24-10-2014
Hay cosas que si no nos las cuentan, no
somos conscientes de ellas.
Los
medios le dan la misma cobertura a Siria que a Ucrania, dicen las mismas cosas
de Ucrania que de Irak, acapara los mismos titulares y los mismos análisis
Ucrania que Libia. Cuentan las mismas mentiras de Ucrania que del resto del
mundo.
Pero
lo que pasa en Ucrania no se parece en nada a lo que pasa en cualquier otro
lugar del mundo, más que nada por la magnitud y por nuestra implicación como
país, pero como no nos lo cuentan, no somos conscientes de ello.
Conviene
pues que tengamos claro lo que representa el conflicto ucraniano para nosotros
y para el resto del mundo.
Primero
un pequeño apunte histórico. Nos dicen que Ucrania vivía oprimida en los
tiempos de la URSS, pero no nos dicen que la mayor parte de Ucrania pertenecía
a la Rusia zarista y que el resto pertenecía al imperio austro húngaro antes de
la revolución de octubre. Después de la revolución, Ucrania se convirtió en una
república socialista y vio aumentado su territorio en sucesivas ampliaciones;
la última la hizo un presidente de la URSS que era ucraniano, la de Crimea.
Ucrania pertenecía a la ONU y dio presidentes a la URSS, así que no parece en
principio que fuera una república muy oprimida, parece incluso menos oprimida
que otras nacionalidades del mundo.
Un
inciso. En España, hace 150 años que no hay un presidente catalán. Pi i
Margall, lo fue de la I República durante poco más de un mes, y jamás ha habido
en este país un presidente del gobierno que fuera vasco.
Tras
el fracaso de la revolución naranja proOTAN y apoyada desde el imperialismo
USA, servicios secretos y agencias injerencistas (OPOR entre ellos), los
posteriores gobiernos, que continuaron la corrupción y las privatizaciones de
lo público iniciado por Kravchuk, no fueron capaces de insertar a Ucrania en el
mundo de un modo respetuoso con la realidad de que una parte del país se sentía
rusa. La explosión en Kiev de la revuelta del Maidan bebió en las fuentes
fascistas de Estephan Bandera, el colaborador de los nazis ocupantes de la URSS
en la II GM. Lo que vino después fue la debacle del país y ruina económica del
país, la prohibición de partidos políticos contrarios a la involución política
del nuevo gobierno, entre ellos el Partido Comunista Ucraniano, asesinatos de
militantes de izquierdas y sindicalistas y la amenaza de un nuevo pogromo
contra la comunidad judía, con el apoyo USA y la comprensión o el dejar hacer
de los países de la UE.
Tenemos
pues un gobierno ilegítimo apoyado por la OTAN, al que se le han rebelado dos
regiones autónomas, regiones que tienen una mayoría de habitantes rusos. Estás
regiones no son independentistas, lo que han solicitado es la incorporación a
Rusia, como en su día solicitó y consiguió Crimea. Pero en este caso Rusia no
ha incorporado a esas regiones, lo que ha dado lugar a una guerra civil. La
revuelta del Donbass debe ser entendida en clave no sólo de cultura e identidad
rusa en la zona, sino fundamentalmente de la memoria antifascista en esas
partes del territorio de la República de Ucrania respecto al pasado de la II GM
y al presente que la población de esas regiones ve resucitar de dicho pasado.
La cuestión no es que sean federalistas, independentistas, partidarios de la
anexión a Rusia, sino que se trata de comunidades que se sienten amenazadas por
el nuevo gobierno y constatan en forma de agresión virulenta esas amenazas. Y
esas amenazas y agresiones contra los habitantes del Donbass o Novorossia se
llevan a cabo con dinero, logísticas de países de la OTAN y contratistas
(mercenarios USA y británicos).
Esta
guerra civil dista mucho de ser un conflicto local, ya que EEUU quiere entrar
en Ucrania para acogotar a Rusia, que se está convirtiendo otra vez en una
potencia económica seria. Para poder tener legitimidad para entrar, está
acosando a Rusia con todos los medios de los que dispone y acusando a Rusia de
haber hecho las mismas cosas que hacen Ucrania y EEUU.
Acusaron
a Rusia de haber derribado un avión de pasajeros que aparentemente derribó el
gobierno fascista de Ucrania. Acusan a Rusia de vender armas a uno de los
bandos en conflicto, cuando es EEUU la que lo hace con el gobierno ilegitimo de
Ucrania. Acusan a Rusia de entrar en territorio ucraniano, cuando es Ucrania la
que ha entrado en territorio ruso y ha bombardeado territorio ruso. Ponen
sanciones económicas a Rusia por su alineación en el conflicto (la realidad es
que son por su no alineación). Pero al día de hoy, ni los expertos que
investigan la catástrofe del vuelo MH17 de Malaysia Airlines ni el gobierno
ucraniano han sido capaces de presentar pruebas contra Rusia, cuando hay muchos
datos que señalan en sentido contrario: hacia la responsabilidad del gobierno
ucraniano.
Vemos
pues que hay una intensa acción por parte de la OTAN para meter a Rusia en el
conflicto, tan intensa es que creo que lo van a conseguir, ya que en estas
cosas no es cierto el dicho de que dos no se pegan si uno no quiere.
Todo
esto se puede más o menos leer en todos los medios de comunicación; lo que no
se lee en ningún lado es lo que supondrá para España en concreto el que Rusia
entre en la guerra ucraniana. Si EEUU entrara en guerra con Rusia, España, como
miembro de la OTAN entraría en conflicto también y esta vez no valdría con
mandar dos barcos o cinco aviones, como se ha hecho en otras ocasiones.
Hablaríamos de una guerra en toda regla, contra un país que tiene un potencial
atómico como para destruir tres veces el mundo y un ejército capaz de invadir
toda Europa.
Hablamos
pues de que entraríamos en una guerra total contra un país que llegado a un
punto, usaría su arsenal nuclear contra nosotros; porque no nos engañemos, esas
bombas no se han hecho solo como medida de disuasión. Sobre todo si otro de los
contendientes atacara a Rusia con armas nucleares. Cosa que EEUU ya ha hecho
sobre ciudades llenas de gente en Japón.
Para
ser más concretos, estamos hablando de que nuestro país sería contendiente en
una guerra que dejará a la segunda guerra mundial como un conflicto menor y en
el que morirían la mayoría de los habitantes de nuestro país. Por eso es
importante que nos empecemos a movilizar contra la guerra; pero para que esa
movilización se produzca tenemos que tener claro lo que hay.
Alas
Republicanas es militar del Ejército del Aire
Rebelión
ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de
Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=191185
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