28-03-2015
Ya no hay dudas.
Washington, el Pentágono, y sus servicios especiales, utilizan a Perú
como base de operaciones para acciones subversivas, campañas mediáticas,
e incluso para posibles agresiones castrenses contra países de la
Patria Grande en los que se escenifican procesos revolucionarios, como
es el caso de Venezuela.
Analistas coinciden en que dado el desorden
institucional que reina en Perú, y el conservadurismo extremo que
domina la sociedad de esa nación andina, la Casa Blanca la ha convertido
en su principal escenario de operaciones anti-latinoamericano.
Argumentan que en Lima se reunieron esta semana representantes de lo
peor de la derecha de esta esta región y Europa para conspirar contra
Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Brasil y Argentina, entre otros, en
el conocido foro anual “América Latina, oportunidades y desafíos”,
organizado por el “hispano-peruano- norteamericano” Mario Vargas Llosa, y sus compinches de siempre.
En realidad fue un show similar al del pasado año, mucha retórica, al
estilo de Vargas Llosa y el terrorista cubanoamericano Carlos Alberto
Montaner, y claro está, arengas de todo tipo ofensivas esencialmente
hacia la Revolución Bolivariana.
Ese espectáculo circense, con
el perdón de los verdaderos profesionales del circo internacional, fue
respaldado por una Moción de Censura injerencista contraria a Venezuela,
adoptada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano,
y suscrita por 57 diputados derechistas o descolocados.
Al
unísono, el corrupto expresidente Alan García dijo que sería, junto al
también “payaso” y exmandatario español Felipe González, abogado de la
defensa de “opositores” venezolanos apresados en su país por violentos y
golpistas.
Por supuesto que esos ataques a Venezuela y a otras
naciones de la Patria Grande fueron precedidos y respaldados por una
atroz campaña mediática orquestada por la prensa peruana, controlada
casi en su totalidad por la derecha y grupos de poderes económicos, que
imponen la agenda política en ese Estado sudamericano, donde de otro
lado se incrementa la presencia militar norteamericana.
El mismo
Congreso que asumió la Moción contra Venezuela, es el que ha autorizado
que Washington aumente la cifra de militares en Perú, hecho que
preocupa a la mayoría de los gobiernos de la región, declarada zona de
Zona de Paz por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC).
A los analistas políticos les inquieta además el hecho
de que Perú es hoy el mayor teatro de operaciones de la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas
en inglés), a la cual muchos denominan la “mano peluda” de la Agencia de
Inteligencia (CIA) para la “subversión encubierta o blanda”.
Los acontecimientos hablan por sí solos.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197047
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