrero 1929, Obra
Política[http://www.patriaroja.org.pe/docs_adic/obras_mariategui/Figuras%20y%20aspectos%20de%20la%20vida%20III/paginas/el%20exilio.htm]
13
/ Mariategui, “El exilio de
Trotsky”, febrero de 1929, Obra Politica. [http://www.patriaroja.org.pe/docs_adic/obras_mariategui/Figuras%20y%20aspectos%20de%20la%20vida%20III/paginas/el%20exilio.htm],
Mariategui, “Trotsky y la oposicion comunista”, 25 de febrero 1928, Obra
Politica, p. 219.
Fuente: http://www.avanti4.be/debats-theorie-histoire/article/jose-carlos-mariategui-et-la-revolution
Traducción:
Faustino Eguberri para VIENTO SUR
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